Muchas gracias. Muy buenos días a todos y todas. (Aplausos)
Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de General Rodríguez; amigos y amigas; compañeros, compañeras: la verdad que es un día de mucho festejo y de mucha celebración, primero porque estamos entregando hoy 742 viviendas del Plan, de las 1900. Cuando recién venía en el helicóptero les puedo asegurar que esto parece una ciudad dentro de otra ciudad, porque no es solamente la vivienda, es la calle, es el desagüe cloacal.
Me contaba el Intendente orgulloso que ya llegó la red de gas, que no va a ser necesario utilizar las casillas que tienen las casas para los tubos de gas. Esto es una ventaja que conocen los que tienen por allí que depender de una garrafa o de un tubo de gas, por los costos, todos saben lo que significa un barrio con escuelas. Me contaba también de la salita que se está haciendo, este es uno de los municipios en el cual el PAMI va a hacer el hospital dentro del plan de los hospitales que el PAMI está entregando. (Aplausos) Les hemos entregado computadoras a los chicos del colegio en el Plan Conectar Igualdad.
Lo que también mencionaba el Intendente y que le agradezco mucho su orgullo como argentino frente a los logros como una ley de medios para obtener libertad de expresión, frente a los logros que significan mayor grado de libertades y participación de los hombres y mujeres que conformamos la Argentina.
Hay dos valores que son fundamentales en la vida de una sociedad, en la vida de los hombres: la libertad y la igualdad, y ambos creo que deben ser los signos distintivos de nuestro tiempo, de nuestra época, de esta etapa en la cual cada argentino ha recuperado también grados de libertad a través de la igualdad. Es como que no se sabe, es como el huevo o la gallina, no hay igualdad sin libertad pero tampoco hay libertad sin igualdad.
Recién estaba en la casa de los chicos que fui a ver, los dos vivían en una piecita que habían hecho en la casa de los padres. Uno de los pibes -digo pibes cariñosamente porque son muy jovencitos- trabaja como cooperativista en Argentina Trabaja. Me daba el orgullo de ser uno de los cien mil bonaerense que trabaja en ese plan (Aplausos), me prometió un perrito precioso de las mascotas que tenía, que me va a regalar, se lo voy a reclamar oportunamente, el otro un trabajador de La Serenísima, una empresa emblemática de la región que recuerdo que visité allá por el año 2005 (aplausos). El trabajo, la posibilidad del trabajo legal, del trabajo registrado, del trabajo que cobra la asignación familiar que es también recuperar libertad, porque no se le debe pedir nada a nadie. Cuando vos tenés un trabajo en el que dependés únicamente de tu esfuerzo, que cobrás en el Banco y que cobrás asignación familiar, también en el caso de la Asignación Universal por Hijo que no depende de nadie, simplemente de tu calidad de beneficiario y que tenés tu tarjeta de la ANSÉS para ir a cobrarla y nadie te puede facturar por eso que es un derecho, es recuperar grados de libertad en lo que uno quiere decir, en lo que uno quiere elegir y en el lugar donde uno quiere estar.
Estas computadoras que les estamos dando a todos los alumnos de las escuelas secundarias públicas significa también darles igualdad. Tal vez a muchos sus padres no podrían haberles comprado una netbook porque había otras necesidades en la casa o porque eran muchos los hermanos. Esta posibilidad también de ser igual a los que han tenido más suerte en la vida y que sus padres le pueden comprar una computadora personal. (Aplausos) Eso también es igualdad, pero además de ser igualdad es oportunidades, porque con eso van a poder ser miembros de este mundo digital que ya lo tenemos entre nosotros.
Yo no sabía que el Intendente era el profesor de informática de la escuela. ¿Qué tal era como profesor de informática, era bueno? A ver un aplauso para el profe. (Aplausos)
Yo digo que estas son las cosas en las cuales uno verifica que está en una Argentina diferente, en una Argentina en la cual estamos construyendo desde el año 2003 más que casas, más que hospitales, más que pavimentos, más que cloacas, más que entrega de netbooks, colegios, todas las obras de infraestructura, todos los millones de puestos de trabajo, las fábricas que se han abierto y la gente que ha podido acceder a un trabajo, estamos dando una gran batalla cultural que tiene que ver con recuperar la Argentina del trabajo, del esfuerzo, de la producción, de la educación y de la movilidad social (aplausos), de que es posible si uno se esfuerza en progresar.
Pero esto sólo es posible si hay un Estado que interviene con políticas públicas activas, claras y concretas orientadas con estos objetivos. Porque no es cierto que solamente el esfuerzo te permite progresar, si no tenés un modelo de país macroeconómico que genere trabajo, si no tenés un Estado que venga a nivelar las desigualdades que se producen históricamente en todas las sociedades, en todo el mundo, si no tenés una correcta administración de los recursos, porque esta Argentina en la que yo me ufano con mucho orgullo de formar parte de un proyecto político que no solamente ha demostrado sensibilidad social, sino que por sobre todas cosas para poder ejercer esa sensibilidad social hay que saber administrar los recursos del Estado. Se puede ser muy sensible, se puede tener mucho corazón, pero si no tenés los recursos bien administrados para las netbooks, para poder construir las casas, los pavimentos, los caminos, es imposible llegar.
Por eso digo que también es fundamental el rol que todos queremos darle históricamente a ese Estado que fue tan denostado, que fue tan criticado y que fue tan saqueado durante décadas, impidiendo construir un modelo diferente.
Cuando nosotros decíamos estas cosas, nos decían que no se podía hacer y hemos demostrado que podíamos tener también una postura de desarrollar nuestro propio modelo de crecimiento económico sin tutelajes externos que tuvieran que venir a decirnos cada 3 meses lo que teníamos que hacer o dejar de hacer. (Aplausos)
Siento que los argentinos hemos llegado a la mayoría de edad, porque ahora podemos decidir sobre nuestras vidas, sin tutelajes, con nuestros recursos que son muchos. Faltan muchas cosas por hacer todavía, pero cuando uno mira lo que hemos logrado en apenas 7 años, yo les propongo a ustedes, como una fotografía casi, un ejercicio de la memoria, que piensen en esa Argentina del año 2001, 2002, 2003 mismo, cuando fueron las elecciones, si alguna vez pensamos que podíamos llegar a esto. Yo me acuerdo que algunos para ganar una elección tenían que distribuir un poco de comida o un par de zapatillas y ahora estamos dándoles netbooks a nuestros chicos para que estudien, para que se conecten, para que sean más independientes, para que conectados a la Internet puedan averiguar ellos las cosas que pasan en el mundo, que no se las cuente nadie, que ellos puedan averiguarlas, saberlas, interpretarlas, que nadie les diga cómo tienen que pensar o cómo tienen que hablar (Aplausos), que ellos sean los que decidan sus vidas. Y se los dice alguien que a la edad de ustedes vivía en un país donde no teníamos libertades, donde no se podía elegir, pero igual nos ingeniamos como jóvenes para averiguar la verdad y lo que pasaba. Vivíamos en una sociedad sin libertades, sin todas las libertades que ustedes tienen ahora, un país que hay que dejarlo en el pasado pero hay que tener la memoria también para saber la necesidad de cuidar a la democracia, a sus instituciones y a sus valores como los instrumentos esenciales para poder seguir desarrollándonos.
Por eso nosotros vamos a seguir; personalmente como Presidenta de todos los argentinos, más allá de lo que me cueste, no me importan los costos personales, nunca en mi vida especulé con qué me conviene hacer, qué me conviene decir, con quién me conviene quedar bien o con quién me tengo que hacer la simpática.Yo no me vine a hacer la simpática con nadie, en todo caso lo que vine a hacer como gobernante es a cumplir esta tarea que siento como inquebrantable dentro de mí y que es poder dar más oportunidades, igualdad, mejores oportunidades de vida a los argentinos.
Yo les pido a todos y cada uno de los hombres y mujeres que tienen responsabilidades institucionales, desde el lugar más pequeño, desde un concejo deliberante, desde una cámara provincial, desde una gobernación, desde las legislaturas nacionales, que representen al pueblo, que representen a la sociedad, que no representen a los grupos concentrados económicos, que esos tienen suficiente fuerza para defenderse y hacerse valer, que representen los intereses del pueblo en todos y cada uno de los actos institucionales en los cuales tienen poder de decisión. (Aplausos)
Por eso digo que es momento de definiciones, es momento de decidir qué modelo de país queremos tener, cómo lo queremos construir y junto a quiénes lo queremos construir. Yo lo quiero construir junto a todos ustedes, junto a los trabajadores, a los estudiantes, a los docentes, a los comerciantes, a los empresarios que se rompen el alma todos los días para ver cómo puede crecer la empresa, cómo pueden mejorar su producción, cómo pueden incorporar más gente, cómo podemos mejorar esta Argentina con mayor valor agregado. Creo en la Argentina del trabajo, por eso me rompo el alma las 24 horas del día haciendo cosas, voy de un lado para el otro, no importa, anoche estuve hasta última hora botando un trasbordador, un barco hecho en astilleros argentinos, con mano de obra argentina, ingenieros argentinos, industria argentina que va a cruzar el Canal de Beagle de Chile a la Argentina y de Argentina a Chile. Más temprano había estado firmando convenios con los trabajadores de la Unión Obrera Metalúrgica para que 40.000 trabajadores sean capacitados en tres años en las tareas de digitalización, de tecnología de punta para las industrias en Tierra del Fuego en dos institutos de formación. (Aplausos) Hoy a la tarde con inversiones que van a ser anunciadas en Loma de la Lata, todos los días. ¿Que si aguanto? Las que habré aguantado y las que voy a tener que seguir aguantando, pero mirá, que se queden tranquilos (aplausos), me aguanté en mi vida todo lo que he tenido que aguantar, si me lo aguantaba cuando era una simple legisladora o una simple militante mirá que no me la voy a aguantar en nombre y representación de todos los argentinos y de este país maravilloso que tenemos que seguir construyendo entre todos. Voy a aguantar lo que tenga que aguantar. (Aplausos)
Y así como les digo que voy a aguantar lo que tenga que aguantar también les digo que voy a hacer lo que tenga que hacer para que cada vez los argentinos tengamos más trabajo, más educación, más viviendas, más seguridad, más libertad, más igualdad. Ese es el país que sueño, ese es el país por el que trabajé desde muy joven. (Aplausos) Ese es el país que sufrió muchos retrocesos.
Por eso le agradezco al Intendente y al Concejo Deliberante que en pleno decidieron rebautizar este hermoso barrio con el nombre de Barrio del Bicentenario, porque es un homenaje a nuestros 200 años de historia. (Aplausos) Es un homenaje a nosotros mismos los argentinos, se los quiero agradecer de corazón porque es un símbolo. Decía el Intendente que es la obra más grande que recuerde en toda su historia este partido, y que haya sido hecha en el Bicentenario me llena de orgullo.
Debo decir también, y no olvidarme porque sería injusto, que esto no se empezó a hacer cuando yo asumí como Presidenta, esto se empezó a programar y hacer cuando otro hombre fue Presidente de los argentinos, mi compañero de toda la vida. (Aplausos) Porque un país, una sociedad no la hacen ni una ni dos personas, la hacemos todos, y la hacemos en un modelo. Sí, como vos decís, con fuerza, un modelo de país. Yo estoy enamorada de este modelo que nos ha permitido hacer todas estas cosas, mejorar a los jubilados, incorporar nuevos jubilados, que los trabajadores puedan negociar sus convenciones colectivas de trabajo, que hoy tengamos el mejor salario mínimo vital y móvil de toda Latinoamérica, que hoy tengamos la mayor cobertura social con las asignaciones, con las jubilaciones, que estemos a punto de inaugurar dentro de poco la escuela número mil desde el año 2003 a la fecha.
El otro día alguien me decía, haciendo un cálculo para la segunda parte del Bicentenario, la de ciencia y tecnología, que si juntáramos todas las casas que hemos construido llegaríamos desde Ushuaia hasta el canal de Panamá. ¿Qué cosas no? Impresiona cuando te dan esos datos que parecen tonterías pero que reflejan realmente la envergadura, la importancia, la magnitud de lo que hemos hecho. (Aplausos)
Y si lo hemos hecho desde una Argentina que partió desde las cenizas, que partió de la desesperanza, que partió de creer que nada de esto era posible, cómo con esta base que pudo sortear el año pasado la crisis económica mundial más importante que se tenga memoria, si hemos podido hacer eso cómo no vamos a poder seguir haciendo más y mejores cosas todos los días todos los argentinos. A esto los convoco en esta Argentina del Bicentenario, a seguir haciendo más cosas todos los días, más educación, más viviendas, más salud, más Argentina para todos los argentinos. (Aplausos)
Muchas gracias General Rodríguez, muchas gracias de corazón, a seguir metiéndole garra, a seguir poniéndole el hombro al país que es lo que necesita, argentinos y argentinas dispuestos a ponerle el hombro a la patria para construir una nación más libre y más igualitaria. Muchas gracias, los quiero mucho. (Aplausos)