Muy buenas tardes a todos y a todas; señor vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, a cargo del Poder Ejecutivo; señor Gobernador de la provincia de Chubut; señor Gobernador de la provincia de Río Negro; señor Intendente de la ciudad de Mar del Plata; señores empresarios; señores dirigentes sindicales: como recién decía el Intendente esta es la cuarta vez, que vengo a la Ciudad de Mar del Plata, en menos de un año de gestión, que se cumple este 10 de diciembre.
Pero lo cierto es que, en las tres oportunidades anteriores, el mundo era diferente, el país no. El país venía con un modelo de acumulación, de generación de riquezas, basado esencialmente en su mercado interno y también de fuerte sesgo exportador para terminar y superar aquella dicotomía del mercado interno o exportación y también de una creciente participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, lo que era igual a asegurar consumo.
Yo sé que muchas veces, cuando uno es empresario, le cuesta ver al trabajador, más allá de la nómina salarial, normalmente sucede esto. Pero creo que debemos acostumbrarnos todos, trabajadores, empresarios, que además de figurar en la nómina salarial y por lo tanto figurar como un costo salarial, todos los trabajadores, absolutamente todos son consumidores. Tal vez no del producto que producen y que le da rentabilidad a ese empresario. Pero si de otros productos, que son de otros empresarios, que al mismo tiempo demandan, luego, los servicios de esos otros.
Muchas veces resulta casi obvio tener que explicar estas cosas, pero siempre digo que nuestro querido país: la República Argentina, muchas veces tenemos que explicar las cosas obvias porque parecen que muchos no se dan cuenta y creen, entonces, que los trabajadores son una variable de ajuste porque siguen mirándolo como un costo de nómina salarial y no como un modelo de generación y acumulación de riqueza. Este es el modelo que tenemos los argentinos, basado en la producción, en el trabajo, porque veníamos de una experiencia terrible, en materia de servicios financieros, que creyó que la especulación podía sustituir a la producción y la renta parasitaria al trabajo productivo.
Como hicimos ese aprendizaje, a partir de la crisis institucional, económica y social más importante de que se tenga memoria, en la República Argentina, y que fue la del 2001, desarrollamos este modelo. No sin pocas críticas, por cierto, de los grandes economistas, que nos planteaban que el modelo argentino era equivocado y que en realidad teníamos que mirar lo que hacían afuera, que eso era lo virtuoso, e inclusive, muchas veces, terribles críticas de esos gurúes económicos, calificadoras de riesgo, etc., que veían siempre a la Argentina al borde del precipicio y del acabose, en materia de crecimiento. Esto se reprodujo sin solución de continuidad, del año 2003, a la fecha. Uno puede recorrer la crónica periodística escrita, televisiva, radial, verbal de las características que uno puede ver.
He aquí que en este cuarto viaje, a Mar del Plata, seguimos sosteniendo que el modelo argentino de acumulación era el modelo correcto y que lo que nos planteaban desde afuera, e inclusive algunos gurúes desde adentro, yo recuerdo que durante las elecciones en las que competí para la Primera Magistratura, se nos decía que teníamos que bajar la temperatura de la economía, había que "enfriar" la economía, reducir la expansión del gastos porque el gran problema en la Argentina era la inflación. Es obvio que en todo proceso de crecimiento de la magnitud que ha tenido la Argentina, con tasas del 8, del 9 por ciento de crecimiento, el fenómeno de los precios - más con la historia argentina - no era una cuestión de carácter estructural, ni que tuviera que ver con el nudo del modelo de crecimiento. Pero, bueno, se decía que este era el problema principal y se nos daban recetas.
Desde hace casi un año y medio o un poco más, tal vez casi dos años, se vinieron dando estas recetas. Afortunadamente, el anterior Presidente, el Presidente Kirchner, y quien les habla, no creemos que este fuera el problema de la Argentina. Nosotros seguíamos y seguimos creyendo que lo importante en toda sociedad, en toda economía es el crecimiento, garantizar el crecimiento de la economía. Porque garantizando el nivel de actividad económica estamos garantizando, precisamente, el trabajo de los argentinos y entonces no solamente hay un objetivos social, sino como decía antes, un objetivo económico, que como un círculo virtuoso se enriquece el mercado interno, trabajadores que producen, que lo hacen con calidad y capacitación para el mercado externo, que nos permite conquistar mejores mercados.
Ahora bien, el mundo se ha convertido en un lugar de incertidumbres e inseguridades económicas de todos los días. Obviamente esto ha generado muy malas expectativas y en todos aquellos sectores, vinculados a la exportación o que tienen un importante compromiso con el sector externo, que es el caso precisamente del sector pesquero, una gran incertidumbre a la que hacía mención el señor Intendente. Ustedes saben que los argentinos comemos poco pescado, apenas 3 kilos por año. Con lo cual todo el excedente es para la exportación. Para quienes no lo saben, si comparamos las exportaciones de carne vacuna, por ejemplo, del año 2007, que fueron 1.029 millones de dólares contra 969 millones de dólares del sector pesquero, es prácticamente lo mismo. Y en lo que va del año 2008, 1.260 millones de dólares, aproximadamente, de exportación de carne vacuna y 1.160 millones de dólares, si mal no recuerdo, de la pesca, o sea, en la Argentina de nuestras vacas, casi el mismo valor de exportación entre pesca y ganado. Eso no es culpa, por supuesto, de los productores ganaderos, en lo absoluto, esto tiene obviamente que ver con el consumo interno, de casi 70 kilos de carne vacuna, por habitante, contra los 3 kilos de la pesca.
Pero, bueno, es esa la situación: tenemos un sector fuertemente vinculado al sector exportador, se exporta todo y además con grandes empresas (un 60 por ciento, aproximadamente del sector que exporta es la gran empresa) y un 40, entre pequeñas y medianas, y muchas provincias involucradas, la provincia de Buenos Aires es la primera productora; la segunda, la provincia de Santa Cruz; tercera, la provincia del Chubut; cuarta, Tierra del Fuego y quinta la provincia de Río Negro.
Como ustedes verán, entonces, adquiere vital importancia que en estos momentos - tal cual lo señalaba el señor subsecretario de Pesca, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación - quien planteaba la necesidad de articular muy fuertemente entre el Estado, el sector empresario y los trabajadores para afrontar una situación, que no depende de la política interna, ni del modelo que tenemos instalado en el país, sino de las condiciones que se han generado en el mercado externo. Hablaba de la elaboración de un Plan Nacional que debemos desarrollar, de carácter contingente, porque precisamente no es que no hubiéramos tenido un plan, en materia de pesca, sino que estas nuevas condiciones, del mercado internacional, nos obligan a un plan contingente. Independientemente de las cuestiones estructurales, a las cuales él hizo mención, y que hemos mejorado notablemente. Yo quiero comunicarles, también a ustedes, que en materia desperdicio, o de descarte, como se dice normalmente, en materia de pesca, si bien estamos por arriba del 7 %, que fija la FAO, hoy somos uno de los más bajos del mundo, más bajo que Australia, por ejemplo, con un 55 % de descarte, o los Estados Unidos de Norteamérica, con casi un 21 % de descarte. Menciono esos dos países, porque normalmente siempre nos los muestran como ejemplo de todo lo que tenemos que hacer nosotros, pero en estas cuestiones creo que estamos un poco más adelantados. A punto tal que también la FAO ha tomado en consideración la propuesta de que por primera vez la Reunión del Subcomité de Comercio de Pesca se pueda realizar fuera de Roma, y sea la República Argentina el lugar en que se haga este encuentro, que sería la XII Conferencia del COFI, que es el organismo internacional más importante, de Naciones Unidas, en materia pesquera, dependiente de la FAO.
Quería agregar, también, a lo que mencionaba el señor Secretario, en cuanto a sistemas de vigilancia, que eviten la depredación -tema central- y también respeten el tema de cuotificación y todo lo que hace a la fiscalización del sistema pesquero - que el sistema de cámara de video, que realmente es lo más novedoso y además lo más seguro, lo estamos realizando también no solamente desde la Secretaría de Agricultura con técnicos argentinos, sino con tecnología argentina, a través del INVAP, la empresa rionegrina, que es la que está desarrollando el plan de cámaras móviles y protegidas, en cada uno de los buques, de modo tal que puedan ser monitoreado desde tierra. Son cámaras inviolables y que, obviamente, como las cámaras tampoco pueden recibir emolumentos, en fin, es de una certeza y seguridad absoluta lo que informan, o sea uno puede tentar a la cámara de cualquier manera, pero la cámara siempre va a darle la misma imagen, con lo cual - siempre digo - somos muy buenos todos los argentinos, pero cuando nos vigilan - y si es por cámara y video - todavía podemos llegar a ser mucho mejores. (APLAUSOS).
Pero yo creo, precisamente, que en este caso, donde tenemos necesidad de encontrar instrumentos, para un sector como el pesquero, involucrado fuertemente con el sector externo, creemos que uno de los instrumentos más apropiado es precisamente la pre-financiación de exportaciones para el sector. Por eso, quería comunicarles que hemos decidido asignar 80 millones de dólares para la pre-financiación del sector pesquero, de modo tal que con este instrumento pueda seguir sosteniéndose la actividad.
Esto, conjuntamente, con la dotación de capital operativo de trabajo, a través de la línea de créditos, del Banco Nación, que ya ha comenzado, también a operarse son los instrumentos, que creemos que van a ayudar fuertemente al sector a superar este momento o esta cuestión, de carácter internacional, condiciones que me parece que tenemos que abordar para el tratamiento de los instrumentos adoptados. La primera, solamente podrán acceder aquellas empresas que adquieran el compromiso de conservar la planta del personal, de modo tal que el esfuerzo que hacen los argentinos para asignar, a través del ahorro público nacional, fondos para el sector sea también el esfuerzo que hacen los empresarios de una actividad que también ha tenido una buena rentabilidad, durante los años de lo que yo denomino: "las vacas gordas". (APLAUSOS).
Y esta es otra cuestión que me gustaría abordar con mucho realismo - iba a decir crudeza, pero sé que si lo digo después dirán qué va a decir, no, no - con mucho realismo porque no solamente vinculado a la actividad pesquera, sino en general ha habido, durante estos cinco años de crecimiento, a tasas chinas, como nos decían, rentabilidades muy importantes para el sector empresario, inimaginables en el 2002 ó en el 2003. Y no está mal, los empresarios tienen que ganar dinero, para eso invierten, para eso arriesgan. Pero también es cierto, que si bien no se le puede demandar a un empresario, que trabaje a pérdidas, sí le podemos pedir, que conjuntamente con el Estado, haga el esfuerzo para poder seguir sosteniendo el círculo virtuoso de la economía, sosteniendo el trabajo de los argentinos.(APLAUSOS). Porque son esas mismas condiciones, durante estos cinco años, las que generaron precisamente la posibilidad de crecimiento y de generación de rentabilidad.
Sabemos, también, que el proyecto de ley, que hemos enviado al Parlamento, y que habla del proceso de moratoria, en todo tipo de contribución - sean patronales, para las pequeñas empresas, que estaban en negro porque no podían estar en blanco, más el proyecto de repatriación y exteriorización de capitales - todo va a contribuir realmente, armónicamente con instrumentos crediticios, instrumentos de pre-financiación de exportaciones para, precisamente, lograr el objetivo, que estamos buscando, que es -reitero- sostener la actividad económica.
¿Cómo realizar, cómo canalizar, cómo formular los instrumentos? No es la primera vez en la historia donde puede lanzarse una medida que tiene un gran objetivo, que tiene fondeo, pero que por distintas circunstancias no puede llegar a buen puerto. Uno de los temas va a ser que las propias cámaras que agrupan al sector empresario presenten un modelo referido a la financiación del sector según se trate de aquellos sectores en los que hay que o subsidiar la demanda, o sea sostener la demanda, o en este caso como es sostener la oferta, como el que por ejemplo ha firmado hace dos días exactamente el Banco Nación con ADIMRA, la cámara que nuclea a los empresarios metalúrgicos y que consiste básicamente en que el Estado, a través de la autoridad de aplicación, en este caso el Banco Nación con su línea de créditos, en este caso será el Ministerio de la Producción conjuntamente con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, conjuntamente con los sectores de fondeo, con el BISE, etcétera, para presentar un plan o planes en cuanto a cómo se debe canalizar esta pre-financiación de exportaciones, cuáles son las empresas que las necesitan, cuáles son las empresas que podrían esperar, sin obturar tampoco, porque también esto quiero señalarlo, la presentación de proyectos que se dan de forma individual por empresas, que se puedan dar a través de los propios circuitos financieros del BISE o del Ministerio de la Producción, de modo tal de que la propuesta no sea obturada únicamente por una corporación. Pero lo que es importante y esencial es la necesidad de articular muy fuertemente, como lo han estado haciendo hoy por la tarde las autoridades, los funcionarios públicos, conjuntamente con el sector empresarial y sindical, para poder armonizar los intereses, si armonizar intereses entre lo público, lo privado y elaborar ha sido una de las claves del crecimiento en estos cinco años y medio, hoy en esta contingencia internacional, el sentarse a ver cómo hacemos rendir más que nunca los recursos para seguir sosteniendo la actividad, y hacerlo a través de las cámaras empresariales, de los sindicatos y del Estado, si ayer fue virtuoso hoy se convierte en una verdadera necesidad. Creo que todos, absolutamente todos estamos convencidos de la necesidad de hacer este esfuerzo, porque algunos querrán seguir sosteniendo la rentabilidad que pudimos tener en las épocas de las vacas gordas, no va a ser posible, el Estado tampoco puede sostener ni salir a sostener a través de líneas crediticias rentabilidades, tal vez otros sin entender exactamente lo que está pasando en el mundo, vean que es posible seguir con la misma política que teníamos durante los años de las vacas gordas. Quiero decir con esto que hemos logrado que articulando los intereses podamos dar una respuesta inteligente a este momento ¿Por qué lo podemos hacer? Porque las condiciones macroeconómicas del modelo, que esto es por lo que algunos se enojaban cuando yo decía que por suerte nos encuentra en mejores condiciones, la realidad es que nos encuentra en mejores condiciones. Uno a veces siente como que desde algún lado quisieran que nos fuera horriblemente mal y que todo se cayera, casi un ejercicio de autoflagelamiento crítico, pero lo cierto es que el bajo nivel de endeudamiento que hoy tiene el argentino y también las empresas, que no alcanza al 20 por ciento del PBI, el superávit comercial, el superávit fiscal, fíjense lo importante que es el mercado interno que algunos querían sacrificar en aras del mercado externo, que hoy la recaudación que me tocó anunciar unos minutos antes de venir aquí, conjuntamente con el señor Ministro de Economía y el señor Titular de la AFIP, es igual un 17.7 por ciento más alta que el mismo mes del año anterior; sin embargo el crecimiento está sostenido por el IVA interno, está sostenido por el mercado interno, porque el sector externo nos dio un 0.1 menos en derechos de exportación y un 2.5 por ciento menos en IVA aduana ¿Qué quiero decir con esto? Que si no hubiéramos tenido este sólido mercado interno que hemos podido construir en estos cinco años tal vez no hubiéramos podido mantener esa cifra de superávit fiscal, de allí la importancia de todos en el desarrollo de la Argentina. Quienes exportaban decían que contribuían al sostenimiento de la economía y entonces querían mejores condiciones que el resto de los argentinos, y miren lo importante que es que todos podamos crecer parejo, sectores internos, el mercado interno, el sector externo exportador, que es muy importante y le da divisas al país, pero la importancia de que todos comprendamos la necesidad de que el esfuerzo debe ser compartido, y que también las ganancias en definitiva deben ser compartidas por todos los sectores, porque todos somos parte de un mismo país que es la República Argentina. Justamente por estas condiciones macroeconómicas de participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, de alta calificación, de un mercado interno, de un aumento importante de la capacidad instalada, vamos a poder utilizar selectivamente instrumentos según se trate para ayudar a la oferta o a la demanda según cómo se componga el negocio y la rentabilidad del sector, pero esto lo podemos hacer también esencialmente porque hemos llevado estas políticas durante estas cinco años y medio.
Esto no significa que una que suerte que tenemos, ojalá que todo hubiera seguido bien, que Wall Street no se hubiera caído, ojalá que tantísimas cosas, pero esta es la realidad que tenemos hoy, que no provocamos nosotros y que nuestra obligación como funcionarios públicos, la de los empresarios por su responsabilidad social, la nuestra por la responsabilidad política, y la de los dirigentes sindicales también, por la responsabilidad que les cabe en lograr conservar las fuentes de trabajo y el vínculo laboral por sobre todas las cosas, es la que nos exige entonces este esfuerzo y esta actitud. Medidas como esta, medidas como las que seguramente vamos a anunciar mañana para los distintos sectores, son las que nos van a permitir a los argentinos construir y seguir construyendo este país que tanto nos ha costado, pero que reiteró, afortunadamente nos encuentra en mejores condiciones en otras oportunidades. Yo no quiero ni siquiera imaginar por un instante que una cosa como esta hubiera sido coetánea por ejemplo con el año 2001 una 2000 o 1.998, 1.999, realmente hubiera sido francamente trágico y catastrófico.
Pero no es hora de lágrimas ni de lamentos, yo siempre digo que las que relatan tragedias y se lamentan debieran tomar una parte del tiempo para imaginar alternativas y soluciones a los problemas, tantísimo mejor nos iría a todos los argentinos, porque si uno en lugar de escuchar solamente críticas o solamente lamentos pudiera escuchar ideas, aunque no sean las de uno, no importa, pero ideas para poder trajinar este mundo tan difícil que nos toca, sería un poco más fácil, siempre dos o tres cabezas piensan más que una sola y así sucesivamente. Pero contamos con la fuerza de nuestra convicciones, y también con el hecho de que acertamos en lo que sosteníamos como modelo de crecimiento en contra de lo que solamente fue un modelo especulativo y financiero, y creo que lo que es más importante todavía es que contamos con hombres y mujeres, en las dirigencias empresariales, en las dirigencias sindicales, capaces de hacer frente a esta situación. Hemos pasado por momentos peores, mucho peores, que tenían que ver con nosotros mismos, en los cuales el resto del mundo estaba muy bien, esta vez es a la inversa, pero tenemos que hacer un gran esfuerzo para que los coletazos sean lo menos dolorosos posibles para todos los argentinos, ese es el gran compromiso que tenemos todos. El anuncio de estas medidas hoy específicamente para sector pesquero, más las que se van a seguir desarrollando en la articulación que hagamos con los funcionarios, y en las correcciones que se van haciendo normalmente de todas las políticas sobre la marcha, esto les pasa en sus empresas, les pasa en sus sindicatos y les pasa en la vida cotidiana, uno tiene que ir siempre monitoreando la marcha de las políticas, de los planes y de las proyectos, primero para evitar desviaciones o distorsiones, y segundo porque puede haber habido una política que lo mejor se creyó que era la más acertada, pero que en la marcha se advierte que hay que corregirla, rectificarla, hay que tener la suficiente amplitud para hacerlo, pero para eso se requieren muchas horas de trabajo por parte de los funcionarios, de los empresarios y de los dirigentes sindicales, trabajó en conjunto, en comunión de intereses, porque aunque parezca que son intereses divergentes, créanme, son intereses hoy más que nunca absolutamente concurrentes.
Yo quiero agradecer la presencia de todos ustedes, agradecer la presencia de los señores gobernadores de los territorios pesqueros, de los dirigentes de las cámaras empresariales, de los dirigentes sindicales, de la comunidad de Mar del Plata en general, a la que siempre tengo mi corazón, y en éste fantástico lugar inaugurado hace poco tiempo y de espaldas al Atlántico, que no solamente eso lugar de turismo, sino un infinito recurso y generador de riqueza. Muchas gracias.
Pero lo cierto es que, en las tres oportunidades anteriores, el mundo era diferente, el país no. El país venía con un modelo de acumulación, de generación de riquezas, basado esencialmente en su mercado interno y también de fuerte sesgo exportador para terminar y superar aquella dicotomía del mercado interno o exportación y también de una creciente participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, lo que era igual a asegurar consumo.
Yo sé que muchas veces, cuando uno es empresario, le cuesta ver al trabajador, más allá de la nómina salarial, normalmente sucede esto. Pero creo que debemos acostumbrarnos todos, trabajadores, empresarios, que además de figurar en la nómina salarial y por lo tanto figurar como un costo salarial, todos los trabajadores, absolutamente todos son consumidores. Tal vez no del producto que producen y que le da rentabilidad a ese empresario. Pero si de otros productos, que son de otros empresarios, que al mismo tiempo demandan, luego, los servicios de esos otros.
Muchas veces resulta casi obvio tener que explicar estas cosas, pero siempre digo que nuestro querido país: la República Argentina, muchas veces tenemos que explicar las cosas obvias porque parecen que muchos no se dan cuenta y creen, entonces, que los trabajadores son una variable de ajuste porque siguen mirándolo como un costo de nómina salarial y no como un modelo de generación y acumulación de riqueza. Este es el modelo que tenemos los argentinos, basado en la producción, en el trabajo, porque veníamos de una experiencia terrible, en materia de servicios financieros, que creyó que la especulación podía sustituir a la producción y la renta parasitaria al trabajo productivo.
Como hicimos ese aprendizaje, a partir de la crisis institucional, económica y social más importante de que se tenga memoria, en la República Argentina, y que fue la del 2001, desarrollamos este modelo. No sin pocas críticas, por cierto, de los grandes economistas, que nos planteaban que el modelo argentino era equivocado y que en realidad teníamos que mirar lo que hacían afuera, que eso era lo virtuoso, e inclusive, muchas veces, terribles críticas de esos gurúes económicos, calificadoras de riesgo, etc., que veían siempre a la Argentina al borde del precipicio y del acabose, en materia de crecimiento. Esto se reprodujo sin solución de continuidad, del año 2003, a la fecha. Uno puede recorrer la crónica periodística escrita, televisiva, radial, verbal de las características que uno puede ver.
He aquí que en este cuarto viaje, a Mar del Plata, seguimos sosteniendo que el modelo argentino de acumulación era el modelo correcto y que lo que nos planteaban desde afuera, e inclusive algunos gurúes desde adentro, yo recuerdo que durante las elecciones en las que competí para la Primera Magistratura, se nos decía que teníamos que bajar la temperatura de la economía, había que "enfriar" la economía, reducir la expansión del gastos porque el gran problema en la Argentina era la inflación. Es obvio que en todo proceso de crecimiento de la magnitud que ha tenido la Argentina, con tasas del 8, del 9 por ciento de crecimiento, el fenómeno de los precios - más con la historia argentina - no era una cuestión de carácter estructural, ni que tuviera que ver con el nudo del modelo de crecimiento. Pero, bueno, se decía que este era el problema principal y se nos daban recetas.
Desde hace casi un año y medio o un poco más, tal vez casi dos años, se vinieron dando estas recetas. Afortunadamente, el anterior Presidente, el Presidente Kirchner, y quien les habla, no creemos que este fuera el problema de la Argentina. Nosotros seguíamos y seguimos creyendo que lo importante en toda sociedad, en toda economía es el crecimiento, garantizar el crecimiento de la economía. Porque garantizando el nivel de actividad económica estamos garantizando, precisamente, el trabajo de los argentinos y entonces no solamente hay un objetivos social, sino como decía antes, un objetivo económico, que como un círculo virtuoso se enriquece el mercado interno, trabajadores que producen, que lo hacen con calidad y capacitación para el mercado externo, que nos permite conquistar mejores mercados.
Ahora bien, el mundo se ha convertido en un lugar de incertidumbres e inseguridades económicas de todos los días. Obviamente esto ha generado muy malas expectativas y en todos aquellos sectores, vinculados a la exportación o que tienen un importante compromiso con el sector externo, que es el caso precisamente del sector pesquero, una gran incertidumbre a la que hacía mención el señor Intendente. Ustedes saben que los argentinos comemos poco pescado, apenas 3 kilos por año. Con lo cual todo el excedente es para la exportación. Para quienes no lo saben, si comparamos las exportaciones de carne vacuna, por ejemplo, del año 2007, que fueron 1.029 millones de dólares contra 969 millones de dólares del sector pesquero, es prácticamente lo mismo. Y en lo que va del año 2008, 1.260 millones de dólares, aproximadamente, de exportación de carne vacuna y 1.160 millones de dólares, si mal no recuerdo, de la pesca, o sea, en la Argentina de nuestras vacas, casi el mismo valor de exportación entre pesca y ganado. Eso no es culpa, por supuesto, de los productores ganaderos, en lo absoluto, esto tiene obviamente que ver con el consumo interno, de casi 70 kilos de carne vacuna, por habitante, contra los 3 kilos de la pesca.
Pero, bueno, es esa la situación: tenemos un sector fuertemente vinculado al sector exportador, se exporta todo y además con grandes empresas (un 60 por ciento, aproximadamente del sector que exporta es la gran empresa) y un 40, entre pequeñas y medianas, y muchas provincias involucradas, la provincia de Buenos Aires es la primera productora; la segunda, la provincia de Santa Cruz; tercera, la provincia del Chubut; cuarta, Tierra del Fuego y quinta la provincia de Río Negro.
Como ustedes verán, entonces, adquiere vital importancia que en estos momentos - tal cual lo señalaba el señor subsecretario de Pesca, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación - quien planteaba la necesidad de articular muy fuertemente entre el Estado, el sector empresario y los trabajadores para afrontar una situación, que no depende de la política interna, ni del modelo que tenemos instalado en el país, sino de las condiciones que se han generado en el mercado externo. Hablaba de la elaboración de un Plan Nacional que debemos desarrollar, de carácter contingente, porque precisamente no es que no hubiéramos tenido un plan, en materia de pesca, sino que estas nuevas condiciones, del mercado internacional, nos obligan a un plan contingente. Independientemente de las cuestiones estructurales, a las cuales él hizo mención, y que hemos mejorado notablemente. Yo quiero comunicarles, también a ustedes, que en materia desperdicio, o de descarte, como se dice normalmente, en materia de pesca, si bien estamos por arriba del 7 %, que fija la FAO, hoy somos uno de los más bajos del mundo, más bajo que Australia, por ejemplo, con un 55 % de descarte, o los Estados Unidos de Norteamérica, con casi un 21 % de descarte. Menciono esos dos países, porque normalmente siempre nos los muestran como ejemplo de todo lo que tenemos que hacer nosotros, pero en estas cuestiones creo que estamos un poco más adelantados. A punto tal que también la FAO ha tomado en consideración la propuesta de que por primera vez la Reunión del Subcomité de Comercio de Pesca se pueda realizar fuera de Roma, y sea la República Argentina el lugar en que se haga este encuentro, que sería la XII Conferencia del COFI, que es el organismo internacional más importante, de Naciones Unidas, en materia pesquera, dependiente de la FAO.
Quería agregar, también, a lo que mencionaba el señor Secretario, en cuanto a sistemas de vigilancia, que eviten la depredación -tema central- y también respeten el tema de cuotificación y todo lo que hace a la fiscalización del sistema pesquero - que el sistema de cámara de video, que realmente es lo más novedoso y además lo más seguro, lo estamos realizando también no solamente desde la Secretaría de Agricultura con técnicos argentinos, sino con tecnología argentina, a través del INVAP, la empresa rionegrina, que es la que está desarrollando el plan de cámaras móviles y protegidas, en cada uno de los buques, de modo tal que puedan ser monitoreado desde tierra. Son cámaras inviolables y que, obviamente, como las cámaras tampoco pueden recibir emolumentos, en fin, es de una certeza y seguridad absoluta lo que informan, o sea uno puede tentar a la cámara de cualquier manera, pero la cámara siempre va a darle la misma imagen, con lo cual - siempre digo - somos muy buenos todos los argentinos, pero cuando nos vigilan - y si es por cámara y video - todavía podemos llegar a ser mucho mejores. (APLAUSOS).
Pero yo creo, precisamente, que en este caso, donde tenemos necesidad de encontrar instrumentos, para un sector como el pesquero, involucrado fuertemente con el sector externo, creemos que uno de los instrumentos más apropiado es precisamente la pre-financiación de exportaciones para el sector. Por eso, quería comunicarles que hemos decidido asignar 80 millones de dólares para la pre-financiación del sector pesquero, de modo tal que con este instrumento pueda seguir sosteniéndose la actividad.
Esto, conjuntamente, con la dotación de capital operativo de trabajo, a través de la línea de créditos, del Banco Nación, que ya ha comenzado, también a operarse son los instrumentos, que creemos que van a ayudar fuertemente al sector a superar este momento o esta cuestión, de carácter internacional, condiciones que me parece que tenemos que abordar para el tratamiento de los instrumentos adoptados. La primera, solamente podrán acceder aquellas empresas que adquieran el compromiso de conservar la planta del personal, de modo tal que el esfuerzo que hacen los argentinos para asignar, a través del ahorro público nacional, fondos para el sector sea también el esfuerzo que hacen los empresarios de una actividad que también ha tenido una buena rentabilidad, durante los años de lo que yo denomino: "las vacas gordas". (APLAUSOS).
Y esta es otra cuestión que me gustaría abordar con mucho realismo - iba a decir crudeza, pero sé que si lo digo después dirán qué va a decir, no, no - con mucho realismo porque no solamente vinculado a la actividad pesquera, sino en general ha habido, durante estos cinco años de crecimiento, a tasas chinas, como nos decían, rentabilidades muy importantes para el sector empresario, inimaginables en el 2002 ó en el 2003. Y no está mal, los empresarios tienen que ganar dinero, para eso invierten, para eso arriesgan. Pero también es cierto, que si bien no se le puede demandar a un empresario, que trabaje a pérdidas, sí le podemos pedir, que conjuntamente con el Estado, haga el esfuerzo para poder seguir sosteniendo el círculo virtuoso de la economía, sosteniendo el trabajo de los argentinos.(APLAUSOS). Porque son esas mismas condiciones, durante estos cinco años, las que generaron precisamente la posibilidad de crecimiento y de generación de rentabilidad.
Sabemos, también, que el proyecto de ley, que hemos enviado al Parlamento, y que habla del proceso de moratoria, en todo tipo de contribución - sean patronales, para las pequeñas empresas, que estaban en negro porque no podían estar en blanco, más el proyecto de repatriación y exteriorización de capitales - todo va a contribuir realmente, armónicamente con instrumentos crediticios, instrumentos de pre-financiación de exportaciones para, precisamente, lograr el objetivo, que estamos buscando, que es -reitero- sostener la actividad económica.
¿Cómo realizar, cómo canalizar, cómo formular los instrumentos? No es la primera vez en la historia donde puede lanzarse una medida que tiene un gran objetivo, que tiene fondeo, pero que por distintas circunstancias no puede llegar a buen puerto. Uno de los temas va a ser que las propias cámaras que agrupan al sector empresario presenten un modelo referido a la financiación del sector según se trate de aquellos sectores en los que hay que o subsidiar la demanda, o sea sostener la demanda, o en este caso como es sostener la oferta, como el que por ejemplo ha firmado hace dos días exactamente el Banco Nación con ADIMRA, la cámara que nuclea a los empresarios metalúrgicos y que consiste básicamente en que el Estado, a través de la autoridad de aplicación, en este caso el Banco Nación con su línea de créditos, en este caso será el Ministerio de la Producción conjuntamente con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, conjuntamente con los sectores de fondeo, con el BISE, etcétera, para presentar un plan o planes en cuanto a cómo se debe canalizar esta pre-financiación de exportaciones, cuáles son las empresas que las necesitan, cuáles son las empresas que podrían esperar, sin obturar tampoco, porque también esto quiero señalarlo, la presentación de proyectos que se dan de forma individual por empresas, que se puedan dar a través de los propios circuitos financieros del BISE o del Ministerio de la Producción, de modo tal de que la propuesta no sea obturada únicamente por una corporación. Pero lo que es importante y esencial es la necesidad de articular muy fuertemente, como lo han estado haciendo hoy por la tarde las autoridades, los funcionarios públicos, conjuntamente con el sector empresarial y sindical, para poder armonizar los intereses, si armonizar intereses entre lo público, lo privado y elaborar ha sido una de las claves del crecimiento en estos cinco años y medio, hoy en esta contingencia internacional, el sentarse a ver cómo hacemos rendir más que nunca los recursos para seguir sosteniendo la actividad, y hacerlo a través de las cámaras empresariales, de los sindicatos y del Estado, si ayer fue virtuoso hoy se convierte en una verdadera necesidad. Creo que todos, absolutamente todos estamos convencidos de la necesidad de hacer este esfuerzo, porque algunos querrán seguir sosteniendo la rentabilidad que pudimos tener en las épocas de las vacas gordas, no va a ser posible, el Estado tampoco puede sostener ni salir a sostener a través de líneas crediticias rentabilidades, tal vez otros sin entender exactamente lo que está pasando en el mundo, vean que es posible seguir con la misma política que teníamos durante los años de las vacas gordas. Quiero decir con esto que hemos logrado que articulando los intereses podamos dar una respuesta inteligente a este momento ¿Por qué lo podemos hacer? Porque las condiciones macroeconómicas del modelo, que esto es por lo que algunos se enojaban cuando yo decía que por suerte nos encuentra en mejores condiciones, la realidad es que nos encuentra en mejores condiciones. Uno a veces siente como que desde algún lado quisieran que nos fuera horriblemente mal y que todo se cayera, casi un ejercicio de autoflagelamiento crítico, pero lo cierto es que el bajo nivel de endeudamiento que hoy tiene el argentino y también las empresas, que no alcanza al 20 por ciento del PBI, el superávit comercial, el superávit fiscal, fíjense lo importante que es el mercado interno que algunos querían sacrificar en aras del mercado externo, que hoy la recaudación que me tocó anunciar unos minutos antes de venir aquí, conjuntamente con el señor Ministro de Economía y el señor Titular de la AFIP, es igual un 17.7 por ciento más alta que el mismo mes del año anterior; sin embargo el crecimiento está sostenido por el IVA interno, está sostenido por el mercado interno, porque el sector externo nos dio un 0.1 menos en derechos de exportación y un 2.5 por ciento menos en IVA aduana ¿Qué quiero decir con esto? Que si no hubiéramos tenido este sólido mercado interno que hemos podido construir en estos cinco años tal vez no hubiéramos podido mantener esa cifra de superávit fiscal, de allí la importancia de todos en el desarrollo de la Argentina. Quienes exportaban decían que contribuían al sostenimiento de la economía y entonces querían mejores condiciones que el resto de los argentinos, y miren lo importante que es que todos podamos crecer parejo, sectores internos, el mercado interno, el sector externo exportador, que es muy importante y le da divisas al país, pero la importancia de que todos comprendamos la necesidad de que el esfuerzo debe ser compartido, y que también las ganancias en definitiva deben ser compartidas por todos los sectores, porque todos somos parte de un mismo país que es la República Argentina. Justamente por estas condiciones macroeconómicas de participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, de alta calificación, de un mercado interno, de un aumento importante de la capacidad instalada, vamos a poder utilizar selectivamente instrumentos según se trate para ayudar a la oferta o a la demanda según cómo se componga el negocio y la rentabilidad del sector, pero esto lo podemos hacer también esencialmente porque hemos llevado estas políticas durante estas cinco años y medio.
Esto no significa que una que suerte que tenemos, ojalá que todo hubiera seguido bien, que Wall Street no se hubiera caído, ojalá que tantísimas cosas, pero esta es la realidad que tenemos hoy, que no provocamos nosotros y que nuestra obligación como funcionarios públicos, la de los empresarios por su responsabilidad social, la nuestra por la responsabilidad política, y la de los dirigentes sindicales también, por la responsabilidad que les cabe en lograr conservar las fuentes de trabajo y el vínculo laboral por sobre todas las cosas, es la que nos exige entonces este esfuerzo y esta actitud. Medidas como esta, medidas como las que seguramente vamos a anunciar mañana para los distintos sectores, son las que nos van a permitir a los argentinos construir y seguir construyendo este país que tanto nos ha costado, pero que reiteró, afortunadamente nos encuentra en mejores condiciones en otras oportunidades. Yo no quiero ni siquiera imaginar por un instante que una cosa como esta hubiera sido coetánea por ejemplo con el año 2001 una 2000 o 1.998, 1.999, realmente hubiera sido francamente trágico y catastrófico.
Pero no es hora de lágrimas ni de lamentos, yo siempre digo que las que relatan tragedias y se lamentan debieran tomar una parte del tiempo para imaginar alternativas y soluciones a los problemas, tantísimo mejor nos iría a todos los argentinos, porque si uno en lugar de escuchar solamente críticas o solamente lamentos pudiera escuchar ideas, aunque no sean las de uno, no importa, pero ideas para poder trajinar este mundo tan difícil que nos toca, sería un poco más fácil, siempre dos o tres cabezas piensan más que una sola y así sucesivamente. Pero contamos con la fuerza de nuestra convicciones, y también con el hecho de que acertamos en lo que sosteníamos como modelo de crecimiento en contra de lo que solamente fue un modelo especulativo y financiero, y creo que lo que es más importante todavía es que contamos con hombres y mujeres, en las dirigencias empresariales, en las dirigencias sindicales, capaces de hacer frente a esta situación. Hemos pasado por momentos peores, mucho peores, que tenían que ver con nosotros mismos, en los cuales el resto del mundo estaba muy bien, esta vez es a la inversa, pero tenemos que hacer un gran esfuerzo para que los coletazos sean lo menos dolorosos posibles para todos los argentinos, ese es el gran compromiso que tenemos todos. El anuncio de estas medidas hoy específicamente para sector pesquero, más las que se van a seguir desarrollando en la articulación que hagamos con los funcionarios, y en las correcciones que se van haciendo normalmente de todas las políticas sobre la marcha, esto les pasa en sus empresas, les pasa en sus sindicatos y les pasa en la vida cotidiana, uno tiene que ir siempre monitoreando la marcha de las políticas, de los planes y de las proyectos, primero para evitar desviaciones o distorsiones, y segundo porque puede haber habido una política que lo mejor se creyó que era la más acertada, pero que en la marcha se advierte que hay que corregirla, rectificarla, hay que tener la suficiente amplitud para hacerlo, pero para eso se requieren muchas horas de trabajo por parte de los funcionarios, de los empresarios y de los dirigentes sindicales, trabajó en conjunto, en comunión de intereses, porque aunque parezca que son intereses divergentes, créanme, son intereses hoy más que nunca absolutamente concurrentes.
Yo quiero agradecer la presencia de todos ustedes, agradecer la presencia de los señores gobernadores de los territorios pesqueros, de los dirigentes de las cámaras empresariales, de los dirigentes sindicales, de la comunidad de Mar del Plata en general, a la que siempre tengo mi corazón, y en éste fantástico lugar inaugurado hace poco tiempo y de espaldas al Atlántico, que no solamente eso lugar de turismo, sino un infinito recurso y generador de riqueza. Muchas gracias.