Muchas gracias a todos y a todas; señor Presidente de la Federación Rusa, Dmitri Medvedev; comitiva que lo acompaña y a todos los presentes: realmente nos sentimos hoy muy conmovidos porque no debe ser casualidad - yo no creo en la casualidades, sí creo en las señales, siempre lo repito- que justamente en nuestro año del Bicentenario, en nuestros doscientos años de historia, nos visite por primera vez un Presidente Ruso, justamente en los 125 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Recién Dmitri señalaba el tango, la cultural; los rusos y rusas que vinieron a vivir aquí, ustedes sabrán que principios de siglo más de 200 mil llegaron desde Rusia y constituye la comunidad rusa en la comunidad más grande de toda Latinoamérica. Pero además, así como al Presidente ruso y a los rusos les maravilla el tango y la cultura argentina, nuestra historia, qué podemos decir los argentinos de Chejov, de Dostoiesvki, de Tolstoi, qué podemos decir no del tango, pero sí del ballet ruso, de Maia Plisiétskaia, Rudolf Nureyev están todavía presentes en la memoria de nosotros, la escuela del ballet ruso ha sido cátedra en el mundo.
Creo que también la presencia por primera vez de un Presidente ruso marca tambièn un mundo diferente, porque que no haya visitado la República Argentina nunca un presidente ruso no era producto de una casualidad o una maldición gitana, era simplemente de un mundo repartido, en el cual estaba vedado el acceso de unos a otros, en determinadas regiones del planeta.
Tenemos que celebrar no solamente entonces, hoy, la visita del Presidente Ruso, sino también la visita de un nuevo mundo diferente, donde no hay parcelas, donde hay actores, nuevos actores globales y también celebrar la existencia de una América del Sur diferente, en la cual hombres y mujeres con responsabilidades institucionales, con distintas historias, no siempre coincidentes en todo, pero si en un punto: constituir a nuestra América del Sur en un lugar donde ningún país, donde ninguna potencia pueda considerarse propietaria de este espacio de tierra, de historia, de identidad en la que somos propietarios quienes vivimos y nacimos en esta tierra.
La presencia de Dmitri Medvedev es precisamente para celebrar este nuevo mundo, en donde es necesaria la cooperación, en donde es necesaria la asociación y hoy hemos celebrado importantes acuerdos que seguramente van a desarrollar no solamente el comercio, que por ciento ha crecido muchísimo desde el año 2003, se ha multiplicado, sino a profundizar precisamente en proyectos y en donde podamos servir también en nuestro espacio geográfico, en nuestro espacio nacional como un lugar muy importante para el desarrollo de inversiones en la región, en forma conjunta.
Ayer participábamos, junto al Presidente de Rusia y a otros 45 mandatarios, de un encuentro muy importante que también marca ese mundo nuevo, y que también marcan los nuevos desafíos que tiene el mundo que hoy tenemos que vivir.
Si el siglo XX se caracterizó por un mundo bipolar, separado por las ideologías, dividido y partido en dos, este siglo XXI con nuevos actores muestra también nuevos desafíos. Ayer estuvimos precisamente compartiendo una Cumbre, en la cual se abordó una cuestión tan terrible, como es la del terrorismo global y la seguridad nuclear, dos elementos muy importantes en este siglo que viene y aprovecho nuevamente la oportunidad para expresar la solidaridad de todo mi pueblo, tal cual lo hemos hecho con los terribles atentados que sufriera, hace pocos días, la ciudad de Moscú.
Nosotros también, señor Presidente, conocemos el flagelo del terrorismo, actos que atacan en forma indiscriminada y por lo tanto causan precisamente esa palabra: terror en las sociedades. Es el compromiso de luchar inteligentemente contra este flagelo lo que nos debe unir hoy a todos los países, no solamente los que participamos ayer, en este encuentro, que obviamente eran países que tenían cierto desarrollo nuclear y por eso fueron invitados, sino también hacerlo en el ámbito de las Naciones Unidas, que es el ámbito que nos comprende a todos y fundamentalmente rescatar lo que yo creo que debe ser la clave para enfrentar este y todos los desafíos que tengan lugar en este siglo, tan complejo, donde conviven el adelanto tecnológico que jamás tal vez se pensó en alcanzar, y por otro parte el atraso, que a mi criterio significa, el enfrentamiento por cuestiones religiosas. Parece una cosa contradictoria, un mundo ambivalente, pero creo que es el mundo que tenemos y creo que entonces el multilateralismo para enfrentar todos y cada uno de estos problemas es la clave, abandonar definitivamente ese mundo unilateral donde uno podría decidir por todos porque el resultado no ha sido bueno. Creo que entonces lo que hicimos ayer en Washington, lo que estamos haciendo aquí con su presencia por primera vez un Presidente Ruso en nuestro país, contribuye a construir ese multilateralismo, esa idea de cooperación, de asociación entre los países para superar los problemas y poder seguir generando progreso y bienestar para nuestros pueblos, que ya no se traduce solamente en una cuestión económica, sino como bien veíamos, ayer, en una cuestión de seguridad y de seguridad en serio porque en definitiva las escenas, que nos han tocado vivir a nosotros, que hemos visto en otras partes del mundo frente a ataques de esta naturaleza son francamente desoladoras para el espíritu, para la vida y atentan fundamentalmente, apuntan creo yo a minar el espíritu de las sociedades.
El desafío entonces es contestar esto con inteligencia y eso creo que ha sido lo que hemos hecho en el día de ayer, es lo que estamos haciendo hoy: dando muestras concretas de qué mundo queremos, qué sociedad pretendemos.
Quiero agradecer la presencia de usted, en mi país, la de toda su comitiva y brindar por la amistad entre Rusia y Argentina; Argentina y Rusia y el compromiso absoluta por parte de esta Presidenta de encontrar todos los caminos, y todos los instrumentos para profundizar esa relación para el bienestar de ambos países y como un aporte también al bienestar de la comunidad internacional, así que brindo entonces por la amistad de Rusia y Argentina y por un mundo mejor para todos nosotros. (APLAUSOS)