PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DE LA TERCERA ETAPA DEL PLAN DE INCLUSIÓN SOCIAL CON TRABAJO, EN EL CLUB DEL SINDICATO DEL SEGURO, EN MORENO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Voy a hablar sentadita porque saben que hubo un problema en el pie. Cómo me gustaría poder bajar y abrazarlos a todos como siempre, pero la próxima vez que venga a Moreno, voy a venir con el pie bien y vamos, como siempre, a fundirnos ahí abajo en un abrazo, en un beso como siempre hacemos.
Déjenme decirles que los miro con sus cascos blancos, alguien levantaba ahí una de las banderas de las cooperativas con el nombre de Monseñor Angelelli también, otra de "La razón de mi vida", otra del "Trabajo Dignifica", 57 cooperativas hay aquí en esta querida Moreno y hoy, desde Avellaneda, en la última incorporación, 6.000 cooperativistas más, estamos llegando a 36.000 hombres y mujeres que hasta hace unos meses atrás no tenían trabajo y que hoy, no solamente se incorporan al trabajo, sino que se incorporan desde una forma diferente, de solidaridad, de colaboración bajo la forma cooperativista.
Yo recién lo escucha a Daniel que enumeraba que hoy a la mañana estuvo en General Lavalle inaugurando una escuela prometida hacía 40 años, según decía Daniel, y escuchaba el tema de viviendas y los jubilados, más de 2 millones de jubilados incluidos en el Plan de Inclusión Social, más de 15 aumentos, más de 350 mil casas o soluciones habitacionales ya entregadas, más de 5 millones de puestos de trabajo creados, infraestructura, caminos.
Yo me pregunto cuántos dirigentes políticos, de la totalidad de los partidos de la República Argentina, podrán pararse frente a un micrófono y contar que han hecho estas cosas.
No creo que sean demasiados, porque si hubieran sido muchos, seguramente hoy tendríamos el país que queremos lograr y que vamos a seguir trabajando para llegar. (APLAUSOS)
Al contrario, es como si hubiera una suerte de competencia o certamen de descalificación y desaliento generalizado. Pero, por suerte, nosotros sí podemos venir a hacer esto que estamos haciendo con ustedes en este momento: compartir la alegría del trabajo.
Porque tener trabajo, saber que a fin de mes se va a poder tener el ingreso, que además en el caso de las cooperativas viene también con la asignación familiar por cada uno de sus hijos, significa, precisamente, ingresar al mundo de la dignidad, al mismo mundo que queremos cuando hemos lanzado al Plan de Asignación Básica para aquellos sectores que aún continúan desocupados o que aún en el sector informal no han llegado al salario mínimo.
Yo quiero venir a hablar de esta Argentina que trabaja, que sigue apostando a la esperanza, al futuro pero, por sobre todas las cosas, a la convicción de que solo el trabajo mancomunado de sociedad, de pueblo, de sus dirigentes sociales, políticos institucionales puede lograr mejorar la calidad de vida de cada uno de nosotros y tener un país mejor que el que nosotros nos merecemos.
Yo quiero en esta tarde tan especial aquí en Moreno -siempre son especiales las tardes en Moreno, uno percibe ese ida y vuelta y sé que también hay otros municipios hermanos a los que les damos un abrazo muy fuerte porque hoy incorporan 6.000 trabajadores más- decirles que vamos a seguir trabajando muy fuerte en este proyecto que estoy convencida que ya no es el proyecto solamente de un sector político o del Gobierno, sino que es el proyecto de millones de argentinos que nos hemos convencido definitivamente que podíamos tener un modelo diferente de producción, de trabajo, de mercado interno fuerte, de gente con capacidad de consumo y con poder adquisitivo para volver a ser la Argentina que alguna vez se construyó allá durante los años 50.
Hoy los desafíos son otros, las obligaciones son otras porque el mundo ha cambiado, todos hemos cambiado, pero sabemos que lo que nunca cambia son los objetivos de seguir logrando lo que siempre nos caracterizó: la idea del progreso, la idea de que el hijo del trabajador podía ir a la escuela y después a la universidad y hasta podía aspirar a ser presidente de la República porque eso era una sociedad igualitaria como la que nosotros estamos queriendo construir.
Siempre digo que no todos son iguales, pero sí todos tenemos derecho a tener igualdad de oportunidades para que todos, para que cada uno de ustedes, de estos pibes chiquitos que hoy están acá, puedan elegir la vida que van a tener y no que se la elija el destino, porque nacieron en una casa pobre y no van a poder salir nunca de ella. (APLAUSOS)
Por eso déjenme decirles que me gustaría ser recordada como la Presidenta que luchó por la igualdad de oportunidades, pero no que solamente luchó, sino que lo hizo a través de soluciones concretas, puntuales, criticadas también porque claro, cuando uno toca intereses es atacado, es el precio de no pactar, el ataque siempre es el precio de no pactar, y estoy dispuesta a pagar ese precio y todos los que tenga que pagar por lograr esa Argentina más justa, más equitativa, con mejor distribución del ingreso. (APLAUSOS)
Algunos piensan -yo digo que cada vez menos afortunadamente- que teniendo gente desocupada o gente con escasos recursos tenemos un mercado laboral más flexible y entonces puede haber mayores y mejores rentabilidades. Yo no creo que en eso, siempre he creído profundamente que una sociedad y una nación y todos sus sectores sociales, empresariales, comerciales, laborales, progresan cuando hay armonía y equidad en la distribución del ingreso. Y lo prueba la historia porque nuestros momentos de mayor felicidad, nuestros momentos de mayor equidad, fueron cuando logramos que los trabajadores, ustedes, logran participar casi en el 50 por ciento del Producto Bruto Interno. Esta es nuestra historia, nuestro verdadero ADN, nuestra genética política y social. (APLAUSOS)
Déjenme decirles también que con este programa de las cooperativas con ingreso social por trabajo, 36.000 -me habla Alicia de 52.000 próximos a inscribirse más, se va a enojar porque di el número, pero no importa, miren la cara que pone-, pero en realidad necesitamos realmente lograr dinamizar la actividad laboral y hacerlo en los sectores más vulnerables y, al mismo tiempo, en esta crisis global que nos vino de afuera, avocarnos a la capacitación de nuestros recursos y también a mejorar toda la infraestructura urbana, como mostraba ese corto, y en lo cual ustedes van a colaborar en los distintos municipios.
Y esto no puede ser objeto de disputas, objeto de peleas, avergüenza a veces escuchar cómo se disputan un plan como si fueran ustedes solamente números a los cuales contabilizar.
Yo creo sinceramente que tenemos que llegar a lograr esa sociedad en la que cada argentino no dependa absolutamente de nadie para poder vivir con dignidad, con trabajo, con seguridad, con salud, con educación. (APLAUSOS)
Será porque viniendo de un hogar, primero humilde que luego pudo progresar y convertirse en un hogar de clase media, tuve esa experiencia de la movilidad social, del ascenso, del progreso a través del estudio, es que quiero volver a reinstalar esa lógica en la República Argentina y también reinstalar la lógica de que la política no puede ser solamente una cuestión de disputas locales, pequeñas, sino volver a soñar con la utopía de los proyectos colectivos en donde no nos reconocemos porque aparecemos en una cámara de televisión o en una radio, nos reconocemos porque hemos logrado que el barrio, que el vecino progrese y mejore. Eso es el reconocimiento de la política y de la sociedad en la que tenemos que volver a reorganizarnos. (APLAUSOS)
Yo sé que eso cuesta, cuesta porque son décadas y décadas de mensajes de políticas y de acciones diferentes, de que el Estado no existía, de que total para qué si pobres va a haber siempre, esa suerte de que solamente se salven los que tienen capacidad para hacerlo y el resto, bueno, será porque no puede salvarse. Yo no creo en esa forma de la sociedad; creo en un Estado presente o el que hemos tenido desde el año 2003, haciéndonos cargo y responsables.
Podríamos haber hecho lo que hicieron muchos, llegar y echarle la culpa a los de atrás de lo que no podíamos solucionar. Peo no, nos hicimos cargo, nos arremangamos y nos pusimos a trabajar que es la única forma de superar el desastre, la desazón y la desesperanza. (APLAUSOS)
Además, aprendí desde muy jovencita que a la gente, que al pueblo no le interesan las explicaciones, le interesan las soluciones y los resultados. Nadie vive de explicaciones ni echándole la culpa a los demás de lo que no se puede hacer, sino poniendo fuerza, garra y todo lo que hay que poner arriba de la mesa en un proyecto político que quiere volver a una Argentina que alguna vez fue el primer producto bruto de toda Latinoamérica. (APLAUSOS)
Tenemos nuestros recursos humanos, nuestros recursos naturales, nuestras capacidades para poder hacerlo y lo vamos a hacer, lo estamos haciendo.
En esta tarde de hoy junto a ustedes, hombres y mujeres de casco blanco, hombres y mujeres de trabajo, estamos participando de ese proyecto "Argentina trabaja". Dejemos las otras imágenes que quieren instalarnos de lado. (APLAUSOS)
Esto es lo que tenemos que hacer, este es el camino, esta es la senda y allí vamos, por más, con esfuerzo, con convicción, con patriotismo y, por sobre todas las cosas, con la decisión irrevocable de llevar adelante nuestros ideales por los que luchamos desde muy jóvenes.
Muchas pero muchas gracias, muchas pero muchas gracias por seguir aquí, creyendo, trabajando, construyendo en la senda de lo que va a transformar verdaderamente a la República Argentina: el esfuerzo y el trabajo de todos. (APLAUSOS)
Ahora sí me paro, por ustedes. (APLAUSOS)