Hola San Fernando; gracias, muchas gracias en serio, buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de San Fernando; amigos y amigas; Agustín que me está saludando de ahí, desde que vine y me estaba esperando afuera, un beso grande también para vos... ni abajo del agua, y menos después que Scioli me acaba de nombrar capitana, Cristina capitana, lo dijo él, no lo digo yo, me gustó. Me gustó comparar aquí, al lado del Río Luján, a la Argentina con una nave, que es comandada por una mujer, no capitana porque si tuviera grado militar hubiera sido otra cosa, pero lo importante es que esta nave la conduce una mujer de la democracia, elegida por el voto popular y creo que esto es lo más importante en esta clase de naves ¿no? (APLAUSOS).
Los países son inmensas naves de sociedades plurales, de sociedades con sectores sociales, con distintas religiones, con distintas creencias, pero unidos todos, todos absolutamente, con la convicción de que lo más importante es precisamente la Patria.
Los hombres y las mujeres que fundaron ese San Fernando Bicentenario, del que nos hablaba Osvaldo Amieiro, tenían estás ideas acerca del compromiso que todos y cada uno de nosotros tenemos que tener en la construcción cotidiana para que la sociedad. Pero las obras que recién estábamos mirando como se estaban construyendo: cloacas, pavimentos, las viviendas que se acaban de entregar, el importante plan de obras que se acaba de firmar, tiene que ver fundamentalmente con el compromiso que siempre hemos puesto, desde el Gobierno Nacional, con los planes de infraestructura que tienen que ver con la calidad de vida de la gente y que además, al mismo tiempo, actúan como un intenso operativo económico para mantener precisamente la actividad económica y generar puestos de trabajo.
Todas estas obras se hacen con recursos, que aportan otros argentinos, a partir de impuestos y de todo lo que constituyen los ingresos del Estado. Es bueno explicar estás cosas, cuando muchas veces uno siente algunas voces con cierto grado de intemperancia, de intolerancia y tal vez, de egoísmo de no comprender que todos, y sobre todo aquellos que tienen más posibilidades tienen que contribuir a seguir construyendo una Patria diferente para todos los argentinos. (APLAUSOS).
Por eso cuando decidí que por primera vez, en la historia de nuestro país, los derechos de exportación - en este caso de la soja - fueran distribuidos entre nuestras provincias y nuestros municipios tiene que ver precisamente con la necesidad de seguir contribuyendo a que provincias y municipios, de la República Argentina, puedan seguir sosteniendo su nivel de ingresos, de recursos y seguir poniéndolos en obras para la vida de toda la gente.
Quiero contarles algo, recién cuando veía al padre de Ismael, tapar ese pozo ciego, decía Osvaldo que el 85 por ciento ya va a tener cloacas y con lo que acabamos de firmar el ciento por ciento de los vecinos de San Fernando van a tener cloacas. (APLAUSOS). Y les puedo asegurar, tal vez, aquellos que hayan tenido cloacas toda su vida no le asignen demasiada importancia a ese tipo de cosas. Yo me acuerdo que en la casa, donde todavía vive mi madre, en la Ciudad de La Plata, en el barrio de Ringuelet, cuando fuimos a vivir allí no había cloacas y teníamos un pozo ciego, igual al que tapa hace unos instantes, el padre de Ismael. Y yo le comentaba recién a Daniel y a Sergio que me acordaba de la última utilidad que mi madre le había dado a ese pozo ciego y tiene que ver con lo que se recordaba ayer, 24 de marzo de 1976. Luego que tuvimos cloacas y que el pozo ciego se dejó de usar y quedó semitapado, cuando vino el golpe, mamá tiró toda la colección mía de la Revista "El Descamisado" y "Militancia", que estaban en ese pozo ciego porque eran tiempos difíciles y tenía miedo. Me acuerdo que fue una de las últimas funciones que tuvo aquel pozo ciego, antes de que vinieran las cloacas y fue precisamente, tal vez, hoy da risa pero en aquel momento no era nada risueño, era trágico, era terrible, daba mucho miedo.
Me acordé porque ayer, 24 de marzo, 33 años de aquel día, y dije entonces que los argentinos tenemos que aprender a valorar mucho esta democracia que hemos conquistado todos los argentinos, pero esencialmente la democracia no es solamente el ejercicio del voto ciudadano, es muy importante el ejercicio del voto ciudadano porque se decide, a través de la voluntad popular, quienes son los hombres y mujeres que nos conducen en provincias, en municipios, en legislaturas. Pero creo que tal vez lo más importante de la democracia sea respetar los derechos del otro, que nadie se arrogue derechos, ni con uniforme, ni sin uniforme para impedirles el ejercicio de otros derechos a todos los ciudadanos argentinos.
Creo que este es el logro más importante de la construcción democrática y creo que esto es lo que tenemos que valorar todos los argentinos: el respeto de los derechos de todos. Y además, fundamentalmente también, el respeto a las instituciones que representan esa democracia, y que cada dos años, tal vez como ningún otro sector de la vida económica o social del país, van a elecciones, a validar precisamente sus propuestas, sus ideas y sus proyectos al conjunto de la sociedad.
Yo quiero decirles, hombres y mujeres de San Fernando, que hoy me encuentro muy feliz de estar aquí con ustedes, y también decirles que como siempre voy a seguir teniendo el compromiso de lograr, con las decisiones, con los instrumentos de la política, de la Constitución, con las facultades que le pueblo te pone en las manos, cuando te elige presidente o presidenta, en este caso, a contribuir todos los días a una Argentina más justa y más equitativa.
Estoy absolutamente convencida, créanme, que solamente a través de la igualdad, a través de la equidad, a través de que todos los argentinos puedan tener trabajo, un salario digno, una vivienda, y que esa vivienda no tenga que esperar que se las dé el Estado sino que puedan comprarla con su trabajo, contribuir de esta manera a construir justicia y seguridad.
Miren, la seguridad de todos nosotros también está directamente vinculada a que haya argentinos con igualdad de posibilidades; está comprobado que no es tanto la pobreza lo que causa la inseguridad y la delincuencia, sino más la desigualdad entre las sociedades, cuando al lado de la extrema riqueza está la extrema pobreza, esa es una de las causas más terribles en materia de inseguridad.
Fíjense ustedes que las sociedades con altísimo grado de desarrollo social, que no quiere decir acumulación de riqueza, porque también hay poderosas naciones en el mundo que tienen las poblaciones carcelarias más importantes. ¿Por qué? Porque hay mucha riqueza pero hay mucha desigualdad. La clave es lograr que no haya tanta brecha, que no haya, que no haya tanta gente que envide tanto lo que no haya gente que envidie tanto lo que otro tenga y que él nunca pueda acceder, les puedo asegurar que esta sí es una de las claves para lograr una sociedad más segura. (APLAUSOS)
En esto tenemos que estar comprometidos todos, y mientras se logra esta Argentina más justa, más equitativa, pro la que tanta gente luchó y entregó su vida, tenemos que comprometernos todos, las instituciones de la democracia, desde la presidenta, los gobernadores, los intendentes, los legisladores, hasta también las entidades y organizaciones no gubernamentales, como cámaras empresarias, como sindicatos, como medios de comunicación social, en lograr construir una sociedad cada vez más democrática, cada vez más justa, cada vez más equitativa.
Creo sinceramente que ese es el gran compromiso, y eso se logra no solamente con hermosos discursos, si además de manifestar nuestras ideas, nuestros proyectos y nuestras convicciones, no pudiéramos llevarlos a cabo de la manera que hoy estuvimos haciéndolo, construyendo, inaugurando pavimentos, cloacas, entregando vivienda, firmando para nuevas viviendas, para más pavimento, para más cloacas, para mayor seguridad, se quedaría sólo en un ejercicio discursivo y de buenos deseos, de los que tantas veces hemos escuchado en etapas electorales, y que luego tantas frustraciones hemos tendido los argentinos; de lo que puedo enorgullecerme es de formar parte de un Gobierno que nunca envió un proyecto de ley para quitarles un derecho a los argentinos, pero además también de ser un Gobierno profundamente comprometido con la construcción, con el hacer, con el trabajo de todos los días, que es como se construye el país. (APLAUSOS)
Hemos tenido demasiados enfrentamientos los argentinos, y demasiada violencia. Los argentinos queremos vivir en paz y en democracia, y que todos, absolutamente todos, respetemos los derechos del otro, pero además cuando esos derechos son violentados por aquellos que no han sufrido lo que han sufrido otros argentinos que todavía carecen de trabajo, de vivienda y de seguridad, entonces el imperativo democrático es ya de carácter épico y moral.
Por eso quiero convocar a todos los argentinos a contribuir a que esta Patria que tanto ha sufrido, a esta Argentina que tanto le ha dado a muchos, y que cada vez que pide ayuda de los que más tienen es poco escuchada, tenga la fuerza suficiente para hacerle ver a los pocos que todavía no entienden, que la patria somos todos y la construimos entre todos. (APLAUSOS)
Muchas gracias, gracias San Fernando, gracias Osvaldo, gracias a todos y a todas, ¡Chau Agustín, te quiero mucho!