Muy buenos días a todos y a todas.
Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Vicente López; señor presidente de IBM Argentina: yo voy a empezar también con una broma como empezó el presidente, que dijo que no piensa dedicarse a la política, pero yo le digo que aptitudes oratorias le sobran, así que, cuando decida que ya no va más esto, creo que va a tener un lugar importante.
La verdad que me encanta venir nuevamente, una vez más aquí a inaugurar, en este caso, Olivos III, esta nueva planta exportadora de servicios de todo tipo pero, fundamentalmente, vinculados obviamente a todo el sector informático, que lo hacemos además a muy pocos días de cumplir la Patria 200 años, el Bicentenario.
Yo digo, ¡qué salto cualitativo! Hace 100 años la Argentina era exportadora por excelencia en un modelo agroexportador de materias primas, sin ningún tipo de valor agregado, que había funcionado muy bien en un país que era pequeño, no más de 4 ó 5 millones de habitantes, alcanzaba para todos, los inmigrantes y el crecimiento de una Argentina que hoy seguramente supere y lo vamos a saber luego de octubre, los 40 millones de habitantes, tornaría absolutamente inviable un modelo económico vinculado únicamente a la exportación de commodities.
Y hoy estamos inaugurando aquí, a los 200 años de la Argentina, un Centro de Exportación del más alto valor agregado del que uno pueda imaginar y que está, precisamente, basado en el conocimiento, basado en el profesionalismo de quienes se desempeñan en esta tarea y que venimos acompañando muy fuertemente desde el año 2003, donde el sector del software y vinculado a las tics, como dicen todos a la tecnología, ha sido el sector que en materia de exportación más ha crecido en términos obviamente de proporcionalidad, y la verdad que estamos muy contentos.
Esto no es tampoco casualidad, obedece a muchas causas: la primera y fundamental, la calidad de los recursos humanos que nos convierten realmente en un lugar más que importante en el mundo porque no solamente IBM sino muchísimas empresas están colocando su centro de operaciones también en la Argentina por la calidad de nuestros recursos humanos.
Paralelamente a ello, venimos desarrollando una tarea desde el Estado de promoción del software muy importante. Ahora también hemos enviado una modificación, porque vamos aprendiendo sobre la marcha, mejorando e incorporando nuevas cosas, que es muy importante.
El programa que yo lancé hace muy poco tiempo, que es el programa "Conectar igualdad.com.ar" que va a permitir que en un lapso de aquí al año 2012 que la totalidad de los alumnos secundarios de las escuelas públicas de nuestro país, cuenten con su computadora personal como así también los docentes que la conforman.
Recién cuando pasábamos por la parte de IBM donde habían desarrollado su trabajo para capacitar a los chiquitos en el Jardín de Infantes, una de las docentes que interviene en el proyecto decía que ellas también tuvieron que tener su capacitación, porque estamos, como yo digo, en un momento de frontera del conocimiento, o sea, tenemos una formación docente y un sistema educativo que fue basado en lo que eran los libros de textos en donde nos educamos la mayoría de nosotros o, por lo menos, los que tenemos la edad mía y de 40 para arriba. Y están las generaciones que vienen que ya se conectan fundamentalmente con la red y que, por lo tanto, tienen otra manera de incorporar conocimientos.
Yo siempre digo que cuando un niño es capaz de estar frente a una computadora 4 ó 5 horas, tiene las dos condiciones básicas para el proceso de aprendizaje y de incorporación del conocimiento: perseverancia y poder de abstracción y concentración que son las dos condiciones básicas para incorporar conocimientos.
Lo que tenemos que aprender en nuestras cabezas y fundamentalmente un gran desafío que tenemos en el sistema educativo, es reformular los sistemas de formación docente para precisamente incorporar esto y saltar definitivamente a la brecha tecnológica.
Tampoco fue casual que fundáramos, constituyéramos el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Para nosotros es clave, no solamente en materia de software, de informática agregar valor y hoy el agregado de valor es ciencia y tecnología vinculado a todo lo que se produce, desde los alimentos hasta las cosas más sofisticadas como las que podemos estar haciendo aquí.
Recién cuando ingresaba, me decía el presidente de IBM que ellos construyen chips para autopartes para unas empresas terminales automotrices muy importantes que son multinacionales.
El otro día, cuando lanzamos el tema de Promoción de la Autoparte, una de las cosas que estuve tratando de ver también, fue el salto cualitativo en la Argentina en el sector para incorporar todo lo que es software, informática y demás al desarrollo de las autopartes, para dar ese salto cualitativo y no quedarnos únicamente como constructores de una empresa autopartista fuerte que genera 50.000 puestos de trabajo, en la caja de cambios, que sabemos que es muy importante, sin ella no podríamos tener auto. Pero sin lugar a dudas, creo que si nosotros pudiéramos unir todo el desarrollo autopartista y automotriz que tenemos con el sector de ustedes, del desarrollo de la informática, de la programación, no solamente estaríamos, por ejemplo, en condiciones de sustituir importaciones de autopartes, que hoy tenemos que hacer para poder exportar los autos, lo cual nos impacta desfavorablemente en la balanza comercial, sino que además, lograríamos convertirnos en exportadores de autopartes con alto valor agregado vinculando al diseño con el software de informática.
Este es el salto cualitativo que dio Austria, por ejemplo, y es una cosa que nosotros estamos en condiciones de hacer.
¿Por qué estamos en condiciones de hacer? Por los recursos humanos. Porque no hay un lugar en donde el recurso humano tenga la incidencia total, absoluta y casi excluyente, diría yo, que tiene, precisamente, en este sector, por eso la decisión que va a significar una muy fuerte inversión de que todos los chicos de la secundaria tengan posibilidades y seguiremos con programas con los que vayamos también por los de la primaria.
Yo siempre digo que tenemos Maradonas y Messis porque los chicos están con la pelota desde que nacen. Esta es una cuestión que va incorporándose en el ADN y yo digo que cuanto más chicos tengamos con computadoras, y vamos a tener a lo mejor muchos Bill Gates o muchos inventores de Google o de IBM, también no se me enoje nadie, por favor, no se me enoje nadie, pero bueno, ustedes ya saben como soy yo, yo digo lo que pienso y creo que todos tenemos que tirar para el mismo lado y creo que, en definitiva, me parece que esta Argentina del Bicentenario, que es diferente -y yo digo- felizmente diferente a la de aquella del Centenario, modelo que era para muy pocos, en momentos y situaciones muy difíciles, hoy estamos en un mundo de grandes oportunidades.
Me encantó lo que dijo el presidente de IBM, no esperaron para invertir, tuvieron una verdadera aptitud capitalista en serio, estar con la oferta antes que la demanda.
Hay sectores empresariales en la Argentina que tienen que romper esa lógica de esperar que surja la demanda para recién hacer la oferta y entonces producen los estrangulamientos en la economía.
El verdaderamente emprendedor, el verdaderamente innovador, siempre crea la necesidad, o sea, crea la oferta para que luego venga la demanda. Este es el verdadero innovador, esto es lo que hizo Henry Ford en el capitalismo americano cuando inventó el auto y creó la necesidad de que todos tuvieran auto. No esperó a que alguien se le ocurriera demandar trasladarnos en forma más rápida, más confortable o mejor. Esta es la verdadera esencia y además, es la que determina el mayor grado de rentabilidad.
No es una cuestión únicamente de buenas ideas, sino que cuando uno con la oferta crea la demanda, tiene mucha mayor rentabilidad. Y si no, miren dónde están hoy las grandes rentabilidades en el mundo en materia de informática y en materia de telecomunicaciones, donde están permanentemente creando mejoras y mejorando mucho más los servicios y creando siempre cosas nuevas para que la gente deje de lado ese teléfono que resultó viejo, ese I-POT que ya no sirve más -bueno no importa que sea de la otra marca- porque salió una nueva. (APLAUSOS) Son ejemplos que yo quiero dar para que veamos cómo tiene que funcionar un país y la cabeza de aquellos que tienen la suerte, la inmensa suerte pero también la inmensa responsabilidad de ser empresarios, de contar con capital y decidir inversiones.
Yo creo que este es el criterio de la innovación y de los verdaderos emprendedores y de los que cambiaron y revolucionaron en serio el mundo porque crearon una necesidad donde no la había y en base a eso produjeron, generaron puestos de trabajo y, obviamente, generaron riqueza y rentabilidad para ellos.
Me parece que esta es la clave y por eso me gustó mucho el punto que el presidente de IBM Argentina dijo que no esperaron, decidieron inversiones cuando nadie las decidía y hoy están recogiendo los beneficios de esa inteligencia.
Esa inteligencia también la necesitamos. Necesitamos un mundo inteligente, como él dijo, donde cada vez podamos desarrollar sistemas de informática, de comunicaciones más inteligentes. Pero para hacer eso, la primera inteligencia que necesitamos es la de acá adentro, la de la cabeza. Sin esta inteligencia, no va a haber mundo inteligente.
Yo creo que hoy la Argentina, en un mundo muy conflictivo, en un mundo donde se han derrumbado paradigmas económicos, políticos y culturales que aparecían con una solidez inquebrantable, donde vemos un mundo que pretendidamente está muy desarrollado pero que está imaginando las mismas soluciones que ya dieron malos resultados, pésimos resultados y tenemos aquí el ejemplo brutal de la Argentina del 2001.
Uno lee las recetas que se le han impuesto, por ejemplo, a Grecia, y es casi una copia exacta de lo que nos proponían -y de lo que hicieron, fundamentalmente, que eso es mucho peor- en el año 2001 y como terminamos.
Por eso, yo creo que se requiere mucha inteligencia y también, haciéndome eco un poquito de lo que demandaba el señor Intendente de Vicente López, no poner palos en la rueda. Resulta incomprensible oponerse a construir un camino costero que deje más linda la ciudad de Vicente López que realmente es una de las ciudades más lindas y más beneficiadas, con mayor ingreso per cápita, con hermosas casas y realmente con una zona que yo la puedo ver cuando voy todos los días a la Casa Rosada desde afuera, está adquiriendo un volumen pero que no afecta el medio ambiente, sino que por el contrario, lo mejora muchísimo y veo ese lugar espléndido como uno ve y muchas veces envidia cuando va a otros países.
Es increíble, a lo mejor, los que se oponen a eso cuando van a Estados Unidos de vacaciones o de visita, se maravillan de la modernidad, modernidad que por ahí le niegan a los que no pueden viajar a los Estados Unidos pero viven aquí en la República Argentina.
Yo creo que estas cosas tienen que terminar; tienen que terminar porque necesitamos en serio en este Bicentenario un país diferente, de gente inteligente, moderna, que apueste a la construcción y al crecimiento de la Argentina.
Así que, bueno, no sé quiénes serán esos 11 que me decías, Enrique, pero seguro que muy inteligentes, que era lo que demandaba el presidente de IBM, no son.
Pero, por favor, ponerle palos en el camino al progreso, no le sirve a nadie. Estamos en una Argentina con oportunidades como nunca; tenemos las cosas que van a ser clave en el siglo XXI: por un lado, alimentos, que es clave, que es una demanda internacional y que estamos agregándole mucho valor también a eso; por el otro lado, también, energía; por el otro lado, estos recursos humanos altamente capacitados.
Estamos realmente en un momento para incorporarnos en el siglo XXI de una manera diferente, sin exclusiones, en una Argentina en que haya lugar para todos.
Porque este es el otro gran desafío que van a tener las sociedades modernas: ser inclusivas, porque todos aquellos que se sientan excluidos, desde lo que vemos en el hemisferio Norte, con leyes de inmigraciones y demás, o cuestiones como políticas de ajuste salvaje que le quitan trabajo, que le quitan posibilidades a la gente, van a ser resistidas, porque es la historia de la humanidad, no hace falta ser demasiado inteligente.
Toda vez que se ha querido excluir o por inmigración o por religión o por lo que fuere, siempre terminó mal. Y lo curioso es que tenemos en nuestra civilización más de 2.000 años y en otras más de 5.000 y seguimos muchas veces cometiendo los mismos errores.
Aprendamos de lo que pasó en estos 200 años y no nos demos el lujo de equivocarnos una vez más. Apostemos a la Argentina como hizo IBM y todos vamos a salir ganando.
Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas. (APLAUSOS)