Muy buenas tardes a todos y a todas; señor gobernador de la querida provincia de La Pampa; señoras y señores intendentes e intendentas; legisladores y legisladoras: para una provinciana -yo me siento y soy tan provinciana como ustedes- cumplir en este caso con la redistribución del ingreso territorial-como marca el gobernador- es algo que hemos venido gestionando y ejecutando desde el año 2003 en todas y cada una de las decisiones que hemos adoptado. Soy legisladora desde 1995 a nivel nacional, desde 1989 a nivel provincial, pero además obviamente también participaba de la vida política sin ser legisladora, y yo no recuerdo un plan de infraestructura como el que se ha desarrollado en estos años, con el carácter absolutamente federal. No solamente porque las obras están diseminadas a lo largo y a lo ancho de la República, sino por la modalidad que hemos adoptado en la mayoría de las obras, donde se ha descentralizado en muchas de ellas, sobre todo en las que se refieren en materia de viviendas, de infraestructura social, la licitación, la contratación y la ejecución por parte de las provincias.
Esto nos ha permitido desarrollar empresas de carácter provincial, local, que también puedan hacer frente a esas obras, que de otra manera-yo recuerdo muy bien- eran obras de empresas que venían desde afuera, sin generar ningún tipo de actividad económica en el lugar. Esta ha sido una de las característica que ha tenido al obra pública, y esto se ha hecho con una gran inversión, porque ha diferencia de otras etapas donde escuchábamos que la obra pública era gasto, para nosotros la obra pública es inversión, es generación de infraestructura económica y social, y es trabajo.
Y si esto lo creíamos en los momentos en que la economía mundial marchaba viento en popa, se imaginan lo que significa sostener y aumentar aún más el gasto de infraestructura en etapas de crisis. Es necesario tener esto no sólo como una inversión sino como una medida contracíclica verdaderamente, profundizándola y aumentándola, por eso el plan que hemos presentado que significa unos tres puntos del PBI más de lo que veíamos invirtiendo nosotros.
Esto por supuesto achica el superávit fiscal. Hoy leía en algún medio que se achicó un tanto por ciento el superávit fiscal; primero, debemos ser de uno de los pocos en el mundo que seguimos sosteniendo en el mundo contemporáneo un país con superávit fiscal. Estados Unidos va a ir con casi 10 puntos de su PBI, esto es 10 puntos casi de déficit fiscal sobre el 25 puntos del PBI mundial, que es lo que representa la economía de Estados Unidos aproximadamente. Hoy estaba leyendo que ya varios países, fundamentalmente los de la Comunidad Económica Europea, están superando el tope de déficit que les autoriza el Tratado de Maästrich, que no puede ser más del 3 por ciento, y acá algunos nos critican porque achicamos el superávit producto, dicen, del aumento del gasto. Siguen con la mentalidad de los años '90 de considerar esto un gasto y no una inversión.
Entonces, me parece que lo que está claro es que estamos en una política absolutamente contracíclica en donde necesitamos aumentar la inversión y, por lo tanto, mantener sí el superávit, pero no a costa de planchar la economía, porque, en definitiva, si planchamos la economía para mantener el superávit, este va a durar muy poco porque el mismo se mantiene con la actividad económica, con la generación de empleo y con el sostenimiento del consumo.
Respecto de estas cosas que parecen obvias, siempre digo que muchas veces pertenecemos a un país donde tenemos que explicarnos las cosas obvias. Pero es bueno decirlas porque entendemos entonces cómo debe funcionar y gestionar una economía, una sociedad y un Estado.
Vengo recién de clausurar un Seminario muy importante de la Organización Internacional del Trabajo donde estuvo el Director Regional aquí. Como ustedes saben, la Organización Internacional del Trabajo tiene representación no solamente de los trabajadores sino también de los empresarios. Estábamos hablando de esta crisis que sufre el mundo y yo creo, y lo vamos a proponer en la próxima reunión del G-20, que también participe la Organización Internacional del Trabajo para escuchar a trabajadores y empresarios.
Creemos en la necesidad de que en esta crisis del mundo sin precedentes, todos, pero fundamentalmente el Estado, como el gran recaudador tributario; los empresarios, como los poseedores del capital, y los trabajadores, con la gran fuerza que genera riqueza que es el trabajo, precisamente también participen en la discusión y en la resolución de esta crisis.
Como digo yo, los primeros más interesados en resolver esta crisis deben ser los Estados porque tienen la responsabilidad de sostener a sus trabajadores, la educación, la seguridad, la Justicia, en fin, todo lo que son las tareas indelegables del Estado; pero los segundos más interesados siempre en superar rápidamente las crisis son los trabajadores porque son los primeros que las sufren.
Por eso, esta tarea que hoy estamos haciendo aquí funcionarios elegidos por la voluntad popular, funcionarios que integran los equipos de un Gobierno nacional y de un Gobierno provincial, debe estar centrada en articular esfuerzos, ideas, recursos y ganas para seguir trabajando y hacerle frente a esto que nos vino de afuera, pero que, afortunadamente, por las condiciones que teníamos como país, hemos podido afrontar de una manera que, tal vez, en otro momento, nos hubiera pasado como una aplanadora.
Por eso, esta política que hemos venido sosteniendo de inversión, de trabajo, de federalización, de redistribución del ingreso social y territorial hay que profundizarla como una medida también, no solamente de las que veníamos sosteniendo, sino también contracíclica.
Muchas gracias, Gobernador, usted es un gran trabajador, sé que tiene un buen equipo y que su gestión en La Pampa es más que buena. Así que, lo que queremos es seguir apoyando a todos y cada uno de los gobiernos de todas nuestras jurisdicciones para, precisamente, seguir trabajando en la dirección que venimos haciéndolo desde el año 2003.
Muchas gracias por acompañarnos, a seguir trabajando y con mucha suerte.
Gracias. (APLAUSOS)