Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas, si enrollan un poquito las banderas, así les puedo ver las caras a todos los jujeños y jujeñas; señor Gobernador de la provincia de Jujuy; señor Gobernador de la provincia de Salta; señor Intendente de la ciudad capital, hermanos y hermanas: siento, hermanos, hoy aquí, en el Jujuy, lo mismo que siento en todas las partes de la Patria: poder mirar a los ojos a mis compatriotas y saber que formo parte de un proyecto de país, de un proyecto nacional, popular y democràtico, que tomando las mejores banderas de los hombres y mujeres que lucharon por la independencia de nuestro país está dando respuestas a las ilusiones, a los sueños de millones de argentinos.
Hoy aquí, frente a este hospital pediátrico, demandado por el pueblo y la sociedad, desde hace más de 30 ó 40 años; hoy reabriendo la mina de "Las Pirquitas", cerrada hace más de 30 años, dando trabajo a hombres y mujeres con los recursos autóctonos de los jujeños: salud y trabajo, una buena combinación para un proyecto y para una gestión de gobierno, que como le decía hace unos días, en mi ciudad natal de La Plata, cuando presentábamos el proyecto de ley, que reemplazará a la vieja Ley de Radiodifusión de la dictadura, nos convierte en un gobierno que se ha transformado en pagador de viejas y grandes deudas que la política tenía para con los argentinos. (APLAUSOS). Este hospital que un hombre que presidió los destinos de la República, desde el año 2003, hasta el año 2007, se había comprometido a construir, ese hombre - mi compañero de toda la vida, con el que no solamente hemos compartido una familia e hijos, sino ideales que nos llevaron a comprometernos definitivamente con la inclusión social, con la justicia y con la equidad - hoy siento, que al inaugurar este hospital de niños, moderno, confortable, convertido en un espacio público para la salud, estamos dando respuestas a esa vieja deuda.
Yo quiero contarles, a todos ustedes, que estos años, en los cuales hemos empezado la reconstrucción, junto a todos los argentinos, de lo que es el tejido social, recuperando el trabajo, recuperando las industrias, la producción, las exportaciones, la salud, la educación, las jubilaciones. Millones de argentinos habían sido dejados de la mano de Dios, en nombre de extrañas y curiosas teorías, que se aplicaron aquí en nuestro país, ese famoso Consenso de Washington, al que hace algunos días, en Europa, asistíamos formalmente a su entierro, quiero decirles que no han sido años fáciles, han sido años difíciles de lucha, de intereses que se resisten a entender que es necesario ser solidario con aquellos que menos tienen. (APLAUSOS).
Quiero contarles, hombres y mujeres del Jujuy, que mi compromiso de profundizar el proceso de transformación y cambio... y por eso los quiero a ustedes jujeños también, de comprometernos con la redistribución del ingreso no es fácil, nunca - se los digo desde el corazón, no para quejarme, no para quejarme, sino simplemente para contarles los sentimientos, las cosas que le pasan a una mujer, la primera mujer que preside los destinos de la Nación, quiero decirles que pese a estas cosas, pese a estas cosas que han sucedido, lo que nunca habían pasado en nuestro país, en menos de un año o apenas cumplí un año y tres meses de gobierno, todas las cosas que he vivido, desde los agravios, desde las descalificaciones, desde medidas inéditas como nunca se habían visto en la República Argentina, no han hecho más que fortalecer mi convicción, mi profunda convicción de que es necesario seguir construyendo y profundizando esta Argentina de justicia y de equidad. (APLAUSOS).
Porque sé que si hay un lugar en la Patria, sé que si hay un lugar en este bendito país, en donde entienden la necesidad de ser solidarios, de construir justicia y equidad es aquí, en el Jujuy, en esta tierra de Belgrano, donde empezó a construirse la Patria y donde los jujeños, que vivían allá, en la época de la guerra por la liberación nacional contra el yugo colonial, no dudaron, no dudaron en desprenderse lo de lo poco o mucho que tenían, no dudaron en quemar sus casas y sus derechos con tal de que la Patria viva. Y yo quiero tomarlos a ustedes como ejemplo, como historia, frente a otros que parece que nos les importa incendiar la Patria o quemar la Patria con tal de salvar sus cosas, ese es el contraste que nos trae la historia, desde aquí, desde el Jujuy.
Y yo quiero decirles, que todos, absolutamente todos los argentinos, debemos ser conscientes que fue precisamente este proyecto, que ha desarrollado el mercado interno, que ha devuelto el trabajo a los argentinos, que ha permitido que millones de argentinos, que no tenían pensión ni jubilación, vuelvan a acceder a ese beneficio, construyendo un mercado sólido y grande, lo que nos ha permitido, ante este vendaval del mundo que se ha derrumbado, tener la solidez y la fuerza para estar en mejores condiciones. Siempre me pregunto, qué nos hubiera pasado a los argentinos si este momento de derrumbe de los paradigmas internacionales económicos, donde se derrumban mercados, bancos, bolsas, nos hubiera tocado en otro momento, con otras políticas, aquellas de los años noventa; si nos hubiera tomado con una dirigencia que en lugar de creer en los valores del proyecto nacional y de su pueblo, como nos ha tocado vivir en otros momentos, hubieran pensado que la política era el ajuste una vez más a pagar por el pueblo. Y como creo mucho en Dios, sé que nos ha ayudado para estar firmes en este proyecto de país, de Nación, en el cual seguimos convocando a todos los argentinos.
Yo les pido a todos que seamos solidarios, que construyamos más unidad nacional, que trabajadores, empresarios, estudiantes, amas de casa, jubilados, sepamos que necesitamos estar más unidos que nunca porque tal vez otros intereses, pequeños pero poderosos, son los que quieren retrotraernos hacia un país donde las crisis siempre las pagaban los que menos tenían, los pobres, los trabajadores, los empresarios nacionales, los productores. (APLAUSOS)
Yo quiero en esta tarde de mucho orgullo por poder cumplir viejos sueños, decirles que me ayuden a seguir trabajando por la Argentina, a seguir llevando adelante nuestros ideales, que son los ideales de los patriotas, de los hombres y mujeres que construyeron este país, que no pidieron nada y que dieron todo para la grandeza de la Patria.
Quiero decirles con mucho orgullo que me siento muy feliz de estar hoy aquí junto a ustedes, y quiero comprometerme, como siempre lo he hecho en toda mi vida, por las cosas en que he creído y por las cosas que siento muy adentro del corazón, a seguir trabajando pese a los obstáculos, pese a las obstrucciones, pese a esos intereses que muchas veces se niegan a entender que la marcha del pueblo es indetenible, y que las transformaciones y los cambios ya no son propiedad de un partido ni de un sector político, sino que son de todo el pueblo y de toda la sociedad argentina. (APLAUSOS)
Quiero decirles con humildad pero también con toda la convicción y pasión de que soy capaz de sentir, que nunca voy a abandonar los intereses de los más humildes, de los excluidos, de los que todavía no han logrado tener vivienda, salud, seguridad o educación; es por ellos que tenemos que seguir trabajando, es por ellos que tenemos que seguir construyendo inclusión, es por ellos que tenemos que seguir convocando todos y cada uno de los argentinos, a ese país grande de mano tendida y solidaria, donde la justicia no solamente tenga que ver con lo social, sino también con la distribución geográfica. Creo que también la deuda con ese país federal, que necesitamos profundizar, forma parte de ese proyecto común.
Por eso hoy aquí en la tierra de Belgrano, frente a este hospital, reabriendo Las Pirquitas, inaugurando hace unos días atrás el acceso sur, los cientos de viviendas, los millones de jubilados, nuevamente recuperando los recursos de los trabajadores argentinos para ponerlos al servicio de la producción y de los trabajadores argentinos. En todos y cada uno de esos proyectos que en estos años han permitido tener este país que hoy tenemos es que los convoco a seguir trabajando, a seguir poniendo el hombro por la Argentina. Sepan que esta mujer, la primera presidenta de los argentinos, va a seguir acompañándolos siempre en la lucha, en la construcción, en la decisión inclaudicable e irrevocable de una Nación justa y solidaria para todos los argentinos.
Muchas gracias Jujuy, los quiero mucho, a seguir trabajando como siempre, con fe y con pasión, en la Patria que nos contiene a todos y que forma parte de todos. Muchas gracias.