Palabras Presidenta en Altos de Podestá

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA TERCERA ETAPA DE LA AMPLIACIÓN DEL BARRIO "LOS ALTOS DE PODESTÁ", EN LA LOCALIDAD DE PABLO PODESTÁ, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

  • Compartilo en redes :

Muy buenos días a todos y todas.

A los de la Escuela Técnica -ya sé que me dieron la nota- tranquilos que va a llegar (Aplausos).

La verdad que antes de venir aquí, visitamos una de las 731 viviendas que entregamos; estuvimos con Tiago y con Ema Sofía, los dos nenes de la familia que viven ahí, y que no son diferentes a los chiquitos que recién vimos. La primera, una familia ucraniana, que habla de esta Argentina de puertas abiertas, país generoso, sí señor, país generoso. (Aplausos). La última familia, dos hipoacúsicos con sus hijos y habla del país solidario también, generoso y solidario. (Aplausos)

Es uno de esos días en los que uno advierte la importancia del Estado, del Gobierno, de un Poder Ejecutivo y de una política de Estado en materia de mejorar la calidad de vida de la gente, y en el fondo, desde aquí diviso a los cascos amarillos de los hombres y seguramente de las mujeres que construyeron y van a seguir construyendo las viviendas que hoy firmamos, generando trabajo; generando no solamente trabajo en el sector de la construcción -los obreros de la construcción- sino en todo lo que implican las industrias vinculadas con la infraestructura y con la construcción.(Aplausos)

También están aquí los chicos de las escuelas técnicas, recibiendo, tal cual lo habíamos planificado, sus computadoras y que, luego, con el Plan Conectar e Igualdad que hemos extendido a todos los colegios secundarios, vamos a entregar este año medio millón de computadoras a medio millón de pibes argentinos de nuestras escuelas públicas. (Aplausos)

En educación estamos alcanzando ya los 6 puntos del PBI que fijamos en aquella ley cuando Kirchner era presidente, pero 6 puntos de un PBI diferente, un PBI más grande también. Y lo mismo pasa en la Seguridad Social.

Cuando Kirchner llegó al gobierno en el año 2003, los argentinos destinábamos a nuestros jubilados, a la Seguridad Social, el 5.4 del PBI, y eso significaba el 5.4 de 150.000 millones de dólares, que ese era más o menos el PBI por allá por el 2003.

Hoy, la Argentina está dedicando a su Seguridad Social, a sus jubilados el 10.6 de la totalidad de su Producto Bruto Interno, el 10.6 (Aplausos) Pero ¡ojo! no es solamente el doble del porcentaje, sino el doble del Producto Bruto, porque allá era 150.000 millones de dólares, hoy son 310.000 millones de dólares, doble por doble en realidad. (Aplausos)

La Asignación Universal por hijo que ha venido a cubrir a uno de los sectores con mucha vulnerabilidad, porque o sus padres no tienen trabajo o teniéndolo están en el mercado informal y ganan menos del salario mínimo, vital y móvil que, dicho sea de paso mis queridos trabajadores argentinos, es el salario mínimo vital y móvil más importante de toda Latinoamérica. Y somos también el país más igualitario de toda América latina de acuerdo al informe de Naciones Unidas.

Nos falta, claro que nos falta, pero hemos avanzado mucho y tenemos que seguir avanzando e ir por más, porque esta es la verdadera función del sistema político, democratizar también la calidad de vida, que la calidad de vida llegue cada vez a mayor cantidad de ciudadanos argentinos. Esto es y debe ser el verdadero objetivo de la democracia.

Por eso -digo- estoy muy contenta, porque estamos aquí solucionando un problema como es el techo. Techo y trabajo deben ser las dos demandas básicas de cualquiera de nosotros. Y al mismo tiempo también quiero decirles que estoy contenta, porque hoy se ha logrado finalmente que el sistema jurídico, que el sistema democrático, institucional argentino haga honor a su propio funcionamiento y permita que se aplique la Ley de Sistema de Medios Audiovisuales que fuera aprobada por amplia mayoría en el Congreso. (Aplausos)
Yo les puedo asegurar que esto no es ni un triunfo del Gobierno, ni un triunfo de un sector, porque cuando pasó lo que pasó, cuando lanzamos ese anteproyecto de Ley de Sistemas de Medios Audiovisuales que recorrió como nunca lo hizo ninguna ley en la República Argentina, no se registran en nuestros 200 años de historia una ley o un anteproyecto de ley que haya sido girado en 25 foros regionales para que el pueblo, la sociedad, sindicatos, universidades, empresas, trabajadores, vecinos, discutan un proyecto de ley, fueron incorporadas muchísimas de esas modificaciones que surgieron en esos foros, las enviamos al Congreso y logramos una votación inédita por su número e inédita también por su transversalidad. Lo que vino después, también fue desgraciadamente inédito, que alguien que había perdido la votación fuera a un juzgado y que una jueza declarara una medida cautelar para que no se aplicara una ley, era de país predemocrático, era de sociedades y de estadios civilizatorios que debemos dejar atrás, porque debe estar en serio la vigencia de las instituciones de la Nación y de la Constitución. (Aplausos)

Por eso hay un Parlamento, por eso hay un Poder Ejecutivo y por eso también debe haber un Poder Judicial que debe reestablecer las garantías que tenemos que tener los ciudadanos, cuando expresamos nuestro voto democrático en elecciones que se plasman en Parlamento y en Ejecutivo, y fundamentalmente cuando estamos sancionando leyes como la Ley de Medios Audiovisuales, que tiende a democratizar los medios de comunicación y el acceso a la información, el acceso a la palabra, a expresarse, a que un sindicato, una universidad, una unión vecinal puedan también expresarse a través de medios de comunicación, de la misma manera que lo hacen ustedes con su computadora y pueden enviar su voz, su Facebook, su Twitter, esas cosas modernas que han surgido ahora y que también ayudan a democratizar y a que todos podamos ser vistos y escuchados, y que no solamente muestren a los que les convienen, a los intereses de los grupos monopólicos o de los grupos concentrados de la economía, que utilizan sesgadamente hechos, argumentos y personas, para precisamente distorsionar el verdadero rol que es el de informar, el de que todos tengan distintos puntos de vista y puedan conocer la verdad de lo que pasa, no lo que algunos se les ocurre mostrar. (Aplausos)

Por eso, creo que hoy es un día muy importante para la democracia argentina, porque además, como todos lo saben, esa ley, ese texto, ese proyecto, es un proyecto que viene desde hace mucho tiempo impulsado por la coalición democrática, un grupo transversal de partidos, de agrupaciones, que venía agregando desde hacía mucho tiempo y que yo tomé contacto con ellos en los primeros meses de mi gestión de Gobierno, para ser más precisa en enero de 2008, apenitas de haber asumido.

Me acuerdo que la primera vez que vinieron a verme me miraban medio de reojo, porque en realidad no creían que fuera a impulsar un instrumento de esa envergadura, pero tenían derecho de desconfiar porque muchos les habían prometido y ninguno había cumplido.

Quiero decirles algo a ellos y a todos los argentinos en realidad, con mis equivocaciones -que las tengo- con mis errores, porque soy humana afortunadamente cometo, tengo algo que sí respeto mucho que es mi palabra y mi compromiso, y fundamentalmente la íntima convicción de que es necesario volver a rescatar la confianza en la palabra de quienes nos gobiernan, en la actitud de quienes deciden todos los días sobre nuestras vidas, sobre nuestros intereses, sobre nuestros trabajos. (Aplausos)

Y humildemente, todos los hombres y mujeres de la política, de todos los partidos, no estoy hablando únicamente de quienes hoy estamos aquí en este acto, todos los hombres y mujeres que militamos desde hace mucho tiempo o desde hace poco, tampoco importa, porque en definitiva no puede ser una cuestión de antigüedad la política, tiene que ser una cuestión de convicción, todos los hombres y mujeres que están en los partidos políticos cada dos años van a elecciones, van a validar sus aciertos y a pagar sus errores, cosa que no se observa en otros sectores de la sociedad, donde concentrado monopólicamente se trata de influir en los destinos de una sociedad.

Yo creo que lo peor que podemos hacer, cualquiera sea nuestro partido, cualquiera sea nuestro interés legítimo por ser intendente, gobernador, presidente, senador, diputado, concejal, lo que fuere, lo peor que podemos hacer es deslegitimar la política y atacar a las instituciones.

Por eso hoy estoy contenta, porque se ha restablecido la autoridad del Parlamento argentino en la sanción de esa Ley, en la que trabajaron tan duramente desde muchísimos partidos políticos no solamente desde el oficialismo. (Aplausos) A todos ellos también quiero felicitarlos, a todos ellos también desde aquí, quiero felicitarlos porque éste es también un triunfo de ellos.

A seguir trabajando, a seguir enfrentando esta crisis que nos viene de afuera y que ya se prolonga desde el año 2008, y que contra todos los pronósticos agoreros y terribles de las cosas que nos iban a pasar, pudimos sortearla con mucho trabajo, con mucha heterodoxia y con mucho compromiso por mantener las fuentes de trabajo y mantener abiertas nuestras empresas y sostener también el consumo popular, claves ineludibles para enfrentar crisis como las que se han venido produciendo y se siguen produciendo en los países desarrollados.

Por eso estoy muy contenta, muy contenta porque esto también significa que cuando lanzamos en el año 2003, un hombre que contaba apenas con el 22 por ciento de los votos, no un plan de gobierno, planes ha habido muchos, un proyecto de nación, un proyecto de país que quería un mercado interno fuerte, que además quería también tener un fuerte sesgo exportador, queríamos mucha educación para mejorar todavía más nuestros recursos humanos, queremos ciencia y tecnología para agregarle valor a nuestros productos, además queremos hacerlo en los lugares de origen para que la gente no se tenga que ir de sus provincias y migrar a los grandes centros urbanos, estábamos en el camino acertado. El tiempo y crisis que vinieron de afuera nos dieron la razón.

Estamos muy felices de poder seguir trabajando con este compromiso y con el esfuerzo de todos, con la convicción de que en estos 200 años que hemos cumplido hemos avanzado mucho y tenemos que seguir haciéndolo aún más.

Gracias por todo el apoyo, gracias por este Bicentenario, gracias 3 de Febrero por el cariño y a seguir trabajando adelante con mucha fuerza. Muchas gracias. (Aplausos)