Muy buenos días a todos y a todas: en principio quiero pedirles disculpas porque nos hemos demorado, pero hemos estado reunidos con importantes titulares de empresas de la República Popular de China y realmente ha sido muy fructífera esta reunión.
Quiero en principio agradecer una vez más la calidez y la hospitalidad de todo el pueblo chino pero en especial a esta maravillosa ciudad, a la que, como bien decía recién el titular de la Cámara de Comercio de Shanghai, vengo por segunda vez con un poquito más elevada la escala, antes había venido como Senadora y Primera Dama, ahora vengo como Presidenta de la República y quiero decirles que he encontrado a la ciudad, tal cual se lo he manifestado a su Alcalde, mucho más bella, con un gran crecimiento en la inversión que realmente revela el potencial económico de esta ciudad, pero también lo que es y lo que sigue siendo la transformación de China que creo que es una de las cosas más espectaculares de la historia económica contemporánea.
Nosotros también, al igual que la República Popular de China, abordamos la crisis que se desplomó en el mundo desarrollado y que amenazó con impactar terriblemente a los países emergentes, con políticas contracíclicas muy fuertes. Según Naciones Unidas China y luego la República Argentina fueron los países que más medidas contracíclicas tomaron para afrontar la crisis. Y esto permitió que China el año pasado creciera a más de un 8 por ciento aún en plena crisis mundial, y que en la Argentina, en un mundo donde todo daba crecimiento negativo, donde caían las recaudaciones, pudiéramos llegar al 0,9 de crecimiento, lejos -es cierto- del crecimiento promedio de 8,5 anual que habíamos venido sosteniendo desde el año 2003, pero debo decirles porque recién se lo comenté a los empresarios con los que estuve reunida, que acabo de recibir los números que mañana se van a publicar en la Argentina en cuanto a los indicadores de actividad económica, y punta a punta mayo de este año 2010 contra mayo del año pasado, el crecimiento de la actividad económica ha sido del 12,4 y en los primeros 5 meses del año de enero a mayo llevamos acumulada una actividad económica, un crecimiento del 8.6 con un 75 por ciento de uso de la capacidad instalada, lo cual revela que hubo también fuerte inversión, y además todos sabemos que cuando estamos bien en materia de uso de capacidad instalada todavía con brecha vamos a tener una política de precios diferente que cuando estamos actuando con una capacidad instalada sobre el límite.
Lo cierto es que esta visita a la República Popular China, mi entrevista con el señor presidente Hu Jintao, como así también con el señor Primer Ministro, el Viceprimer Ministro, autoridades del Partido Comunista Chino, e intercambio de nuestros funcionarios también con distintos funcionarios, ha devenido en una fructífera realización de acuerdos y convenios, por ejemplo en materia de infraestructura, de provisión de infraestructura por parte de la República Popular China, de material ferroviario en general para importantes líneas de cargas y de pasajeros en mi país por casi 10.000 millones de dólares, 9.500 millones de dólares para ser más exactos.
Al mismo tiempo, en el día de la fecha se va a firmar un importante convenio entre el gobierno de la provincia de La Rioja cuyo titular me acompaña, un importante acuerdo con una empresa minera de aquí, de la República Popular China, y en el día de ayer o antes de ayer -porque ya estoy un poco pasada con el tiempo, 11 horas de diferencia de huso horario no es poca cosa- también una importantísima empresa farmacéutica argentina ha formalizado un contrato por 140 millones de dólares, con una de las principales industrias farmacéuticas chinas, lo cual revela la necesidad de seguir fortaleciendo y también profundizando la asociación estratégica con la República Popular China.
Yo decía hace unos instantes, ante los empresarios, que hay una sinergia evidente entre ambos países. China representa el 20 por ciento de la población mundial, de cada 5 personas una es china y su tierra cultivable es de aproximadamente un 8 ó 10 por ciento. La Argentina, octavo país en territorio del mundo y con gran parte de su territorio cultivable merced a condiciones climáticas, calidades de suelo, innovación tecnológica, tecnología y biotecnología, con 40 millones de habitantes se ha convertido precisamente en uno de los países con mayor potencial agroalimentario a lo largo del siglo XXI.
¿Qué es lo que venimos a plantear entonces? Que dada la diferencia de escalas, dado el formidable salto tecnológico que la Argentina ha dado en materia agroalimentaria, en materia de software, en materia de ticks, es necesario que la Argentina sea vista por China no como un mercado sino como un socio, porque estoy absolutamente convencida de que van a tener mucha más rentabilidad asociándose que solamente vendiéndonos.
Este giro, esta nueva mirada, esta nueva visión del tipo de asociación que tenemos que llevar adelante, no solamente tiene raíces económicas evidentes, está claro que los empresarios, como siempre digo, se rigen por las relaciones económicas y por los intereses económicos, pero siempre los intereses económicos -y creo que si en algún lugar lo entienden es aquí en la República Popular China- también están vinculados a la política, y cuando la política cambia las condiciones, finalmente termina impactando en la economía.
Por eso es necesario que cuando uno decide inversiones, obviamente se fije primero en la rentabilidad, esto es estrictamente en el concepto económico o en la ecuación económica financiera, pero al mismo tiempo analice a corto, mediano y largo plazo que esas inversiones también tienen que tener una fuerte vinculación de sinergia entre sociedades políticas y también de visión geopolítica. Porque en el siglo XXI el que se equivoque en la mirada geopolítica para tomar decisiones de inversión, lo va a pagar, de hecho, determinadas cuestiones que han sucedido a partir del segundo trimestre del año 2008 y que desembocaron en la crisis económica financiera global más importante de la que se tenga memoria desde el año ´30, nos hace ver claramente que nada, ni en política, ni en economía, es para siempre, y que por lo tanto es necesario tener un grado de apertura, de visión, de mirada, de diversificación y de asociaciones que tengan que ver con las posibilidades de la economía, que tengan que ver con la complementariedad de los intereses entre los países en los cuales se decide invertir, de modo tal que avatares políticos o geopolíticos no arruinen proyectos de inversión y entonces tener, como le planteé y charlamos con el presidente Hu Jintao y los distintos e importantes funcionarios con los cuales me entrevisté, una mirada totalizadora entre la relación Argentina y China y, fundamentalmente, un relanzamiento de lo que debe ser una verdadera asociación estratégica.
Por eso los contratos que hemos firmado, las invitaciones que hemos formulado. Ayer le decía al Primer Ministro que realmente mantuvimos una relación excelente y una conversación fantástica y lo invité a que vaya a conocer la Argentina -él no la conoce - porque yo puedo hablar y dar veinte millones de discursos pero lo importante es que puedan ver las cosas que se están haciendo en materia de biotecnología, en materia de agroalimentación, en materia de nanotecnología, de tecnología de la información y de software, de minería en la Argentina, para que puedan ver realmente que Argentina como oportunidad de negocios es algo más que un folleto, es algo más que un prospecto, es algo más que un discurso, es una realidad muy tangible. Ni qué hablar en el sector turístico donde también tenemos importantísimas posibilidades de inversión, porque hemos duplicado el número de turistas, fue uno de los primeros países que China eligió como destino para su turismo también y creemos que es muy interesante el nivel de inversión que puede hacerse en la Argentina en materia turística.
Para decirles algo, fue una de las inversiones que más creció en los últimos años, el 1.000 por ciento en materia de inversión turística duplicando el ingreso de turismo receptivo y duplicando también obviamente los ingresos en divisas por ese turismo. Es una importante plaza en este sentido.
Podría seguir contándoles de oportunidades, desde aquí diviso a la gente que creo que va a hacer una exposición en materia de producción avícola en la cual también somos modelo, porque no solamente producimos la carne, no solamente le agregamos valor, en lo que obviamente tenemos mayor competitividad porque también el alimento con el cual producimos la carne aviar es uno de nuestros principales productos agrícolas, sino que hasta hemos diseñado y ejecutado los galpones ideales para la cría. Esto es también creación de un argentino y también se exporta a distintos países del mundo, un elemento tan importante como también todo lo que es la producción de huevos, de polvo de huevos. Hasta hemos desarrollado laboratorios farmacéuticos para la producción de huevos libres de agentes patógenos que son los que se necesitan para la industria farmacéutica.
Por eso cuando le contaba estas cosas al Primer Ministro, que se entusiasmó mucho, me dijo algo que tomé como propio, además de prometerme ir a la Argentina, decir que quiere ir porque una mirada, una vista, vale más que mil discursos. Y la verdad es que yo invito a todos los empresarios y empresarias de la República Popular China, a todas las empresas públicas, estatales, a viajar a la Argentina. Prometo y he conminado a mi Canciller a agilizar el tema de las visas, una de las cosas que me plantearon algunos de los empresarios que es culpa nuestra y resulta inconcebible que demoremos visas de gente que quiere ir a ver cómo poner dinero en nuestro país, en la República Argentina, así que lo vamos a solucionar a la brevedad.
Y decirles a todos que realmente estamos ante una oportunidad histórica de que esta asociación estratégica entre Argentina y China sea algo más que una relación comercial, nos unen además, en foros internacionales, desde el G 20 a posturas coincidentes y de apoyo mutuo entre ambos países en cuanto a políticas estatales de orden estructural, como la de una sola China o como nuestro reclamo soberano sobre Islas Malvinas, nos unen desde hace mucho tiempo posiciones comunes a nivel internacional. Como también convicciones comunes muy importantes y para mí centrales, porque yo soy de las que creen que es la política la que debe dirigir a la economía y no a la inversa, y en esto sí que aquí en China piensan exactamente igual y son un modelo en este sentido.
Reivindico, como también lo hago para la Argentina, la convicción, yo diría la terquedad, terquedad en el buen sentido, tanto de chinos como de argentinos, de no creer que debamos aceptar recetas de crecimiento económico o de modelo de crecimiento de país que nos vengan desde afuera.
China adoptó una política, un modelo de crecimiento económico, de acumulación económica, denominado desarrollo científico para lograr una armonía y una sociedad modestamente acomodada, en lo que ha sido el eje del crecimiento formidable que ha tenido la incorporación de millones de ciudadanos al mundo del consumo. Argentina obviamente tiene una escala incomparablemente diferente, China no se puede compara con ningún país del mundo, quien tiene 1.338 millones de habitantes no resulta comparable con ningún país del mundo. Pero lo cierto es que nosotros también tuvimos como modelo el hecho de generar nuestro propio proyecto político económico de crecimiento, porque las recetas que nos fueron impuestas desde afuera culminaron el año 2001 con el default soberano de deuda más importante que se recuerde.
Cuando en el año 2003 el presidente Kirchner asumió la presidencia de la República, llevó adelante un modelo de crecimiento que no fue dictado desde afuera, fue creado por nosotros los argentinos, y desde entonces tenemos superávit comercial y superávit fiscal, hemos acumulado reservas como nunca en la historia de la República Argentina, hemos disminuido el endeudamiento de nuestro país que llegó a ser del 160 por ciento del PBI, cuando ese PBI era de 150.000 millones de dólares y no de 320.000 millones de dólares como ahora, lo hemos disminuido a casi el 30 por ciento, porque parte de la deuda es intra sector público y no deuda externa.
Hemos reducido la pobreza y la indigencia que alcanzaron cifras indecentes como digo yo en la República Argentina, hemos logrado una cobertura social a través del sistema jubilatorio, a través de la asignación universal por hijo, que hoy nos permiten tener una cobertura, tal vez la más importante de toda América Latina, el mejor ingreso per cápita y el mejor salario mínimo, vital y móvil. Y además hemos pagado puntualmente todos los vencimientos de la deuda reestructurada a partir del año 2005, sin recurrir al mercado internacional de capitales, sino que lo hemos hecho con recursos propios, con lo cual hemos acentuado la política de desendeudamiento.
Si uno mira también la evolución de esta China con formidable superávit comercial, con millones de incluidos, con esta Shanghai que es increíblemente cosmopolita. Yo la conocí hace 6 años, es impresionante el cambio que ha tenido en estos 6 años, quienes la conocieron hace 20 o 25 años dicen que nadie podría reconocer a esa Shanghai con esta Shanghai. Y la hicieron desde un modelo propio. Ustedes han tenido una suerte que nosotros no hemos tenido, la perseverancia en el tiempo de un proyecto político y económico que es en definitiva lo que torna grande a las sociedades.
Y para terminar también, algo que hoy me impresionó mucho cuando hablé con el alcalde de Shangai, que revela también los secretos o las claves de esta formidable transformación que ha tenido China. Yo le decía al Alcalde lo hermosa y lo maravillosa que estaba la ciudad y él me dijo tres cosas, la primera: que sí era cierto que estaba muy bella pero que todavía había lugares que arreglar, cosas que corregir, que no estaban tan bien; la segunda, que esto no era un mérito de Shanghai o de la autoridad, sino que era un mérito de la transformación que había tenido la República Popular China, en la cual las sociedades de la costa habían sido más beneficiadas que las ciudades del centro de la China rural. Y me contó también que esta Shanghai que recauda en impuestos 110.000 millones de dólares al año, sólo se queda con 40.000 y da 70.000 millones de dólares, de esos 110.000 que recauda, para que los que todavía en China no lograron este adelanto, esta tecnología, este grado de urbanización, puedan también alcanzarlo porque es clave que un país se desarrolle en forma armónica.
Esta concepción nacional, esta identidad en cuanto a la pertenencia y esta inteligencia, porque no es sensibilidad, puede ser sensibilidad pero a mi criterio esta inteligencia y racionalidad de cómo se debe redistribuir la riqueza para que el país siga creciendo, con la misma o con mayor fuerza, creo que es una de las claves de esta China que sigue asombrando al mundo. Además creo que es algo que les viene desde el fondo de los tiempos, casi confuciano diría yo, es ese espíritu de perseverancia, esa humildad y esa contracción por el trabajo y el esfuerzo compartido.
Queremos entonces hoy saludar a esta China que nos ha recibido como siempre con mucha hospitalidad, con mucha calidez y reiterarles una vez más la amistad inalterable de la República Argentina.
Muchísimas gracias a todos y a todas. (Aplausos)