Palabras de la Presidenta en Villa Dolores, provincia de Córdoba

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ EN LA INAUGURACIÓN DEL TEATRO GRIEGO EN LA LOCALIDAD DE VILLA DOLORES, PROVINCIA DE CÓRDOBA    

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Buenas noches a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señor Gobernador de la provincia de Santiago; señor Vicegobernador de la provincia de Córdoba; señor intendente de Villa Dolores: quiero decirles que estoy muy feliz de estar aquí en su pueblo inaugurando esta obra, Teatro Griego en Villa Dolores, que sé que usted la sonó, la pensó, la diseñó y la ejecutó. Cuando yo recién escuchaba contar su pasión por hacer me hacía acordar allá a mi lejano sur, en Río Gallegos, cuando también desde la intendencia uno soñaba con transformar la realidad que lo circunda, trabajar, y lo que se siente cuando uno ve la obra terminada. Son los momentos en donde la política adquiere mayor volumen, volumen humano, porque tiene que ver con los sueños, tiene que ver con el bienestar de los hombres y mujeres que depositan la confianza en un intendente, en una intendenta, en un gobernador, en una gobernadora, en un presidente o en una presidenta, y desde allí construir los sueños.

Quiero contarles que cuando cruzamos la sierra y vimos este lugar me pareció tan hermoso como cuando una villa dolorense allá en río Gallegos, Adela Recalde, gran amiga mía -¿dónde estás Adela?, me muero, ¿en serio que sos Adela?, te quiero mucho, qué increíble, no puede ser, es demasiado (Aplausos); cuando Adela me contaba de su ciudad allá en Río Gallegos ella como tantos otros cordobeses habían emigrado a la Patagonia junto a su marido para trabajar, y a partir de ella comencé a conocer esta hermosa ciudad, una ciudad que tiene que exhibir con orgullo no solamente de villa dolorenses o cordobeses sino de argentinos, una ciudad de trabajo, de esfuerzo que es lo que nos va a llevar adelante y va a permitir construir un lugar para vivir mejor, un país para todos.

Cuando recién el Intendente me hablaba de un país y de un modelo que soñaba y que soñábamos todos, tal vez de distintos lugares políticos e históricos, siempre de partidos populares y democráticos, que muchas veces a lo largo de esta historia que hemos tenido los argentinos nos hemos enfrentado y solamente hemos favorecido a que sectores minúsculos pudieran traer las tragedias de las dictaduras, de la división de los argentinos. Hoy aquí, en tras las sierra, en este bello lugar, hay intendentes e intendentas radicales, peronistas, seguramente vecinales también, hombres y mujeres de distintas experiencias históricas, pero con uno sólo objetivo, abrazar la pasión de la política con la pasión del hacer. En pocos lugares como en las comunas junto al ciudadano de carne y hueso todos los días, uno advierte el valor de la tarea transformadora que tiene que tener la política.

Este modelo que comenzó en el año 2003 no solamente tuvo por objeto transformar la realidad del país con obras, con infraestructura, con redistribución del ingreso, con todo eso que tan bien Juan Manuel relataba, sino también vino a reinstalar en los argentinos el valor de la política, del debate, de las ideas, de la discusión, porque en algún momento nos quisieron hacer creer que la política era incompatible con las realizaciones, que el pensar, que el tener ideas era incompatible con la transformación.

Si tuviera que elegir algo de todos estos años en los que hemos vivido, en los que hemos logrado transformaciones impensables, independencias también impensables, que nos han llevado a tener una política exterior digna, decidida por los argentinos y en la Argentina, que nos ha permitido tener un proyecto político, económico y social pensado por argentinos y ejecutado por argentinos para todos los argentinos; si tuviera que elegir de todas las cosas que hemos podido construir es la confianza en nosotros mismos como pueblo y como sociedad para transformar a través de las instituciones democráticas nuestro querido país. (Aplausos)

Creo sinceramente que debemos redoblar el esfuerzo cuando vemos que estas ideas, que no son diferentes a las de Juan Manuel Pereyra pese a que militemos en distintos partidos, porque Yrigoyen y Perón pensaron también el mismo país soberano, independiente, digno, y yo sigo creyendo en que es posible seguir transformando la Argentina. Y cuando veíamos que estas ideas muchas veces eran denostadas desde los centros externos y muchas veces de repetidas monocordemente por algunos locales, cuando vemos este escenario mundial donde se derrumban los paradigmas que quisieron hacernos creer que nosotros estábamos equivocados en la forma que estamos haciendo y construyendo la Argentina, nos sentimos orgullosos, pero no de tener razón sino de saber que es posible tener pensamiento nacional, que es posible imaginar el país desde nuestra propia experiencia histórica, desde nuestra propia realidad y desde nuestra propia identidad. Fueron esos grandes hombres que construyeron el ideario de un pueblo ya transcurrido a lo largo de la historia, los que también nos dieron el mandato de la unidad nacional, el mandato de trabajar junto a los otros, el mandato que nos viene del Martín Fierro y que muchas veces olvidamos. Junto al otro mandato, al sagrado, al que tiene que ver con la justicia social, con la mano tendida, con la generosidad al hermano o a la hermana que todavía le falta, estas cosas son las que nos han hecho diferentes. Y un país con una vigorosa clase media, donde era posible entonces que el hijo de un obrero, la hija de un obrero pudiera llegar a presidente o presidenta de la Nación, ese país de la movilidad social, Juan Manuel, de la redistribución del ingreso, ese es el país que tenemos que seguir reivindicando porque es el país que nos hizo grandes, las ideas que nos llevaron adelante. (Aplausos)

Yo quiero decirles que vamos a seguir redoblando el esfuerzo, que vamos a seguir, no resistiendo como le gusta decir a Juan Manuel, sino trabajando que es la mejor manera de resistir a los que solamente creen en los enfrentamientos inútiles y estériles; a comprometerme también junto a ustedes a comunicar a esta bendita provincia con estas altas cumbres, camino de las altas cumbres que estamos firmando hoy y que va a significar además no solamente unir a la provincia de Córdoba, sino además darle una herramienta turística a una provincia que lo tiene todo para seguir creciendo. Y agréguele Intendente a esos 29 kilómetros del último tramo los 8 kilómetros que usted recién decía que necesitaba este pueblo. (Aplausos) Porque solamente aquellos que conocimos, vivimos y sufrimos en el país profundo ante políticas centralistas sabemos el valor de un camino, de una comunicación, como no lo voy a saber, allá en el sur miles y miles de kilómetros de ruta para unir a nuestra Patagonia, es el país profundo, el que conoce de las necesidades de sus habitantes. Por eso también cuando uno va a ese país profundo encuentra el calor, el afecto y la felicidad que puede verse en la cara de todos ustedes, es como si de repente la gente pudiera tener otras vivencias, disfrutar de la familia, de los valores de los que recién nos hablaba el sacerdote que nos impartía la bendición, el valor de la familia, del encuentro, de la unidad, del gesto solidario, eso se reconoce en todos y cada uno de los lugares de esta Argentina profunda. Mi compromiso con ustedes y con todos los argentinos es hacerme cargo de esos valores y seguir llevándolos adelante. Tengan ustedes la certeza absoluta de que una mujer que muchas veces puede parecer algo más débil que un hombre tiene toda la fortaleza para seguir en la lucha y el trabajo que demanda la construcción de nuestro país. (Aplausos) Yo creo mucho en los designios de Dios, a lo mejor el hecho de que sea una mujer la que tenga que comandar los destinos de la República en épocas de tormenta del mundo haya sido un designio de Dios, tal vez conoce la fortaleza de las mujeres que enfrentaron también otros momentos difíciles, no en democracia, sino en dictaduras, y poniéndose sólo un pañuelo blanco en la cabeza y con el valor que le dan las Madres pudieron enfrentar a lo que nadie se atrevía. (Aplausos)

Por eso quiero decirles con todo el cariño y todo el amor que vamos a seguir trabajando en este modelo, que no es de un partido político, que no pertenece a un sector político, que es el proyecto de todos los argentinos de construir un país más justo, más solidario, más integrado y más federal. Ese es el mandato y voy a dejar lo que tenga que dejar para poder seguir construyéndolo.

Muchas gracias Villa Dolores, amigos y amigas, compañeros y compañeras, esa bandera de Malvinas que la llevamos en el corazón como toda la gente del sur, gracias Veteranos por estar aquí acompañándonos, saben del compromiso que he tenido siempre con ustedes, soy "malvinera".

Gracias y hasta siempre Villa Dolores, y a disfrutar ahora con la Negra Sosa, ese patrimonio nacional en este hermoso lugar que han podido construir.