"Queremos que se establezca un debate sobre los 200 años, sobre nuestra identidad, sobre nuestra historia, sobre nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro", expresó la Mandataria, y agregó: "Algunos dicen que hay que mirar siempre para adelante, pero yo digo que hay que mirar para adelante para no caerse, pero con el espejo retrovisor mirando atrás para hacer aprendizaje de los que pasó".
Para Cristina Fernández, "una de las características de estos 200 años es que nunca hemos tenido los argentinos un debate serio y profundo entre nosotros mismos acerca de qué país queremos, en que sociedad queremos vivir, y que sociedad aspiramos dejar a nuestros hijos". Por eso, continuó, "estos 200 años son una oportunidad para construir definitivamente una identidad y un proyecto de país y sociedad en el que seguramente habrá matices, divergencias e ideas encontradas". "Deberíamos los argentinos comenzar a ponernos de acuerdo en cuestiones básicas fundacionales para no seguir discutiendo sobre lo mismo y llevando a cabo esta terrible historia del péndulo que nos hace ir de un lado hacia el otro", sostuvo la Presidenta. Y agregó: "No hace falta que todos pensemos exactamente lo mismo o provengamos de las mismos lugares y de las mismas historias para construir un país".
"El punto de inflexión en el que una sociedad puede ponerse de acuerdo es cuando se defienden los intereses de la nación y del pueblo para vivir en una sociedad más justa, más equitativa, con mayores grados de igualdad", dijo Cristina Fernández, para agregar en seguida que "podemos tener diferencias en los métodos, pero el objetivo que nos debe unir debe ser el de la equidad, el de las igualdad de oportunidades que en estos 200 años no le hemos dado a los argentinos".
La Presidente aseguró también que "no somos todos iguales, pero todos tenemos derecho a tener las mismas oportunidades y quien debe asegurar que todos los argentinos tengan esa igualdad de oportunidades es el Estado que nos representa a todos". En ese marco, agregó que "la primera pauta debe ser admitir el rol constitutivo fundacional del Estado en toda sociedad moderna".
"En este año del bicentenario vamos a dar ese debate, y lo vamos a profundizar, porque creo en la profundización del debate, que no esconde conflicto, porque el único lugar donde no hay conflicto es el cementerio", aseveró.
En el acto, la Jefa de Estado agradeció al ex secretario de Cultura de la Nación, José Nun, a quien señaló como "el mentor de este espacio", como así también la cooperación del gobierno de España "por la ayuda brindada en la construcción de la Casa Nacional del Bicentenario".
La Casa del Bicentenario está contenida en un edificio del siglo XIX, ubicado en la calle Riobamba 985 que fue restaurado totalmente, y ofrecerá a sus visitantes un relato plural sobre distintos aspectos de nuestra historia.
Documentos, objetos, material audiovisual y obras de artistas contemporáneos integran las dos exhibiciones inaugurales que ocupan los cuatro pisos de la casa.
A continuación de la apertura encabezada por la Presidenta, tendrán lugar una serie de actividades, entre las que se incluyen un recital de la Babel Orkesta, la actuación de la Compañía de Danza Contemporánea Cultura Nación y la exhibición los instrumentos de León Ferrari, "Artefactos para dibujar sonidos"; también, la bailarina y coreógrafa Gaby Prado, con la dirección musical de Marcelo Katz, realizará una performance. En tanto, sobre la fachada del edificio se proyectarán una obra de la videoartista Margarita Bali y un montaje lumínico, ideado por Eli Sirlin.
La ceremonia contó con la presencia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el ministro de Educación, Alberto Sileoni; el ministro de Ciencia e Innovación Tecnológica, Lino Barañao; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; el secretario de Cultura, Jorge Coscia y otras autoridades nacionales.