Muchas gracias; muy buenos días a todos y a todas.
Señor Gobernador de la provincia; señor Intendente de Lanús; señor presidente provisional del Senado; amigos y amigas: primero, nos retrasamos un poquito porque venimos de la Universidad de Lanús, 13 años ya de la universidad donde venimos de inaugurar el comedor Padre Mujica y el Salón del Bicentenario, un auditorio fantástico para 350 personas. (Aplausos) Y además, por esas cosas que yo no digo casualidades sino señales, había justamente un congreso de juventudes latinoamericanas universitarias, el día siguiente donde precisamente los países de la América del Sur nos han distinguido a nosotros, a los argentinos, dándonos el primer Secretario General de la UNASUR. ¡Gracias América del Sur, gracias en nombre de todos los argentinos! (Aplausos)
Y luego de sacarme como 40 millones de fotos con mexicanos, venezolanos, paraguayos, brasileños, estudiantes que había, nos vinimos a este puente histórico, que además de inaugurarlo lo caminamos y lo vivimos, porque yo estaba en el Salón Sur allá en la Casa Rosada cuando Kirchner era presidente, yo era senadora y Manolo Quindimil intendente y me acuerdo como si fuera hoy el día en que lanzamos esta obra que hoy inauguramos. Me acuerdo que Manolo comentaba lo importante que era, que era el nexo entre Lanús Este y Oeste, que era un punto neurálgico, vital de la comunicación de Lanús, y hoy cuando lo recorría en medio de trabajadores, mujeres, jubilados, movimientos sociales, la verdad que me sentí muy bien, porque no hay mejor cosa que comprometerse con algo y luego venir a cumplirlo, desde la inauguración de una obra hasta la palabra comprometida, que es en definitiva, creo, la gran revalorización que tenemos que hacer en la Argentina de la política.
Pero todo esto que hoy estamos viendo, este puente, la inauguración de las obras que estamos haciendo, no solamente en la Universidad de Lanús sino en todas las universidades argentinas, como decía Darío, todos los municipios y provincias del país con obras del Plan Nacional de Obras, solamente lo hemos podido llevar a cabo porque hemos puesto en marcha desde el año 2003 algo más que un plan de obras públicas; hemos puesto en marcha un proyecto de país, un modelo económico, político y cultural que nos ha permitido a los argentinos generar más de 4 millones y medio de puestos de trabajo, recuperar industrias; que nos ha permitido la construcción de colegios como nunca se hizo en la República Argentina, de rutas, de mejorar el piso de protección social de los argentinos haciéndolo el más alto de toda la América latina: salarios, convenciones colectivas, asignación universal por hijo, jubilaciones, pensiones, el PAMI. (Aplausos) Cosas que han vuelto a revitalizar un mercado interno que nos permitió sobre llevar el año pasado, el 2009, la crisis más importante que tuvo la economía mundial desde 1930, una crisis en la que nos pronosticaron calamidades, fracasos y desgracias, pero que esta mujer pudo enfrentar con la fuerza que caracteriza a las mujeres y a los argentinos que estamos convencidos que el camino es un modelo de industrialización, de valor agregado, de ciencia, de tecnología, junto a las mejores tradiciones también de la economía argentina por las virtudes y bondades que Dios ha tenido con esta tierra y por lo que le hemos agregado en inversión, en ciencia y en tecnología, lo cual ya no nos tiene como en 1910 con la contradicción de un país que quería ser solamente un modelo agroexportador de materias primas. Hoy queremos exportar pero queremos exportar además mucho valor agregado, mucha manufactura industrial porque eso es trabajo para los argentinos. (Aplausos)
Por eso también me enorgullezco como argentina de encabezar el gobierno que ha vuelto a repatriar a científicos argentinos que se habían ido de la Argentina por falta de oportunidades, porque a los científicos los habían mandado a lavar los platos, porque habían clausurado el Programa de Energía Nuclear, porque algunos pensaban que los problemas económicos se solucionaban cerrando universidades o descontándole el sueldo a los jubilados y a los empleados públicos. (Aplausos)
Todo esto lo hemos logrado revertir porque sosteníamos, porque creemos firmemente que tenemos los valores humanos, los recursos naturales, los recursos humanos capaces de desarrollar, como lo fuimos por allá por los años ´50, el Producto Bruto y la economía más importante de toda la América latina. Y tenemos que volver con insistencia, con terquedad, a poder combinar entonces todas esas corrientes que aquí en la Argentina pugnaban por un lado o por el otro para darles un cauce común a todas y tirar todos para un mismo lado, que de eso se trata construir un país y una nación. (Aplausos)
Cuando sosteníamos allá por diciembre la necesidad de no seguir endeudándonos y afrontar el pago con las reservas, que afortunadamente luego de cinco meses de discusiones hoy va a discutir nuestro Senado, pero cinco meses discutiendo y peleando con jueces y con esto y con el otro, cuando la cosa es tan simple. Y si no, si no los puedo convencer yo, ¿por qué no miran un poco lo que está pasando afuera en el mundo? Hoy tres muertos en Grecia, tres jóvenes que aparentemente murieron en las manifestaciones adentro de un banco, casi una metáfora perfecta, y esas imágenes que nos devuelve hoy la televisión son demasiado parecidas a las imágenes del 2001, demasiado parecidas. Y las recetas, sobre todo, son casi idénticas: supresión de municipios, reducción de salarios, ajuste, achique, la eterna receta de los organismos multilaterales de crédito internacionales que siguen sin entender lo que pasa en el mundo y en las sociedades. (Aplausos)
Entonces les digo a todos los argentinos: si estamos viendo lo que pasa en el mundo, inclusive en países con economías mucho más importantes que la de Grecia, países que también tienen importantes inversiones en nuestro país la República Argentina, por qué por un instante no dejan de lado mezquindades y vanidades personales, y en lugar de pensar en su partido o en ellos mismos piensan un poco en todos ustedes, que es pensar en la Argentina y en el país, eso es lo que pido. (Aplausos)
A un país, mis queridos amigos, no lo hace serio y previsible solamente un gobierno, a un país lo hace serio y previsible un gobierno, la oposición, las instituciones empresariales, las instituciones periodísticas, todo hace un país serio y normal. Por eso miremos el mundo, miremos lo que nos pasó en el 2001 y por favor dejemos de lado esas vanidades y mezquindades para construir en serio un modelo de país absolutamente diferente como el que estamos llevando a cabo.
Podemos exhibir resultados. El año pasado, 2009, cuando se pensaba que todo se desbarrancaba pudimos salir adelante. Nos dicen muchos economistas, que por ahí no lo dicen en público pero lo dicen en privado, que fue increíble el comportamiento de la economía y la gestión que hicimos de la crisis el año pasado. Y yo me siento muy orgullosa de haber sido la primera presidenta mujer y de haberme tocado la crisis más grande del mundo y haberla podido sobrellevar. (Aplausos) Pero todavía lo que está pasando en el mundo nos enseña que debemos seguir alertas y no bajar los brazos, que debemos seguir empeñándonos en esta tarea de no endeudarnos, en esta tarea de agrandar nuestro mercado interno, en esta tarea de tener más exportaciones con mayor valor agregado, en esta tarea de seguir expandiendo la demanda como lo hacemos a través de convenciones colectivas, de la asignación universal por hijo, de lograr mejores ingresos para así sostener y darle mayor fortaleza cada vez a ese mercado interno.
Por eso estoy muy contenta hoy de estar aquí en Lanús, inaugurando obras, esos son los frutos, pero si el árbol no tuviera buenas raíces no daría nunca esos frutos, ténganlo por seguro. (Aplausos)
Quiero agradecerles a todos y cada uno de los vecinos y vecinas de Lanús que estuvieron aquí, a los estudiantes que estuvieron en la Universidad, a los obreros y a todos los que estuvieron en el puente, y agradecerles por todo el apoyo en los momentos duros, en los momentos donde parecía que todo se derrumbaba, pero que supimos mantener la fortaleza, que aprendimos desde muy jóvenes en situaciones todavía aún más difíciles, más terminales y más vitales, tal vez allí hicimos el duro aprendizaje de que la descalificación, el agravio, el insulto, la violencia, el querer imponerle al otro conductas por la fuerza no vale, no vale, simplemente tenemos que seguir en este rumbo, trabajando en nuestras ideas, pero fundamentalmente en las acciones, que es adonde todos podemos vernos, reconocernos y además, aún cuando tengamos ideas diferentes o matices diferentes, en las acciones y el trabajo concreto darnos finalmente la mano en estos 200 años de esta patria querida.
Gracias Lanús, muchas gracias y adelante, con la misma fuerza de siempre, gracias. (Aplausos)