Sra. PRESIDENTA.- ...yo siempre he sido muy malvinera y, realmente, creo que la etapa histórica exige un planteo como el que estamos haciendo, como el que se debe hacer. Yo creo que, en ese sentido, hemos dado avances sustanciales. El último encuentro de todos los países de América latina y del Caribe, fundamentalmente, donde hemos logrado en México un apoyo muy importante. La propia actitud de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, cuando visitó la Argentina, la actitud del mundo ya es casi...Es un bochorno que en pleno siglo XXI se quiera seguir sosteniendo soberanía a 14.000 kilómetros de distancia. Es casi un disparate de la geografía, una afrenta a la geografía y al sentido común. Yo creo que vamos, no sé si este Gobierno o el que venga o los otros, pero además de ser una obligación imprescriptible por mandato constitucional, es una obligación de los sentimientos, es una obligación también de la concepción del mundo en el cual queremos vivir. Cuando yo digo esto, no puede ser que sea un doble estándar, no puede plantarse el mundo por allí frente a otros países y decir "exigimos tal cosa por la seguridad y por la paz mundial" y hacer la vista gorda frente a esto que sucede aquí, violando todo el Derecho Internacional, violando todas las resoluciones de Naciones Unidas. Entonces, lo que queremos es que se termine el doble estándar y, fundamentalmente, que se pueda cumplir esta resolución que ha sido ratificada, amplificada desde el año '65 hasta la fecha, también acompañada por numerosas resoluciones del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, en lo que constituye de verdad una verdadera barrabasada histórica lo que está sucediendo. Así que, yo tengo confianza en que, recurriendo siempre a todos los instrumentos jurídicos internacionales y nacionales, podamos lograr esto de sentarnos a hablar con el Reino Unido que es lo que queremos. Porque, además, no tenemos una actitud ni agresiva, porque además sabemos que hay gente, como son los isleños que viven allí desde hace tiempo, pero también sabemos que ese es nuestro lugar, nuestro territorio, que las Islas Malvinas son nuestras. Así que, yo creo que, con mucha racionalidad y mucho sentido común, va a llegar el día en que podamos llegar a esa discusión, a esa reunión que tenemos que realizar con el Reino Unido. Porque, además, ¿cómo justifica alguien que se niega a hablar? A ver: alguien puede negarse a...no sé, a cualquier cosa menos a hablar, menos a dialogar en una cuestión desde donde todos los países del mundo, signatarios de la Carta de San Francisco, están diciendo "tienen que sentarse a hablar, tienen obligación de hacerlo". Cuando, además, todos también quieren intermediar para lograrlo. Así que, yo creo que con perseverancia y con mucha inteligencia, finalmente, vamos a lograrlo.
PERIORISTA.- ¿La defensa de los recursos naturales, Presidenta, también?
Sra. PRESIDENTA.- Absolutamente. Además es un espejo donde mirarse para todos los países latinoamericanos. Yo creo que la venida de la plataforma, logró un apoyo que, por ejemplo, no habíamos tenido tan amplio como en otras oportunidades en Cancún. ¿Por qué? Y porque cada país, hoy en el mundo que estamos viviendo, donde vemos que hay países que han invadido a otros países bajo pretexto de armas químicas y otras cosas, nada más que para apropiarse de sus recursos naturales no renovables, es un escenario en el cual mirarse, es una fotografía, un espejo en el cual mirarse y creo que por eso hubo un apoyo tan contundente como el que hemos tenido. Esa plataforma, navegando hacia la Argentina e instalándose, es un fantasma que, bueno, que puede afectar a cualquier país en el día de mañana cuando alguna de las grandes potencias les falte un recurso que puede ser energético, que puede ser alimentario, que puede ser el agua. Creo que es como aquel viejo dicho que dice "cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar". Bueno, este viejo refrán creo que es muy ejemplificativo para todos los países de todo el mundo y yo creo que tenemos que comenzar a hablar en estos términos, en un término de que Malvinas no es una cuestión únicamente de Argentina, que Malvinas no es una cuestión únicamente nacional, sino que es una cuestión universal y estamos dispuestos a vivir en un mundo en el cual unos poquitos puedan violar todas las normas, todas las leyes y el resto tenga que hacer la beña, saludo uno, saludo dos, y respetar lo que ellos dicen. Yo creo que estas cosas se están poniendo en crisis también en otros ámbitos porque hay nuevos actores, porque hay conflictos tal vez más terribles y más profundos que también tienen su origen en el no respeto al Derecho Internacional y al derecho que tienen los países a tener su territorio y su soberanía. Y, bueno, yo creo que por eso Malvinas no debe ser tomado como un hecho aislado a parte, sino comenzar a universalizarlo y a integrarlo con otras conflictividades. Porque creo que todos tienen una misma raíz: el no respeto a los derechos de los otros países, sobre todo, cuando son los países que no integran los que se sientan, como digo yo, en los sillones del Consejo de Seguridad. Muchas gracias.
