Muy buenas tardes a todos y todas; señores Gobernadores y Gobernadora de Tierra del Fuego: la verdad que pensaba decir estas palabras después de las juras de los ministros, pero en realidad después se van a acercar todos a saludarlos y no va a poder ser. Ustedes saben lo que significa para este proyecto político, que comenzó el 25 de mayo del año 2003, la educación y el rol fundamental que esta desempeña en lo que para nosotros ha sido el rasgo distintivo en la Argentina, que es la movilidad social ascendente, la capacidad del progreso de todos y cada uno de nosotros.
En estos años se han obtenido logros impensables, en materia educativa, como en otras áreas, pero especialmente en materia educativa, desde haber logrado una Ley de Educación consensuada en todo el país, de haber logrado el financiamiento educativo que va a alcanzar 6 puntos del PBI, el año que viene, el más importante en toda nuestra historia, sin olvidar tampoco todo lo que en materia educativa significa la infraestructura edilicia: 700 escuelas, nunca se construyeron tantas y las 1.000 que estamos lanzando, más todo lo que ha sido el Plan de Becas universitarias, y que es de becas universitarias, secundarias, distribución de textos, en fin una verdadera inversión - y recalco la palabra - no gasto, como se miraba en otros tiempos, sino inversión que los argentinos hemos hecho, en materia educativa.
Creo que a un año o poco menos de nuestro Bicentenario la decisión que ha adoptado de construir un área estratégica para la formulación de un proyecto educativo, especialmente además orientado hacia lo que yo creo que es uno de los puntos nodales, en materia de educación, que es la escuela secundaria, la enseñanza media, que no es solamente el problema en la República Argentina, sino que es un problema mundial. Hace poco tiempo en una nación muy importante europea se ha conformado una comisión de notables precisamente para abordar específicamente el problema de la escuela secundaria. También la discusión que debemos dar sobre el rol de nuestras universidades en una ley nacional de universidades nos pone en un punto de inflexión.
Yo creo que hemos logrado el tema del financiamiento, pero con esto no basta para dar el salto cualitativo que tenemos de hecho, tenemos jurisdicciones con excelentes niveles de financiamiento en escalas salariales, etc, y sin embargo esto no se traduce en un grado de calidad educativa, en un grado de capacitación y entonces esto nos tiene que llevar a reflexionar a todos acerca de que un desarrollo de carácter estratégico debe estar pensado y diseñado de manera tal que separado de lo diario, de lo cotidiano que significa el desempeño de una tarea frente a un Ministerio crear esta Unidad de Planeamiento Estratégico de la Educación Argentina como una señal, pero fundamentalmente como una política activa muy clara hacia las cosas que todavía nos faltan.
Yo, como la mayoría de los que están sentados aquí, he sido formada en la escuela secundaria, en general, enciclopedista, humanista, que nos generaba el pensamiento abstracto y que nos hace distintivos en el mundo- dicho por importantísimos empresarios internacionales - que distinguen, por ejemplo, a los ejecutivo argentinos de cualquier otro tipo de ejecutivo por la capacidad y calidad a la hora de abordar problemas que no están en el manual de soluciones y que lo hacen con inteligencia porque comprenden, tal vez, desde esa formación de generaciones en el pensamiento abstracto poder identificar y resolver problemas que no están en los manuales de aplicación, como digo yo. Esa escuela media que nos formó a todos enciclopedista, humanista, de generación del pensamiento abstracto, luego fue intentada modificar para una escuela más de enseñanza especializada tendiente a lograr y a dotar a nuestros alumnos de los instrumentos, de las herramientas para tornarlos aptos para el mercado laboral.
Creo que la síntesis no tiene que ser ni lo uno ni lo otro, sino ambas; creo que necesitamos un modelo de educación en la cual tengamos esa formación que supimos tener en nuestra educación argentina, al mismo tiempo que la capacitación especial para dotarnos en el mundo del trabajo, pero ambos van a necesitar, van a demandar un proyecto estratégico educativo. Yo esto lo relato en cinco minutos, pero esto lleva un poquito más de tiempo desarrollarlo, planificarlo y ejecutarlo, conjuntamente con esto también dar un salto en la metodología de enseñanza.
Yo escucho a diario decir que los alumnos - y lo escucho de padres y lo escucho y lo sufro además también como padre de alumnos, lo qué cuesta que los chicos puedan sentarse frente a lo que nosotros hacíamos cuando éramos jóvenes que éramos capaces de estar horas frente a un libro, entonces hay una crítica hacia los jóvenes como que no les interesa. Yo no comparto esas críticas, porque esos mismos jóvenes que muchas veces no se sientan cinco o siete horas frente a un libro si lo hacen cinco o siete horas frente a una computadora. ¿Qué quiero decir con esto? Que estamos, tal vez, en una frontera en lo que es el acceso a la información y a la formación educativa donde tengamos que articular estas dos etapas - y por favor que nadie piense que estoy hablando en contra del libro, soy de la generación del libro- pero pienso que podemos en una articulación reinsertar nuevamente de las nuevas tecnologías y articular ambas cosas. Este creo que es un desafío de acceso y de metodología que tiene que ver con una planificación de carácter estratégico que es la que yo sueño y la que charlé con Juan Carlos Tedesco- una cabeza importante, como digo yo- para pensar y diseñar un equipo que también pueda llevar adelante esto.
Pienso además que necesitamos al mismo tiempo algo que venimos sosteniendo desde hace mucho y que es la articulación de nuestras universidades, nuestras casas de estudio, con un modelo productivo en el cual la innovación tecnológica sea la característica que nuestras universidades inserten a ese modelo productivo. Esto va a necesitar no solamente de la convocatoria a sectores, sino también pensar un modelo para que luego, ofrecido al conjunto de los sectores, pueda ser discutido, debatido, mejorado, ampliado, y si nos sirve vuelto a rehacer, porque en definitiva lo que estamos demandando hoy es este punto de inflexión, que no se da solamente en la República Argentina en materia educativa, es una planificación estratégica nueva.
Yo creo que esto no significa que no hayamos hecho cosas hasta ahora, al contrario, creo que hemos trabajado y mucho, pero creo que también y todos en el fondo lo sabemos y lo sentimos porque lo charlamos cuando nos encontramos en un lugar, en un espacio, que necesitamos profundizar y tener un modelo educativo que realmente torne en estructural la incorporación y la inclusión social. Hasta ahora hemos venido peleando desde el colegio con la inclusión social a partir del alumno, de traerlo de la calle al comedor. o a través de la beca; pero nosotros necesitamos con el Proyecto Estratégico Integral que la incorporación sea de carácter estructural porque es de una capacitación tal que ya no va a poder ser expulsado, porque ha adquirido los instrumentos y las herramientas necesarias para enfrentar el mundo que cada vez va a ser más competitivo y más difícil, y al mismo tiempo tener el instrumento de cultura, de actitud, de pensamiento, de poder entender y ser un ciudadano. En un mundo donde los ciudadanos muchas veces reciben mensajes permanentemente, son bombardeados con conocimientos, con información, necesitamos conformar ciudadanos que sean capaces de decodificar el bombardeo de conocimientos, de información que sufre cada uno de ellos, y poder entonces separar como lo hacíamos cuando éramos más jóvenes, cuando no había tanto desarrollo tecnológico en materia comunicacional, pero que era posible hacerlo. Todas estas cosas que hemos hablado mucho con Juan Carlos y que creo que se van a poder llevar adelante en esta Unidad de Planeamiento Estratégico.
Y al mismo tiempo la designación de Alberto Sileoni como ministro de educación en la coyuntura de articular junto a Salud, junto a Desarrollo Social para de seguir en la tarea inclusión social que venimos desarrollando para tener cada vez más jóvenes en nuestra escuela.
Estas dos designaciones implican en la reafirmación de lo hecho y la necesidad de profundizar en lo hecho, en un proyecto de carácter estratégico en materia educativa para todos los argentinos. Yo sueño con que la Argentina del bicentenario nos encuentre debatiendo y discutiendo estas cuestiones, y haciendo, al mismo tiempo, lo que debemos hacer para seguir cubriendo la inmensa deuda social pendiente que tiene la Argentina con aquellos que menos tienen, y que no es culpa de ellos el que no tengan. Hacernos cargo de esa deuda social implica entonces redoblar esfuerzos para atender la coyuntura, pero también para no olvidar el pensamiento estratégico y desarrollarlo en consecuencia.
Yo quería simplemente con estas palabras anticiparme a las designaciones y agradecerles a todos ustedes la presencia aquí, agradecerle a Juan Carlos el rol que tuvo frente del Ministerio, sé qué va a ser muy fuerte su trabajo al frente de esta Unidad de Planeamiento Estratégico Para la Educación Argentina, y que va a dar absoluta consistencia a la profundización de un modelo que ha hecho de la educación no un slogan de campaña, como siempre sucedía, sino en una acción de política activa concreta de gobierno. Muchas gracias y buenas tardes.