Palabras de Presidenta pro tempore Mercosur, presidenta Nación Cristina Fernández cena, VI Cumbre.

PALABRAS DE LA PRESIDENTA PRO TEMPORE DEL MERCOSUR Y PRESIDENTA DE LA NACIÓN ARGENTINA, CRISTINA FERNÁNDEZ, DURANTE LA CENA OFRECIDA EN SALUDO A LOS JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO PARTICIPANTES DE LA VI CUMBRE ALC-UE, EN MADRID, ESPAÑA.

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Buenas noches a todos y a todas; Su Alteza Real; Princesa Leticia; señor Jefe del Gobierno de España; señores y señoras Jefes y Jefas de Estado; jefes de delegaciones: lo primero es lo primero, quiero en nombre de toda la comunidad de América latina y el Caribe decirle a usted, Alteza, y para que usted le transmita a su Majestad, el Rey Juan Carlos, que lo extrañamos mucho, que deseamos que restablezca su salud prontamente, también un saludo para su madre, su Majestad la Reina Sofía, sé que todos los que aquí estamos lo hacemos de corazón, más allá de los roles formales e institucionales su Majestad ha sabido construir vínculos muy fuertes con todos nosotros y realmente lo sentimos un Rey muy próximo, que es algo muy difícil, normalmente las Majestades se las ve lejanas e inalcanzables. Su padre - al igual que su madre - ha tenido la virtud de construir esa proximidad que los torna en humanos y por lo tanto doblemente valorable. Transmítale, en nombre de los que estamos aquí reunidos,  nuestros saludos y su pronto restablecimiento de salud. (APLAUSOS). El aplauso es para su padre y su madre, y no para mí.

 

Hoy estamos aquí reunidos, hombres y mujeres con responsabilidades institucionales en la Unión Europea, en América latina, en el Caribe en momentos difíciles para el mundo y también por momentos de futuros indescifrable porque hay un mundo nuevo, que aún no hemos alcanzado a visualizar en toda su extensión, que exigirá - como su Alteza lo ha definido en la última parte de su discurso - redefinir reglas, que significará también redefinir comportamientos, actitudes y políticas de parte de cada uno de nosotros.

 

Ustedes saben que además de desempeñar la presidencia de América latina y el Caribe me ha tocado - por esas raras casualidades, que yo no creo demasiado en ellas, yo siempre creo mucho en las señales- también presidir el MERCOSUR, al mismo tiempo que España, en un año de Bicentenarios en la América del Sur, le ha tocado presidir la Unión Europea.

 

En el día de la fecha, hemos relanzado, luego de seis años de parálisis, las negociaciones entre MERCOSUR y la Comunidad Europea, lo cual constituye en realidad un aporte y algo muy demostrativo de la construcción que venimos haciendo, tal vez, con lentitud, pero sin pausa, con mucha reflexión en esta nueva forma de vinculación que exige los desafío de la globalización. Creo que también - y tal cual lo manifesté en la intervención que me tocó en la mesa de MERCOSUR, y más tarde en la conferencia de prensa va a exigir, por parte de nosotros, mucha apertura mental y mucha flexibilidad intelectual, sobre todo porque durante mucho tiempo reinó el pensamiento único y reinaron verdades, que se han derrumbado y como tales no eran verdades estrepitosamente a lo largo y a lo ancho del mundo creando nuevas conflictividades y nuevos desafíos. Lejos de atemorizarnos, lejos de amilanarnos los hombres y mujeres, que con vocación política y desde distintas ópticas hemos abrazado la militancia política, y si se me permite rescatar la palabra política como nuevamente el gran instrumento transformador de la historia.

 

Es que durante los últimos tiempos, tal vez, se ha hecho demasiado hincapié únicamente en las cuestiones vinculadas a la economía, vinculadas al mercado y esto todo reducido, tal vez, al sector financiero. Debemos - creo - en un esfuerzo muy fuerte tornar nuevamente a la política, que no es renegar del mercado, sino simplemente darle una dimensión humana de intervención del Estado y de necesidad de nuevas regulaciones, que son imprescindibles para poder afrontar y superar esta crisis que no voy a repetir algo que ya creo es común, pero que se recuerda como la más grave, después de la Depresión del 30'.

 

Yo no quiero aburrirlos demasiado con un discurso político en las cenas, normalmente se termina cortando la digestión si uno habla demasiado de política en las cenas, si hemos todos tenido un largo día de discusiones,  de encuentros y de reuniones en distintos ámbitos. Pero también quiero - como hizo su Alteza - levantar mi copa, que él tan amablemente me ha alcanzado, y brindar precisamente por el presente y por las relaciones de la Unión Europea, de América latina, del Caribe y de todos nosotros los que habitamos este mundo para ver si somos capaces de construir, en este siglo XXI, una sociedad más justa y más equitativa. Gracias.