Palabras de la Presidenta por Cadena Nacional

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, POR CADENA NACIONAL

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Muy buenos días a todos y a todas. Como verán nuevamente de pie, luego del percance en mi tobillo.

Señor Presidente Provisional del Senado; señor Presidente de la Cámara de Diputados; señores gobernadores; no sé si veo alguna señora gobernadora o vicegobernadora; diputados; legisladores; señores empresarios: cuando recién lo escuchaba al Ministro relatar lo que constituye esta medida que apuntaba a una política que se viene dando desde el año 2003 y que es precisamente el desendeudamiento y dar certeza y previsibilidad a la economía a partir del superávit fiscal y comercial, acumulación de reservas, lo que hemos repetido casi hasta el cansancio, me acordaba de otro momento, no ya como Presidenta sino como legisladora nacional. Seguramente algunos se acordarán porque también eran legisladores conmigo, de aquí lo diviso al presidente del Bloque de Senadores, Agustín creo que todavía no eras diputado nacional. Me refiero a la noche del 23 de diciembre de 2001 donde juró el quinto presidente en esa semana terrible que vivimos los argentinos, y me acuerdo también cuando se anunció en esa misma sesión, creo que ya el 24 a la madrugada, el default de la deuda soberana, los argentinos no pagábamos la deuda y esto significó las consecuencias de desconfianza de los mercados hacia nosotros que todavía priman hasta hoy, más allá de los ataques especulativos, las maniobras mediáticas, pero lo cierto es que la base del descreimiento y la desconfianza está precisamente en esa madrugada del 24 de diciembre del año 2001.

Justo es decir también que no se llegó en esa madrugada a ese default; justo es decir que habíamos tenido la Ley de Convertibilidad, un modelo basado fundamentalmente en la ficción de que un peso era igual a un dólar, y si nos vamos un poquito más, antes todavía, el otro día estaba leyendo un excelente artículo de Matías Kulfas, que apareció publicado en un matutino porteño, estamos hablando de lo que significó el proceso de desindustrialización y lo que esto significó en términos de pérdida de intercambio cuando uno vendía manufacturas sin ningún tipo de valor agregado, no manufacturas sino materias primas y no tenía industrialización.

Realmente ese default tiene una larga historia, la larga historia de la diferencia de los términos de intercambio comercial, en los cuales nuestro país obviamente como productor de materia prima en aquel mundo perdía y se endeudaba, sumado a este proceso de desindustrialización que vino a terminar con lo que se había iniciado o reiniciado durante la década de los años ´60 y ´70, en un proceso de industrialización más que interesante, que colapsó a partir del 24 de marzo de 1976, o sea, vendíamos cosas baratas y comprábamos cosas caras, para que se entienda clarito, porque cuando uno habla de términos de intercambio a la gente le suena raro.

La Argentina vendía sus productos baratos y compraba las cosas que necesitaba muy caras; no había posibilidades de no endeudamiento, más allá de todas las maniobras especulativas. Más tarde, durante la convertibilidad, no solamente la ficción del uno a uno sino que también reducíamos los ingresos, reducción de aportes patronales, transferir los ingresos de los trabajadores al sistema privado y hacernos cargo de pagar a los jubilados.

Yo no sé todavía cómo después de todas estas cosas estamos parados los argentinos, porque imagínense, endeudamiento por vender barato y comprar caro, luego regalar los ingresos y quedarse a cargo de los egresos y, por sobre todo eso, llevar a la moneda a la ficción del uno a uno.

Esa madrugada del 24 de diciembre los argentinos pagamos cara la ficción de creer que podíamos ser un país donde el esfuerzo, donde la producción, donde el valor agregado, donde el conocimiento, la inteligencia, la capacidad de la ciencia no tuvieran valores y solamente fuéramos un país factoría, que en definitiva creo que también se apuntaba a eso.

Por eso cuando comenzó el proceso del año 2003 creo que comenzó algo más que una modificación de políticas, creo que se dio el nacimiento a un modelo cultural, porque en definitiva los modelos económicos tienen también su base en un modelo cultural y de educación. Es tonto creer que los modelos económicos son asépticos, que no tienen que ver con la cultura, con la educación, con el concepto de la vida que cada uno de nosotros tenemos acerca de qué rol debemos cumplir los políticos, los empresarios, los trabajadores, qué es lo que debemos producir. Y por eso comenzó un proceso de reindustrialización del país pero al mismo tiempo creo que también advertimos que era necesario unir al proceso de industrialización una correcta administración de las cuentas del Estado.

A punto tal que de aquel 2003 con apenas 8.800 millones de dólares en el Banco Central, llegamos en marzo de 2008, siendo Presidenta yo de los argentinos, a la cifra inédita de tener 50.000 millones de dólares de reserva. Luego vino el episodio que mantuvimos con las cámaras patronales rurales, y después vino la crisis mundial que hizo bajar un poco las reservas pero finalmente, luego de haber pagado 10.000 millones casi de dólares al Fondo Monetario Internacional, podemos decir que hemos más que sextuplicado, como nunca en la historia de la República Argentina, las reservas del Banco Central que es patrimonio de todos los argentinos.

Y también otro de los pilares, que era lo que yo les decía que pasaba en la década de los ´70 sobre los términos del intercambio, hemos logrado un superávit comercial sin precedentes en el año 2008, que fue el año de mayor crecimiento del período de los seis de mayor rentabilidad de nuestras empresas y que fue récord ese año, pero este año, argentinos y argentinas, con la crisis global más importante que se recuerde desde el año 1930, con la crisis en el comercio internacional Pero este año, argentinos y argentinas, con la crisis global más importante que se recuerde desde 1930, con la crisis en el comercio internacional, estamos a noviembre de este año cerrando con un superávit de 15.727 millones de dólares, contra 11.200 millones del año pasado, que también había sido record, 32 por ciento más que el año pasado, casi un tercio. Y si lo medimos de noviembre a noviembre, 73 por ciento más sobre 745 millones de dólares de noviembre del año pasado, contra 1.245 millones de este noviembre de 2009.

Y con datos alentadores, en materia de exportaciones por primera vez en noviembre hemos quebrado la línea negativa interanual en cuanto a comparación de mes a mes y estamos en este mes de noviembre en exportaciones uno por ciento más que las exportaciones del año pasado. Y hemos bajado drásticamente del 49 por ciento menos de importaciones que llegamos a tener en mayo de este año, a sólo 12 por ciento menos de importaciones en noviembre respecto del mismo mes del año anterior. Esto no se llama milagro, esto no se llama viento de cola, esto se llama administración y gestión de la cosa pública. (Aplausos)

Y permítanme decirlo con mucho orgullo, porque siempre he sentido cierta carga de género con esto de la administración y de la gestión. Pero la verdad, porque la carga es la que siempre dije desde el primer día que asumí, que me sentía representante de las mujeres y entonces lo que fuera iba a ser visto como que lo hace una mujer, también debo reconocer que cuando las mujeres hacen cosas de gestión y administración se las reconocen bastante menos que al resto de los hombres. (Aplausos) Ustedes saben que es así aunque nadie lo quiera reconocer en voz alta, pero no importa, vamos a seguir trabajando porque ganas de trabajar, fuerza y perseverancia es lo que me sobra no sólo como presidenta sino toda mi vida como militante política. (Aplausos)
Con respecto a esta medida que estamos tomando hoy, durante este año tuvimos que escuchar lo que mencionaba el Ministro de Economía, que el dólar se iba a ir por las nubes, que el mercado internacional dudaba de nuestra capacidad de pago de las deudas y de los compromisos internacionales que excedían, la verdad excedían lo que digo el lógico temor y desconfianza que Argentina instaló a partir de de la declaración del default en el 2001. Creo que excedían porque tenían una clara y marcada orientación política, destinada a perjudicar al país, a hacerlo tal vez tomar medidas equivocadas pensando que tal vez la presión de títulos de tapas, de anuncios, etcétera, puede obligar a esta Presidenta a torcer el destino de lo que cree que tiene que hacer.
Miren, sinceramente vamos a seguir con la misma firmeza, sosteniendo la política de reservas porque nos ha permitido tener un dólar competitivo, si no hubiéramos tenido la administración que ha hecho el Banco Central en materia cambiaria..., me acuerdo cuando me pedían que tenía que ser más competitivo y que tenía que haber una devaluación, nosotros decíamos lo que impactaba la devaluación en el bolsillo de los argentinos. Si no hubiéramos tenido la política de administración hoy el dólar lejos de este 3,82 estaría en 1,60, por abajo del real, todos sabemos lo que eso significaría en términos de impacto a nuestras empresas y a nuestro nivel de empleo, ni que hablar, y a toda nuestra producción también, aún aquellos que no generan empleo pero que generan mucha exportación, obviamente aún sin generar empleo hubieran tenido ingentes pérdidas.
También la necesidad de hacer una utilización lógica de nuestras reservas, de esto ya han hablado muchísimos economistas internacionales y lo deben haber escuchado a Stiglitz inclusive, me tocó escuchar en el G20 al propio Strauss Kahn, estoy hablando del titular del Fondo Monetario Internacional, hacer una crítica de cuál era el manejo de las políticas en materia de reservas de los países y que debía cambiar.
Estamos haciendo una utilización absolutamente racional de reservas en el sentido no solamente de que utilizamos una parte de las reservas excedentes del 37 por ciento, sino que además si nosotros estamos asegurando el pago de nuestras deudas, estamos al mismo tiempo dando una fuerte señal al mercado de que no vamos a aceptar cualquier tasa de interés en el mercado de capitales. Esto también es muy importante y es muy lógico porque por estas reservas nos pagan hoy en términos de Basilea un 0,5 por ciento mensual aproximadamente, cuando todos saben que las tasas hoy de riesgo país indicarían que la Argentina debería tener una tasa de dos dígitos y acceder al mercado de capitales con este nivel de riesgo país. Y entonces creo que garantizar y asegurar a los mercados internacionales la seguridad del cobro de las deudas también achica formalmente, no ya las maniobras de los mercados, sino las maniobras que muchas veces se hacen desde lo virtual, desde lo mediático, para tener efectos no deseados.

Además porque profundiza la política de desendeudamiento del mismo modo que en el año 2006 el entonces presidente Néstor Kirchner decidió pagar al Fondo Monetario Internacional. Me acuerdo que en aquel momento obviamente quedaron muchas menos reservas, creo que eran 18.500 millones de dólares. Hoy estamos en el orden de los 47.591 millones de dólares de reservas con las compras que hicimos ayer, perdón, el viernes, los domingos no se compran dólares, sería demasiado que sábado y domingo también estuviéramos todos pendientes de cuánto está el dólar, cuánto está el real, si compraron o no compraron; no habría sobrevida, ya habríamos muerto todos creo. Pero lo cierto es que me acuerdo que en aquella oportunidad hubo una fuerte crítica porque se decía que era dinero más barato que el que se pagaba pero en realidad, claro, se olvidaban de dos detalles, las condicionalidades que imponía el Fondo a nuestra economía y las condicionalidades que tenía la Argentina para acceder al mercado de capitales, producto del default soberano del año 2001.

Por todas estas razones, certeza, previsibilidad, desendeudamiento, estabilidad, es que tomamos esta medida que desde el abordaje político hasta el abordaje económico financiero es absolutamente correcta. Sumado además al hecho de que la semana pasada firmé el decreto para presentar ante la SEC en Estados Unidos, y la apertura del canje que decidió nuestro Parlamento; ustedes saben que no fue una medida tomada en solitario por esta Presidenta sino como lo marca la legislación y como todas las decisiones que ha tomado esta Presidenta, que tal vez como ninguna en la historia reciente ha consultado y enviado proyectos de leyes al Parlamento sobre temas centrales, por eso también decimos que esta medida va a reafirmar y dar certeza y estabilidad.

En este marco también es que no solamente nos interesó dar estabilidad y certeza a los mercados, al sector empresarial, que también el sector privado se va a ver beneficiado porque le permitirá obtener financiamiento en el exterior a tasas más convenientes que las que venía teniendo con un determinado riesgo país, sino también las otras medidas que me enorgullezco de haber enviado al Parlamento, tales como la ley en materia de AFJP, que fue precisamente a cubrir una de las variables que yo les decía, nos teníamos que hacer cargo de pagar no ya como antes sino también a los propios los afiliados a las AFJP las diferencias de los jubilados, y retornar la administración al sector estatal; la movilidad también que consagró el Parlamento Argentino con dos aumentos al año para nuestros jubilados y recientemente el tema de la Asignación Universal por hijo, medida que viene a romper definitivamente con una forma de llegar a aquellos sectores más vulnerables, dando mayor transparencia y absoluta independencia a aquel que lo recibe por una necesidad.

Me olvidaba también de lo que tal vez constituya la explicación de muchas cosas que suceden en la Argentina y que es una importante reforma estructural en materia de ley de medios, que también sancionó el Parlamento Argentino y que siento mucho orgullo en haber sido la Presidenta argentina en enviarla, más allá de las consecuencias en términos personales o políticos que esto pueda tener sobre mi gestión en términos de que bueno, creo que no hace falta explicar muchas cosas que uno lee y que uno ve para encontrar precisamente la explicación en esa ley de medios. Creo que los que observan la realidad con ojos neutros, no favorables ni desfavorables al gobierno sino con esa objetividad que muchas veces uno observa se ha perdido para mal en la Argentina, saben que esto también ha tenido un costo más que importante para mi gestión. Pero no importa, siempre estuve convencida de que uno tiene que hacer las cosas que debe hacer a pesar de los eventuales costos que pueda tener, porque tal vez el costo más importante que un político pueda tener es haber pasado por la gestión sin haber propuesto nada que reforme estructuralmente aquellas cosas que estaban mal y que necesitaban ser modificadas. (Aplausos).

La verdad es que siendo legisladora durante tantos años, desde 1995 hasta el 2007, sobre todo en la década de los 90 y todo lo que pasó en los años 2000 y 2001, peleaba con muchos de mis compañeros, algunos porque me discutían que no se podía hacer lo que yo decía que había que hacer porque era imposible, porque la Argentina no aguantaba esto, porque el Fondo Monetario, en fin, por todas las cosas que quienes son legisladores seguramente recuerdan, pero siempre estuve convencida de que las cosas sí se podían hacer, tal vez no todas y tal vez no en la medida, en la profundidad que a lo mejor me hubiera gustado hacer otras cosas, pero creo que sinceramente cuando se suman argentinos que están dispuestos a no mirar cómo se sale en los diarios o en la televisión, sino a mirar cómo uno va a quedar en la historia, que es lo importante, me parece que se pueden lograr cosas que tal vez ninguno de nosotros pensó nunca que podían lograrse. Como soy de las que creen en la historia, siempre la historia finalmente termina reconociendo o dando la razón, o no, pero creo en la historia, es que hoy también estamos aportando esta medida fundamental para seguir en este proceso de crecimiento, de desendeudamiento y de estabilidad que se merecen los argentinos: vivir en una Argentina que les siga ofreciendo oportunidades de crecimiento como las que hemos tenido en estos años, para poder seguir creciendo y ayudar a los que todavía no les llegó la oportunidad. Por ellos es que tenemos que seguir trabajando. Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas.