Muy buenos días a todos y a todas. Luego de esta presentación uno se siente más comprometido obviamente en el desarrollo de esta intervención. Pero lo cierto es que las relaciones comerciales entre ambos países, Estados Unidos y la Argentina, no son algo nuevo, como se acaba de señalar. Algunas empresas emblemáticas de los Estados Unidos de Norteamérica, como por ejemplo Ford Motors Company, llevan ya 98 años en nuestro país.
Tomo este ejemplo porque hace aproximadamente dos días visitó mi despacho su CEO global para informarme que Ford Motors Company no solamente seguía en el país como desde hace 98 años, y realizaba una inversión muy importante, había hecho también una inversión importante hace dos años, sino que por primera vez Ford Motors iba a desarrollar en la Argentina una plataforma global para un nuevo vehículo, para un nuevo producto, que desde Argentina iba a colocar en todo el mundo.
Creo que esto que ya han hecho varias compañías internacionales en nuestro país, adoptar a la Argentina como una plataforma global para la colocación de nuevos productos, revela un poco la transformación que ha tenido nuestro país luego de lo que denomino el Big Bang del 2001 cuando en el país se produjo el default de la deuda soberana más importante que se tenga memoria, y que vio a partir del año 2003 un proceso de transformación en materia económica que, rápidamente voy a llevar los números para no aburrirlos con ellos, permitió que en estos años creciéramos un 64 por ciento en nuestro producto interno, que además lo hiciera en forma bastante horizontal: la industria creció un 47 por ciento, el comercio un 62 por ciento, la industria de la construcción un 101 por ciento, el sector de bancos un 90 por ciento.
Hemos por primera vez en nuestra historia llegado a los superávit gemelos, superávit fiscal y superávit comercial, inclusive por esas cosas el año pasado cuando por primera vez desde el año 1965 el comercio global cayó un 13 por ciento, la balanza comercial de la República Argentina logró su mejor performance histórica, 16.800 millones de dólares, nos faltaron apenas 20 millones de dólares para llegar los 17.000 millones, en un mundo que se caía, y realmente tuvimos un comportamiento en la economía muy importante. Según datos no oficiales nuestros sino de Naciones Unidas, luego de China fuimos el país con mayor actuación del Estado para hacer frente a lo que sin lugar a dudas el año pasado constituyó la crisis global más importante inclusive desde los años 1930.
Durante estos años nos ha permitido este superávit comercial y también la inversión extranjera directa, que por ejemplo en el año 2008 alcanzó un 23,6 por ciento de nuestro PBI, acumular un stock de reservas que en relación a nuestro Producto Bruto Interno es el más alto de la región. De apenas 8.000, 9.000 millones de dólares que tenía el Banco Central cuando le tocó asumir al doctor Néstor Kirchner como presidente de la República Argentina, hoy estamos en el orden de los casi 48.000 millones de dólares, habíamos llegado durante el año 2008 al récord de 50.000 millones de dólares pero bueno, la volatilidad de los mercados que se impuso a partir del último trimestre del año 2008, nos coloca hoy pero en un excedente muy importante, vuelvo a repetir que somos el país de toda la región con mejor relación entre las reservas y nuestro PBI.
Además hemos iniciado un proceso de desendeudamiento como nunca se vio en la República Argentina. En el año 2003 la relación de nuestra deuda con nuestro PBI rondaba entre 140 y 160 por ciento, que era, y lo admitían todos, una severísima restricción a cualquier crecimiento de la economía.
Una de las claves fue precisamente el desendeudamiento de la República Argentina y también la salida del default. En el año 2005 se lanzó el primer canje de deuda con mucho éxito, con un 76 por ciento de aceptación quienes eran tenedores de los títulos soberanos de deuda, un 24 por ciento por distintos motivos no ingresó al canje. Pero ahora estamos nuevamente ante una oportunidad histórica para todos, para la República Argentina y para quienes también tienen títulos de la deuda, de abordar este segundo canje que se ha abierto a partir de presentaciones que hicieron tenedores privados de títulos, por la mitad prácticamente de lo que había quedado sin ingresar al canje del año 2005. Y donde creo ya aprobados los trámites de la SEC, no puedo revelar la oferta porque está en discusión, además la SEC se enojaría mucho y nos sancionaría, pero el ministro de Economía entiende que para el 14 ó el 15 de abril estaríamos en condiciones ya de formular nuestra oferta para finalmente salir del default en la República Argentina. Lo cual indudablemente no sólo va a ayudar a restablecer la imagen de un país que había defaulteado la deuda soberana más importante de su país, sino también permitir a nuestras empresas, tanto nacionales como extranjeras, acceder a mejores condiciones de crédito de financiamiento.
En este lapso también del año 2003 a la fecha, estos son los números macro en materia económica pero hemos hecho otros números macro también en economía que tienen que ver con el lado social que tiene que tener también la economía. Durante décadas, durante 15 ó 20 años, la Argentina tuvo cifras de desempleo de dos dígitos. Nosotros hemos logrado generar en este proceso virtuoso de la economía más de 4 millones y medio de puestos de trabajo, y por primera vez perforamos esos dos dígitos que realmente eran también una de las causas de crisis institucionales y políticas recurrentes, por lo que significan en materia de generación de pobreza e indigencia. E inclusive en este año 2009 que pasó, donde muchos presagiaban a través de los medios de comunicación que nuevamente se iba a disparar el índice de desocupación, hemos logrado mantener los vínculos laborales en una política que apuntó precisamente a eso.
Yo me acuerdo y quiero contarles a modo de anécdota una reunión que tuve con la Confederación General del Trabajo, que como ustedes saben es la organización gremial que representa a los trabajadores de mi país. Cuando se disparó la crisis allá por el último trimestre y primer trimestre tuvimos una reunión en la Casa de Gobierno donde me fueron a solicitar que impulsáramos leyes o reglamentaciones que por ejemplo impidieran o prohibieran los despidos, o bien retornar a lo que había sido la doble o triple indemnización como modo de desalentar los despidos. Y cuando vinieron con esas propuestas la verdad les dije: "miren, suenan bien a los oídos, pero yo estoy segura que ni bien los actores económicos piensen que esto va a suceder, el efecto va a ser exactamente contrario al que perseguimos y van a despedir muchísima gente. Yo les propongo a los trabajadores, les dije, que junto a las empresas nos asociemos en conservar los vínculos laborales de los trabajadores, porque no hay fantasma más temible, y yo sé que si hay un lugar en el cual lo entienden es aquí en Estados Unidos, que el desempleo, no solamente por lo que impacta el desempleo en términos sociales sino por lo que impacta en términos económicos. El que pierde el empleo es alguien que ya no consume, el que tiene temor a perderlo y no lo pierde restringe también su consumo, teniendo un efecto absolutamente negativo sobre la economía y sobre el comercio. Y estoy hablando de gente tal vez con alto poder adquisitivo pero que por temor a perder su empleo restringe su consumo y se crea un círculo vicioso donde en realidad en lugar de cuidar su empleo por no gastar a lo mejor terminar perdiéndolo precisamente por hacer eso al tener una caída la actividad económica.
Por eso uno de los desafíos más grande que tuvimos en el año 2009, un desafío de mi Gobierno, fue precisamente asociarnos con las empresas para cuidar el vínculo laboral a través de muchos instrumentos. El sector automotriz, que como ustedes saben de los bienes durables es uno de los que siempre tiene mayor impacto ante crisis de esta naturaleza, estuvimos durante los meses de enero y febrero con un uso de capacidad instalada de apenas el 22 ó el 23 por ciento. GM, Ford Motors, Volskwagen, Peugeot, Citroen y todas las grandes multinacionales.
Allí, con una gran madurez por parte de los gremios y también de las empresas, logramos acuerdos de vacaciones anticipadas, de jornadas no completas semanales, de reducción momentánea de los ingresos en un 20 ó en un 30 por ciento, de programas financiados por el Estado que denominamos REPRO, que eran un complemento que daba el Estado por determinado número de trabajadores y por actividad. No solamente en el sector automotriz, durante los meses de junio-julio tuvimos la gripe A y esto impactó terriblemente en la actividad turística y hotelera en ciudades clásicas como Bariloche donde estuvimos a punto de que se despidiera a más de 4.000 trabajadores. Porque claro, Brasil, nuestro gran cliente durante el tiempo de invierno en esquí, no venía por temor a la gripe A y salimos a cubrir con REPRO, ayuda a las empresas, para que no despidieran a sus trabajadores y sostener el vínculo laboral. Porque lo más grave que puede pasar en una empresa, en una familia, es que el jefe de personal tenga que redactar el telegrama de despido y la familia recibirlo. A ningún empresario le gusta despedir a sus trabajadores, porque sabe que sus trabajadores son los que le compran a otros, que también a lo mejor son proveedores de ellos y hay una interrelación entre todas las actividades que tiende a preservar el empleo, a los buenos salarios y al crecimiento el mercado interno, como uno de los reaseguros más importantes en la actividad económica.
Y precisamente el impresionante desarrollo que tuvo el mercado interno a partir de un proceso de reindustrialización muy sostenido desde el año 2003, de negociación muy libre entre empresas y trabajadores en nuevos convenios colectivos de trabajo, lo que permitió un desarrollo del mercado interno muy fuerte, fue precisamente el que sostuvo este año 2009 que pasó, que creíamos iba a ser trágico y que realmente en materia de superávit comercial fue muy bueno. Pero también nos permitió ese mercado interno afrontar con mucha solidez una crisis, que de haber sucedido en otro momento de la Argentina, hubiera sida francamente devastadora. De hecho, crisis muy focalizadas o regionales como fue el efecto Tequila o el efecto Caipiriña, o el efecto de los Tigres Asiáticos, produjeron estragos en materia de desocupación o de decrecimiento de la economía argentina mucho más graves, mucho más letales que esta crisis global del año 2009. Lo cual nos hace por lo menos aceptar con tranquilidad que hemos gestionado en la dirección correcta.
El tema de este nuevo canje también significa una nueva oportunidad para la República Argentina y para su prestigio internacional, y estamos muy confiados en que lo vamos a llevar muy bien adelante.
La otra cuestión que también se ha suscitado en nuestro país es la de utilizar una parte de las reservas disponibles que tenemos en el Banco Central, que, reitero, somos el país con mejor relación entre PBI y reservas, para poder hacer frente a nuestros compromisos y vencimientos externos. Pese a que con el superávit comercial por ejemplo del año pasado estaríamos en condiciones de solventar un 113 por ciento los vencimientos, incluidos los vencimientos del sector intra público. Porque también la relación entre PBI y deuda ha variado, hemos pasado de aquel casi 160 por ciento a 49,8 por ciento entre PBI y deuda. Pero si uno separa los títulos que están en poder por ejemplo del Banco Nación o de la ANSES, en realidad el nivel de relación entre PBI y deuda es apenas del 30 por ciento. Si a esto le sumamos el bajísimo nivel de endeudamiento de nuestras familias, a diferencia de las sociedades de los países desarrollados que tienen un altísimo nivel de endeudamiento nosotros estamos con muy bajo endeudamiento, una banca muy solvente, una banca muy líquida, tal vez producto del crash del año2001 donde se tomaron medidas de regulación y de contralor muy eficientes; pero lo cierto es que esto nos permite hoy proponer el tema, no muchas veces entendido por algunos sectores de la oposición, de una utilización más inteligente de nuestras reservas.
Como ustedes saben nuestras reservas, como las de todos los demás países, apenas reciben el 0,5 por ciento al año en Banca de Basilea por estar allí depositadas. Nosotros decidimos utilizar una parte de estas reservas para evitar tener que acceder a un mercado de capitales donde seguramente, producto de ese default de la Argentina, estaríamos en tasas de entre el 12 y el 15 por ciento, y además también receptando una idea. En la última reunión del G20 en Pittsburgh, realmente el Fondo Monetario Internacional propuso un uso diferente de las reservas por parte de los países, un uso más inteligente, que al mismo tiempo pudiera dar medidas que ayudaran a paliar la crisis. No hemos inventado absolutamente nada, no somos nada originales, simplemente cuando vemos que algo se puede hacer mejor lo tomamos y lo ejecutamos.
Así que yo creo que este desarrollo que ha tenido la economía argentina, el hecho también de ser un país muy particular, porque junto a lo que tal vez resulte como más conocido de la Argentina históricamente, sus commodities, en realidad convengamos que ha influenciado mucho en el mundo, no solamente en la Argentina, el cambio en materia de intercambio comercial, con la aparición de los gigantes asiáticos obviamente los términos de intercambio se han modificado y por lo tanto el valor de los commodities, que siempre estuvo absolutamente depreciado frente a la manufactura industrial, ha tenido una reversión casi de 180° en cuanto a sus valores. Pero también debo decir que la apuesta de la Argentina -lo estábamos charlando aquí con una importante empresa americana que desarrolla actividades en nuestro país- es aportar al valor agregado, agregar mucho valor a todos nuestros commodities, porque creemos que también esa va a ser una de las claves de nuestro crecimiento económico.
Pero yo les decía que junto a actividades tan tradicionales como la producción de commodities en la Argentina hemos podido desarrollar también actividades de altísimo valor agregado, como es el desarrollo de la industria del software. Importantísimas empresas globales, algunas de origen americano, otras de origen europeo, han trasladado sus operaciones en materia de informática, en materia de software, que antes estaban por ejemplo en la India o en otros países, a nuestro país. ¿A qué se debe esto? A que juntamente con la generosidad que la naturaleza ha tenido con la República Argentina en materia de territorio, en materia de climatología o de suelo, que nos ha convertido en grandes productores de commodities, con todas las inversiones que han acompañado este proceso, también tenemos recursos humanos altamente calificados que nos hacen ser elegidos por las grandes corporaciones internacionales como un lugar, como una plataforma.
Y yo creo que esta es una de las transformaciones que estamos teniendo en la economía argentina, ser vistos por las grandes empresas o corporaciones no ya solamente como un mercado adonde ir a colocar sus productos, algo natural en cualquier actividad comercial, sino que también comenzamos a ser visualizados como un lugar de plataforma de negocios a escala global por la calidad en nuestros recursos humanos, por la competitividad de nuestra economía, un tipo de cambio competitivo que también nos hace ser una plaza atractiva, y condiciones macroeconómicas sistémicas que han permitido tener una gran rentabilidad a las empresas que operan en nuestro país.
Por eso cuando nuestro embajador aquí en Washington, mi querido amigo Héctor Timerman, me hizo llegar la invitación de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos no dudé un instante en aceptarla y en venir a hacer esta suerte de conocernos. Les decía recién a sus colegas que compartieron una charla antes de entrar aquí, que venía a tomar la temperatura a la Cámara de Comercio Americana y al mismo tiempo para que la Cámara de Comercio Americana pudiera tomar la temperatura de nuestro gobierno, las ideas de nuestra Argentina, para poder tener un intercambio. Y con mucha amplitud, me encantó que su presidente me dijera: sabemos que siempre hay conflictos, además sería absurdo que no hubiera conflictos; yo le repetí una frase que me gustó mucho de quien me visitó ayer en su primer viaje al exterior, a la Argentina, que es el nuevo presidente de Chile, Sebastián Piñera, hoy leía declaraciones suyas en un diario de mi país y decía que solamente los muertos y los santos no tienen conflictos de intereses. Y la verdad es que me pareció una frase muy apropiada porque siempre hay conflictividad, es más, en la propia mesa hoy estamos compartiendo con empresas que por allí producen commodities y su principal plaza es un gigante asiático, y otra empresa también muy insigne de Estados Unidos que produce indumentaria; muchas veces veíamos como una cosa puede perjudicar a la otra o no, pero lo que es importante, me parece, es saber que siempre vamos a tener que administrar los conflictos. Porque esta es un poco la labor de los dirigentes, en todo caso como los dirigentes de una bolsa de comercio, su propio presidente me decía que tenía que estar administrando siempre conflictos dentro de los intereses de su propio país. Esto nos pasa también a quienes tenemos la responsabilidad no ya de conducir una cámara de comercio sino un país, en el cual ya no solamente tenemos que administrar conflictos comerciales, que digamos son un aspecto de la conflictividad que puede tener una sociedad, sino que además tenemos que administrar el conflicto social, el conflicto comercial, el conflicto político y las múltiples articulaciones y conectividades que cada uno de estos conflictos tiene entre sí.
Así que el desafío es importante además, porque si todo fuera tan fácil para qué querría ser alguien presidente un país o presidente de una cámara de comercio. En definitiva sabemos que la tarea es difícil, el desafío es duro pero cuando uno puede exhibir resultados y cuando además puede articular esos intereses, destrabarlos, en donde cada uno tiene que saber que no va a tener que venir por el todo, porque no hay posibilidades de solucionar ningún conflicto de intereses ni de ninguna otra índole si alguna de las partes pretende el 100 por ciento. Con esa concepción es que creo que debemos abordar no solamente nuestras relaciones sino también en general las relaciones en un mundo que está muy conflictivo, muy conflictivo en lo comercial, muy conflictivo en lo político, y que va a tender a esto, porque de repente tenemos como un mundo de contradicción, un mundo globalizado, tan globalizado que ha dado también magníficas oportunidades porque hoy todo es on line, sabemos lo que pasa en cualquier lugar del mundo al instante, lo cual es una ventaja inestimable; y al mismo tiempo esta globalización crea también la necesidad de nuevas regulaciones, que es una cuestión que queremos plantear nosotros en el G 20, que la venimos planteando y creo que es clave, porque estamos en un mundo diferente pero funcionando con los instrumentos de un mundo que ya no existe más, de un mundo viejo en materia comercial y en todo tipo de materias. Muchas veces nos dicen por qué no nos ponemos de acuerdo Naciones Unidas, ¿cómo nos vamos a poner de acuerdo en Naciones Unidas si en realidad fue creada y está funcionando como un sistema que dividía al mundo en dos partes y donde el riesgo era el holocausto nuclear?
Hoy son otros los riesgos, esas cosas han desaparecido definitivamente, hay mundo que se ha transformado, se ha transformado en lo político, en lo comercial, se ha transformado en lo económico, en lo comunicacional, donde la revolución ha sido impresionante. Hablo de una verdadera revolución en materia de comunicaciones, que además impacta en todas las otras actividades, yo digo que es lo que la imprenta o el libro fue a la civilización que surgió, yo creo que las comunicaciones, la red, la internet impactan en toda las actividades económicas, sociales y políticas.
¿Que se requiere entonces? De nuevas regulaciones, de nuevos instrumentos que nos permitan reordenar un mundo diferente donde vamos a tener que relacionarnos de manera diferente. El fracaso de la ronda de Doha no es un capricho ni una casualidad, tiene que ver con no habernos sentado a diseñar o comprender que este mundo diferente exigía un modo de negociación y de regulación diferente al que se tenía hasta hace dos décadas. Es aparte impresionante la vertiginosidad de los cambios. Antes uno tenía que esperar 30, 40, 50 ó 60 años para ver cambios, ahora los cambios suceden así, en un minuto. También en materia de regulaciones de capitales para el sector financiero, algo que vamos a tener que abordar también definitivamente para evitar la volatilidad de los mercados y para no volver a una cuestión que ustedes van a compartir conmigo porque debemos recuperar de vuelta el valor del dinero, pero para que ese dinero intervenga en la producción de bienes y servicios para producir más y mejores servicios, entendiendo que el dinero por sí mismo no puede reproducirse porque finalmente terminan formándose burbujas que de una u otra manera terminan estallando y arrasando con economías, países y fundamentalmente también los derechos de los que normalmente son los más vulnerables en todo este tipo de cosas y que son las familias y los trabajadores.
Así que no quiero extenderme más, no sé si habré cumplimentado ya los 30 minutos que se me habían asignado, yo soy muy respetuosa de los tiempo asignados. Sólo decirles esto: Argentina es una muy buena oportunidad de negocios y además la reinserción de Argentina en el mundo, como decía recién quien me precedió en el uso de la palabra, como un actor global importante, porque además de tener relaciones comerciales con los Estados Unidos también compartimos valores en cuanto a democracia, en cuanto a lucha contra el terrorismo internacional, el narcotráfico, cuestiones que también hoy tienen que ver con la vida moderna y contemporánea e impactan en las relaciones económicas, en las expectativas de una sociedad. Todo hoy está mucho más vinculado e interrelacionado que hace unos años. Lo verdaderamente desafiante, lo verdaderamente emocionante, es poder decodificar este nuevo mundo y así como se pudo construir una regulación de funcionamiento durante muchas décadas, con sus defectos, volver a construir una nueva regulación para una organización más justa y equitativa en este mundo global.
Argentina quiere ser un actor importante en estos términos, en los términos de valores económicos, en los términos de asociación entre empresas de mi país y empresas extranjeras. Le decía recién a una de las ejecutivas que estuvo compartiendo conmigo unos minutos antes, perteneciente a la industria farmacéutica, una industria que tiene un gran desarrollo y precisamente fue uno de los sectores que por ejemplo el año pasado, pese a la caída del comercio global, pudo exportar más inclusive que el año anterior, que había sido un año récord en materia de exportaciones, que estamos dispuestos también a nuevas formas y las nuevas formas son las asociaciones inteligentes que tenemos que hacer entre empresas argentinas y empresas americanas, de modo tal de enfrentar en forma conjunta este mundo globalizado y viendo a la República Argentina, mi país, como una nueva y buena plataforma de negocios para todos. Muchas gracias.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
EMPRESARIO.- Señora Presidenta, sus comentarios realmente nos animan mucho para que nosotros, el sector del empresariado de los Estados Unidos, podamos esforzarnos más, para que el futuro de las relaciones económicas entre nuestros países sean aún más estrechas y de provecho mutuo. Tenemos algunas cuantas preguntas que hemos coleccionado y tenemos algunos pocos minutos para hacerlo, la primera - señora Presidenta- las empresas estadounidenses, como usted mencionó, tienen una larga y positiva historia en la Argentina, una historia de ser socios con los argentinos. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto un entorno empresarial global más difícil, de recesión en los Estados Unidos, de caída del comercio internacional y hemos visto más desafíos para las empresas ¿qué se puede hacer para asegurar que la tradición positiva de la inversión estadounidense en la Argentina continúe en el futuro con la creación de empleo que implica?
PRESIDENTA.- Yo creo que - no sé si lo dije aquí o allá porque como tuve dos escenarios, no me acuerdo lo que dije en uno y en el otro - pero ustedes saben que hay más de 500 empresas americanas con inversiones en nuestro país, que de las 100 empresas líderes de Estados Unidos la mitad de ellas tiene inversiones en nuestro país. Pero que además el superávit comercial, que yo les dije que había sido muy importante para la República Argentina, no fue por Estados Unidos, al contrario, ustedes han mejorado muchísimo. Por primera vez, a partir del año 2006, que tenemos la primera balanza comercial negativa con los Estados Unidos por 222 millones de dólares volvimos a tener balanza negativa 2007-2008 y también en el 2009, así como tuvimos nuestra mejor balanza comercial global tuvimos nuestra peor balanza comercial bilateral con Estados Unidos porque fue más el saldo favorable para Estados Unidos, en 1.750 millones de dólares; no digo mala porque en realidad obviamente uno tiene que tener la apertura para lograr colocar sus productos mejor, pero en definitiva creo que este intercambio comercial refleja un mejor posicionamiento en el sentido de comercio, ya que estamos en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, por parte de EstadoS Unidos hacia mi país, la República Argentina.
Yo creo que uno de los elementos, que además expuse en mi intervención, fue precisamente el tema de la asociatividad. También el tema de que las empresas en la Argentina han logrado..., voy a comentar un caso, una empresa emblemática de los Estados Unidos, G.M., General Motors, el año pasado le dimos un préstamo desde la ANSES, que es quien administra los recursos de los trabajos a General Motors Argentina para que pudiera terminar el modelo que iba a presentar, que había anunciado antes de la crisis, y que luego después de la crisis, con lo que pasó con G.M. aquí en Estados Unidos la casa matriz no financiaba este nuevo auto, que además tiene mucho éxito y se vende muy bien en la República Argentina. Y fue esta Presidenta la que le dio un préstamo a General Motors.
El día que fui a la planta de Rosario a celebrar la ceremonia de la entrega del préstamo yo les decía que si en mi época de estudiante universitaria me hubieran dicho que yo iba a ser presidenta de la República Argentina y que además, cuando ocupara ese cargo, le iba a dar un préstamo a General Motors hubiera dicho: "usted está loco, no sé si voy a ser Presidenta, pero lo que sí sé que jamás le daría un préstamo a General Motors en la Argentina". Y miren cómo ha cambiado el mundo, esto es lo que yo hablo de los cambios del mundo, y con el mundo tenemos que cambiar todos. Esto fue muy beneficioso no solamente para General Motors sino para la Argentina, porque en definitiva la ayuda fue para General Motors que empleaba trabajadores argentinos, ingenieros argentinos, consumía las autopartes que se producían también gran parte de ellas en nuestro país. Así que en realidad me parece que la clave para la asociación - no solamente en este caso con las empresas americanas, sino como regla general de un país frente al mundo - es que ganen los dos, que gane el país. ¿Y cómo gana el país? A través de generación de puestos de trabajo, de salarios, de valor agregado, de producción nacional y de ayudar a conquistar nuevos mercados en el exterior.
Les doy el ejemplo de G.M. porque es una empresa muy insigne de aquí de Estados Unidos, y cómo desde el Estado argentino les dimos un préstamo ante la imposibilidad de hacerlo su casa matriz para salir adelante. Obviamente no es tampoco para que se lo tomen en serio y todos vengan a pedir préstamos, estábamos hablando de un problema de crisis que había en su casa matriz y no tuvimos prurito ni prejuicios ideológicos, en absoluto. Estábamos cuidando una empresa que invirtió en la Argentina, que estaba en la Argentina, que se quería quedar y obviamente tenía trabajadores argentinos. Esta es la lógica del Gobierno, para G.M y para cualquier otra empresa que esté en la Argentina.
EMPRESARIO.- Presidenta, la piratería es un problema global y si no me cree lo puede ver en las calles de Washington, ¿eh?
PRESIDENTA.- O en las Islas Malvinas...
EMPRESARIO.- El robo de la propiedad intelectual disminuye el valor de la innovación y la creatividad y destruye el empleo, ¿cómo describe usted la política de su gobierno con respecto a la promoción de la innovación y la protección de la propiedad intelectual?
PRESIDENTA.- Yo sé que uno de los conflictos, digamos más importantes, que tuvimos entre Estados Unidos y Argentina, no durante nuestra gestión sino con anterioridad a nuestra gestión, yo creo que allí apunta su pregunta - tal vez usted no se animó a decírmela completa, pero yo se la voy a completar - fue el tema de patentes medicinales, que fue un conflicto que dividió o creó problemas comerciales entre Argentina y Estados Unidos, el propio Congreso porque además no era sólo un problema del gobierno o del Poder Ejecutivo, sino que esto fue producto también de una legislación del Parlamento argentino, en donde obviamente están representados todos los partidos políticos, y allí se pusieron de acuerdo - por esas cosas raras de la vida, digo yo siempre - tanto opositores como oficialistas en el tema de dar una determinada protección a la industria farmacéutica local. También es cierto que se subsanó esto con el acuerdo que se hizo en el año 2002, antes de nuestro gobierno con la industria farmacéutica, pero lo cierto es que mi país tiene una profusa legislación en cuanto a la protección de la propiedad intelectual. Lo que también defiende mi país es el tema de la jurisdicción local para la resolución y solución de conflictos, como sucede en casi todos los grandes países desarrollados. Pero coincidimos en que la piratería es uno de los temas del comercio; lo que usted dice de los vendedores por allí ambulantes, que no pagan impuestos y que por lo tanto no compiten en iguales términos que aquel que está asentado, paga sus impuestos, tiene sus empleados registrados, etc. no es un fenómeno que esté únicamente en las calles de Washington, sino que es un fenómeno global. Pero yo también creo que junto al tema de una fuerte legislación internacional en materia de piratería, puede ser desde películas o lo que fuere, creo que también mucha de esa competencia desleal - como usted decía - en las calles de Washington tiene que ver con un sistema que no ha sido capaz de generar la suficiente cantidad de trabajo para tener formalizado a todo el sector laboral. Qué mejor que tener formalizado todo el sector laboral, porque yo no creo que nadie que venda en las calles esté contento de vender en las calles. A lo mejor le gustaría ser un trabajador con obra social, con cobertura de salud, con sueldo a fin de mes, con posibilidades de ser un trabajador en blanco y con posibilidades de acceder al crédito para tener una vivienda, etc. Creo que el problema es más profundo. En el caso de la piratería en mi país hay una fuerte legislación contra todo lo que sea de ese tipo de actividades. Pero yo creo que se refería fundamentalmente a ese problema que se había suscitado en la Argentina con la industria farmacéutica, que fue superado por esta acta del año 2002, pese a que no nos separaron todavía del listadito que tenían ahí, el Embajador mueve la cabeza... ya lo vamos a lograr, ya nos vamos a poner de acuerdo definitivamente como lo hicimos en el año 2002.
EMPRESARIO.- Señora Presidenta, ¿cuál es el futuro de la energía nuclear en la Argentina?
PRESIDENTA.- Ese es un tema muy importante porque en toda América, luego obviamente de Estados Unidos y Canadá, la República Argentina es el país de más desarrollo en materia de tecnología nuclear, tecnología no de carácter ofensivo ni defensivo, sino fundamentalmente apuntado a energía y medicina. Nuestra utilización, nuestra producción, nuestro know how, nuestro conocimiento en materia de energía nuclear siempre ha sido con un marcado tinte científico tecnológico, de aprovechamiento y mejoramiento de la calidad de vida de las sociedades. De hecho estamos desarrollando nuestra tercera central nuclear, Atucha II, que fue precisamente, hace pocos días, visitada por el titular de la OIEA, el señor Amano, que realmente quedó maravillado por la calidad de nuestros científicos.
Nosotros tenemos dos institutos emblemáticos, el Balseiro y el INVAP y estamos en un proyecto, conjuntamente con la NASA, somos el único país de toda Latinoamérica que tenemos un proyecto conjunto con la NASA y estamos desarrollando, por ejemplo, la plataforma de un satélite para medir la salinización de los océanos y cómo impacta esto en el cambio climático. Lo estamos haciendo con técnicos de la NASA y técnicos argentinos, en Bariloche, República Argentina, provincia de Río Negro; hemos vendido reactores nucleares a Argelia, a Egipto, pero también a Australia, donde competimos con los franceses, que ustedes saben que en materia nuclear son unos competidores muy fuertes y el diseño, proyecto, ejecución, fabricación y puesta en marcha fue ganado por la Argentina. Esto fue hará cosa de dos o tres años, estábamos compitiendo también con Francia por el reactor nuclear más importante de Europa, que está colocado en Holanda, donde ya era obsoleto el que estaba y tenía que ser renovado. Debido a la crisis económica se bajó la licitación, pero creo que teníamos fuertes probabilidades de ganarla, porque en realidad también estamos desarrollando, y esto sí es único, reactores nucleares chicos, de menor magnitud a los que ya tenemos, de por ejemplo que podrían generar una energía de 23, 25 megas, para pequeños lugares, para pequeños pueblos. Estamos desarrollando la plataforma, ya tenemos el combustible, en realidad somos en materia nuclear - por eso nos invitaron a Washington el lunes a la noche, a la cena y a la reunión del martes, pero realmente podemos sí en serio decirlo y esto no es discurso, debemos ser uno de los pocos países que no tiene traducción militar en lo nuclear ni ofensiva ni defensiva. Porque bueno es decirlo, esta reunión que va a tener lugar el día martes, habla sobre limitaciones al uso de la energía nuclear en el campo de lo civil, pero nada dice sobre la energía nuclear en el campo de lo militar, porque si no habría dos o tres países que no vendrían a la reunión.
Así que en ese sentido creo que nuestro país en materia de inversión para todas aquellas empresas que les importe el desarrollo nuclear y también el desarrollo de satélites y radares, estamos también construyendo radares para aviación de uso civil y de uso militar con tecnología y técnicos argentinos, también en el INVAP; así que para todas aquellas empresas que quieran desarrollar este tipo de energía, de actividad, la Argentina creo, sin desmerecer a ningún país de Latinoamérica, fuera obviamente de Estados Unidos y Canadá, somos el país más importante de la región.