Concluidos los discursos de apertura, los mandatarios presentes escucharon un concierto de fado, música tradicional portuguesa, a cargo de la cantante, Mariza.
A continuación, Cristina Fernández asistió a la comida ofrecida por su par de Portugal en honor de las jefas y jefes de Estado y de Gobierno y Cancilleres participantes de la XIX Cumbre Iberoamericana, servida en el Monasterio de los Jerónimos, donde la mandataria fue ubicada junto al rey Juan Carlos y el Presidente de Portuga, en la mesa principal.
La Cumbre Iberoamericana
La ciudad de Estoril, próxima a Lisboa, para unos la Riviera portuguesa, para otros la Costa del Sol, acogerá a los jefes de Estado y de Gobierno y las comitivas de los 20 países de América Latina, junto con España y Portugal, que integran la Cumbre Iberoamericana.
Allí serán recibidos por el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva; el primer ministro, José Socrates; y el secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, quien fue durante diecisiete años el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, con sede en Washington.
Durante las deliberaciones, los jefes de Estado y de Gobierno pasarán revista al papel de la innovación para el desarrollo de los países de la comunidad iberoamericana en el contexto de la sociedad del conocimiento, así como generar y sostener ciclos prolongados de crecimiento y buscar soluciones para las necesidades sociales.
Se planteará la creciente importancia de las políticas científicas y tecnológicas y de la educación superior para el progreso de las naciones y de la región iberoamericana; la necesidad de contar con políticas ambiciosas en esos ámbitos para el desarrollo de sociedades más calificadas, proporcionando un crecimiento equilibrado y sostenible.
Está previsto que los jefes de Estado y de Gobierno se comprometerán a reforzar el desarrollo científico y tecnológico y al esfuerzo público y privado para el incremento de la inversión e investigación, así como la formación y retención de talentos y recursos calificados en ciencia, tecnología e innovación, para apoyar la educación en todos los niveles.
También los mandatarios se comprometerán a desarrollar iniciativas que eviten el drenaje de talentos de países menos desarrollados, estimular la inclusión social y la igualdad de género a través de políticas activas, además de promover la transferencia de tecnologías para contribuir a la solución de los problemas económicos, ambientales y sociales de los países miembros.