Palabras de la Presidenta en el acto del Correo Central

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE APERTURA OFICIAL DE LA PRIMERA PARTE DEL CENTRO CULTURAL BICENTENARIO, REALIZADO EN EL PALACIO DE CORREOS Y TELECOMUNICACIONES, EN LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES    

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Muchas gracias, muchísimas gracias y muy buenos días a todos y a todas.

Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señora gobernadora de la Tierra del Fuego; señor Secretario General de la UNASUR: recién lo escuchaba al ministro de Planificación Federal decir que esto lo habíamos imaginado cuando yo todavía era senadora y esposa del ex presidente Kirchner, bueno, no soy más senadora pero sigo y voy a seguir siendo siempre su compañera de vida. (APLAUSOS)

La verdad que hoy es el comienzo del cumplimiento de un sueño largamente acariciado que era dotar a Buenos Aires, a la Capital de todos los argentinos y, por lo tanto, a nuestro país, de un gran Centro Cultural, del gran Centro Cultural que agrupe y exprese a todas las culturas, a las artes.

Acabamos de inaugurar una muestra con una pintura por cada una de las provincias con sus autores, en una muestra de lo que imaginamos para este espacio de arte, un aspecto federal, un aspecto popular integrado a la sociedad en estos 88.000 metros cubiertos, que luego no sé cómo quedarán cuando terminemos con toda la obra, y que, además, va a tener también, como lo ha tenido todo esto que hemos soñado para este Bicentenario, un fuerte componente Latinoamericano.

Esa cúpula transparente que también es emblemática, fue diseñada por el equipo de arquitectos que ganó el concurso. Esta fue una obra con un grado de participación de la sociedad en la cual compulsaron distintos proyectos, distintas ideas, con jurados de la Sociedad de Arquitectos de la Ciudad de Buenos Aires que finalmente confluyeron en el proyecto que obtuvo el triunfo y que imaginó esa cúpula transparente. Y a mí se me ocurrió que además, en esa cúpula transparente tenían que estar los colores y las luces de la Bandera Argentina. Por eso esa cúpula también tiene el emblema patrio pero al mismo tiempo, y esto ya fue idea del ministro de Planificación, por un sistema muy moderno de computación de luces que combina 16 millones de colores, puede recrear todas las bandera, todas, como se expresaron ayer las colectividades que integran nuestro país y las que no lo integran también, porque el arte tiene, por sobre todas las cosas, una identidad nacional pero una proyección de carácter universal.

Hoy estamos inaugurando la primera etapa de ese sueño, que estoy segura va a ser, como decía recién Julio, el faro de la cultura de todo el centenario que viene.

Quiero decirles, que, desde el viernes, cuando di por inaugurados los festejos oficiales del Bicentenario en el Paseo del Bicentenario, que entre todos hemos construido sobre esa 9 de Julio emblemática para todos los argentinos, he sentido que ese objetivo que queríamos lograr que era la conmemoración y la celebración participativa, democrática, federal, universal si se quiere, lo estamos logrando con el aporte de todos los argentinos

Déjenme decirles que me siento muy orgullosa cuando vi desfilar las provincias, ayer las colectividades, con esos cientos de miles de hombres y mujeres, chicos, jóvenes, ancianos volcados en la calle celebrando con alegría, veía frases de Jauretche, los pueblos deprimidos y tristes no pueden cambiar nada, los pueblos con alegría, que celebran su historia, toda su historia completa, son los pueblos que podemos seguir transformando y cambiando.

Déjenme decirles que estoy muy orgullosa de ser Presidenta de todos los argentinos, muy orgullosa de mi país, muy orgullosa de esos filatelistas que hoy aquí en el Palacio del Correo me mostraban orgullosos sus colecciones y me decían -yo no lo sabía por ciento- que fuimos el primer país del mundo que tuvo la idea de imprimir un sello postal con efectos conmemorativos. Después nos copiaron y hasta alguno nos falsificó, no voy a decir quién para que nadie se sienta ofendido. Pero yo no sabía que aquí habíamos tenido la idea, desde este Correo Argentino, tan enraizado en el corazón de los argentinos y si se me permite, aquí sí una digresión de carácter personal, porque el padre del Secretario General de la UNASUR, era un hombre del Correo, él amaba el Correo.

Yo me acuerdo cuando lo conocí y vivimos durante el primer año, allá por 1976, porque no teníamos casa propia en la casa de los padres de él, verlo salir muy temprano por las mañanas para ir al Correo, volver al medio día, él era el tesorero del Correo, a compartir el almuerzo con nosotros y volver a irse para retornar recién a las 7, 7 y media, 8 de la noche a la casa.

Me contaba Néstor que siempre que venían aquí a Buenos Aires, lo traía aquí, normalmente los padres los llevan al zoológico a los chicos, bueno, a él no lo llevaban al zoológico, lo traían aquí al Correo que lo conoce de memoria y lo primero que hizo recién cuando estaba la película que relataba todo lo que iba a ser, me mira y me dice: "Y el Correo, ¿dónde lo van a poner? Porque si se levantara mi viejo y los viera de vuelta que están sacando el Correo acá, creo que los mata". "No -le digo-, quedate tranquilo que va a estar en un lugar maravilloso y, al contrario, se sentiría orgulloso de este Palacio". Un verdadero Palacio, en el cual trabajó Eva Perón, que también tuvo su despacho aquí y su entrañable amigo Nicolini, que fue el titular de la Secretaría de Telecomunicaciones. (APLAUSOS)

Este lugar ya es parte de la historia de todos los argentinos y miren, si algo tengo es la defensa y el cuidado de nuestra identidad y patrimonio histórico, porque yo siento muchas veces que nos han robado la historia, que nos la han falsificado o que ni siquiera la sabemos porque nos la han contado.

Yo creo que una de las cosas más importantes que tenemos que tener en este Bicentenario es conocer nuestra propia historia, enterita, con los hombres y las mujeres anónimos y no tan anónimos que trabajaron para construirla.

Por eso, tengo esa obsesión de tener a los próceres en la Casa de Gobierno, por eso vamos a inaugurar en esa vieja Aduana Taylor, que era una cosa al vacío, con unas pocas ruinas prácticamente y literalmente eran ruinas que iban a desaparecer si no las cuidábamos, inaugurar también este año el MAPO, el Museo de Arte Político, donde se expresen también todas las corrientes políticas desde lo artístico de nuestro país y de nuestra historia.

Porque creo que es parte y obligación de todo buen ciudadano saber la historia de su país, honrar a sus héroes, recordarlos, no con tristeza, sino con alegría y saber también que eran hombres y mujeres de carne y hueso como nosotros, con nuestras pequeñeces y también con las cosas grandes que somos todos capaces de hacer. Que no nos vendan que eran hombres que ya no están más, que no nos vendan que, en realidad, todo lo que pasó fue mejor y todo lo que hoy existe no vale. No es así.

¿Y saben quién lo demostró? La gente masivamente, en estos dos días la gente se volcó con alegría a las calles a homenajear a su país, a su patria que es, en definitiva, homenajearse a ellos mismos.

Por eso, gracias argentinos, este Bicentenario lo están construyendo ustedes, es de ustedes, para ustedes y por ustedes.

Gracias, muchas gracias. (APLAUSOS)