La Presidenta convocó a los dirigentes del oficialismo a defender las instituciones de la democracia

La presidenta Cristina Fernández almorzó hoy con los legisladores y dirigentes del Frente para la Victoria en el Salón de Convenciones de la Residencia Presidencial de Olivos. Allí convocó a profundizar el debate sobre el modelo de país, pero respetando las instituciones y las reglas de la democracia.

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La Presidenta inició su exposición explicando que convocó a los referentes del Frente para la Victoria porque con anterioridad mantuvo encuentros con empresarios, trabajadores, gobernadores "y no podían faltar lo militantes, los que, en definitiva, están al frente de las trincheras institucionales".

Inmediatamente recordó que desde la gestión de su antecesor, el ex presidente y actual diputado Néstor Kirchner, y la suya propia, el país volvió a una "situación de crecimiento, protección social como nunca se vio en Argentina, con reestablecimiento de derechos, fuerte recomposición de la economía en el sector externo y fuerte proceso de desendeudamiento". "Hemos sorteado una crisis que en otro momento hubiera sido terminal y devastadora para la Argentina", recordó la Mandataria.

Asimismo, sostuvo que el crecimiento del país "se puede ver en la calle" y en números tales como los del aumento del consumo de energía eléctrica y del superávit fiscal. Sobre este último punto en particular, explicó que el resultado del último mes estaría un 40% por encima del número del mismo mes del año pasado si no se computara la transferencia a las provincias de la asignación universal por hijo y el fondo coparticipable por los derechos de exportación de soja. También resaltó en este plano el avance de las construcciones en Capital Federal y la estabilidad del dólar. Todo esto configura "un cuadro virtuoso" atribuible a un modelo económico que desde 2003 ha apostado al crecimiento del mercado interno, a la exportación, al no ajuste, y a negociar con los acreedores, "pero del lado de los argentinos", explicó.

Y en el plano de las relaciones exteriores, "hemos adquirido un protagonismo como nunca tuvimos en los últimos años", recordó. En ese marco, resaltó especialmente la reciente visita de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la próxima visita al país del presidente de la Federación Rusa, Dimitri Medvedev.

Todo esto, continuó la Mandataria, configura "un balance absolutamente positivo para el conjunto de la sociedad argentina".

En ese sentido también señaló que "luego del 28 de junio, lejos de perder el timón, avanzamos aún más con reformas estructurales  como la asignación universal por hijo, que es una de las causas que nos está permitiendo recuperar la actividad económica".

Por eso lamentó la actitud del bloque legislativo opositor, conocido como Grupo A, al que acusó de llevar adelante una estrategia obstrucionista. "Nunca se vio una cosa igual a la que se está viendo en el escenario parlamentario", señaló la Mandataria.

Para Cristina Fernández, la oposición parlamentaria solo se conglomera en la obstaculización de la obra de gobierno. "¿Que puede unir a Pino Solanas con Federico Pinedo, que no sea que no nos quieren a nosotros?", inquirió la Jefa de Estado.

Por eso, sostuvo ante los legisladores del oficialismo que "lo que no hay que negociar son los principios y el modelo" y que una necesaria negociación con la oposición no debe pasar por "tirar abajo las claves del modelo". "Eso no es una negociación", aseguró.

Para la Mandataria, resulta prioritario que el Parlamento respete la Constitución y los reglamentos. "Tenemos que ir a la Constitución, que es el primer marco conceptual sobre el qué tenemos que movernos, es la Constitución la que fija las reglas de juego", señaló, para recordar en seguida que "tenemos una Constitución netamente presidencialista" dado que el Artículo 99 de la Carta Magna fija que la responsable política de la administración general de la Argentina es la presidenta.

En ese sentido, lamentó que el oficialismo haya tenido que recurrir a la justicia para que se reponga en su cargo en la Comisión de Asuntos Constitucionales a la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich. "No tuvimos más remedio que recurrir a la justicia para reponerla en su comisión, más allá de que repudiamos la judicialización de política", expresó la Presidenta.

Por eso, le comunicó a los representantes de la oposición parlamentaria que "si no quieren un sistema presidencialista, y quieren un sistema parlamentario, vayamos a una reforma de la constitución".

También recordó que el Estado nacional "necesita contar con el presupuesto aprobado, que ya ha comenzado a ser ejecutado". Por eso criticó la intención del denominado Grupo A de impulsar una modificación del mismo.

"Me preocupa la suerte de la política, soy profundamente democrática y creo en las instituciones de la democracia, y ver manejadas de este modo las instituciones de la democracia por responsabilidad de la oposición me apena mucho, porque terminan lesionando la imagen de la gente de las instituciones de la democracia", dijo la Jefa de Estado.

En ese marco, le indicó a los legisladores presentes que "la idea fundamental de esta estrategia democrática es de mucho debate, pero también de mucha explicitación y relato público de lo que está pasando" para que la sociedad tome conocimiento de la realidad política.

El caso del coronel retirado Luis Sarmiento

Por otra parte, la presidenta aseguró que el gobierno "no sabía" que el coronel retirado Luis Sarmiento, padre de la la jueza María José Sarmiento y ex ministro de gobierno de Misiones durante la dictadura, había sido querellado por el Estado nacional en una causa por represión durante la dictadura militar.

"Miren la buena fé del Gobierno que no sabíamos que el Estado era querellante en esa causa, habiendo tantas causas por derechos humanos en las que el Estado es querellante", explicó. Para la mandataria, la jueza Samiento, sabiendo los pormenores de la causa contra su padre, debería haberse excusado, por ese motivo, de actuar en el expediente por las reservas.