Estoy sorprendida porque uno de los que más insistió para que viniera, y me contó la historia del barrio, fue mi hijo Máximo.

Me dijo: "Mamá, mira, hay que ayudar porque realmente es increíble lo que les pasó y tender la mano ahí es garantizarles el techo que ellos han construido, que les costó sangre, sudor y lágrimas como le cuesta a toda la gente que trabaja toda la vida para tener un techo, para tener una casa".

Hoy a la mañana, cuando estaba en el Banco Hipotecario y entregaba las primeras escrituras a parejitas jóvenes con sus chicos, la verdad que solamente el que ha trabajado toda una vida para tener un techo, comprende lo que significa el valor de eso.

Por eso, gracias y me encanta el nombre que le pusieron al barrio, "Victoria", es la victoria de ustedes que no cejaron en el esfuerzo para defender lo que tanto les costó conseguir, veinte años, demasiado tiempo, mucho.

Pero bueno, llegó porque trabajaron, trabajaron y trabajaron y cuando uno trabaja las cosas más tarde o más temprano llegan y con justicia.

Gracias. (APLAUSOS)