Palabras de la Presidenta en acto por obras en General Lamadrid y Coronel Suárez

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN LA TELECONFERENCIA CON AUTORIDADES  Y VECINOS DE LOS MUNICIPILOS BONAERENSES  DE CORONEL SUÀREZ Y GENERAL LAMADRID, DESDE  LA RESIDENCIA DE OLIVOS.

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Gracias, muchas gracias; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Coronel Suárez; señor Intendente de General Lamadrid; amigos y amigas; vecinos y vecinas, representantes de las entidades intermedias de General Lamadrid y Coronel Suárez: déjenme decirles que estoy muy feliz no solamente por tenerlos aquí y compartir estos momentos con ustedes, sino porque en definitiva uno se siente útil como política, como militante política de toda la vida, en los momentos como este. Yo creo que en los momentos en los cuales uno aporte soluciones concretas a la vida de la gente, es cuando uno descubre el objetivo por el cual, en definitiva, se ha volcado desde muy joven a estas cuestiones.

Yo recién lo escuchaba al Intendente de Coronel Suárez decir que su localidad era la de más baja desocupación del país y le pregunté cuánto era. Me dijo: 1,8, que la fábrica de zapatillas, a la que hacía mención Daniel, que fuimos juntos, me acuerdo, que inauguramos juntos ocupa tanta gente que requieren también de otras localidades vecinas para poder mantener el tema de las fábricas. Esto es lo que yo siempre digo cómo contribuimos todos,  de las distintas actividades cuáles son las que generan más mano de obra, otras que tal vez, no generan tanta mano de obra, pero generan divisas al mismo tiempo para mantener los equilibrios macroeconómicos y sociales que un país necesita. Porque necesitamos empresarios y productores prósperos, pero también necesitamos trabajo para el resto de los argentinos para que el desarrollo entonces de todos puede ser parejo.

Muchas veces estas cosas no se entienden, porque claro cuando uno ve la posibilidad de tener 10 mil, 30 mil o 40 mil y si puede tener 100 mil quiere también 100 mil, es parte de la condición humana. No hay que horrorizarse ni agarrarse de los pelos por eso. Pero tienen que entender todos que cuando alguien que gobierna toma decisiones las toma precisamente pensando en todos, en todo el modelo para que funcione correctamente.

Recién decía el Intendente de Coronel Suárez que él le decía a los productores agrícola-ganaderos, de la zona, que esta ruta que tantos los beneficia, porque estamos en un corazón agrícola ganadero, como es Coronel Suárez y General Lamadrid, también es parte del dinero de las retenciones. Y yo quiero decirles que también es parte del dinero de las retenciones la autovía Córdoba-Rosario y también es parte de las retenciones los fondos que el Estado necesita para mantener un tipo de cambio competitivo y también para poder subsidiar el gas oil y también para seguir subsidiando la generación de energía eléctrica para los sectores de la producción y de la industria, que las cosas no se hacen mágicamente, que las cosas no surgen porque sí, todo requiere una ingeniería financiera, un delicado equilibrio entre todos los sectores de la comunidad para que un país funciones, es como el mecanismo de un reloj. Tal vez algunos piensen que son más importantes que otros o que aportan más que otros, si aportan más que otros es porque también ganan más que otros. Ojalá, ojalá todos los argentinos tuvieran que pagar impuestos a las ganancias, impuestos a los bienes personales, retenciones porque significaría que todos los argentinos tienen plata; pagan impuestos sobre todo estos que tienen que ver con las rentabilidades o con las producciones, los que tienen algo. Y en buena hora que los tengan porque un país necesita de productores prósperos, de comerciantes prósperos, de empresarios prósperos. Pero también necesita de gobernantes que piensen en aquellos que por distintos motivos, por la historia, por la vulnerabilidad, por las distintas capacidades, porque uno nació, tal vez, en el corazón de la ciudad y otro nació en una familia que ya tenía dinero, y otro nació en el Norte argentino, en medio del monte tucumano, chaqueño, salteño dejado de la mano de Dios.

Entonces necesitamos entender que tenemos que construir para todos, yo no me voy a cansar de repetirlo una y mil veces, porque no entender esto fue lo que nos llevó, muchas veces, a desencuentros entre los argentinos y fundamentalmente, al quiebre de nuestra economía, que finalmente terminó impactando en todo. Porque primero, por supuesto, les llega a los que están más abajo, a los que menos tienen, pero finalmente en algún momento, cuando ya nadie puede comprar, cuando ya nadie puede consumir terminan todos pagando la aplicación de políticas económicas erróneas y equivocadas.

No quiero relatar lo que hemos vivido los argentinos, en las últimas décadas, al contrario, les quiero contar este camino de esperanzas, que iniciamos un 25 de mayo de 2003, contra todos los pronósticos, en cuanto a éxitos, en cuanto a logros, en cuanto a acumulación y miren lo que estamos logrando entre todos: obras a lo largo y a lo ancho del país como nunca se habían hecho, obras postergadas por décadas y décadas, que era igual que postergar sueños y esperanzas. Porque recién cuando Haydée, en Coronel Suárez, se emocionaba porque había llegado del campo y veía la ruta era la ilusión que tuvo toda la vida de tener esa ruta.

Siempre decimos con algunos amigos, ayer aquí mismo, el Gobernador de Salta, una provincia que quiere que sea además de Salta la linda, Salta la justa, decía: "mientras algunos pelean por la renta, en mi provincia peleamos por el agua potable, por la vivienda o por una tubería de gas". Y esta es la Argentina dual, la Argentina con la cual tenemos que terminar.

Yo quiero una Argentina, y no me voy a cansar de repetirlo, con igualdad de oportunidades para todos,  para que cada uno elija su vida, pero que uno decida que vida pueda tener. Todavía hay muchos argentinos que no han podido elegir su vida, porque no han podido encontrar trabajo, porque no han podido tener un estudio. Quiero que el que no estudie, lo haga porque no quiera, no porque no pueda o porque nació en una casa pobre y que el que no tiene trabajo sea porque no le guste trabajar, no porque no consigue trabajo. Por eso quiero esa Argentina de igualdad de oportunidades, como la que tal vez, alguna vez, se pudo construir allá en los años 50', cuando promoviendo la movilidad social, el que todos tuviera trabajo, el que el hijo de un obrero pudiera llegar a la universidad y pudiera llegar a ser Presidente fuimos construyendo un país con una poderosa clase media, que nos hizo distintivo en toda la América del Sur.

Estamos reconstruyendo esa Argentina, que alguna vez fuimos, que además tuvimos adelantos tecnológicos formidables que los fuimos perdiendo, por renunciamientos que nos impusieron desde afuera, pero también - bueno es decirlo - fueron aplicados por argentinos. Porque siempre criticamos mucho las políticas - yo he sido una de las críticas más fuertes - que se han impuesto desde afuera, pero también hay que reconocer que para que esto sucediera tuvo que haber argentinos que aceptaron esas imposiciones.

Por eso con memoria, con el verso y la mano tendida hacia aquel que todavía le falta lo que uno tiene, poder seguir construyendo esta Argentina que tanto costó y en un escenario internacional absolutamente adverso. Todos los días vemos noticieros de lo que sucede en otras partes del mundo: caídas de bancos, miles de personas quedan en la calle sin empleo, no hay financiamiento, sociedades endeudadas a más del ciento por ciento del PBI. No es para compararse con nosotros, mi abuelo siempre decía. "mal de muchos, consuelo de tontos". ¿no? Pero lo cierto es que tenemos que hacer un aprendizaje y una valorización de nosotros mismos, no de un Gobierno o de un partido, entender y saber que fuimos capaces de salir del pozo y lo hicimos con ideas propias, con ideas de argentinos para otros argentinos. Esto creo que es lo absolutamente valorable.

Hoy podemos estar aquí, dando inicio a esta obra, que esperó más de 50 años, porque hubo argentinos que supieron administrar los recursos del Estado, pero que además llevaron adelante también la infraestructura como puntal del desarrollo y del crecimiento. Por eso, amigos y amigas, vecinos y vecinas, de Coronel Suárez y de General Lamadrid, muchas gracias, y perdón por haber esperado 50 años para hacer algo que teníamos que haber hecho mucho antes todos los argentinos. (APLAUSOS)

Gracias, felicitaciones y fuerza, con la fuerza del interior. Gracias. (APLAUSOS)