Muy buenos días a todos y a todas. Señor gobernador de la Provincia de Buenos Aires; señores empresarios; señor secretario general de la CGT: recién me comentaba el señor secretario Legal y Técnico, que parece que además de derecho sabe de algunas otras cosas, que el número 84 en la quiniela es Néstor, ¿es así? De modo que no puede fracasar el plan, porque si el número es 84 y es Néstor esto va a ir muy bien, como cuando uno pone muchas ganas en hacer las cosas.
Creo que este es un proyecto ya en marcha, he fijado plazos en el decreto que acabo de firmar para su implementación, 90 días, para que todos los usuarios del transporte en la región metropolitana, en la región del AMBA, sea en ferrocarriles, en subtes o en colectivos, puedan disponer de su tarjeta electrónica y eliminar, no el inconveniente de las monedas sino el negocio de las monedas, porque en realidad no estamos solamente ante el inconveniente que siempre presupone juntar monedas, el vuelto, si tengo monedas o no; también debemos decirlo con todas las letras, hay negocios. Hace poco se pudo detectar una empresa que tenía tambores y tambores de monedas, que evidentemente especulaban y termina como siempre, como muchas veces pasa desgraciadamente en nuestro país, pagando los más vulnerables socialmente, que no tienen estrategias defensivas frente a la especulación y frente a los negociados.
Por eso creo que este tema de la tarjeta electrónica representa una mejora muy sustancial, fundamentalmente en los sectores que mayor grado de vulnerabilidad tienen porque deben acceder al transporte público para trasladarse a su lugar de trabajo o de estudio. Creemos que el plazo de 90 días para instrumentar en todas las unidades de transporte el tema, que va a convivir también durante un tiempo, yo no creo que deba convivir todo el tiempo con el sistema de monedas, tenemos que sí hacerlo convivir durante un tiempo porque obviamente puede haber dificultades de que no todo el mundo pueda acceder el primer tiempo, va a haber que construir una red de distribución de las máquinas en donde cargar las tarjetas electrónicas que va a demandar un tiempo, con lo cual para evitar molestias al usuario vamos a hacer convivir ambos sistemas durante un período. Pero el objetivo central debe ser eliminar definitivamente el tema de las monedas y sí en un lapso más o menos prudencial tener únicamente la tarjeta electrónica que va a significar un gran alivio a los inconvenientes cotidianos de los usuarios, y al mismo tiempo un instrumento de contralor del Estado en un sistema de transporte público que no solamente tiene aspectos de carácter monetario sino también de seguridad vial, porque junto con los GPS se va a poder hacer un control de la velocidad que cada uno de los colectivos tiene, con lo cual estamos dándole respuesta no solamente a una cuestión pecuniaria, monetaria, de inconvenientes para el usuario, sino también de seguridad en el transporte público.
Que demanda además por parte del Estado una gran inversión, más de 200 millones de pesos, porque esto es solventado por el Estado. Más de 200 millones de pesos que creo que van a contribuir a modificar estructuralmente el tema del transporte en lo que hace al inconveniente del usuario y al manejo de su dinero y su seguridad. Creo también importante señalar el esfuerzo que se hace en materia estatal para mantener un transporte público, el de la región metropolitana, que es el más barato del país comparado con otras regiones, un 18% más barato que las tarifas del resto del país. Y si comparamos las tarifas de nuestro país, no vamos a hablar con las naciones muy desarrolladas de Europa o de América del Norte, no, aquí en América Latina es el transporte más barato, 0,31 centavos de dólar. Solamente tiene un precio menor La Paz, Bolivia, y el Distrito Federal de México. El resto de todas las capitales latinoamericanas tiene un costo muy superior al transporte en la Argentina. Por caso ciudades como san Pablo, Río de Janeiro están a un dólar veinte, un dólar treinta, en Porto Alegre un poco más incluso, lo cual refleja la situación. No es una cosa para quejarse, al contrario, porque el tema el subsidio al transporte para que un elemento que es muy importante en el presupuesto familiar sea accesible, no solamente ayuda al trabajador, sino a todo el funcionamiento de la actividad económica. Porque estamos también subsidiando al sector empresario no transportista, el transporte de los trabajadores hacia los propios centros de trabajo.
Y les cuento una anécdota, una vez estábamos en Brasil, antes de que yo fuera presidenta, cuando era candidata, en una reunión muy importante con muchísimos empresarios. Entonces un empresario que adquirió una importantísima firma de bebidas en Argentina estaba preocupado en ese momento por la puja salarial, lo que le iban a pedir los trabajadores como aumento salarial, y otro que era del transporte estaba preocupado porque creía que tenían que aumentar las tarifas del transporte. Le dije mire, acá hay un problema, el señor está preocupado por el pedido de aumento de los trabajadores, y este señor porque quiere boletos más caros. Le quiero decir que si damos boletos más caros seguramente al otro señor le van a pedir más aumento salarial porque el transporte constituye en el presupuesto familiar de los trabajadores un rubro importante.
Por eso a veces cuando se habla con mucha liviandad acerca de ciertas cuestiones se pierde de vista el funcionamiento de la economía en su conjunto, y eso es lo que yo siempre quiero recalcar. Cada una de las decisiones que una toma como presidenta de la República, las toma viendo el conjunto. Fíjense ustedes, hemos eliminado la tablita, la famosa tablita de Machinea que le ha significado al Estado una merma de 2.700 millones de pesos en los ingresos. Hemos hecho una reducción importante en materia de retenciones al maíz y al trigo, dos cultivos tradicionales argentinos, más del 20% de las retenciones, que ha significado 700 millones de pesos. Seguramente cuando se termine el resultado del tema de la emergencia agropecuaria producto de la sequía, también miles de millones de pesos dejarán de ingresar al presupuesto nacional, el tesoro nacional, y otro tanto les pasará las provincias y los municipios. Entonces creo que cuando todos pedimos cosas debemos tener en cuenta al conjunto de la economía, cómo funciona esa economía y cuáles son los sectores que el Estado debe subsidiar para seguir manteniendo la actividad y el crecimiento. No solamente desde el punto de vista de la economía sino también desde el punto de vista de lo social. Porque ya está visto en nuestro país que la falta de sustentabilidad social en el funcionamiento de la economía termina más temprano que tarde impactando negativamente también en la economía porque crea crisis políticas e institucionales.
Entonces concebir a la economía, concebir al país en definitiva, para decirlo sin eufemismos, como un todo en el cual tenemos que funcionar armónicamente, y la redistribución y distribución del ingreso, tanto desde lo geográfico, desde lo social, tanto desde la intervención estatal, como también desde la comprensión que los sectores económicos, los actores económicos tengan de eso, es central para poder seguir manteniendo un nivel de actividad y fundamentalmente defender el empleo, que es el gran objetivo que debemos tener todos los argentinos, defender el empleo.
Todos vimos una Argentina donde había muchos desempleados; había algunos que eran muy ricos, que cada vez eran más ricos, pero finalmente terminó implosionando. Porque la clave de la sustentabilidad social, económica, política e institucional, históricamente ha sido el trabajo en la República Argentina. Y yo me siento absolutamente orgullosa de formar parte de una sociedad y de un proyecto político que defiende estos valores por sobre todas las cosas, el trabajo y la solidaridad. Porque defender el trabajo de los argentinos es también tener solidaridad con todos aquellos que necesitan de un salario para vivir, y más solidaridad aún para aquellos que todavía ni siquiera han conseguido un trabajo y necesitan de un subsidio estatal para poder seguir sobreviviendo.
Creo que si entendemos esto y además lo situamos en un contexto y una situación internacional altamente explosiva, conflictiva, donde ustedes ven cómo medidas proteccionistas de todos los países están surgiendo, inclusive con algunos brotes xenofóbicos en algunos lugares, nos alerta a todos para ser más responsables que nunca y más solidarios que nunca, porque el ejercicio de solidaridad no es una cuestión ética, es una cuestión también de responsabilidad política e institucional.
Hoy destinando estos más de 200 millones de pesos a esto que estamos haciendo, que es mejorar al usuario la vida cotidiana de todos los días, de subirse a un colectivo, el 75% de quienes se trasladan hacen por lo menos un trasbordo, con lo cual tenemos gente que no sólo viene de su casa en un tren y toma un colectivo en la Capital y viceversa, tenemos a un 75% de esa masa que todos los días se traslada de sus hogares que tiene que tomar dos medios transporte, por lo tanto descomplicarle la vida es también mejorar su calidad de vida, y en eso estamos hoy esta mañana.
Lo importante es imponer, tanto a la Secretaría de Transporte como al Banco Nación que esto se realice en el plazo que he fijado en el decreto, 90 días. Y que el lapso de simultaneidad entre ambos servicios a los efectos de evitar desacoples o problemas en las primeras etapas, sea lo más breve posible. A ver si podemos demostramos a nosotros mismos que podemos mejorar nuestra performance y garantizar la calidad de vida que todos los argentinos se merecen y esperan que sus dirigentes estén ocupados por ellos.
Muchas gracias a todos y a todas y muy buenos días.