Gracias; muy buenos días a todos y a todas.
Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Bragado; señores empresarios; comerciantes; compañeros trabajadores; estudiantes; amigos y amigas: la verdad que, recién lo escuchaba a Aldo, con la alegría que contaba la posibilidad en el Estado, que es en definitiva acercar más cosas a nuestra sociedad, a nuestra gente, a nuestro pueblo para que viva mejor, y creo que es como un antes y un después; un país donde aprendimos a conjugar el verbo hacer, construir, gestionar, trabajar, romperse el alma todo el día para que las cosas salgan bien, algunas veces no te salen bien o más o menos, pero lo importante es ponerle pila, onda, trabajo, (Aplausos) y el otro país, el que critica, el que habla, no importa, es bueno, es parte de la pluralidad y la democracia, pero nos gustaría también, como dice Aldo, que en algún momento nos reconociéramos, no al Gobierno, a los argentinos, las cosas que estamos logrando.
Si esos 3.000 jubilados que están en Bragado deben ser seguramente de distintas ideas, de distintas pertinencias partidarias, nadie le preguntó a la hora de otorgarle el beneficio por qué no había tenido los aportes, por qué no lo habían hecho, de qué partido era; nadie le pregunta cuando se le otorga la asignación universal por hijo de qué partido es (Aplausos), al contrario, hemos automatizado las cosas de tal manera que no haya dependencia entre el que necesita recibir una mano del Estado para que nunca más vuelva una política clientelar que sí tuvo un país donde no había trabajo, ni producción, ni industrias, ni comercio. (Aplausos)
Porque ¿saben cuál es en realidad el mejor antídoto contra la política clientelar? Dar trabajo, que la gente tenga su propio trabajo, que vaya al comercio, a la fábrica, al campo, a su consultorio, a su estudio, frente a su computadora y que entonces dependa de su propio esfuerzo.
Este es el modelo que hemos construido desde el año 2003 a la fecha cuando hemos creado más de 5 millones de puestos de trabajo. Sin la creación de esos 5 millones de puestos de trabajo, sin la reindustrialización que hemos hecho contra viento y marea, protegiendo y defendiendo la industria nacional, con las variables macroeconómicas que nos han permitido tener un dólar competitivo para las exportaciones y al mismo tiempo, hemos logrado superávit comercial y fiscal, para que el Estado ya no tuviera que ir a endeudarse o fuera el competidor de los privados a la hora de ir a buscar un préstamo.
Todas estas cosas que han venido acumulándose lenta pero paulatinamente durante tantos años, nos permitieron precisamente durante el año 2009 cuando se preanunciaba que el mundo se caía como se cayó realmente y todavía se sigue cayendo, que pudiéramos superar esa crisis. El otro día, estando con los trabajadores y los empresarios en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil dando un nuevo piso mínimo de ingreso a los trabajadores en un mundo donde lo que se está discutiendo es cómo se le sacan beneficios a los trabajadores, cómo se reducen las jubilaciones, cómo queda gente en la calle, yo me sentía muy orgullosa de ser Presidenta de los argentinos, muy orgullosa. (Aplausos) Porque quiere decir que esas ideas que abrazamos desde tan jóvenes y que algunos cuando yo era legisladora allá por los años ´90, y era una legisladora que no compartía obviamente las políticas que se instrumentaban de mi propio partido y decía que se podía hacer un país diferente, que era posible articular el esfuerzo de todos los argentinos en un modelo de producción industrial, agroindustrial, de mucho valor agregado en nuestro país, generando un sólido mercado interno, cuando decía estas cosas y todos me miraban casi lastimosamente como si fuera imposible hacer estas cosas, el orgullo que siento es que no estábamos equivocados por que saben qué feo es haber militado toda una vida y llegar al Gobierno como le tocó a alguno para hacer exactamente todo lo contrario a lo que habían dicho que iban a hacer toda su vida, y saben el orgullo que tengo como militante política de demostrar que nuestras ideas no estaban equivocadas y que vinimos a hacer al Gobierno lo que dijimos toda la vida que había que hacer. (Aplausos)
No es un triunfo de un partido, no es el triunfo de un sector. Es el triunfo de la política pero de la política con mayúsculas por sobre las teorías económicas y economicistas que dieron tragedia únicamente a los argentinos. (Aplausos)
Rescatar la política no es rescatar a los políticos, no se confundan. Es rescatar a la sociedad, porque la política representa a la sociedad, al conjunto por sobre las corporaciones que siempre tienen intereses sectoriales y es común que un sindicato, que una corporación empresaria tenga los intereses de su actividad y entonces puje y pugne por lograr mayor ingreso o mayor retribución.
Pero somos nosotros, los que pedimos el voto para ser Intendentes, gobernadores, presidentes o legisladores los que tenemos que representar a todos, al conjunto, no a nuestro partido siquiera, a todos, a los intereses de todos los argentinos y es lo que he tratado de hacer siempre, representar los intereses de todos, aún de aquellos que sin entenderlo creen que manoteando todo lo que puedan ellos para ellos solos con mucha angurria, vamos a tener un modelo de sociedad viable no va a poder ser posible. (Aplausos)
Hubo una vez un gran político argentino, que no era de mi partido, formaba parte de un gobierno que no era de mi partido, y que cuando se reunió cierta vez con los empresarios salió diciendo luego: "le fui a hablar con el corazón y me contestaron con el bolsillo".
Yo les doy el desafío a todos los sectores de la economía hoy, a los que están en el campo con precios como los que nunca tuvimos, con una cosecha récord que vamos a llegar a los 100 millones y estamos contentos, felices, a los tamberos que han vuelto a recuperar precios frente a la industria, a la carne que tiene precios como nunca tuvo en toda su historia, a la industria que puede vender sus productos porque hay un mercado, trabajadores y una sociedad que tiene poder adquisitivo, a los comerciantes, antes se cerraban los locales, ahora cuesta un Perú conseguir un local, y esto es porque hay actividad, yo les pido que no se pongan la mano en el corazón cuando les hablamos, que se la pongan en bolsillo y adviertan todo lo que hemos construido en estos 7 años de gestión. (Aplausos)
Y también los trabajadores que han visto crecer sus ingresos como nunca. Cuando Kirchner llegó al Gobierno el salario mínimo, vital y móvil año 2003 era de 200 pesos, había sido de 200 pesos desde el año 1997 hasta el 2003, 6 años sin moverse ese salario mínimo, vital y móvil. De esos 200 pesos a partir de este 1º de enero va a ser de 1.840 pesos, diez veces, no diez por ciento, diez veces. (Aplausos)
Y midan con lo que midan va a dar la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores. De nuestros jubilados ni hablar, casi siete veces el haber mínimo jubilatorio, casi 1.100 pesos con los 50 pesos que paga el PAMI (Aplausos) Pero además, no es que solamente hemos aumentado el haber jubilatorio, antes solamente el 55 por ciento de nuestros viejos estaban cubiertos, la otra mitad estaba a la intemperie en la Argentina, a la intemperie. Hoy tenemos el 87 por ciento de nuestros viejos en condiciones de jubilarse con cobertura, que no es solamente el ingreso, es además la cobertura del PAMI y de todos los otros planes sociales a los cuales hoy tienen acceso. (Aplausos)
Y esto ha sido una construcción política, porque es una construcción de política económica, de política social, es un concepto y un modelo de país que no admite que nos digan desde afuera lo que tenemos que hacer, que somos nosotros en donde reside el poder político y los que decidimos qué modelo de país queremos.
El modelo de país tal vez y en pocos lugares esté tan representado como aquí en Bragado, donde tienen un importante papel la actividad agrícola y ganadera, donde tiene un importante papel la industria, donde tiene un importante papel también la industria textil y del acero, claves para generar desarrollo importante y mano de obra intensiva como desarrolla la industria textil y del calzado. (Aplausos)
Entonces, yo les digo fundamentalmente no ya a los compañeros de mi Movimiento, de mi partido, yo les digo a todos los que integran los partidos populares y democráticos que el capital que ha recuperado la política no puede ser entregado a las corporaciones alegremente. (Aplausos) Debe seguir en mano de la política, y cuando hablo de la política hablo de las ideas, hablo de los modelos, hablo de qué modelo de sociedad queremos, y el nuestro es claro: una sociedad con más equidad, con más igualdad, la palabra que más me gusta junto a la libertad. Creo que libertad e igualdad son los dos dogmas del Bicentenario, innegociables, el "sagrado dogma de la igualdad" decía Mariano Moreno, numen del Bicentenario, y en esta Argentina del Bicentenario que Dios me ha dado la suerte de presidir, pudimos ver en estos festejos lo que los argentinos somos capaces de hacer y ser.
Podemos mirar la historia porque tenemos que mirarla, no para acusarnos ni regodearnos en los fracasos, sino para entender qué es lo que nos pasó.
Otra de las claves ha sido siempre presentarnos las cosas disociadas, como si hubiéramos llegado al 2001 por incapacidad, por maldición gitana, porque no tenemos capacidad para desarrollar un modelo de país. No es cierto, uno mira la historia y todos los hechos están perfectamente unidos los unos con los otros, no hay casualidades, hay causalidades en la historia permanente y eso es lo que todos tenemos la obligación de entender para que no nos lleven más de las narices, para que nosotros nos plantemos frente a la realidad y nadie nos diga lo que estamos viendo, sino que lo miremos nosotros para escuchar lo que pasa alrededor y no que nos cuenten lo que pasa alrededor.
Esta es la verdadera inteligencia, esta es la verdadera inteligencia que permite descifrar y decodificar la realidad, porque entonces uno sabe que no se equivoca cuando toma una decisión, porque la toma en base a sus propios intereses.
Y déjenme decirles argentinos: que los intereses de los trabajadores no son distintos a los de los empresarios. Han querido desde algunos sectores querer ver a los trabajadores solamente como una nómina salarial. Todos tienen que entender de una buena vez por todas que los trabajadores son al mismo tiempo usuarios y consumidores de todos y cada uno de los productos que producen y consumen los demás. (Aplausos)
Por eso siempre hemos hecho mucho hincapié en la necesidad de agregar valor aquí adentro. Claro, al que produce y todo lo que produce sin ningún valor agregado lo exporta, qué le importa lo que pasa adentro, pero finalmente cuando esto sucede termina estallando y al no poder mantener un tipo de cambio competitivo, también les llega a ellos. Y si no, les pido que se acuerden de los ´90 donde las noticias eran los remates de los campos, porque no podían ser sostenidos. (Aplausos)
Miremos cómo estamos hoy y estamos contentos, porque entonces pueden incorporar innovación, tecnología y cada vez ser más competitivos.
Déjenme contarles otra cosa, hoy no está Julián Domínguez conmigo, nuestro ministro de Agricultura Ganadería, otro bonaerense de acá cerca, de Chacabuco, estuvimos el otro día, pero yo les puedo asegurar que no hay país en el mundo que tenga nuestra competitividad en materia de producción agrícola y en materia de producción agroindustrial. Les puedo asegurar que somos de los más competitivos del mundo. (Aplausos)
Yo siento mucho orgullo y quiero seguir apostando pero quiero además agregarle valor. Quiero que esa soja salga hecha milanesa o hamburguesa en vez de una caja y que sea industrializada y entonces de mucho trabajo a los que viven aquí en la Argentina. (Aplausos)
Porque tenemos que entender, mirando la política, mirando la historia de la política económica mundial, que hay ciclos económicos. En esta etapa que viene los países emergentes hemos logrado cambiar los términos del intercambio comercial en donde nuestros productos eran baratos y los que nos vendían ellos eran caros, pero eso no dura mucho tiempo porque la historia demuestra que siempre los ciclos económicos van cambiando y los sectores con mayor poder en el mundo reacomodan finalmente los ciclos económicos para tornarlos a su favor, tenemos que aprovechar este momento para dar el salto cualitativo en materia de tecnología y no pretender ser el granero del mundo sino ser la góndola del mundo, con mucho valor agregado. (Aplausos).
Somos 40 millones, tenemos la ventaja de poder tener un gran excedente de producción, tenemos la ventaja de tener uno de los mejores climas y suelos del mundo y de haber desarrollado innovación y tecnología. Tenemos que seguir aprovechándolo y tenemos que seguir además, en el mientras tanto, asegurando la cobertura social del resto de la población, porque no solamente podemos hablar de economía, tenemos que hablar de la gente de carne y hueso, porque la teoría del derrame es mentira, es mentira que el crecimiento les llega a todos, esto no es cierto, tiene que intervenir el Estado para que el crecimiento pueda ser aprovechado por todos. (Aplausos)
Por eso también hemos lanzado el programa para nuestros estudiantes secundarios, todos los estudiantes secundarios, había comenzado únicamente para las escuelas técnicas, hoy les dimos a los chicos de la escuela técnica, pero vamos a darle una netbook a todos los estudiantes secundarios de todas las escuelas públicas del país, para acortar la brecha digital, para dar igualdad. (Aplausos)
La Asignación Universal por Hijo ha incrementado en un 25% la matrícula, chicos que antes estaban en la calle ahora están en el colegio. Unido a la tecnología, unido al proceso de socialización, y en esto me van a entender muy bien los compañeros docentes, la socialización que da el colegio, los saberes que te otorga el colegio, el aprendizaje que te otorga y que te permite luego incorporarte y además no sentirte excluido de la sociedad. Porque el sentirse excluido de la sociedad, el sentirse olvidado por la sociedad genera también resentimiento en el que sufre esto. Siempre pienso en esos chicos que no han tenido la suerte de tener una familia, que han sido abandonados y que bueno, ellos sienten que su vida no vale dos pesos y cuando un pibe siente que su vida no vale dos pesos es muy difícil que para él la vida del otro valga algo más que dos pesos. Por eso es importante la necesidad de la inclusión, no es solamente cuestión de una sociedad sensible, es además una sociedad inteligente la que incluye, la que aglutina, la que cree en la redistribución del ingreso, en la equidad. Yo digo que hay que llegar a eso no solamente por el corazón, hay que llegar también desde la cabeza a ese modelo de sociedad. (Aplausos)
Y estas obras que hoy estamos inaugurando como la del hospital, el orgullo del Intendente de todo lo que ha podido hacer en materia de prevención primaria de la salud, que es básica, tiene que haber buenos hospitales pero lo mejor es no tener que llegar al hospital, la mejor salud pública es la que evita llegar al hospital, porque te atendieron antes y no tuviste necesidad. Al hospital llegás para que te operen o cuando estás mal, la mejor salud pública es tener la menor cantidad posible de gente en los hospitales y la mayor cantidad de gente atendida y prevenida en los centros primarios de salud. Por eso lo felicito señor Intendente por esa política, es una política además de sensible, inteligente. (Aplausos)
Hoy vinimos a inaugurar la ampliación de ese hospital y anunciar obras muy importantes como la del teatro, ¿cómo se llama el teatro? Constantino, ¿por qué se llama Constantino? Bueno, espero poder venir a inaugurar ese teatro Constantino así que Secretario, a vos José, ponele pilas, ponele pilas que lo quiero inaugurar la próxima vez que venga a Bragado. (Aplausos).
Me encanta que las comunidades tengan esa identidad también con la cultura que representa tener un teatro, en unos meses más voy a inaugurar el mural de Siqueiros, la nueva implantación del Ejercicio Plástico, una reliquia de la humanidad, de ese gran muralista que fue Siqueiros, y la verdad que el arte no es lo que algunos quieren hacernos ver, solamente para exquisitos, entendidos y gente que tenga dinero, el verdadero arte es el que es comprendido por el pueblo, y si a cada uno de los argentinos le explicaran el significado de cada obra, de cada cuadro, de cada ballet, de cada ópera, serían también admiradores de eso. (Aplausos)
Esto de que solamente la gente que ha tenido educación tiene sensibilidad para conmoverse frente a una pintura, frente a una obra de teatro o frente a una ópera es el cuento que nos quieren hacer para decir que algunos pocos pueden ser los dueños de la cultura y el resto bueno, que se dedique a trabajar que es lo que sabe hacer. Nosotros no, creemos en la sabiduría y en la percepción popular, sabemos de la sensibilidad de nuestro pueblo y por eso también fomentamos la cultura. (Aplausos)
Por eso conmemoramos ese Bicentenario de la manera en que lo conmemoramos y déjenme decirles que fue absolutamente conmovedor ver a millones de argentinos, ver desfilar su historia con lágrimas en los ojos frente a las tragedias y con orgullo frente a las glorias, como cuando cantamos la marcha de San Lorenzo a viva voz millones de argentinos. (Aplausos)
Y yo quiero que este Bicentenario y el año 2011, que es el primer año de nuestra tercera centuria, así como la película "El primer año de nuestras vidas", bueno, que este primer año de la próxima centuria sirva para eso, para conmemorar y memorar, pero por sobre todas las cosas para seguir trabajando por un país más equitativo, más igualitario, cada día con más libertad, donde cada uno pueda decidir su vida sin que el otro desde un credo o un partido político te diga con quién tenés que estar o lo que tenés que hacer.
Yo quiero argentinos libres y que además esa libertad no signifique la restricción de ninguna otra libertad, porque esa es la verdadera democracia de un país, que las libertades de unos no pasen por encima las libertades de los otros, y esto es a lo que tenemos que llegar, a poder defender nuestros derechos sin necesidad de cortar los derechos del otro.
Para finalizar, yo decía el otro día cuando analizaba y relataba lo que son los aumentos en las asignaciones familiares y universal por hijo, que nosotros -y cuando hablo de nosotros hablo de un nosotros más acotado, hablo de nosotros los peronistas- (aplausos) acuñamos, Eva fundamentalmente, Eva acuñó esa frase maravillosa que donde había una necesidad nacía un derecho, y es cierto, donde hay una necesidad nace un derecho, hay que dar ese derecho. Pero creo que ahora nos falta la otra parte de la ecuación y la tenemos que completar, cuando conquistás el derecho, cuando ya tenés el derecho también nace la responsabilidad y al mismo tiempo darle sustentabilidad a esa responsabilidad para que ese derecho que lograste nunca más te lo puedan quitar. (Aplausos) Entonces habremos completado el círculo de la Argentina virtuosa.
Hubo un tiempo en que tuvimos muchos derechos, yo era muy chica y lo recuerdo, pero luego nos quitaron esos derechos, por la fuerza en algunos periodos de la historia, pero por ineptitud en la gestión de gobierno también en otros períodos de la historia. No nos engañemos, que las cosas no nos pasaron únicamente por gobiernos dictatoriales, también nos pasaron por gobiernos democráticos que no tuvieron la capacidad de gestionar el Estado y plantarse frente a los grandes intereses concentrados para defender los intereses del pueblo. (Aplausos)
Por eso digo: necesidad, derecho, responsabilidad y sustentabilidad, los cuatro términos de una ecuación que tenemos que defender todos los argentinos con uñas y dientes, porque en eso nos va la vida a todos y le va también la vida a esta Argentina que ha crecido como nunca en estos 200 años.
Felicitaciones Bragado, felicitaciones provincia de Buenos Aires, felicitaciones Argentina por el trabajo duro y parejo que hemos hecho en esos siete años, gracias de corazón, muchas gracias. (Aplausos)