Palabras de la Presidenta a los representantes de los pueblos originarios

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN ARGENTINA, CRISTINA FERNÁNDEZ, ANTE REPRESENTANTES DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS, EN EL SALÓN DE LAS MUJERES ARGENTINAS DE LA CASA DE GOBIERNO    

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Muy buenas noches a todos y a todas.

Realmente quiero agradecerles a todos ustedes poder compartir estos momentos.

Antes, escuché cada una de las lenguas, cada una de las expresiones, miré las ofrendas y me acuerdo cuando en este Salón de las Mujeres Argentinas, incluimos a Aimé Painé, conocí su historia, ella había sido una mujer adoptada por una familia de mucho poder adquisitivo que, bueno, se dedicó al canto, que olvidó sus orígenes y que cuando fue a Europa a cantar vio que el único coro que no tenía canciones de los pueblos originarios, era la representación argentina, que todos los demás países, además de canciones actuales, habían comenzado también cantando y mostrando lo que eran sus canciones originales, sus canciones de los pueblos que habían preexistido a los que ella había estado.

Y ahí fue cuando comenzó ella a ver, a investigar su propia historia, su propia identidad y decidió, finalmente, ser ella misma y es la que hoy también, como homenaje a los pueblos originarios, se encuentra aquí junto a otras mujeres que, entre todos, construimos en definitiva la identidad argentina.

A mí me gustó mucho también, la reivindicación de sentirse argentinos. Esto para mí es muy importante y se los dice alguien que no es de los pueblos originarios, que es de los que vinieron en los barcos, no, por supuesto, en la época terrible de la conquista, sino después, cuando los europeos ya no conquistaban sino que venían a nuestros países a tener un plato de comida porque no lo conseguían en la Europa.

Yo siempre recuerdo eso para que muchos bajen los niveles de soberbia y todos tengamos la humildad que tenemos que tener y el respeto que todos nos debemos, sencillamente, por formar parte de la condición humana. (APLAUSOS)

Respeto, libertad, igualdad, equidad en la distribución del ingreso, en la conquista de los derechos, no pisotear las tradiciones ni querer que alguien sea diferente a lo que quiere ser. A mí me parece que lo que es más importante es que cada uno pueda elegir lo que quiere ser. El que quiere seguir con sus tradiciones, su cultura tiene derecho a hacerlo; el que quiere hacer otra cosa, también. Me parece que lo más importante, en definitiva, sea pueblo originario, sea pueblo que vino, es la libertad de elegir, la libertad de optar qué quiere ser uno. Esto es lo más importante.

Y garantizar, aquellos que quieren seguir conservando su tradición, su lengua, lo que le enseñó su abuela y su bisabuela, como recién relataba alguien aquí, es también un derecho que debe ser respetado, no solamente porque lo diga la Constitución, sino, en definitiva, porque es la obligación de todo ser humano, respetar al otro lo que quiere ser, su historia y su identidad.

Por eso, quiero agradecerles a ustedes la presencia aquí y que podamos instrumentar todas estas cuestiones que ha planteado quién enumeró todas y cada una de las cosas que tenemos que hacer en conjunto para ir recuperando entre todos esos derechos perdidos.

Yo quiero decirles que discriminación, olvido, no son solamente patrimonio o sufrimiento de los pueblos originarios; se discrimina de muchas maneras en nuestro país y en otras sociedades; se discrimina también en otros lugares, en otros continentes donde se discriminan a los que no son de allí y emigraron a esos lugares porque no tenían oportunidades en sus lugares de origen.

La historia de la humanidad, desgraciadamente, es una historia también de discriminaciones, de olvidos, de negaciones de identidades y de culturas. Y yo creo que tenemos, como argentinos y, en definitiva, como ciudadanos universales, que restañar también esas heridas y, fundamentalmente, respetar esas identidades culturales de todos.

Por eso, les agradezco el homenaje. Yo lo he sentido como un homenaje que también me han hecho a mí y que se han hecho ustedes mismos en este lugar en el que seguramente nunca pasaron cosas como esta.

A mí me gusta que cosas que nunca pasaron en 200 años, comiencen a pasar en la República Argentina en este Bicentenario.

Muchas gracias y buenas noches a todos y a todas. (APLAUSOS)