Gracias, muchas gracias.
Yo quiero en primer término, dirigirme a los más de 5.000 trabajadores y trabajadoras que todos los días han puesto su esfuerzo para que esto fuera posible, a las 448 compañeras de género que están allí sentaditas, con sus cascos verdes. (APLAUSOS), casi el 10 por ciento del total de la Planta, una proporcionalidad inusitada de mujeres en este tipo de construcción, a los ingenieros, a los técnicos, a los obreros de la construcción, a los soldadores, a todos. (APLAUSOS)
Recién Daniel decía que cuando bajó esa tapa de más de 300 toneladas para cerrar y sellar definitivamente el reactor nuclear por más de 40 años, se le había puesto la tapa a los pesimistas, a los que no creían y tiene razón, pero además, le pusimos la tapa a un modelo de país neoliberal que condenó al fracaso a esta obra y que la había paralizado por más de una década. (APLAUSOS)
Esta obra fue paralizada desde el año 1994, en un país en el cual no era necesaria la energía, porque la energía es necesaria cuando el país produce y genera trabajo. Cuando solamente se pretende ser un país de servicio financiero, no es necesario energía, solamente la necesidad de explotar a un pueblo para que siga pagando la fiesta de otros.
Por eso, hoy le hemos puesto la tapa a ese modelo que durante tantos años condenó a la desocupación y al atraso de los argentinos; 5.200 trabajadores vienen desde distintas partes del Conurbano, de aquí de Lima también, de Zárate, en fin, de todos lados para contribuir al crecimiento y para diversificar nuestra matriz energética.
Me decía el titular de la empresa que para cargar diariamente este reactor, necesita una carga de uranio que entra en el baúl de una camioneta. En cambio, si fuera una turbina de carbón, necesitaríamos 12 millones de kilos diarios para poderla hacer funcionar. Esto significa la importancia de seguir incorporando a nuestra matriz energética la energía nuclear. Y tenemos que ir por más, tenemos que ir por Atucha III y por el CAREM (APLAUSOS) Atucha III en donde tendremos que seguir incorporando tecnología extranjera. Pero créanme, mi gran ilusión, mi gran sueño es que con el CAREM podamos producir el Reactor Nuclear Argentino y creo sinceramente que lo podemos hacer, porque somos en Latinoamérica los que mayores experiencias tenemos en esta materia. (APLAUSOS)
Pero además de dar trabajo a cientos de argentinos, a miles de argentinos, además de generar energía por más de 690 megavatios e incorporar tecnología, estamos modelando un país diferente, argentinos y argentinas; un país donde el trabajo, la producción, la recuperación de la dignidad son los ejes fundamentales que hemos puesto en marcha el 25 de mayo del año 2003.
Hay algunos que quieren volver al pasado y andan diciendo por ahí que volverían a reprivatizar Aerolíneas Argentinas o volverían a dar las jubilaciones al sector privado. Son los que sueñan con el viejo modelo de los años ´90. ¡Claro! Tal vez obtuvieron muchas rentabilidades y muchas ganancias durante esos años, años en que los argentinos quedaban sin trabajo, sin posibilidades de progreso, de estudio, de vivir una vida diferente.
Pero aquí estamos, pusimos la obra en marcha contra todos los escépticos, contra los que no creían, porque tenemos la voluntad y la convicción de construir un país diferente. Y hoy cuando vi a esos hombres y a esa ingeniera de mamelucos blancos que se abrazaban cuando calibraban la tapa que finalmente sellaba ese reactor, sentí que estábamos en el sendero y en el camino correcto del que no nos vamos a apartar, porque estamos convencidos que ese es el camino definitivo de la Argentina. (APLAUSOS)
Este modelo, que mientras el mundo se cae, destruye trabajos, crea escepticismo y desesperanza, está en pie, estamos en pie trabajando como siempre convencidos de que este es el camino a seguir. Esos cascos blancos, amarillos, naranjas simbolizan la Argentina que juntos con mucha confianza, con mucha esperanza hemos construido entre todos. Esto ya no es patrimonio solamente de este gobierno; este es patrimonio de ustedes, de los trabajadores, de los profesionales, de los técnicos, de los empresarios, de todos los que contribuyen a crear un país diferente. (APLAUSOS)
Por eso, hoy me siento muy orgullosa, no de ser Presidenta, sino de ser argentina, porque hemos vuelto a recuperar la confianza en nosotros mismos, en que somos capaces de vencer los desafíos que se nos ponen adelante, este era un desafío, una obra paralizada durante tantos años y la pusimos en marcha. Estamos ya cumpliendo casi el 95 por ciento de la parte civil y casi el 60 por ciento de la parte electromecánica, y la vamos a finalizar en los plazos convenidos para poder empezar lo otro, y seguir incorporando energía porque vamos a tener más de la que hoy producimos, porque vamos a seguir generando crecimiento y vamos a completar, como ya lo hicimos, el crecimiento más importante de nuestros 200 años de historia.
Ayer ponía en marcha mediante la firma del respectivo decreto, la ley de Promoción de Inversiones. Quiero contarles algo, el año pasado, en el año 2008, batimos un récord histórico. Las empresas argentinas invirtieron 10,1 del Producto Bruto Interno en compra de maquinarias, de hierros para producir; una cifra que no se había alcanzado desde la finalización de la segunda guerra mundial; hierros para producir y generar trabajo para los argentinos. Fue también el año de crecimiento más importante de nuestras exportaciones, de nuestro superávit comercial. Fue también el año más importante en materia de inversión de nuestro Producto Bruto Interno, 23 puntos porcentuales y tenemos que ir por más, porque fue demasiado el tiempo en que no crecíamos en producción, fue demasiado el tiempo en que abandonamos el desafío de la innovación tecnológica, de la investigación, de la producción, fue demasiado el tiempo que perdimos.
Ahora necesitamos recuperarlo redoblando esfuerzos y aunando voluntades. Por eso yo desde aquí, desde esta obra símbolo de la recuperación de la Argentina, desde esta Atucha II donde estamos convocando para el CARME y para Atucha III convoco a todos los argentinos a seguir en la senda del crecimiento, del trabajo, de la producción, de las convicciones, de que un modelo de país es posible.
Gracias, gracias a todos y a todas que con su trabajo y su convicción lo hacen posible. Esto no lo hace un gobierno; esto lo hacen ustedes todos los días levantándose temprano para venir a trabajar, confiando que es necesario mandar nuestros hijos a los colegios. (APLAUSOS)
Gracias y adelante como siempre. Muchas gracias. (APLAUSOS)