Muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Berazategui; señores empresarios: pocos lugares, pocos ámbitos más propicios para hacer un acto en cualquier lugar de la República que adentro de una fábrica en funcionamiento, y sobre todo cuando es una nueva fábrica que junto a otras que se inauguran hoy aquí en el municipio de
Berazategui, provincia de Buenos Aires, significan más de 300 nuevos puestos de trabajo. Hoy es un día para celebrar aquí en Berazategui, en la provincia de Buenos Aires y en la Argentina. (APLAUSOS)
Quiero felicitar a los señores empresarios, inversores argentinos, ustedes señores son el vívido testimonio de que algunas cosas que por allí se publican huelen más a operación política en tiempos de elecciones, que a realidad concreta que vivimos todos los días los argentinos. Ustedes son el testimonio de la confianza en este modelo de nuestros hombres de negocios, de nuestros inversores ¿Saben por qué? Por una razón muy sencilla, porque los hombres y mujeres que deciden hacer una inversión no leen el diario, ven esencialmente lo que pasa en un país, ven esencialmente cómo se va desarrollando un modelo político y económico, y lo que hacen las autoridades municipales, las autoridades provinciales y las autoridades nacionales para impulsar ese modelo industrial, generador de producción nacional y de trabajo para todos nuestros compatriotas. Esta transformación que ha vivido la República Argentina, y que ya cumplimos ayer seis años, es producto de una convicción, de una certeza, la de que solamente agregando valor a nuestros productos, generando trabajo, se genera riqueza para un país.
Estaba viendo recién este cartón corrugado que se produce aquí, en una máquina que tiene más de una cuadra de largo, y que abastece a todas las actividades, y también para exportar. Y estaba viendo y escuchando la confianza del empresario acompañado de su familia, como la mayoría de los argentinos, uno puede ser un empresario, un trabajador, un comerciante, un profesional, la confianza en el país, el amor por el país y por la familia, yo digo siempre que no hay mejor manera de querer a los hijos y a la familia que construir y trabajar por un país para dejárselos a ellos y para que puedan vivir una Argentina mejor que las que les tocó vivir a sus padres. Esa ha sido siempre la función que hemos tenido cada uno de nosotros en los distintos roles que nos ha tocado desempeñar, construir un país mejor que el que nos tocó vivir a nosotros. El que nos tocó vivir a nosotros una parte fue la que contaba Juan José Mussi cuando allá en el ´76 desapareció esa Argentina industrial; desaparecieron personas también en la Argentina a partir de aquel ´76, desaparecieron argentinos y argentinas, desaparecieron puestos de trabajo. Y yo digo que a partir de este 25 de mayo del año 2003 volvió a aparecer en la Argentina el trabajo, la memoria, la verdad, la dignidad y la justicia que habíamos perdido hacía mucho tiempo.
Por eso yo creo sinceramente que cuando aparecen ese tipo de acusaciones, que poco tienen que ver con la realidad, lo que hay que hacer es enfrentarlas con una sonrisa y con la verdad; la verdad de esta presidenta que no solamente ha defendido a los empresarios que han plantado aquí en tierra argentina sus inversiones, y producen trabajo para los argentinos y argentinas, sino también a otros que tienen inversiones afuera y que fue lo que originó esta anécdota que cuenta Juan José Mussi o que cuenta el Gobernador de la provincia de Buenos Aires. Fue esta presidenta de todos los argentinos la que defendió cuando se expropió en Venezuela la fábrica SIDOR, respetando por supuesto las decisiones soberanas de cada país, tampoco nosotros aceptaríamos que nadie se entrometiera en una decisión soberana de nuestro país, así está organizado el mundo y así se respetan las decisiones soberanas de cada país, pero defendiendo también los intereses argentinos. Fue la intervención de esta presidenta, reconocido por los propios directivos de la empresa, la que les permitió obtener por el 60 por ciento de las acciones que les habían expropiado, la bonita suma de 1.970 millones de dólares. La verdad que es un muy buen precio, estamos muy contentos de haber intervenido para legar a esa solución. Eso sí, nos hubiera gustado que los primeros 400 millones de dólares que ya cobraron, los hubieran depositado en un banco aquí, en la Argentina, porque no se puede ser argentino para pedir y extranjero para depositar dinero afuera. Yo creo que nobleza obliga pero con la libertad, por supuesto, que todos tienen para disponer de sus bienes.
Simplemente esta observación, cuánto nos hubiera gustado que esos 400 millones de dólares hubieran sido depositados en alguna entidad financiera argentina, sobre todo porque depositados en el exterior, precisamente en alguno de los países que han entrado en recesión o que tienen crisis, no creo que ofrezcan mayores garantías que nuestro país. (APLAUSOS)
Pero, bueno, vamos a seguir trabajando como siempre, defendiendo los intereses de nuestros inversores, de nuestros productores, de nuestros trabajadores. Aún cuando prefieran depositar ese dinero en algún otro país, vamos a seguir tendiendo nuestra mano y brindando nuestra ayuda porque esa es nuestra obligación.
Por lo demás, ustedes son el testimonio de la confianza de nuestros empresarios, de nuestros productores en este país, en nuestro país y, esencialmente, en esta política de industrialización, de desarrollo, de valor agregado que como nunca en la Argentina permitió crear más de 4 millones de puestos de trabajo, que ha permitido batir récord de exportación en el año 2008, récord de superávit comercial y, también, aún en medio de esta crisis fenomenal, como recién decía el titular de la empresa que estamos inaugurando, con la responsabilidad social de que, pese a esta crisis global, esta crisis internacional, seguir apostando al trabajo, seguir apostando a la producción y seguir creyendo en el país, porque él se concibe como empresario con una gran responsabilidad social como la que tenemos que tener todos.
Por eso hoy es un día muy feliz para todos nosotros inaugurando 7 nuevos emprendimientos industriales, más de 300 puestos de trabajo y seguir adelante, como hoy a la mañana cuando el ex presidente también visitó una fábrica en el municipio hermano de Quilmes, que en el 2001, tal vez, se hubiera cerrado y seis cientos y pico de trabajadores hubieran quedado en la calle con lo que eso significa. Sin embargo no, allí estaba el Estado para que, a través de una forma, de un instrumento diferente pudiera administrarse esa fábrica y esos 650 argentinos siguieran con su trabajo y se siguiera produciendo.
Este es un modelo que no tiene soluciones iguales porque nunca son iguales los problemas, siempre son diferentes; pero hay que tener, por sobre todas las cosas, la convicción de que lo que hay que defender es el puesto de trabajo, el mantenimiento del vínculo laboral. Porque cada vez que un vínculo laboral se rompe, cada vez que a una casa llega un telegrama de despido, es algo más que un trabajador desocupado, es una familia que comienza a resentirse, es una familia que comienza a perder la dignidad. Por eso apostamos muy fuertemente, con distintos instrumentos, con distintas operaciones, con distintas acciones a mantener siempre el vínculo laboral del trabajador con su empresa.
Y a esto tenemos que apostar todos los argentinos y trabajar mancomunadamente en todos los niveles, provincial, nacional, municipal y también entre lo privado y lo público, porque los unos necesitamos de los otros. No hay empresas sin Estados que provean las líneas directrices de un modelo económico que los impulse ni hay Estado si no tenemos empresarios que decidan producir y trabajar junto al resto de los argentinos. (APLAUSOS)
No hay secretos, no hay fórmulas mágicas, no hay alquimias, ya lo probamos en muchísimas oportunidades: solamente con la producción, solamente con el valor agregado, solamente con el trabajo la Argentina crece.
Cada vez que oímos cantos de sirenas, cada vez que nos quisieron convencer que hay otro modo de acumular o generar riqueza, los argentinos fuimos para atrás y muchas veces esos poquitos que nos cantaban y nos contaban, progresaban, tal vez, porque pagados desde otro lugar, de lo que se trataba era precisamente de frustrar el destino de la Argentina.
Tenemos un país, compatriotas, que durante la década de los '50 fue el primero en Latinoamérica en PBI, en producción, en ciencia y tecnología. Sueño con volver a ese lugar con el esfuerzo de todos los argentinos y lo vamos a lograr; lo vamos a lograr porque tenemos un pueblo maravilloso y tenemos hombres y mujeres como los que hoy nos acompañan inaugurando estas 7 industrias que creen, primero, en sí mismos como argentinos y, también, en su país.
Muchas gracias, felicitaciones y fuerza a todos.
Muchas gracias. (APLAUSOS)