DA SILVA.- Quisiera decirles a los compañeros y compañeras de las empresas argentinas y brasileñas que siento mucho placer y mucha alegría en que estén aquí y también en recibir a nuestra querida Cristina Kirchner para participar de una Semana Argentina, en San Pablo. Creo que la sola presencia de más de 571 argentinos, en la delegación encabezada por la Presidenta Cristina, nos demuestra claramente los intereses que los argentinos tienen la relación, con Brasil, sobre todo los hombres de negocios y también significa el interés de los brasileños en organizar un evento de esta magnitud en San Pablo. Estoy muy satisfecho, con Cristina nos vamos a ver casi tres veces, en los próximos 45 días, porque además de la Cumbre en Chile, voy a Argentina, el día 23, y cuanto más hablemos más posibilidades tendremos de poder hacer frente a cualquier dificultad que puede surgir en la relación entre Argentina y Brasil.
Por eso Cristina muchas gracias y espero que puedas venir otras veces aquí a San Pablo y que algún día puedas venir a Río de Janeiro para quedarte unos días y que puedas conocer el nordeste brasileño y quedarte algunos días, creo que te va a gustar porque hay muchos brasileños que van para Argentina, y hay muchos argentinos que vienen para el Estado de Santa Catarina, y eso demuestra la relación saludable que tenemos entre nuestros pueblos; sólo en el fútbol tenemos un poquito de diferencias pero es bueno esto porque también hace que viajen más hinchas a la cancha. Creo que Racing, en realidad, en este momento, no anda muy bien y el Corinthia está muy bien, aquí en Brasil, con Ronaldinho y su manejo de la pelota.
CRISTINA FERNÁNDEZ.- Gracias, muy buenos días a todos y todas, me han tratado muy bien en San Pablo, es la primera vez que vengo, me han condecorado por primera vez, como lo hace aquí la Federación de Empresarios, de San Pablo, con la "Orden de Mérito Industrial", lo cual constituye para mí y para mi país un gran orgullo. Conozco el nordeste brasileño, presidente Lula, estuve inaugurando junto a empresarios argentinos y al Gobernador de Recife, creo que era, unas turbinas argentinas que fueron colocadas allí para generar electricidad, bueno Río por supuesto también lo conozco, pero me faltaba conocer San Pablo, que tiene el tamaño en términos de habitantes y tambièn en términos de producción de riquezas de toda la Argentina, con lo cual revela la importancia. Creo - y sin por supuesto desmerecer a ninguna otra región del país - el corazòn industrial del Brasil está aquí, en San Pablo, sin lugar a dudas. Es para mí, como Presidenta de todos los argentinos, un gran orgullo y un gran placer estar aquí, hoy, con todos ustedes.
Es cierto, como decía Lula, vamos a estar juntos, en los próximos 45 días, en tres oportunidades: en Viña del Mar, el próximo fin de semana; luego el 2 de abril, en el G.20 y luego visitará la República Argentina en la mecánica, que hemos adoptado desde la gestión que comenzó con mi mandato, que son precisamente reuniones cada seis meses, donde monitoreamos todas y cada una de las políticas y todas y cada una de las coincidencias, y muchas veces de las diferencias, que por allí tenemos y que deben ser tomadas con la seriedad, pero también con la normalidad, que implica que muchas veces - tal cual lo dije hace unos instantes - estemos tratando de intereses entre naciones soberanos con fuertes sectores económicos que muchas veces compite para ver quién tiene mayor capacidad de compra o de ventas, cosas naturales en cualquier economía y en cualquier asociación que - tal cual lo dije - se da intra-país y muchas veces discusiones y diferencias intra-compañía entre socios que por ahí tienen una visión de cómo abordar tal o cual estrategia comercial.
Así que muy contentos y muy comprometidos de estar aquí para profundizar el nivel de integración entre ambos países, que sin lugar a dudas debe constituir un desafío más que importante por los momentos que está viviendo la economía global y por lo que podemos aportar en términos de experiencias de modelos y también en materia estrictamente económicas, al ser grandes productores de alimentos y también auto sustentables, en materia energética.
Así que con esta breve introducción, presidente, quedamos a disposición de las señoras y señores periodistas.
PERIODISTA.- Brevemente quisiera saber cuáles temas fueron tratados en la reunión bilateral entre ambos presidentes y la segunda pregunta, ¿cómo creen que van a reaccionar los organismos multilaterales de créditos con la crisis y todas las críticas realizadas?
CRISTINA FERNÁNDEZ.- Bueno, la primera creo que algunos de los temas ya se han comentado pero si se quiere hablar de temas puntuales, como por ejemplo el caso de un laboratorio argentino que trata infructuosamente, hace años, de vender vacunas contra la aftosa, aquí, vacunas que obviamente se consumen y con mucho éxito en la República Argentina, esto es un tema puntual, pero en realidad hemos diseñado una estrategia, el señor Presidente de Brasil convocó también y lo puedo decir porque lo hizo públicamente en su discurso, al titular del BNDES para que protocolos que se han firmado, por ejemplo, en materia de acordar financiamientos, a través del BICE y del Banco Nación, en la Argentina, pasen de las letras de protocolos a las especificidades conducentes de fondear, precisamente, para obtener financiamiento a empresas argentinas y también, obviamente, a empresas brasileñas que tienen importantes inversiones en la República Argentina.
Creo que en ese sentido ambos hemos coincidido en la necesidad de actuar con mucha inteligencia, en estos momentos que está viviendo la economía global, y por ejemplo a título demostrativo, de poder realizar financiamientos de obras de infraestructura, donde importantes empresas brasileñas, por ejemplo, han comprado grandes productoras de cemento, al mismo tiempo pueden asociarse con empresas argentinas también en el desarrollo de esta infraestructura.
También le comentábamos nosotros que estábamos financiando, al mismo tiempo con fondos de la ANSES, a empresas como Volkswagen, por ejemplo, que produce cajas automáticas para los autos, que se producen aquí en Brasil, con lo cual vemos que si se actúa en forma inteligente, coordinada y fundamentalmente concibiendo a la integración como un acuerdo que debe ser beneficioso para ambas partes las diferencias van a poder saldadas; podrá ser a través de cupos de exportación, a través de acuerdos de precios. Tenemos que ser lo suficientemente inteligentes y flexibles para utilizar los instrumentos que seguramente la economía lo exige e inclusive imaginar otros que tal vez no se han aplicado hasta ahora para precisamente dar cuenta de estas cuestiones.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, en cómo creo que van a reaccionar los organismos multilaterales de créditos, en realidad yo creo que están sin capacidad de reacción, ni a las críticas ni a los no críticas, y la prueba es que desde estos organismos no ha habido una respuesta, simplemente todo el mundo repite monocordemente que nunca se sabe cuándo va a terminar la crisis ni la profundidad que tiene, con lo cual la propia actividad que estos organismos han tenido en la no detección de la crisis o en la no comunicación de la crisis, si es que la habían detectado, revela per se que es necesario una profunda reforma. No creo que haya resistencias porque nos la vi tampoco en primera reunión del G-20, no las hubo. Yo lo que veo, y si me preocupa, una gran desorientación muchas veces frente a lo que está sucediendo y una falta de respuestas. Tal vez esto sea producto de que es difícil- y esto no es una cuestión de buenos ni de malos- esto es una cuestión un poco más seria que dividir la realidad entre buenos y malos, es difícil, tal vez, que las cabezas que ayudaron a construir este caos global, que hoy tienen las finanzas y la economía global, tengan tal vez la actitud y la flexibilidad que exige pensar diametralmente opuesto a lo que pensaban, hace un años o dos atrás. Es un gran desafío para ellos también, ver si tienen la capacidad, la flexibilidad y la inteligencia de advertir que el mundo ha cambiado y que entonces hay que cambiar. Pero eso lo vamos a tratar seguramente con otros mandatarios de poder intercambiar estas opiniones y poder arribar a alguna conclusión más importante de la que se dio en la primera reunión del G-20, que realmente no cumplió con las expectativas que el mundo esperaba de esa reunión.
PERIODISTA.- Presidente, usted ha mencionado en sus últimos discursos y ha hecho críticas severas al proteccionismo, ¿no le parece un poco contradictorio que se oponga al proteccionismo pero permite que Argentina tome medidas y ponga barreras de productos brasileños en la Argentina? Y la misma pregunta le hago a la Presidenta argentina, ¿usted ha percibido la necesidad de reestructurar y proteger la industria argentina, esto no es contrario al discurso crítico al proteccionismo?
LULA DA SILVA.- Antes de entrar al tema del proteccionismo, quisiera aprovechar la pregunta sobre la Argentina para Cristina sobre el tema de las asignaciones de crédito a las multilaterales, FMI, BIR, Citi. En verdad estas instituciones fueron creadas pensando en que los problemas eran de los países emergentes y que nunca los países ricos los podían tener. Todos eran recursos para poder pagar una crisis en la Argentina o en Brasil, pero en la crisis en que ellos se metieron, por lo menos, es 20 veces una crisis asiática o de México o de Rusia, por lo tanto, no hay dinero que pueda garantizar que el FMI o BID o el BM puedan ayudar en esta crisis. Lo que me parece que tendrían que hacer en este momento es saber que muchos países emergentes precisan recursos. Se necesita dotar a estas instituciones con el dinero necesario para que puedan socorrer a estos países emergentes que precisan de recursos en este momento y prestar de manera diferenciada de la crisis de los años '90, prestar sin necesitar que el banco que prestó dicte en determinado momento un tipo de política precisa en ese país. En la reunión del G-20, con seguridad, este tema de la financiación del FMI y del Banco Mundial se va a tratar y también el del BID. Creo que los países emergentes no tienen ninguna obligación y no tienen por qué hacer un aporte de recursos en la crisis que necesitan resolver los propios países ricos, con mayores posibilidades que los países emergentes. En lo que hace al tema del proteccionismo, puedo decir que el proteccionismo es como si fuera una religión. Cuando sucede alguna cosa en Brasil, en Argentina o en Estados Unidos o en Europa, todo el mundo quiere defender su empresa, quiere defender su empleo y todos quieren defender la propia economía. Eso es normal y no necesitamos ver eso como si fuera algo que no tiene solución. Yo creo que necesitamos una protección enorme en contra del dumping. Si vemos que existe práctica de dumping precisamos el proteccionismo verdadero porque necesitamos salvaguardar nuestras empresas y al mismo tiempo necesitamos trabajar y esto es lo que discutimos: trabajar la definición de los precios equivalentes, los precios justos para que la economía de un país no perjudique la economía del otro país. Esto es muy posible y tengo seguridad que los empresarios argentinos están de acuerdo con esto, tengo seguridad que los empresarios brasileños también están de acuerdo y me parece que en este momento tenemos que discutir cuestiones de comercio, que cada vez tenemos que tener más comercio. Cuanto más Argentina venda para Brasil y viceversa, cuanto más Argentina pueda vender para América así también como Brasil, más vamos a poder convertirnos en independientes de lo que se llama bloque de los países desarrollados y fortalecer nuestras economías. Es por eso que no me parece que sea contradictorio. Ustedes recuerdan que aquí en Brasil cuando Argentina tomo la decisión de prolongar la liberación de exportaciones, también Miguel Torque tomó la misma medida y dieron un paso atrás porque no era la lógica que nos permitiría encontrar una solución. ¿Cuál es la lógica? La lógica es hacer exactamente lo que vimos hoy aquí: los empresarios se encuentran, conversan, tenemos grandes caminos a recorrer y queremos volver a la normalidad cada vez más para que pueda crecer el flujo de nuestra balanza comercial con Argentina, con el mundo y cada uno de nuestros países. Si equilibramos los precios y si podemos exportar más un determinado producto y establecemos cuotas, vamos a estar facilitando que nuestro comercio vuelva a la realidad. Creo que en este momento del mundo necesitamos comercio y cada vez más comercio porque el comercio está truncado en el mundo entero. Entonces, no veo ninguna contradicción. Lo que veo es que necesitamos perfeccionar la relación de los empresarios brasileños con los argentinos, perfeccionar las relaciones de nuestros técnicos brasileños con los de Argentina y también perfeccionar, si es posible, la relación entre la presidenta Cristina y yo.
CRISTINA FERNÁNDEZ.- Quiero contarles una anécdota: cuando estábamos hoy con el Presidente en la reunión que mantuvimos y en el G-20 todos hablaron en contra del proteccionismo, todos los países que intervinieron hablaron largos discursos, largas peroratas acerca de lo malo, lo perjudicial que es el proteccionismo. Sin embargo, muchos de los países que participaron en el G-20 cuando llegaron a sus países, lo primero que tomaron fueron medidas proteccionistas. Qué es esto de las medidas proteccionistas y no hay ninguna contradicción por las siguientes razones: una licencia automática puede parecer una medida proteccionista, pero también lo es, por ejemplo, esto podría ser una medida proteccionista en materia comercial. Pero, por ejemplo, devaluar es una protección en materia monetaria, podría decir yo entonces que la devaluación que tuvo Brasil respecto del dólar, fue una medida proteccionista. O realmente por ejemplo, los beneficios fiscales que muchos estados brasileros otorgan a las industrias que están radicadas en sus estados, no ya en el Estado nacional sino en sus estados federales del Brasil, también son medidas proteccionistas. Con lo cual ya no estaríamos entonces en ninguna contradicción, sino simplemente que podríamos verificar entonces que ha medidas proteccionistas de un lado y del otro, tal vez unas menos observables o menos visibles que las otras pero las hay en materia fiscal, en materia de financiamiento o en materia monetaria. También la puede haber en materia comercial como puede se una licencia no automática. Pero la otra cuestión es también el tema del tamaño de las economías. Las medidas políticas no se toman digamos en el marco de una igualdad. Es natural que las economías que tienen menor desarrollo, menor volumen y que además tienen un déficit estructural en su balanza comercial como la que mantiene Argentina con Brasil, pagan algunas medidas para no profundizar ese déficit comercial. Para que usted tenga una idea: de los más de 4 mil millones de déficit que tenemos con el Brasil, (inaudible la cifra) es del sector industrial. Entonces, creo que tenemos que abordar estos problemas, no bajo el ejercicio de quién se contradice más o quién es más o menos proteccionista, sino ver los tamaños de las economías y ver también el tamaño de los problemas que cada una de esas diferencias estructurales monstruosas provocan en una y otra economía y, fundamentalmente, en el proceso de integración. Cuando uno decide sobre intereses no hay contradicciones, hay intereses que se privilegian los unos sobre los otros. Tenemos con el Brasil, y lo hemos planteado oportunamente, una cuestión que debemos abordar: Argentina tiene un déficit estructural desde siempre con el MERCOSUR, entonces no es una contradicción de la Argentina, es un problema de la integración, ya ni viene siquiera del Brasil ni de la Argentina, es un problema del proceso de integración que tiene que ser resuelto. Pretender una licencia no automática para no profundizar aún más ese déficit comercial monstruoso, es una medida de proteccionismo, es un ejercicio de reduccionismo o de defensa de una sola parte de los intereses que es lo que nunca tiene que suceder en un proceso de integración si es que realmente es de integración y no de cooptación. ¿Se entiende? Gracias.
PERIODISTA.- Buen día. Quisiera hacer una pregunta para el presidente Lula. Usted en Estados Unidos hizo un acuerdo con el presidente Obama para formar una comisión de trabaja para un programa que se presentaría en el G-20 en la reunión del 2 de abril. Quisiera saber si algo similar con Argentina podría haber y si podría haber también algún acuerdo o conversación con Chile ya que usted y la presidenta Cristina se encontrarán el día 27 de marzo en Santiago. Si me permite hacer una pregunta para la Presidenta argentina. Señora Presidenta: buenos días. Usted ha destacado de una manera particular y, creo que en esta última parte de su intervención ahora en este momento, el hecho de las diferencias de los tamaños de las economías y ha reclamado en ese sentido la comprensión de los empresarios brasileños y hasta también, por qué no, de sectores del Gobierno brasileño respecto de la Argentina. ¿Usted es optimista sobre que, por ejemplo, las negociaciones que se vayan a comenzar el próximo miércoles puedan resultar exitosas en función justamente de esta comprensión que usted está reclamando? Finalmente, le quería hacer una consulta. En su discurso usted pone a la industria como el motor de la economía. Me gustaría saber si el campo ocupa algún lugar en su pensamiento.
LULA DA SILVA.- No hay acuerdo entre Brasil y Estados Unidos para el G-20. Lo que propuso el presidente Obama es que el ministro de Economía de él se reuniera con el ministro brasileño para ver cuáles son los puntos en común. Ya tenemos una práctica con la Argentina, también lo tenemos con el G-5. Por lo tanto, tenemos una serie de países que automáticamente nos combinamos para participar de las regiones. La novedad es que el presidente de Estado Unidos diga que el ministro de Economía de ellos discuta con nosotros. Si llegamos a una propuesta que pueda ser interesante para Argentina, para Brasil y para Estados Unidos, Francia, México y otros países importantes que participan del G-20, sería un avance increíble. Es importante recordar que en la primera reunión que realizamos, el presidente Bush estaba al final de su mandato, por lo tanto ni siquiera habló en la reunión. Para Obama va a ser su primera reunión y va a ser la primera vez que el presidente Obama va a tener contacto con la mayoría de las personas que participan de la reunión. No es algo simple de resolver si no hay acuerdos anteriores. Hay una cierta afinidad con varios países. Lo que necesitamos es convencer a Estados Unidos de convencer a la Unión Europea de que ellos tienen que hacer más para que podamos hacer que la economía vuelva a la normalidad.
CRISTINA FERNÀNDEZ.- Creo que la primera pregunta de la señora periodista era si era optimista en que estás cuestiones que yo había señalado como estructurales podrían ser solucionadas. Bueno, si no fuera optimista, no estaría parada hoy aquí frente a ustedes, soy una persona que no acostumbra a perder su tiempo, así el sólo hecho de estar aquí, todo lo que ha significado la relación entre Argentina y Brasil, en cuanto a mejoramiento histórico, desde el año 2003, a la fecha, me hacen ser sumamente optimista de que vamos a encontrar los instrumentos, las ideas y las políticas, que tiendan precisamente a equilibrar esta situación, que yo planteo como de carácter estructural y que deben ser abordadas sin dramatismo, pero con mucha seriedad y capacidad de resolución de las diferencias.
En cuanto a la segunda, dice que yo mencioné mucho la industria y si concibo al campo como una parte del sector económico, ¿era así más o menos su pregunta? Sí, sin lugar a dudas, una de las claves en cuanto a los problemas que normalmente, no solamente en la Argentina, sino en todos los países del mundo tiene el sector productivo con el sector industrializado y el sector de comercialización, si hablamos de lo que constituye la cadena de valor de la producción, es precisamente en qué participación de la renta del producto final se queda cada uno de los sectores que precisamente participan y unas de las claves que yo creo que ha sido el mundo desarrollado ha sido la capacidad de poder agregar valor a sus productos. Por eso a nosotros nos gusta hablar mucho de la cadena de valor, de valor agregado y de la agroindustria. El modelo de una Argentina agroexportadora, sin valor agregado, ya tuvo lugar en nuestra historia; fue durante fines del siglo XIX y los primeros veinte o treinta años del siglo XX, modelo que fracasó porque posibilitó que un sector muy reducido pudiera tener una gran concentración de la riqueza, pero hubiera un gran proceso de miseria entre todos los argentinos. Crecía la economía, pero no crecía el bienestar y el desarrollo, algo similar a lo que pasó, durante los años 90, no ya con un modelo agroexportador sin valor agregado, sino con un modelo únicamente de servicios que hizo crecer la economía a tasas importantes también; durante los años 90' se creció a un 7 u 8 por ciento, pero la desocupación llegó a lastimar al 25 por ciento de la población económicamente activa de la República Argentina.
Ambos modelos: el agroexportador sin valor agregado trajo miseria y trajo como consecuencias, si me permiten, el surgimiento del movimiento político, en el cual yo milito desde hace mucho tiempo. Y el modelo de los 90 también trajo desocupación porque la clave está en agregar valor y dar trabajo a las sociedades y cuanto mayor sea el valor agregado y más calificado sea el trabajador, mayor riqueza se genera y mayor sustentabilidad política e institucional tiene un modelo económico. No se trata de las contradicciones falsas, creo, antinomias que se desarrollaron durante mucho tiempo en la economía argentina, en la política más que en la economía y que terminaron en experiencias frustrantes para todos los argentinos. No se trata de campo vs. industria; no se trata de mercado interno vs. mercado externo o exportaciones, sino de un modelo de matriz diversificada que agregue mucho valor, tomando en cuanta aquellos productos en los cuales tenemos expertise de producción y gran competitividad, pero agregándole valor, agregar valor.
Le cuento una anécdota, hace pocos días, visité una localidad muy importante de la provincia de Buenos Aires, "Tres Arroyos", corazón triguero, maicero y de cebada de la provincia, y me tocó inaugurar una fábrica, de ochos productores de maíz, que cuando fui allí me dijeron que me habían escuchado y me habían hecho caso y habían decidido agregar valor al producto que ellos tenían, que era el maíz, producían un maíz de una variedad determinada, le dieron industrialización, en una planta que fue la que me tocó inaugurar, empaquetan ese maíz ya procesado, lo colocan en el exterior, y allí únicamente lo fraccionan en bolsitas, que luego el consumidor lo coloca en un microondas y obtiene el famoso y popular "pochoclo". Y ahora estaban trabajando en la tercera etapa de agregar valor, que es precisamente no ya exportarlo en bolsas de 25 kilos, sino ellos mismos lo fraccionan ya en las bolsas y directamente lo exportan de esta manera. Entonces, su rentabilidad es mucho mayor porque no solamente toman la porción de rentabilidad, que corresponde a la producción, sino también al proceso de industrialización y obviamente no en el proceso de comercialización que queda a cargo de las grandes cadenas, que tienen acceso al consumidor. Pero la clave para todos los productores es la integración vertical, para poder de esa manera, bajo la forma de asociación con los industrializadores, o ellos mismos haciendo esa integración vertical del producto que ellos mismos tienen poder lograr mayor rentabilidad. No lo descubrí yo, es así desde tiempos inmemoriales, por lo menos desde la Revolución Industrial. Gracias.