PRESIDENTA.- Hacía mucho tiempo que no pasaba esto, en la mayoría de los distritos no empezaban las clases, creo que hay sólo dos o tres de los 24 distritos argentinos en que no han comenzado las clases pero seguramente se va a poder llegar a una solución. Es la primera vez que el Gobierno Nacional negoció con tanta anterioridad un piso salarial mínimo que después permitió que los gobiernos provinciales tuvieran espacio suficiente antes del inicio de clases para poder arribar a un acuerdo salarial en cada jurisdicción. Creo que hemos hecho las cosas bien, aunque todavía falta porque son muchos años de no hacer nada. De 900 millones de pesos en obra pública en el año 2000 ahora tenemos más de 34.000, eso demuestra realmente lo que son las rutas, los colegios, los hospitales, el pavimento; Argentina Trabaja que también ha sido una solución para tantísima gente, no a partir de estar sin hacer nada sino de un trabajo. Reciben un salario digno, reciben asignaciones y tienen que poner trabajo. Esta es la Argentina real exactamente, la Argentina que trabaja, que construye.

PERIODISTA.- Estamos en la semana de la mujer, ¿cuál es su mensaje para todas las mujeres?

PRESIDENTA.- Lo voy a dar el 8, ya van a ver.

PERIODISTA.- ¿Qué le pareció esta escuela?

PRESIDENTA.- Divina. La verdad que me encantó por la calidad, por el tema del ascensor, del aire acondicionado, los dos patios, la calidad de la construcción, realmente una escuela digna. Había un concepto en la Argentina de hace mucho tiempo que para la gente que no tenía mucho dinero había que hacer las cosas más o menos, porque las cosas buenas eran para los ricos. Nosotros creemos que no, que al contrario, la verdadera equidad es hacer escuelas como esta, que podría ser tranquilamente una escuela privada por la calidad del edificio, pero es una escuela pública. Este es el concepto que tenemos de la equidad y de lo público.

PERIODISTA.- También hizo referencia a la planta depuradora.

PRESIDENTA.- Lo de la planta depuradora me acuerdo que fue un calvario, la gente demandaba como mínimo terminar con el oprobio de esa mancha asquerosa y del olor insoportable de estar recibiendo todos los deshechos del norte de la provincia de Buenos Aires y fundamentalmente de la Capital Federal, y no tener derecho a tener una costa maravillosa como la que tiene Berazategui, que cuando terminemos la planta estoy segura que va a ser un lugar de esparcimiento nuevo, de recreación y desarrollo, que también tienen que defenderlo como público, porque cuando estas cosas se confiscan no sólo hay que darlas a manos privadas sino también que sean públicas. Vengo de Montevideo, donde he visto esa rambla de casi 20 kilómetros, pública, donde no hay nada más que playa y lugar para que la gente pueda estar, todos, los pobres, los no tan pobres, se ve a los uruguayos mateando, disfrutando de un lugar público, eso me gustaría que tuviéramos. Gracias.