Palabras de la Presidenta inauguraciòn hospital Rawson, San Juan

PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERÁNDEZ, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL HOSPITAL RAWSON, EN LA PROVINCIA DE SAN JUAN

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Buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de San Juan; señor Intendente: si tuviera que definir o explicar cuál es el modelo que desde el 25 de mayo del 2003 desplegamos frente a los ojos y los corazones de todos los argentinos, diría que hoy aquí, en San Juan, se puede ver con mucha claridad.

Hace unos instantes puse en marcha la obra hidroeléctrica Bajo Caracoles, que incorpora más de 125 megavat al Sistema Interconectado Nacional (APLAUSOS). Recién el Gobernador se interrogaba a sí mismo y decía: "es una obra de energía, por ahí alguien puede preguntar y por qué"; ¿saben por qué? Porque ahora en la Argentina hay trabajo, en la Argentina hay producción, las obras de energías las necesitan las sociedades que trabajan y que producen, donde no hay producción y donde no hay trabajo la energía no interesa, sobra.

Yo recién comentaba, cuando uno visita otras regiones del mundo con poco grado de desarrollo económico, muchísimas carencias sociales, algo distintivo es que no hay luz, se ve poca luz, poca energía en las calles. La energía tiene que ver con un modelo de país donde hemos vuelto a recuperar el trabajo para millones de argentinos. Esa agua de ese dique va a servir también para riego, es también para la otra parte de la producción: la agrícola, la que necesita no solamente de la energía para producir, sino también de un elemento que aquí en San Juan es cuestión de vida y que es el agua.

También aquí en este lugar, un hospital, un lugar donde van a venir a atenderse aquellos que no tienen posibilidades de recurrir a la medicina privada o de tomarse un avión y correrse a grandes centros nacionales o extranjeros. Porque el hospital público no es solamente la salud, es la salud de los más vulnerables, es la salud de los que todavía no han logrado conquistar la igualdad de oportunidades, construir un sistema de salud pública tiene que ver también con la justicia, con la equidad, con al igualdad de oportunidades. Y hoy, en estos 24 mil metros, que ponemos en marcha, los que nazcan a partir de esta puesta en marcha van a tener toda la tecnología y todas las posibilidades de cualquier otro hogar con posibilidades económicas.

Dentro de unas horas voy a estar en otra provincia hermana, en Salta, desde allí vamos  a inaugurar y poner en marcha distintos ferrocarriles en la provincia de Tucumán, de Salta, en la provincia Buenos Aires, del Chaco. Los ferrocarriles que eran la razón de vivir de cientos y cientos de pueblitos a lo largo y a lo ancho del país, que además servían para transportar gente, mercaderías, productos de las regiones, y que fueron desarticulados como nunca se vio en ninguna otra parte del mundo, donde los ferrocarriles siguen siendo un instrumento de desarrollo y de conectividad con la gente, para que la gente pueda trasladarse.

Ayer, en la provincia de Buenos Aires -lo contaba hoy a los ingenieros que proyectaron, ejecutaron y van a conducir Bajo Caracoles - esta presidenta asistió al cierre del reactor nuclear de Atucha II, también parado desde el año 1994, como Bajo Caracoles (APLAUSOS). No son casualidades, obras paralizadas durante años porque el país no necesitaba energía porque no había trabajo. Pero además porque también se decía que como había gas, con el gas bastaba, sin entender que era necesario diversificar la matriz energética del país. Ayer, en Buenos Aires, energía nuclear, hoy aquí en San Juan, energía hidroeléctrica para más producción y más trabajo.

Y podría hablar de educación, del presupuesto más importante durante décadas. Ayer no más entregábamos 61 mil nuevos títulos secundarios en el Plan FinEs, a argentinos que no habían podido terminar su secundario, y que lanzamos esto porque es necesario que más argentinos lo hagan. (APLAUSOS) Y vamos por más, porque vamos a lanzar el plan que contemple a los que les falta completar 3° o 4° año, y luego más adelante será el 1° y el 2°, y más escuelas además de las 700 que hemos construido, vamos por 1.000 escuelas más para todos los argentinos (APLAUSOS).

Ayer también entregaba más de 200 motocicletas a la Gendarmería Nacional, en la Plaza Colón, frente a la Casa Rosada, y van a completar un lote de más de mil y pico de instrumentos para que nuestros gendarmes puedan construir el valor seguridad de los argentinos.

Pero todo esto: energía, educación, salud, seguridad, no se pueden construir si antes no se tiene un modelo político y económico nacional como el que nosotros pusimos en marcha, y que tiene como eje reivindicar el valor agregado a nuestros recursos, la industrialización de nuestros productos para que haya más trabajo, para que en lugar de importar trabajo argentino como lo hacíamos durante la década de la convertibilidad, exportemos trabajo argentino, no importar trabajo extranjero para nuestro país (APLAUSOS).

¿Porque saben qué? Es mentira que alguien pueda ocuparse de la seguridad, de la salud, de la educación, si antes no se ocupa de la economía. Ese fue el cuento que nos hicieron durante la década de los ´90, fundamentalmente el neoliberalismo, que el Estado se ocupe de la educación, de la seguridad, de la salud, que de la economía se ocupa el mercado. Así nos fue y así le fue al mundo. El rol del Estado como articulador entre lo público y lo privado es la garantía de este modelo de crecimiento que lleva 6 años del crecimiento económico más importante de la Republica Argentina (APLAUSOS).

Un dato nomás, en el año 2008 batimos el record, nuestros empresarios, nuestras empresas (pequeñas, medianas, grandes empresas), batieron un record histórico, se compró maquinaria, se compraron fierros para producir en la Argentina por un valor equivalente a 10.1 del Producto Bruto. No se hacía esto desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Parecen cifras de cuento, pero allí están, junto al record de exportaciones, de superávit comercial.

Ni que hablar de nuestros jubilados, más de dos millones de argentinos y argentinas que se han vuelto a incorporar a los beneficios provisionales; más de 14 aumentos, la variación del salario mínimo de los trabajadores, más de mil convenios colectivos celebrados. Esto entre otras cosas es el modelo que nosotros defendemos, en el que creemos - lo que decía usted Padre - los ideales, las convicciones. Porque siempre hemos creído en el valor de los argentinos, porque siempre hemos creído que el Estado tiene que estar allí, impulsado la actividad privada, pero al mismo tiempo controlándola, regulándola y articulándola para que los sectores más vulnerables no sean atropellados por el endiosado mercado (APLAUSOS). Creemos en el rol de equilibrio y reparación que el Estado tiene que tener para que haya armonía en la sociedad.

Y por eso recién hacia mención el Gobernador a lo que hoy decía una radio y las próximas elecciones. Se decía, también, que cuando nosotros estábamos planteando que había una discusión de dos modelos eran fantasías nuestras. Pero en estos últimos días creo que se han caído algunas máscaras, y hemos escuchado entonces que se volvería a privatizar Aerolíneas Argentinas, que se volvería a privatizar la Administración de las AFJP, que se volvería a privatizar la compañía de agua que atiende necesidades del conurbano bonaerense y Capital Federal, toda la región metropolitana, un tercio de la Argentina.

Yo les digo a ustedes como hombres y mujeres de la Argentina profunda, sabemos lo que significaron estos años, con distintos dueños de nuestra Aerolínea de bandera, quedar muchas veces sin ningún tipo de conectividad, sin aviones, sin vuelos, y no lo saben únicamente los que necesitaban viajar por razones familiares, lo saben nuestros empresarios dedicados al turismo, los miles y miles de dólares que se perdieron en la República Argentina por no tener la conectividad que teníamos que tener; lo saben también el 60 por ciento de los jubilados que estaban en el sistema de capitalización pero que el Estado debía cubrirle su jubilación mínima, porque el sistema que le dijeron que le iba a cubrir toda la vida ni siquiera les pagaba la jubilación mínima, eran el resto de los jubilados que permanecían en el sector público los que contribuían a pagar esas jubilaciones. (APLAUSOS).

Y me acuerdo también -porque tengo buena memoria porque siempre tuve una profunda vocación política, milito desde muy jovencita- que cuando se decidió ese sistema de capitalización dijeron que iba a ser para hacer un mercado de capitales para los empresarios. Sí, hubo mercados de capitales, pero para selectos grupos de empresarios, 30 o 40 grupos, no más. Yo les pregunto a los miles y miles de pequeños y medianos empresarios del país, e inclusive a muchos grandes empresarios de primera línea si alguna vez recibieron un sólo peso de financiamiento de ese mercado de capitales, que iba a ser para desarrollar toda la industria y todas las regiones del país, negativo, todos lo sabemos. (APLAUSOS).

Y me pregunto más todavía, los miles de millones que se han perdido por colocaciones en activos tóxicos, o porque han quedado en el exterior; ni qué hablar de las comisiones que se cobraron durante todos esos años, ni qué hablar de la ley que disponía que el 0.5 debía ser orientado a la construcción de viviendas. Podíamos haber tenido medio millón de viviendas los argentinos si se hubiera dado cumplimiento a esa ley, ¿pero saben cuánto construyeron? 700 viviendas. Por eso, ahora, vamos a través del Banco Hipotecario a utilizar los fondos que marca la ley para que los sectores medios argentinos también puedan acceder a la ampliación de su vivienda, a la construcción o a la adquisición de una nueva (APLAUSOS).  

Por eso digo que es muy claro: hay dos modelos; este que encontró un país devastado, arruinados sus productores, hipotecados sus campos, sus trabajadores desocupados, sus chicos que si tenían una carrera universitaria estaban haciendo cualquier cosa menos para lo que habían estudiado o directamente se iban del país. Me acuerdo de esa Argentina en la que se decía que la mejor salida era Ezeiza.

Me acuerdo también de un afiche que hicimos y lo pusimos a la entrada de la Ricchieri, "no te vayas que viene Kirchner" les decíamos a los jóvenes. Era en definitiva no la llegada de un hombre, no, nos confundamos, detesto los personalismos, era la llegada de un proyecto político diferente a la República Argentina, encarnado tal vez en una generación de jóvenes que con aciertos y equivocaciones siempre creímos en el país, y dimos todo lo que teníamos a nuestro alcance para transformar la realidad (APLAUSOS).

Ese modelo que encontró la Argentina devastada, y que no se puso a echarle la culpa a otros, ¿sabe qué hicimos Gobernador?, lo que mejor sabemos hacer: trabajar y hacer. Miren si el ex presidente en lugar de arremangarse y ponerse a ver cómo construíamos Bajo Caracoles, cómo construíamos este hospital, cómo levantábamos Atucha, cómo hacíamos para hacer las obras de "La Picaza", en Santa Fe y recuperar cientos de miles de hectáreas, o las cuatro represas del sur de Córdoba para recuperar más de un millón de hectáreas, o las obras del Río Salado para recuperar otro millón de hectáreas. Miren si en lugar de ponernos a construir las 700 escuelas, las más de 300 mil viviendas, los miles y miles de kilómetros de autopistas, las obras de alta tensión de San Juan, Mendoza, de Comahue, Cuyo, de Choele-Choel a Puerto Madryn; de Puerto Madryn a Pico Truncado, o del NOA. Miren sin en lugar de ponernos a hacer esas cosas nos poníamos a echarle la culpa a los que habían estado de que no habíamos podido hacer nada, eso lo hacen solo los que buscan excusas en los otros porque no pueden explicar sus propios fracasos.

Por eso luego de escuchar que volveríamos atrás privatizando Aerolíneas, o la administración de los fondos de los trabajadores argentinos, que queremos utilizarlos, como Brasil ha hecho con su BNDES para construir un modelo industrial como el que ellos han tenido, cuando en realidad, hace 50 años, estaban mucho más atrás que nosotros, miren lo que han podido avanzar ellos, y cómo nos han detenido a nosotros. Y quieren volver, esos que protagonizaron la década de los ´90, en la que nos querían convencer de que la Argentina solamente podía ser un país de servicios; los que obtuvieron muchas rentabilidades con privatizaciones como, por ejemplo, la del Correo, que finalmente tuvimos que recuperar porque ni eso pudieron llevar adelante, o tal vez los miles y miles de metros de cloacas construidas en el conurbano bonaerense y en todo el país, obras aquí donde además pudimos sacar todas las villas de emergencia, que algunas venían desde el primer terremoto de San Juan (APLAUSOS).

Y miren que nos pegaban lindo desde afuera los garúes y los economistas restringiéndonos, y desde adentro también los eternos voceros de que la Argentina no puede crecer sola, de que no tenemos capacidad, de que siempre dependemos de los de afuera porque son mejores y tienen mejores ideas y mejores modelos. Acá está la prueba de que hemos podido desarrollar un modelo económico, político y social teniendo confianza en nuestras propias fuerzas, en nuestras ideas, en nuestros empresarios, en los trabajadores, en nuestros técnicos, en nuestros profesionales, en nuestros científicos que han vuelto al país, (más de 650 hombres y mujeres que han retornando al país) porque han vuelto a creer que es posible desarrollarse y crecer en la República Argentina. (APLAUSOS).

Por eso teníamos razón cuando decíamos que hay dos modelos en pugna, dos modelos: el que ya estuvo, el que nos llevó casi a la disolución institucional. Yo que soy más vieja, me acuerdo de todas las crisis institucionales, siempre venían con la música de una marcha militar, pero en el 2001 tuvimos otra experiencia totalmente diferente, tal fue el desastre, tal fue la decadencia que estábamos enfrentados entre nosotros mismos: pobres contra pobres; clase media contra clase media; los que habían logrado salvarse, de los que no habían logrado nunca salvarse.

Por eso, estos dos modelos significan no solamente una cuestión política, económica, social o cultural. Es algo más, es la posibilidad de sobre vivencia, es la posibilidad de honrar la vida, de volver a honrar la vida y cuando uno honra la vida, honra al hombre, a su trabajo, a su posibilidad de progreso, a su igualdad de oportunidades. Eso es honrar la vida y este es un modelo que ha honrado la vida de todos los argentinos. Por eso, quiero agradecerles San Juan, querido San Juan, donde siempre me reciben con afecto, con cariño, el mismo que les tengo, a que todas las veces que venga aquí tenga para inaugurar sueños, para recuperar ilusiones y para poder mirarnos a los ojos y decir que ese país y esa provincia que siempre soñamos la hemos empezado a construir, que nada ni nadie nos detenga. (APLAUSOS)

Muchas gracias San Juan y un abrazo muy grande a todos. (APLAUSOS).