Muy buenos días a todos y a todas. Realmente excelente el desarrollo de la explicación que ha tenido el señor ministro del Interior, sobre todo en la presentación de estos fantásticos equipos que integran la Agencia de Seguridad Vial que hemos fundado a partir de la sanción de la ley respectiva. Solamente voy a diferir en una cosa, él dijo que en esta campaña cuando se controlaba la velocidad eventualmente ante una infracción se confeccionaba un acta al infractor y debía pagar una multa, pero que no tenía fin recaudatorio, y yo digo que esta campaña tiene fin recaudatorio, recaudar vidas, no recaudar plata. Creo que este es el gran desafío que tenemos los argentinos desde el Estado, desde la sociedad, precisamente el de resguardar vidas. Con distintas responsabilidades claro.
Me parece importante saber que hasta que no tengamos un registro único nacional de conductor de La Quiaca a Ushuaia y desde Mendoza a la Ciudad de Buenos Aires, no vamos a poder hacer efectiva la política del scoring, es más, podemos llegar a hacerla hasta injusta y discriminatoria porque me cambio de jurisdicción a cualquier municipio de la provincia de Buenos Aires o a cualquier otra provincia que todavía no está adherida y los que siguen tributando en la jurisdicción que tiene scoring son controlados y pueden ser sancionados, mientras que los otros evaden la pena de la ley y por lo tanto siguen siendo un peligro para el resto de la sociedad.
¿Cuál es el primer desafío que tenemos entonces desde el aspecto funcional, desde el aspecto del Estado, sea este nacional, provincial, municipal o de la Ciudad de Buenos Aires? Articular a la brevedad posible, poner en funcionamiento a la brevedad posible esta ley en todas las jurisdicciones y articular esfuerzos -se puede hacer porque hoy con la tecnología, con el grado de conectividad e informatización no es una cosa que demande un tiempo demasiado extenso- para tener ese registro único de manera tal que el que violó la velocidad en el sur y vive en La Plata pueda ser sancionado, y así a lo largo y a lo ancho del país. Esto es clave para ser efectivo en los programas, si no los programas terminan siendo solamente un problema de imagen, de presentación o de propaganda pero de nula efectividad.
Nuestra sociedad ya ha conocido demasiadas propagandas, ya ha conocido demasiados intentos, si no tenemos resultados en esos intentos la sociedad termina creyendo cada vez menos, y al mismo tiempo cada vez se vuelve más anómica, porque fíjense que por un lado no creen en las instituciones pero por el otro lado se violan las normas. Algo muy de los argentinos, es la contradicción que a veces tenemos todos los argentinos en muchas de las actitudes o de los dobles discursos que tenemos.
Creo que es vital poder llegar a un acuerdo en todas las jurisdicciones, tener un registro único y entonces sí poder poner en marcha la sanción, que en definitiva es lo que merecen aquellas personas que demuestran tener una conducta claramente antisocial.
Una vez comentaba con un funcionario de otro país en el cual cuando alguien comete una infracción es duramente castigado y yo decía que había una conducta de la sociedad, él me decía que no es una conducta de la sociedad, es que saben que si violan esa norma pierden el carné o hasta pueden ir presos. A cualquiera de nosotros nos ha pasado, los que hemos tenido la suerte de conocer otras jurisdicciones, de ver lo rigurosas que suelen ser las sanciones y la vigilancia ante la violación de las normativas de tránsito. Pero para esto tenemos que lograr unir a todo el territorio como una jurisdicción única, de manera tal de que cualquiera que viole una norma de tránsito que ponga en peligro la vida de los demás, sea sancionado, y si es necesario se le retire el carné de conductor, que es la verdadera sanción para aquellos que comenten infracciones. No es suficiente pena, porque si crucé un semáforo en rojo y maté a un pibe, me podrán quitar el carné, podré estar condenado de por vida a no poder manejar, pero he desatado una tragedia en una familia de carácter absolutamente irreparable. Pero al menos tiene que haber una sanción para que el resto de la sociedad pueda ver que hay al menos una reparación institucional ante tanto desatino y ante tanta irresponsabilidad.
Por eso creo que hay dos desafíos, uno el nuestro, el de los que hoy ponemos en marcha estas unidades modernísimas, realmente me sorprendió el grado de tecnología, de conectividad que tienen. Vamos a incorporar más, porque obviamente son escasas para toda la extensión del territorio nacional, pensamos hacer acuerdos seguramente con todas las provincias para que también las incorporen en sus respectivas jurisdicciones. Y la otra parte, la que tiene que cumplir, como siempre lo digo, lo dije cuando presentamos hace unos días las motocicletas, es la responsabilidad de la sociedad. Si articulamos las dos cosas, responsabilidad en las instituciones y responsabilidad en la sociedad, estoy absolutamente segura de que vamos a vivir en una Argentina mucho mejor. Porque nunca hay que olvidar que las instituciones siempre reflejan el estado de una sociedad y viceversa, no hay sociedades maravillosas e instituciones horribles, ni tampoco hay instituciones maravillosas y sociedades anómicas y que no tengan un alto grado de responsabilidad. Cuando hay mucha institucionalidad es porque hay también mucha sociedad que acompaña un movimiento que es, como ustedes saben, sinérgico e intercambiable.
De modo que quiero felicitar a todos los que han colaborado en poder desarrollar esto que estamos presentando hoy, desde el Parlamento con la sanción de la ley, y convocar a todas las jurisdicciones a seguir trabajando por el registro único de conductor nacional y la jurisdicción única para los automotores, porque cuando uno va a 180 kilómetros y traspone la General Paz sigue yendo a 180 kilómetros. No tiene ningún sentido que se lo sancione aquí y del otro lado, o cruzando a la provincia de Santa Fe o a cualquier otra provincia, no importa cuál, esa persona no tenga sanción. Es apenas sentido común, algo que muchas veces falta. Muchas gracias y buenos días.