Señor Gobernador; señor Vicegobernador; señor Intendente, señora presidenta del Tribunal Superior de Justicia; señor ex gobernador constitucional; legisladores, legisladoras; compañeros de la UOCRA, compañeros y compañeras de la Juventud Peronista, pampeanos y pampeanas: realmente me encuentro muy feliz de estar nuevamente aquí junto a ustedes. (Aplausos)
Hace unos instantes escuchaba las palabras de la señora presidenta del Tribunal Superior de Justicia, y dos reflexiones me quedaron grabadas de sus palabras. La primera, la posibilidad de inaugurar hoy una obra de esta magnitud, 24.000 metros cuadrados de una modernísima ciudad judicial que sólo ha sido posible porque se han articulado y mancomunado los esfuerzos de la Nación y de la Provincia, como no puede ser de otro modo en una Argentina plural y federal. (Aplausos)
Es que todos sabemos que para que las provincias puedan hacer obras de esta magnitud -también vine por la moderna y flamante avenida de circunvalación construida por Vialidad Nacional-, para que nos vaya bien a todos, desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego, debemos tener un proyecto de país, un proyecto de Nación que cree las condiciones necesarias para que todos podamos desarrollarnos. Cuando no hay proyecto de país, cuando no hay proyecto de nación, cuando no hay condiciones macroeconómicas a través de políticas federales populares y nacionales es imposible que ninguna provincia o municipio pueda crecer. Esto es como la familia, es imposible que pueda crecer un solo miembro de la familia, tiene que hacerlo en armonía y en conjunto. Esta es una de las cuestiones que me quedaron del discurso de la señora Presidenta.
La segunda, el rol de la justicia. Una justicia que debe ser independiente del poder político, pero también debe ser independiente del poder económico, (aplausos) porque muchas veces leemos rimbombantes palabras, grandes arengas acerca de que los jueces deben tener independencia de los poderes políticos de turno, y es correcto, pero también deben tener, y hoy más que nunca, independencia de los poderes económicos, que nunca son circunstanciales, que son permanentes y a los que nadie los vota nunca. (Aplausos).
Es importante reafirmar este verdadero rol de la justicia, porque son precisamente los más vulnerables, los trabajadores, los pequeños, los que normalmente carecen del poder de lobby para obtener medidas políticas, legislación o sentencias. Es allí donde el rol de la justicia adquiere su verdadera dimensión y condición humana, cuando vela precisamente porque los que menos posibilidades tienen, los que menos posibilidades de presión tienen, sean los que obtengan justicia. ¿Y cómo obtienen justicia los más débiles? Cuando los poderes del Estado, amigos y amigas, ciudadanos y ciudadanas, articulan un proyecto de país donde la distribución del ingreso se hace más justa y más equitativa para todos sus habitantes. (Aplausos).
En este proceso que comenzó en nuestro país en el año 2003, que ha generado millones de puestos de trabajo, que ha permitido que ustedes, trabajadores de la UOCRA, vuelvan a ponerse un casco amarillo para trabajar, que ha permitido que los metalúrgicos vuelvan a las fábricas, que ha permitido rentabilidades nunca vistas para nuestros productores, y estamos muy contentos, hemos decidido también que todavía no habíamos llegado a los sectores más vulnerables, ya que han sido décadas de abandono. Entonces había que llegar con una política directa y por eso esta Presidenta decidió la creación de la Asignación Básica Universal para los hijos de aquéllos que no tienen trabajo o que siendo trabajadores informales ganan menos que el salario mínimo vital y móvil. (Aplausos)
Es otro salto cualitativo también para que nadie dependa del dirigente político de turno para obtener lo que tendría que ser un derecho, porque todos tienen derecho al trabajo decente registrado para cobrar asignaciones familiares. Yo sueño con que estas asignaciones familiares que hoy se están dando a estos sectores a través de la ANSES las sigamos pagando siempre, pero no ya porque no tienen trabajo o porque no están registrados, sino porque han conseguido trabajo y entonces las siguen cobrando por derecho a la dignidad que tiene cada ser humano (Aplausos).
Este modelo de país requiere entonces de poderes del Estado que precisamente apunten a lograr soluciones y no a crear conflictos. Por eso es que convoco a todos, aquí, desde La Pampa, en este hermoso día -me dicen que ha llovido muchísimo anoche y ya sabemos que la lluvia es una bendición para todos, trajimos la lluvia- a todos los hombres y mujeres de La Pampa a trabajar en unidad. Pero no en una unidad vacía de contenidos y que sólo sirve para discursos de ocasión, en la unidad de las convicciones, que es la más sólida, la que fortifica, la que da frutos, la que no es producto de la conveniencia o la ubicación de qué es lo que me toca a mí, sino qué es lo que nos toca a todos y sobre todo a los que menos tienen. (Aplausos)
Por eso hoy me encuentro muy feliz de estar aquí junto a ustedes, en esta Argentina que en el año más difícil del mundo desde 1930 ha obtenido, merced a sus exportaciones, el record más alto de superávit comercial, más alto que el record del año pasado. Eso no es viento de cola, eso es gestión, administración, estar sentada las 24 horas del día pensando cómo hacer frente a lo que constituyeron, sin lugar a dudas, los problemas que vinieron de afuera. Que pudimos sortearlos y que vamos a tener un 2010 muy bueno, pero yo siempre digo, qué hubiera sido de éste, nuestro bendito país, si esta situación se hubiera producido 7, 8, 9, 10 años atrás. Nosotros lo vivimos en el 2001, hubiera sido de un efecto devastador, tal vez exterminador para nuestras posibilidades como supervivencia de país libre y soberano.
Pero acá estamos, de pie, de pie porque renunciamos a arrodillarnos cuando otros decían que debíamos hacerlo, por eso pudimos sortear de pie la crisis más importante que recuerda nuestra historia, porque nos mantuvimos de pie cuando había que hacerlo. (Aplausos)
Y créanme, para terminar, no es fácil mantenerse de pie cuando poderosos intereses hacen zancadillas todos los días. Pero estoy acostumbrada, ustedes me conocen no como Presidenta, me conocen como legisladora, solitaria tal vez, en épocas de entrega, donde decíamos las cosas que nadie decía. Esto no es para colgarme pergaminos, no los necesito, los pergaminos los pone el pueblo, no se los pone nadie a sí mismo. Pero quiero decirles que no es fácil mantenerse de pie ante tantas zancadillas y tanta presión, y sobre todo cuando una está arriba de un par de tacos además, los tacos dificultan y facilitan a otros las zancadillas. Pero con tacos y todo acá estamos de pie los argentinos y lo vamos a seguir estando.
Por un 2010 mucho mejor, donde tengamos más crecimiento, más trabajo, más seguridad social y más solidaridad para todos los argentinos.
Gracias La Pampa, gracias hermanos, gracias hermanas, trabajadores, jóvenes, productores, profesionales, empleados, hombres y mujeres de negocios, a seguir trabajando por una Argentina que se merece un país mucho mejor.
Gracias y hasta siempre. (Aplausos)