Muy buenas noches a todos y a todas, una vez más, por segunda vez como Presidenta de la República Argentina y como Comandante en Jefe de nuestras Fuerzas Armadas vengo a compartir con todos ustedes esta Cena de Camaradería.
Quiero decirles que lo hago no solamente en mi carácter de jefa y de presidenta, sino también de ciudadana argentina; orgullosa de vivir en un país como el nuestro, la República Argentina, con una democracia que construimos todos los días y que permite mirarnos hoy a todos nosotros a los ojos y saber que vivimos afortunadamente en un país diferente que seguimos construyendo todos los días. Episodios como en los que me ha tocado participar en el escenario internacional y regional no hacen más que reafirmar mi compromiso y mi orgullo como Presidenta y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, de estar viviendo en un país de absoluta transparencia en su democracia y de ejercicio efectivo de la misma, con respeto irrestricto de todas nuestras instituciones a esos valores esenciales. Quiero esta noche celebrar esto con ustedes.
Quiero también, tal cual lo afirmaba en nuestro primer encuentro el año pasado, remarcar la necesidad de mirar el futuro y saber el rol de nuestras Fuerzas como defensoras de la integridad territorial y de nuestros recursos naturales. Pero quiero además en este segundo encuentro, plantear a los integrantes de las Fuerzas Armadas la necesidad de incorporarse definitivamente a un modelo de desarrollo nacional y productivo, que en realidad es el verdadero reaseguro de la defensa de nuestra integridad territorial y de nuestros recursos naturales.
Hace muy poco tiempo estuve en Río Tercero, en Fabricaciones Militares, pude ver como ahí estamos haciendo matricería para usinas, articulando con el sector privado, que luego se colocarán en distintos países de Latinoamérica. Hemos retomado el Área Material Córdoba que, como ustedes saben, ha obtenido ya media sanción de nuestra Cámara de Diputados, y creo que mañana en el Senado se apresta a su tratamiento, con lo cual a través de la ley estaremos recuperando un área en la que nuestras Fuerzas Armadas supieron demostrar ser cabeza en toda la región de la construcción de armamento, de la investigación y de la innovación tecnológica.
En igual sentido, como lo sabe la señora Ministra que hay trabajado mucho en lo que es la antigua TANDANOR, y lo que creemos que debe ser uno de los enclaves más importantes-no de la Argentina sino también de la región- en materia de desarrollo naval, en consonancia con esta visión que tenemos de un modelo de producción nacional en el cual nuestras Fuerzas Armadas deben volver a tener un rol preponderante, como el que tuvieron los hombres que las imaginaron parte fundante del progreso y de la construcción de un modelo económico y social de desarrollo para todos los argentinos, es que vengo a convocarlos también a todos ustedes a esta tarea. En este sentido el Gobierno Nacional está tomando medidas importantes, como por ejemplo la de ayudar en materia de inversión a comenzar a producir laminado grueso en nuestro país, lo saben los almirantes, lo sabe el señor Jefe de la Armada, esencial para la construcción no solamente de barcazas, sino de buques de porte más que importante. Tomo estos ejemplos que no son aislados, sino que son coincidentes y concordantes con lo que entiendo debe ser un aspecto esencial en el rol y en la función que deben tener nuestras Fuerzas Armadas, formar parte de un modelo de producción y defensa nacional, porque no hay mejor manera de defender la Patria que producir sus propios insumos, en tiempos que como los que se avecinan que no parecen ser demasiado fáciles.
Esta tarea también de este nuevo rol en que tomamos decisiones que también tienen que ver con otros aspectos, como lo relaté también aquí hace pocos días, cuando entregamos más de 400 viviendas a suboficiales de nuestras Fuerzas Armadas, incorporándolos definitivamente a todo lo que es la planificación estatal, en ejercicio de lo que considero el artículo más importante de nuestra Constitución y que es el 16, aquel que establece la igualdad que todos los ciudadanos frente a la ley sin distinción de vestimenta, de religión, de profesión de ideología, simplemente el respetar las leyes y la Constitución, que es lo que realmente nos hace ser recibidores de los derechos y garantías que esa misma Constitución nos acuerda a todos por igual.
En este marco también quiero comunicarles señora Ministra, señores del Estado Mayor Conjunto que acabó de firmar el decreto 860 que modifica las facilidades del Instituto de Ayuda Financiera, que les va a permitir también a todos ustedes tener acceso a determinadas normas de crédito de diferentes tipos: hipotecarios etcétera, de manera tal que también nuestros oficiales puedan acceder, al igual obviamente que los suboficiales, a los mismos derechos, a las mismas normativas y las mismas políticas de facilitarle la vida a los argentinos, que es la obligación de nuestro Gobierno.
Pasado este aspecto quiero retomar el que realmente me importa, y seguramente también a ustedes más allá de los aspectos personales y particulares que puede involucrar una decisión de esta naturaleza, y que es convocarlos a una Argentina que tenemos que construir entre todos. A nadie se le escapa que el próximo año estaremos conmemorando la Argentina del Bicentenario, 200 años de historia. Si tuviera que definirlos también diría 200 años de desencuentros, de frustraciones y de fracasos; sería inútil, y estéril más que inútil, indagar y buscar culpables. Lo cierto es que hoy estamos en una senda que no debemos abandonar y que es la de construir, aún en un mundo globalizado, un país cuyo Sistema de Decisión Nacional tome sus decisiones aquí precisamente en beneficio de todos los argentinos. Los logros en estos seis años, con los matices y las diferencias que seguramente todos tendremos, son verificables en términos de crecimiento, en términos de desendeudamiento, en términos de ser un país diferente. Y creo que tal vez el gran desafío pueda ser que en este Bicentenario que se avecina, respetando nuestras diferencias, aceptando nuestras historias, seamos capaces de construir por sobre ellas y con una mirada hacia delante, el país que alguna vez fue el primero en Latinoamérica. No lo digo desde una visión hostil o poco amigable hacia nuestros vecinos, al contrario, creo que como pocas veces hemos logrado construir una solidaridad regional y dejar de mirarnos como posibles enemigos y como hipótesis de conflicto.
Por lo tanto mi visión acerca de ese rol que debe desempeñar la Argentina en la región no está vinculada a una nación de superioridad sobre los otros, sino al contrario, una nación de nuestra competencia, de nuestras capacidades, de nuestra historia, de ser realmente un gran país. Está en la génesis, hemos sido capaces de construir los primeros aviones, hemos sido capaces de ser punta de lanza en materia de industria naval, en materia de marina mercante, en materia nuclear, aún lo seguimos siendo en algunos aspectos.
Somos capaces entonces de, superando esas historias de fracasos, encarar esta Argentina del Bicentenario que nos merecemos todos, pero por sobre todas las cosas, más que los que estamos aquí, que en definitiva en algún momento de la historia tomamos una u otra posición, que nos convierte también en protagonistas de esos desencuentros y esos fracasos, creo que esa Argentina del Bicentenario se la debemos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, que no tuvieron que ver con esta historia de desencuentros, enfrentamientos y fracasos, pero que sin lugar a dudas muchas veces han sido sus víctimas; y también a millones de argentinos que pudiendo haber vivido en un país que les brindara educación, seguridad, justicia, vivienda digna, aún lo reclaman.
En nombre entonces de esas generaciones que no tuvieron que ver con la historia del pasado y en nombre de millones de argentinos a los que todavía les falta la llegada de los derechos y garantías que consagran nuestra Constitución, los invito a ustedes, hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas Argentinas, a formar parte de ese proyecto del Bicentenario por una Argentina diferente, en donde el rol de todos ustedes vuelva a tener ese protagonismo que las Fuerzas Armadas tuvieron en el desarrollo y en la construcción de innovación y tecnología en nuestro país.
Es esto lo que quería compartir con ustedes en esta mi segunda cena de camaradería. Estamos haciendo muchas cosas y podemos hacer aún más si entendemos que todo depende de la necesidad de aporte de cada uno de nosotros. No es fácil, han pasado muchas cosas, pero creo que tenemos el deber, el imperativo moral como decía Kant, de construir esa Argentina diferente.
Muchas gracias y brindo por la República Argentina, por nuestras Fuerzas Armadas y por nuestro pueblo en esta noche. Salud.