En el primer tramo de su alocución, La Jefa de Estado denunció que desde el día martes pasado, la embajada argentina en Tegucigalpa no cuenta con servicio de energía eléctrica. Esto se debe, dijo, a que los líderes de el levantamiento contra el presidente electo Juan Manuel Zelaya ordenaron la interrupción del servicio para evitar que un canal de televisión situado al lado de la representación diplomática argentina transmita noticias tales como la llegada de Zelaya a Honduras, la represión a la que son sometidos quienes reclaman la restitución del orden constitucional y las marchas a favor del presidente depuesto.
"Ni Chile durante la dictadura de Pinochet ni en Argentina durante la dictadura de Videla hubo comportamiento similar" contras las embajadas que actuaban activamente en la protección de los derechos de quienes se oponían a los regímenes de facto, lamentó la Jefa de Estado.
Por eso, reclamó una "estrategia multilateral fuerte y precisa que haga retornar la democracia a Honduras", y que "asegure elecciones libres y democráticas" en esa nación de Centroamérica.
Luego, Cristina Fernández hizo una "fuerte apelación a la necesidad de reconstruir el multilateralismo y la cooperación", los que consideró "dos instrumentos básicos para superar el tema central en la discusión global, que es la superación de crisis social y económica". Y reclamó que ese multilateralismo se base en "reglas comunes y globales" que "deberán ser aceptadas por todos los países".
En ese marco, la Primera Mandataria reiteró el histórico reclamo de nuestro país por la situación de las Islas Malvinas. "Aun tenemos un enclave colonial" y "sigue sin poder abordarse la cuestión de la soberanía tal cual lo ha planteado esta misma Asamblea en numerosas sesiones", enfatizó la Presidenta.
Asimismo, resaltó que "hace 15 años que se sancionó" en la ONU el acuerdo que derivó en el Tratado de Kioto y que, transcurrido todo ese tiempo, no han habido avances satisfactorios "porque, tal vez, las naciones con mayor responsabilidad en materia de contaminación ambiental, las que debieran tener mayor responsabilidad a la hora de mitigar estas inversiones tampoco llegan a un acuerdo".
"Todas estas menciones hacen ver la necesidad clara de concebir al multilateralismo no solamente como una declaración retórica que se hacen en ámbitos multilaterales, sino en efectivos resultados", expresó Cristina Fernández.
Por otra parte, hizo un fuerte reclamo al gobierno de la República Islámica de Irán para acceda a extraditar a los imputados por el atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA, en julio de 1994.
"En el año 2007, el entonces presidente Kirchner, pidió aquí, a esta Asamblea, a la República Islámica del Irán que accediera a la extradición de funcionarios de ese país que la Justicia argentina reclamaba para poder investigar acabadamente y deslindar responsabilidades en materia de este grave atentado", recordó la Presidenta, e inmediatamente agregó que "el año pasado, aquí mismo, yo volví a solicitar a las autoridades de la República Islámica de Irán que accedieran a este pedido, que en mi país regían garantías constitucionales, que el principio de que nadie es culpable, hasta tanto sea demostrado con sentencia firme es una realidad que se da a lo largo y a lo ancho de mi país, que hay garantías de libertad, de justicia, de administración de justicia". "Sin embargo - continuó - nada de esto ocurrió, sino que este año precisamente uno de los funcionarios, cuya extradición era solicitada por el fiscal que interviene en la causa, fue ascendido al grado de ministro".
En ese marco, la Presidenta se dirigió al presidente de la República Islámica del Irán, a quien le dijo: "Mi país, la República Argentina, no es ni por historia ni por convicción un país imperialista". "Es un país que, al contrario, ha sufrido en su origen el rigor colonial y también sufrió, durante el mundo bipolar, la Doctrina de la Seguridad Nacional", prosiguió, para agregar enseguida que "por eso, humildemente, como Presidenta de la República Argentina, voy a volver a reiterar una vez más ese pedido de lograr que los funcionarios a los cuales la Justicia argentina les asigna responsabilidades, puedan ser extraditados, no para ser condenados, sino para ser juzgados y para poder hacer uso de todos los derechos y garantías que tienen todos los ciudadanos argentinos y extranjeros en nuestro país, garantías que da la democracia y, además, un Gobierno que ha hecho de la defensa irrestricta de los derechos humanos su ADN institucional e histórico".
Luego, la Mandataria destacó "tres hechos muy positivos" para compartir en la Asamblea:
El primero fue la visita de la CIDH el pasado 9 de septiembre 30 a Buenos Aires, a 30 años de su visita histórica. "Vinieron a una Argentina donde los criminales genocidas están siendo juzgados dentro de la Constitución", señaló la titular del Ejecutivo. Y en ese marco recordó que "acordamos enviar al Congreso un proyecto de ley para eliminar el delito de calumnias e injurias para periodistas", derecho que, consideró, "debe ser extendido a todos los ciudadanos" porque "nadie en el siglo XXI puede ser condenado por decir algo y expresarlo libremente". También señaló que se suscribió un acuerdo para "contribuir a la recuperación de los chicos que nacieron en cautiverio durante la dictadura.
Luego, elogió las palabras del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el sentido de buscar una solución para que se atiendan los derechos del pueblo palestino de vivir "en su territorio sin ningún tipo de asentamiento y del pueblo de Israel de vivir en paz dentro de su frontera". "Nos coloca en una situación que tal vez hace muchos años no teníamos y que era la posibilidad de abordar, espero que con éxito, negociaciones entre la Autoridad Palestina y el Gobierno de Israel para reencausar, finalmente, este tema clave en la seguridad y paz mundial que es la cuestión Palestina", manifestó Cristina Fernández.
Y, en tercer lugar, dijo que "como miembro del G-20, que se reúne mañana en Pittsburgh, también solicitamos la presencia de otro organismo multilateral para ser escuchado en estas reuniones, la presencia de la Organización Internacional del Trabajo". "En las dos reuniones que mantuvo el G-20, se habló mucho del problema financiero, pero nosotros sosteníamos y sostenemos que una de las claves es volver a hablar sobre la economía real y por eso creímos oportuno que trabajadores y empresarios, como verdaderos actores de la economía real y como verdaderos instrumentos para poder reactivar la economía, deben ser escuchados también en esos ámbitos junto a las autoridades de los organismos multilaterales de crédito o del Banco Mundial", sostuvo la Presidenta.
Finalmente, reiteró su pedido en pos de "construir una nueva multilateralidad donde todos estemos en igualdad de condiciones, donde el manual del curso a seguir y de las obligaciones y de los derechos, sea igual para los países ricos que para los países pobres, que también sean iguales los derechos y responsabilidades que tienen las naciones en desarrollo y las que también tienen las que están en vías de desarrollo".
"Si no logramos esto - dijo la Mandataria - continuaremos con ejercicios de retórica año a año, pero tal vez sin lograr los resultados que ya no constituyen un derecho sino una obligación por parte de todos los que integramos este Cuerpo".
"Democracia, vigencia de los derechos humanos, reglas similares para todos los países del mundo, son las tres claves para construir una nueva multilateralidad y que estas tres exigencias sean iguales y parejas para todos, pero, sobre todo, para aquellos que por acción propia y por desarrollo social y económico, lideran los grandes países desarrollados del mundo", fueron las palabras concluyentes del discurso de la Presidenta argentina.