La destitución de Zelaya fue condenada por la comunidad internacional, incluyendo al gobierno argentino, la Organización de los Estados Americanos y las Naciones Unidas, organismos éstos que abogaron por su restitución en el cargo. Hoy Zelaya propuso hoy un plan de paz y reconciliación que permita la reincorporación de Honduras a la comunidad internacional.
La iniciativa incluye el fin de las violaciones de derechos humanos y la garantía de libertad para todas las expresiones políticas, pero "sin impunidad para los crímenes cometidos por los golpistas", según anunció en una conferencia de prensa que ofreció esta tarde en Buenos Aires tras reunirse con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Zelaya mantiene el estatus de asilado político en la República Dominicana, adonde llegó el 27 de enero, día en que Lobo asumió la Presidencia de Honduras, después de haber estado refugiado poco más de cuatro meses en la sede de la embajada brasileña en Tegucigalpa.
Desde entonces, Zelaya visitó varios países por invitación y recogió en ellos el respaldo para su regreso a Honduras sin impedimentos ni persecuciones, lo cual no pudo concretarse por los pedidos de captura y los procesos judiciales abiertos en su contra por la justicia hondureña.