Palabras de la Presidenta centenario del Dique Ballester, en Neuquén y Río Negro

PALABRAS  DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN EN EL ACTO CON MOTIVO DEL CENTENARIO DEL DIQUE INGENIERO BALLESTER, ENTRE LAS PROVINCIAS DE  NEUQUÉN Y RÍO NEGRO

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Muchas gracias. ¡Vamos el petróleo todavía! Lo único que yo les voy a pedir a los del bombo es que, por favor, ando con la voz un poquito tomada y por favor ayúdenme a que pueda hoy dirigirme a todos ustedes, que me han recibido con un cariño y con un afecto que para mí va a ser imborrable. Señores gobernadores de Neuquén y de Río Negro; intendentes: en primer término quiero, si me permiten hacer un homenaje personal a ese gran dirigente y caudillo político, que fue Don Felipe Sapag. (Aplausos). Si Figueroa Alcorta puso la piedra fundamental para este Dique Ballester, yo estoy absolutamente convencida que Don Felipe Sapag fue también uno de los fundadores de este Neuquén contemporáneo que hoy tenemos. A los hombres como Don Felipe no se les llora, se los recuerda con honor y se los trata de imitar; él debe estar muy feliz, está descansando junto a sus dos hijos y con mucho respeto y afecto saludo a Silvia, su hija, mi amiga Silvia Sapag, a su hermano Luis Sapag y a toda la familia Sapag ante esta pérdida irreparable.

Pero quiero también reflexionar, junto a todos ustedes, en este lugar histórico, que como bien recordaba el Intendente, hacía más de cien años que no visitaba ningún Presidente argentino y desde aquí, desde este Dique Ballester, se fundó precisamente una de las economías más importantes de la Patagonia y de la Argentina, como es la economía del Alto Valle, que cruza Neuquén y Río Negro.

Déjenme decirles que estas obras importantes que hoy estamos anunciando, se unen a otras obras que también son fundacionales de la República Argentina y que comenzamos a hacer todos juntos desde el año 2003. Hasta ese momento en la República Argentina a algunos los habían convencido de que la obra pública era un gasto y no un proceso de intervención del Estado para transformar la economía y la vida de la gente. Y nosotros hemos también venido a fundar esas obras como Chihuidos, como la línea de alta tensión que cruzó de Chos Malal hasta el Sur para llegar hoy hasta Pico Truncado y muy pronto hasta el Sur.

Este lunes también en el extremo de la Patria, en la Tierra del Fuego, inaugurábamos otra obra fundacional, el segundo gasoducto transmagallánico atravesando el Estrecho, hacía 32 años que se había hecho el primer gasoducto, y podría enumerar obras como la línea de alta tensión, que está atravesando toda la línea NEA-NOA en aquella región atrasada sin energía, sin gasoductos; las innumerables cantidades de escuelas, vamos a llegar en este Bicentenario a más de mil escuelas en la República Argentina construidas en los últimos siete años, nunca se habían construido tantas escuelas; viviendas; agua potable, rutas; autovìas; le hemos devuelto a nuestros jubilados y pensionados-  congelados durante años en sus haberes y en sus derechos - la dignidad y hemos consagrado legislativamente el derecho al aumento jubilatorio dos veces al año. (Aplausos). Lo veníamos haciendo por decisión política desde el año 2003, pero ahora lo consagramos a través de la ley. También la moratoria para aquellos que habían quedado afuera del beneficio de la jubilación por equis motivos, por patrones inescrupulosos o porque quedaron sin trabajo cuando ya eran grandes, por las privatizaciones, y hoy el 41% de nuestros jubilados son los que incorporamos a sus nuevos derechos. También, junto a los trabajadores sindicalmente organizados, a los que les hemos devuelto el derecho a negociar sus salarios en Convenciones Colectivas libres (Aplausos), hemos vuelto a lograr tener el salario mínimo vital y móvil más importante de toda Latinoamérica. Y también la Asignación Básica Universal donde reconocemos a más de 3 millones y medio de pibes, cuyos padres aún no tienen trabajo, o tal vez lo tienen en negro y aún no han logrado el salario mínimo vital y móvil. (Aplausos).

Igual estamos trabajando para descender aún más el trabajo en negro, logramos descenderlo hasta 36 puntos, tenemos que ir por más todavía. Vamos a seguir peleando contra la evasión y precarización laboral, como lo hice siempre siendo Diputada, Senadora y ahora de Presidenta (Aplausos).

Puedo venir hoy aquí, frente a todos ustedes, a decir que este Gobierno vino a reparar y devolver derechos, a fijar... gracias yo lo sé, por eso tengo algunos enemigos poderosos porque los trabajadores están conmigo. (Aplausos) Lo sé, lo sé porque ustedes saben que los voy a representar siempre y que siempre voy a estar del lado de los más vulnerables, de los que menos fuerza tienen, de los que menos poder de lobby tienen.

Por eso estoy orgullosa de ser el Gobierno que ha construido el piso de protección social más importante de las últimas décadas, pero también estoy orgullosa de haberle devuelto a este país, nuestro país, el honor de ser un país donde se respetan los derechos humanos; el de ser un país que es un ejemplo en el mundo en este aspecto y que también estamos logrando dejar atrás aquel  2001, donde los que se fueron en helicóptero y los que nos declararon el default después nos dejaron un país en llamas. (Aplausos).

Yo quiero devolverle a la Argentina el nombre que alguna vez tuvimos en el mundo, que no nos conozcan como los que no pagan lo que deben, o que violan los derechos humanos, yo quiero que nos conozcan como un país con orgullo y dignidad nacional. Por eso el gobierno anterior comenzó a renegociar una deuda donde por primera vez en la historia de la República Argentina - y cuando digo la historia de la República Argentina hablo de los 200 años- fue la primera vez, en el año 2005, que cuando se negoció la deuda del país se terminó pagando mucho menos de lo que decían los papeles, porque en esos papeles también había mucha trampa. Había gente que había venido a especular a la República Argentina, durante la época de la convertibilidad, yo lo expliqué en todos los foros del mundo; cuando nos decían porqué pagábamos solamente el 25 ó 30%. Porque los que vinieron a colocar el dinero acá y se lo llevaron unos meses antes del corralito, sabían que no había ninguna razón económica para cobrar las tasas usurarias que pagaban aquí y vaciaban el país (Aplausos). Y entonces era necesario que quienes sabían esto también corrieran con la otra parte del riesgo.

Por eso, durante estos siete años, hemos venido profundizando el desendeudamiento del país. Yo me acuerdo y ustedes lo deben saber: no había argentino, no había estudiante, no había intelectual, trabajador, dirigente sindical o dirigente político que no hablara de la deuda externa como la más severa restricción para que pudiéramos crecer. No había manifestación que no llevara una pancarta que dijera fuera el FMI; no había una movilización donde no se rechazara esa política de endeudamiento.

Y me acuerdo la lectura de los diarios: llegaba una misión del Fondo para negociar un nuevo stand by, la palabrita mágica que significaba que otra vez le decían stand by porque en realidad significaba que otra vez no íbamos a cumplir con la deuda y entonces teníamos que volver a renegociar todo. De esta manera vivimos desde 1955 hasta el año 2005 en la Argentina. Esta es la verdad, y pasaron gobiernos militares y civiles, de un signo político y del otro, pero el país seguía endeudándose cada vez más y cada vez estábamos peor.

Por eso para nosotros desendeudar la Argentina, haberla recibido con un 160% de endeudamiento de su Producto Bruto Interno, que era la tercera parte de lo que hoy tenemos, y hoy poder venir a decirles a ustedes aquí que ese endeudamiento es solamente del cuarenta y pico por ciento de nuestro PBI,  que queremos salir definitivamente del default y que lo queremos hacer sin volver a endeudarnos, que lo queremos hacer con la plata que hemos ahorrado también durante este Gobierno los argentinos (Aplausos).

Pero parece mentira, recibimos la Argentina con apenas 8.000 millones de dólares de reservas; hemos juntado, produciendo, exportando, trabajando, haciendo crecer el mercado interno, los salarios, el consumo, los hemos hecho crecer en 50.000 millones de dólares, porque hay que acordarse de los 10.000  que le pagamos al Fondo Monetario; y hoy queremos utilizar una pequeña porción de esas reservas por las cuales apenas nos pagan un 0,5% por año allá en Suiza, ¿y los que la endeudaron, y los que la vaciaron y los que nos dejaron solamente 8 mil millones de dólares, y los que nos dejaron el país con una deuda brutal? Porque además estamos pagando la deuda de la década de los 90 con el plan Brady, del megacanje, de la pesificación asimétrica, y todos ellos -incluidos los que defaultearon- no nos quieren dejar hacerlo desde el Parlamento Argentino.

Les juro, ustedes saben que yo he sido legisladora durante12 años, cuatro años diputada nacional y ocho años senadora nacional. Cuando el otro día me contaban que estuvieron discutiendo en la Cámara de Diputados hasta las 5 y media de la mañana sobre un decreto que yo ya había derogado y que la Corte Suprema de Justicia había declarado abstracto, y que además estaban discutiendo si era necesario o no los dos tercios, algo que está en la Constitución, y ya que hablamos de Figueroa Alcorta desde 1853 que se necesitan los dos tercios para insistir las normas; cuando yo veo que se discuten estas cosas y no se discuten las cosas de fondo... Porque si alguno de ellos tiene una idea mejor y menos costosa para pagar la deuda, que no sea el ajuste, porque conmigo para el ajuste no vengan, porque yo no voy a ajustar a los argentinos. (Aplausos) Conmigo no, si quieren ajustar que vuelvan ellos, pero yo no.

Pero estoy abierta, estoy abierta a toda propuesta para pagar la deuda de ellos que sea mejor que la nuestra, con dos condiciones: una, que no nos endeuden más, que no nos hagan pagar tasas usurarias, y la otra que no le hagan pagar la deuda a los argentinos que contrajeron cuatro vivos estafando al país. (Aplausos)

Pero miren qué solidez debe tener este modelo que hemos desarrollado desde el año 2003 que el mundo ve estas cosas e igual confía en que vamos a poder pagar y mejoran las condiciones de nuestro riesgo país, de nuestros títulos de deuda. Cada vez que ellos actuaron con medidas desde allí o desde algún sector de la Justicia el riesgo país subía y se caían los bonos, se caía la posibilidad de salir definitivamente del default. Cada vez que damos la certeza, porque un país tiene que ser serio, responsable y dar certezas de que vamos a pagar y vamos a hacernos cargo de lo que nos corresponde. Y que lo vamos a hacer además sin ahogar el consumo, porque los que saben de economía saben que la única manera de poder pagar una deuda es que la gente tenga trabajo, produzca y genere riqueza; los muertos, los que no tienen trabajo no pueden pagar ninguna deuda. (Aplausos)

Yo les pido a todos los dirigentes políticos de mi país, les pido a todos los que han sido honrados por el voto popular, porque cuando te votan vos tenés que honrar el voto popular, que no siempre significa hacer lo que te dice el dirigente del partido; honrar el voto popular es saber lo que está pasando con la economía, saber lo que está pasando con los números, porque no estamos hablando de cosas en las cuales muchas veces nos encontramos con opiniones encontradas porque afectan sentimientos o convicciones religiosas, afectan convicciones que pueden estar en el corazón de la gente, estamos hablando de números, estamos hablando de economía, estamos hablando de un presupuesto que ya fue aprobado.

Hoy veníamos charlando con Jorge Sapag de las obras que figuran aprobadas en el Presupuesto Nacional, estamos hablando entonces de cosas concretas y mensurables. Yo les pido entonces, en nombre de las cosas que le han pasado a la Argentina y de las responsabilidades que cada uno ha tenido en esas cosas, que por favor no sigan poniendo palos en la rueda, que por favor discutamos sobre las cosas concretas, discutamos sobre los números de la economía; veamos cómo se está recuperando la capacidad industrial del país, cómo aumenta la demanda de energía eléctrica.

La Argentina se ha vuelto a poner de pie, algo de confianza me tienen que tener. Ha pasado este año, ha pasado el año más difícil de la economía en el mundo de los últimos 50 u 80 años y esta Presidenta, la primera mujer presidenta de la República Argentina, piloteó la tormenta. (Aplausos) Ayudada por un equipo de gobierno, ayudada por legisladores que también entendían la necesidad de seguir profundizando el proceso de transformación y cambio. Yo no les pido que se afilien a mi partido ni que digan que soy maravillosa, solamente me basta con que piensen en la Argentina, que piensen en el país y que podamos abordar, en el marco de los roles que cada uno tiene de acuerdo a la Constitución y en el marco de las políticas concretas que nos han permitido superar la crisis, no perder esta oportunidad magnífica del Bicentenario, de pensar en un país diferente, en un país industrializado, con valor agregado.

Hoy venimos aquí, en ese mismo presupuesto figuran 380 millones de pesos para Neuquén para el sector de la fruticultura, de la ganadería, 350 millones de pesos para la provincia de Río Negro y así a lo largo y ancho del país; obras, derechos, subsidios. Que me acuerdo cómo nos criticaron los subsidios a las tarifas eléctricas y cuando quisimos bajar los subsidios de los altos consumos no se nos permitió tampoco desde el Congreso. Dimos marcha atrás, dimos marcha atrás porque no somos obcecados, nos ha costado mucho este lugar al que hemos llegado, le ha costado a la Argentina, le ha costado a los trabajadores, a los jubilados, a los docentes, a los estudiantes, a los pequeños y medianos empresarios, a los comerciantes, a todos. Y también, si se me permite una confesión personal, también nos ha costado en términos de persona, porque yo tengo mucha fuerza, mucha fortaleza, pero no soy de mármol ni lo quiero ser, ni tomo bronce por las mañanas, tomo agua o un mate cocido, y por lo tanto tengo los mismos sentimientos que tienen todos. Cuesta muchas veces escuchar tanta descalificación y tanto agravio, y sobre todo cuando esa descalificación y ese agravio no viene como respuesta a las políticas sino que viene por mi condición de mujer. (Aplausos).

Entonces estoy dispuesta a dar todas las discusiones políticas, al dar todos los debates, pero yo quiero que discutamos eso: ideas, proyectos concretos, si son mejores que los nuestros los vamos a llevar adelante. Lo prometo también aquí, ante todos ustedes, en el Alto Valle, en este lugar centenario, donde hombres que tal vez tenían otras ideas acerca de qué modelo de país teníamos que tener supieron también hacer obras fundamentales como las que hoy venimos a conmemorar y a honrar. (Aplausos) Claro que sí, en el fondo es eso, en el fondo después de tanta palabra o de tanto discurso se trata de eso, de si queremos ser patria, si queremos ser nación, si queremos ser pueblo, si queremos tener desarrollo y crecimiento, o queremos seguir frustrándonos una y otra vez como si fuéramos un péndulo que va de un lado para el otro.

Yo quiero terminar en este Bicentenario con esta historia tan terrible que hemos vivido los argentinos de desencuentros, de enfrentamientos, en la que sólo han crecido unos pocos porque muchas veces muchos sectores, fundamentalmente en nuestras clases medias, terminaron siendo funcionales a proyectos políticos que finalmente las terminaron devastando. Cuando se dieron cuenta era demasiado tarde. Por eso les pido, argentinos, mucha memoria y mucha pasión.

Por la patria, por la nación, por los trabajadores, por la educación, por la seguridad, por la salud, por la Argentina. Gracias Río Negro, gracias Alto Valle, los quiero mucho a todos. (Aplausos)