Participación de la presidenta Cristina Fernández en la conferencia de prensa en la VI Cumbre ALC-UE

PARTICIPACIÓN DE LA PRESIDENTA PRO-TEMPORE DEL MERCOSUR Y PRESIDENTA DE ARGENTINA CRISTINA FERNÁNDEZ, DURANTE LA CONFERENCIA DE PRENSA OFRECIDA EN LA VI CUMBRE DE JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO ALC-UE EN MADRID, ESPAÑA.

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FERNANDEZ.- Muy buenas noches a todos y a todas, en primer término quiero agradecer una vez más la hospitalidad del pueblo de España y del Gobierno español, en la persona de su Presidente, José Luís Rodríguez Zapatero, y realmente la buena noticia de que luego de seis años de paralización hemos relanzado las negociaciones entre MERCOSUR y Unión Europea.

Algunas cuestiones que se han planteado aquí tienen que ver con la inminente reunión, que va a ser la primera semana de julio del corriente año. La necesidad de que el acuerdo constituya una verdadera asociación, esto significa dejar de verse como clientes para comenzar a verse como socios, esta actitud obliga necesariamente a una mentalidad y a un abordaje diferente en las negociaciones y en las discusiones, en las cuales todos tienen que obtener alguna ventaja para que la negociación sea compatible y no se convierta en algo gravoso para algunas de las economías. ¿Cómo se logra esto? Teniendo en cuenta el tamaño de las economías, como bien lo planteamos durante el desarrollo de la reunión; los sectores que se afectan y lo que constituye un incipiente desarrollo industrial, por ejemplo, de toda la América del Sur y el impacto que esto ha tenido en la disminución de los índices de pobreza al generar millones de puestos de trabajo.

Europa tiene un estado de bienestar y tiene un modelo de desarrollo social sustancialmente diferente a lo que ha sido la realidad de nuestras naciones. Por lo tanto, el abordaje de las negociaciones tiene que ser también teniendo en cuenta estos criterios y como les decía fundamentalmente teniendo ventajas para ambas partes.

Por supuesto que en un momento de crisis y aún cuando no hay crisis toda medida de proteccionismo, como una desviación o distorsión de los instrumentos macroeconómicos con los que cuenta un país, es reprochable, pero también es cierto que - tal cual como afirma el documento - debemos abordar el concepto de proteccionismo en toda su extensión y en todas sus formas. Algunos creen que el proteccionismo se encuentra únicamente en el ingreso de los puertos, en las aduanas, y esto no es así; proteccionismo es, por ejemplo, subsidiar producciones; es dar promociones fiscales; eximir de impuestos o digamos dar beneficios a las exportaciones. Hay muchísimas formas de proteccionismo y todas tienen que ser examinadas con el mismo criterio.

Creo que otro de los puntos es el realismo con el que debemos abordar entonces estas negociaciones y también la necesidad de eliminar el doble estándar, tan en boga en todas las cuestiones internacionales. Ya no estamos hablando unidamente de las negociaciones entre MERCOSUR y Unión Europea, abordamos también otras cuestiones en el desarrollo que tienen que ver precisamente con terminar con un doble estándar internacional, en el cual los países emergentes, o los países más chicos emergentes, son tratados de una manera y a los países con mayor grado de desarrollo se le admiten comportamientos que no se le toleran a los países más débiles. Es como que si de repente se admitieran comportamientos a los más fuertes que son muy condenados cuando esos comportamientos los ejercen países mucho más débiles no para acumular más riquezas, sino simplemente para tener un poco menos de pobreza, que son dos conceptos diferentes, en cuanto a ética y también en cuanto a funcionamiento del mundo; la diferencia entre seguir acumulando más riqueza y la otra lucha que tenemos en los países emergentes que es la de tener menos pobreza. Si podemos entonces conciliar todas estas cuestiones que creo que además van a ayudar a vivir en un mundo un poco más equitativo y seguramente más vivible del que tenemos actualmente, estoy absolutamente convencida de que vamos a poder llegar a un acuerdo porque las economías de América del Sur, y yo le agradezco el reconocimiento al señor presidente del Consejo Europeo, que lo hizo recién y que también lo manifestó en la discusión que hemos realizado antes, han tenido un comportamiento en esta que es la crisis más importante de la que se tenga memoria, muy positivo y muy beneficioso para millones de hombres y mujeres que han podido conservar su trabajo y no volver a caer en la pobreza o en la miseria.

Por eso creo que - y finalizo mi intervención - es propicio el momento, es un momento de dificultades a nivel mundial, la crisis parece no alejarse. Los economistas, yo no soy economista por suerte, soy abogada, que tampoco es ninguna suerte, pero bueno... la doble V de Roubini, dicen algunos economistas y vamos ya por casi una barra, una especie de banda de doble V de Roubini porque venimos del 2007 y pareciera que se sigue profundizando, lo cual va a exigir una apertura muy grande de nuestras mentes y también de nuestras capacidades de negociación. Negociar en medio de la abundancia siempre trae más problemas y por allí negociar en medio de las crisis puede ayudar a entendernos mejor, a partir de tratar de solucionar en forma conjunta la dificultades del comercio internacional como motor y desarrollo del crecimiento económico, tal cual señala el documento. Muchas gracias.

PERIODISTA.- Para la presidenta argentina. Quisiéramos saber concretamente cómo se pueden sortear los problemas concretos que hay dentro del MERCOSUR para llevar las negociaciones a la Unión Europea en términos de medidas proteccionistas y por otro lado si ustedes consideran que en algún momento este tipo de medidas proteccionistas, tal como las aplicó Europa, son justificables en términos de relaciones comerciales.

PRESIDENTA.- En realidad hemos estado mirando todos los capítulos sobre los cuales se aborda la negociación, desde los subsidios agrícolas europeos, que ya son casi un ícono en la discusión permanente con el MERCOSUR, desde el sector de servicios, desde el sector industrial, de compras gubernamentales, protecciones intelectuales y también protecciones de origen geográfico. Realmente en el único capítulo en el cual vemos algún problema tal vez desde la óptica del MERCOSUR -y esto lo planteó concretamente también el presidente Lula- es desde el capítulo industrial, a punto tal de que obviamente una reducción de aranceles en determinados sectores que recién están surgiendo y que no tienen la competitividad para poder enfrentar el grado de competitividad que tiene por ejemplo la industria europea, podría ser no beneficiosa. También estuvimos hablando de los subsidios agrícolas, que en algunos casos alcanzan un 70, un 80 o un 100 por ciento, yo medio en broma medio en serio hablé de la vaca de 20.000 euros, o sea que realmente, como dije antes, las formas de proteccionismo no son únicamente en la aduana sino también a través de subsidios, de promociones, de exenciones fiscales. Por lo tanto todo esto habrá que articularlo con el ánimo y el espíritu que manifesté en mi introducción, pero en realidad digamos que el gran inconveniente nunca ha venido de parte del MERCOSUR. Es más, hace unos instantes se le preguntó al presidente de España acerca de los 10 países que se negaban a abrir esta negociación y precisamente, si todos hemos leído los diarios, no voy a repetir los países que son pero todos sabemos que la razón para no querer abrir la negociación no vino de parte del MERCOSUR sino de algunos países que temen por el tema de los subsidios agrícolas. Yo di el ejemplo de Argentina, nosotros en materia de servicios somos uno de los países tal vez más abiertos, de hecho en el proceso de privatizaciones participaron empresas de origen europeo, incluso algunas de origen español, que son precisamente las que hoy están dando mucho mayor beneficio y rentabilidad en América del Sur que en sus propias casas matrices. Por ejemplo también en nuestro país tenemos diez terminales automotrices, un sector muy potente en la industria europea, de la cual ocho son europeas y cuando uno observa el saldo comercial de estas automotrices, el saldo neto, es desfavorable para la Argentina porque paradojalmente cuando más aumenta la exportación más aumenta la importación de los insumos que integran esos vehículos y esto beneficia obviamente a las casas matrices porque obtienen una producción a bajo precio con una rentabilidad muy buena también en el mercado internacional.
Por eso creo que para hablar de estos temas primero hay que conocerlos, básico, si no se conocen difícilmente se pueda opinar; y la otra es sentarse, que es precisamente lo que hemos planteado en nuestras charlas, a mirar capítulo por capítulo pero ver la película completa, porque también en nuestro país hubo compras gubernamentales importantes en materia energética y no ponemos ningún limitante, por ejemplo en licitaciones internacionales para la compra de usinas provenientes de un importantísimo país de la Unión Europea. Así que creo que son estas cosas las que tenemos que poner sobre la mesa y como son intereses y números tenemos que hablar con números, pero con la película completa y fundamentalmente aquellos que tengan algunas dudas y pregunten sabiendo de qué se trata, si no se sabe de qué se trata difícilmente se pueda opinar. Muchas gracias.