Muy buenas tardes a todos y a todas; señores Gobernadores, ya los nombraron a todos, así que Gabriel me ha evitado que los nombre uno por uno; señor secretario general de la CGT; señores secretarios generales de los gremios de la actividad; señores Embajadores presentes; titulares de las Cámaras empresariales, que representan a todo lo vinculado con el transporte fluvial en la República Argentina: déjenme decirles que este es un día muy especial y además muy esperado, porque pareciera nada más que he firmado un decreto, que aprueba un contrato y todo da la idea de una cosa muy veloz, muy rápida pero no es así. Para poder firmar este decreto, que aprueba la renegociación de uno de los 63 contratos, que tiene el Estado con los privados, hemos debido atravesar un procedimiento largo, porque hubo que no solamente ir al Parlamento, como hemos hecho del año 2003, para el tratamiento y aprobación en la renegociación de todos los contratos de las privatizadas; quiero recordarles que antes de este Gobierno no pasaban por el pleno del Cuerpo, a partir del año 2003 todos los contratos de las privatizadas pasan por el Plenario del Cuerpo y son sometidos a votación todos los contratos, sino que además se requirió una ley especial, que precisamente por una mala interpretación de la AFIP encarecía terriblemente el transporte fluvial porque le cobraban IVA a una actividad, que obviamente no podía ser devuelta porque era un acto de exportación.
Esto que parece tan simple, tan simple, tan rápido comenzó a tramitarse en la gestión del ex presidente Kirchner. Así fue, estuvo en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores creo que más de un año, si no recuerdo, finalmente fue aprobada esta interpretación que era la lógica, pero necesitaba el trámite parlamentario porque obviamente el Poder Ejecutivo no tiene esas facultades en materia tributaria, ni las quiere tener tampoco, sería demasiado pesado ya. Entonces logramos precisamente que la totalidad de los miembros de ambas Cámaras aprobaran este proyecto de ley y aprobado el proyecto de ley recién terminar la renegociación del contrato de una actividad que es clave en la competitividad de la argentina, el nudo de sus principales actividades, como es el transporte granario, fundamentalmente, y también de otras, pero fundamentalmente granario, que no solamente afecta a la Republica Argentina, no solamente va a beneficiar a la República Argentina, sino que también con el avance de las obras y de los plazos y contratos, que deberemos seguir negociando beneficia obviamente también a Paraguay, a Brasil, a Bolivia. Por eso la representación hoy presente de Embajadores de estos países hermanos porque realmente más que de la Argentina es la principal vía navegable al corazón del MERCOSUR para todo lo que es la actividad exportadora.
Obviamente es una actividad que tiene fuerte impacto, también, en nuestra economía y que va a dar mucha competitividad porque ahorra aproximadamente - esto que hemos firmado hoy - un dólar por cada tonelada, que se exporta y lo digo para que ustedes tengan una idea de la importancia de cómo le agregamos calidad al proceso económico argentino; proceso, que por cierto - y déjenme decirles estoy muy contenta hoy - porque han llegado los números finales de lo que ha sido el saldo comercial argentino, es decir la diferencia entre lo que importamos y lo que exportamos.
Ustedes me habrán escuchado varias veces hablar de 16.591 millones, que constituía un récord histórico, de la República Argentina; hoy consolidamos los números finales y en realidad el saldo exportable llega a 16.980 millones de dólares. Nos faltaron solamente 20 millones de dólares para llegar a los 17 mil millones de dólares de superávit comercial; un 39 por ciento de las exportaciones son de manufacturas de origen agroindustrial. Esto es para que podamos visualizar el impacto de lo que estamos hablando, estuvimos a 20 millones de 17 mil millones de dólares. La verdad estoy muy contenta, porque además vienen con otros números también, que se sumaron a la reducción del índice de desocupación, que ayer lo anunciaba, cuando estaba en Bariloche inaugurando el nuevo edificio del INVAP, donde los argentinos construimos satélites y radares, junto con la NASA y habíamos logrado reducir del último trimestre, del 9.1 a 8.4.
Hoy también salió publicado el EMI (Estimador Mensual Industrial), que es el indicador de Crecimiento o no Industrial y tenemos un crecimiento, respecto del mes de diciembre del año anterior del 10.4, respecto de la actividad industrial y un crecimiento de la capacidad instalada de diciembre a diciembre, uso de la capacidad instalada de los doce aglomerados industriales del 76 por ciento con que cerramos en diciembre del año 2008, a 80.2 en el año 2009, con un repunte impresionante en el sector metálico básico, que es un indicador muy fuerte porque el metálico básico es madre de industrias: acero, aluminio. Habíamos llegado a tener, en el mes de marzo casi el uso de la mitad de la capacidad instalada, 56 por ciento y cerramos diciembre con el 93 por ciento de la capacidad instalada de uso de todo el sector metálico básico, que obviamente también explica el crecimiento desestacionalizado del 10,4 del indicador industrial y respecto de noviembre diciembre un 6,2.
Estos números, que parecen números duros son los que generan trabajo, que mejoran la calidad de vida de los argentinos y que hacen precisamente tan necesaria una renegociación de contratos y una inversión, como la que se va a hacer también, en el Puerto de Barranqueras, que estuve allí. ¿Cuánto hace Gobernador que estuvimos en Barranqueras? El 29 de diciembre, que memoria, un día de mucho calor en El Chaco, a la noche, allí estuvimos anunciando estas obras, que dependían obviamente de la renegociación finalmente del contrato, porque forman parte también de la renegociación del contrato, y que va a convertir al Puerto de Barranqueras, en la provincia de El Chaco, en uno de los centros operativos más importantes.
Por eso esto que hoy estamos firmando, que es un instrumento más para seguir logrando el crecimiento de estos años, que han convertido a la Argentina en el período económico de mayor crecimiento de toda su historia con más arriba del 50 por ciento de su PBI y eso es algo que como Presidenta de todos los argentinos realmente me enorgullece mucho. Porque hemos hecho estás cosas no con viento de cola, como dijeron. Durante el año 2003, pobre Kirchner, le decían que todo no era mérito del proyecto, ni de nada, sino viento de cola. Este año que pasó no tuvimos viento de cola, tuvimos viento en contra, marea en contra, oposición en contra, todo en contra, y sin embargo pudimos arribar a estos números importantísimos.
Yo les confieso que me hubiera dado por satisfecha si en el último trimestre no hubiéramos crecido, en materia de desocupación, hubiéramos quedado con ese 9,1. ¿Por qué se acuerdan los pronósticos? Los pronósticos eran desocupación de dos dígitos disparada, falta de saldo comercial: 6 mil millones de dólares, decían. Fíjense, yo no estudié en Yale, ni en Harvard, soy una humilde abogada de la autóctona Universidad de La Plata, pero hemos logrado un superávit comercial que nadie hacía prever, porque todas eran pálidas y todas eran malas noticias para la sociedad argentina.
Podríamos habernos sumado al coro, acostumbrado a sentarse y decir "bueno, no se pudieron hacer las cosas porque pasó tal cosa o por culpa de otro". No, nos pusimos a trabajar aún con todas las dificultades, aún con todos los palos en la rueda, aún con todas las zancadillas porque, bueno, la obligación de quien está al frente de un país, es hacerse cargo de ese país y decidir políticas que beneficien a la calidad de vida de todos sus habitantes que son también los empresarios obviamente.
Aquí están los trabajadores, pero los unos no existen sin los otros y precisamente creo que el modelo que hemos profundizado a partir del año 2007 o 2008, que me tocó asumir como Presidenta y que comenzó en el año 2003, pivotea fuertemente sobre esa articulación entre el sector empresarial y sus trabajadores en armonía con el sector público.
Yo digo que esta es la clave del desarrollo y crecimiento. Además, obviamente, de la defensa del empresariado nacional, de los intereses nacionales y del trabajo nacional. Nosotros cuando defendemos el trabajo nacional, sabemos que estamos defendiendo al sector empresarial y que estamos defendiendo a toda la sociedad.
Por eso para nosotros hoy es un día muy importante y por eso hoy hay una presencia institucional de los trabajadores tan fuerte. No es porque yo les caiga simpática -además creo que sí que les caigo simpática-, pero están aquí por eso, por lo que esto significa en materia de generación de trabajo para los hombres que trabajan en balizamiento, arriba de los buques, para los que trabajan en la construcción de los astilleros, para todo lo que significa la actividad marítima. Por eso también están los embajadores de otros países que se van a ver beneficiados por estas importantes obras.
Esto va a permitir, además -que me permito arriesgar-, tener una muy buena cosecha, también contra lo que nos decían que íbamos a tener una mala cosecha. Nones, vamos a estar arriba de los 50 millones de toneladas o mucho más tal vez de soja.
Yo hablaba la semana pasada de 16 millones y medio, 17 millones y medio de maíz frente a los que decían apenas 10 u 11 millones de maíz; hoy me están hablando de 18 o 20 millones de toneladas de maíz y también una muy importante diferencia en materia de sorgo y cebada, que nos sirve para maltería que nos va a permitir tal vez tener aún mayor excedente en materia de maíz porque podemos destinar otros cereales para forraje.
En definitiva, un panorama que hace un año atrás era imposible de imaginar y que se hizo, no porque haya habido una genialidad por parte de nadie, sino porque creemos profundamente en lo que hacemos y, por sobre todas las cosas, porque creemos profundamente en las posibilidades de nuestro país, la República Argentina.
Yo creo que hemos sido un país que muchas veces se autoboicoteó y todavía hay sectores que siguen haciendo boicot, no al Gobierno, le hacen boicot al país. Porque no hay un solo ejemplo en la historia de los argentinos que cuando le haya ido mal al gobierno le haya ido bien al país. Siempre, indisolublemente, han estado ligadas las crisis del Estado, las principales crisis sociales, económicas, políticas y yo diría hasta culturales de los argentinos en lo que hace a nuestro comportamiento como dinámica social.
Por eso digo que lo que es importante es esto, la necesidad, como decíamos ayer cuando inaugurábamos, esa planta. Me decían que es la primera vez que un presidente argentino va a INVAP, a esa empresa que ha vendido generadores y reactores nucleares a Australia, a Egipto, a Argelia, que está compitiendo en Jordania, que además está construyendo radares para la NASA, junto con la NASA, por indicación de la CONAE, que además está construyendo nuestros radares para nuestros aviones civiles y militares porque creemos que también podemos los argentinos producir nosotros nuestros radares con el conocimiento argentino.
Porque además de rechazar definitivamente ese autoboicot permanente de algunos sectores, creemos que también tenemos que terminar con la subordinación cultural que ha significado que hay determinadas cosas que no podemos hacer.
Está muy bien toda esta actividad primaria que estamos llevando adelante con valor agregado, con manufactura agroindustrial, que se junta con la actividad de servicios, que es lo que hoy estamos haciendo con la hidrovía, con alta tecnología, asociados también con los belgas -por eso está también el embajador de Bélgica-, tecnología también que además mejoramos y perfeccionamos también en la Argentina y también, como decíamos ayer, la producción de conocimiento.
Todas estas cuestiones ensambladas, conocimiento, producción alimentaria, buenos servicios, buena tecnología, finalmente conducen a esto que venimos llevando adelante desde el año 2003 y que es tan sencillo como lograr que el país crezca, se desendeude, porque está comprobado también científicamente que ningún país es viable si el peso de su deuda es superior al 40 por ciento o 40 y pico por ciento de su PBI.
La tarea de desendeudamiento que ha llevado a cabo también este Gobierno, es también una de las claves de poder destinar sus recursos a las obras de infraestructura que hemos llevado adelante para que el modelo sea viable, porque los empresarios necesitan la apoyatura de toda la infraestructura física, ferroviaria, de caminos, de energía y recuerdo las épocas en que teníamos crecimiento negativo y no teníamos ni siquiera energía.
Por eso quiero en el día de hoy hacer un homenaje: allá hay dos hombres muy importantes que estuvieron acompañándonos en el INVAP, una es Maiztegui, el famoso profesor que ya debe tener más de 90 años, que junto con el ingeniero Sábato escribió el célebre libro de Matemáticas con el cual algunos estudiaban y otros sufríamos porque a mí no me gustaban las matemáticas pero que es muy buen libro, y también estuvo otro hombre, como Aldo Ferrer, un hombre también del desarrollismo, un hombre que siempre ha creído en la necesidad de un desarrollo autónomo, que no significa aislado del mundo, pero sí con un fuerte componente nacional en materia de financiamiento, de crecimiento y con altísimo valor agregado. Todo el valor agregado que podamos a nuestros servicios, a nuestras materias primas, a nuestros recursos.
Por eso, entre ayer, con esa inauguración de INVAP, donde inauguramos un fantástico edificio, la primera parte, y donde nos comprometimos también en esta misma Casa Rosada firmando junto con la ANSES una obligación negociable para financiar la segunda parte del INVAP, esto es también los recursos de los trabajadores destinados a financiar negocios absolutamente rentables y de valor agregado en la Argentina, y hoy cerrando finalmente esta renegociación del contrato de la hidrovìa que permitirá transportar barcazas de mayor porte de manera tal que no haya tanto traslado, tanto traspaso y entonces sean diferentes los costos, entre otras cosas, estamos contribuyendo a seguir creciendo y a forjar un país que, yo estoy segura, la absoluta mayoría de los argentinos quiere y que es un país de trabajo, un país de conocimiento, un país de progreso y un país que termina reconociéndose a sí mismo como el único lugar posible en donde todos podemos crecer, empresarios, trabajadores, intelectuales, dirigentes políticos, sociales, en fin, nosotros los argentinos.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todas y a todos. (APLAUSOS)