Palabras de la Presidenta de la Nación en la cena ofrecida en su honor por el presidente de Libia

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN  LA CENA OFRECIDA EN SU HONOR POR EL LÍDER DE LA REVOLUCIÓN DE LIBIA, MUAMMAR GHADDAFI, EN EL COMPLEJO BAD AL AZZIZIA, EN LA CIUDAD DE TRÌPOLI.

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Quiero en esta noche tan especial agradecer a la gran Nación Libia y a su líder Muammar Gaddafi, la bienvenida y la hospitalidad que han brindado a la Presidenta de la República Argentina y a la comitiva que la acompaña.

Sin lugar a dudas que será el primer paso para un proceso de cooperación entre ambos países donde sus economías, ampliamente complementarias, pueden garantizar una relación comercial, económica, tecnológica, cultural y de todas las actividades que implican la vida de ambas sociedades, profundizando y articulando la relación Sur-Sur que, seguramente, será un instrumento de cambio en los tiempos que vienen.

Yo no puedo menos que compartir las palabras que se han vertido aquí en cuanto a la necesidad de armonía y equilibrio, conceptos que van más allá de la política internacional y que tienen que ver con el orden natural que, en el mundo y en las cosas, debe reinar.
Sin lugar a dudas, hoy el mundo entero está pagando las consecuencias de esa ruptura del equilibrio y la armonía que debe haber entre los países, las regiones y las relaciones de la Tierra. Las consecuencias de esa ruptura en la armonía y en el equilibrio de la relaciones entre los países que colocan las decisiones del orden internacional en lo económico, en lo financiero, en lo militar en un puñado de pequeños países, ha traído graves consecuencias a la humanidad.

Restablecer, entonces, esa armonía y ese equilibrio, es un aporte que los países del Sur-Sur debemos hacer, no solo para ser aprovechado por nuestras sociedades, sino también por toda la humanidad.

Vamos a atravesar momentos difíciles, de hecho ya está sucediendo en muchos países. Es necesario, entonces, articular esfuerzos, aunar recursos y sumar voluntades en aquellos que creemos que debe existir una sociedad más justa, más equitativa, de manera tal que los hombres y mujeres que las habitan, no solo vivan el presente como una tragedia, sino que puedan visualizar una vida y un futuro dignos de ser vividos.

Nuestra presencia en la África Magrebí tiene fundamentalmente ese objetivo: aunar esfuerzos entre Latinoamérica y el África, entre Argentina y Libia, como instrumentos que ayuden a construir un presente mejor y que el futuro sea posible para todos los habitantes del mundo.

Esta alianza del Sur no presupone enfrentar a nadie; al contrario, es simplemente contribuir a ese equilibrio y a esa armonía que se han perdido.

Agradezco a todos y cada uno de los que hoy hemos compartido esta mesa y, a usted en especial -me voy a tomar la dispensa porque se la pedí hoy cuando mantuve mi primera entrevista con él-, Muammar, agradecerle una vez más esta cálida bienvenida y también aprovechar para agradecerle una vez más que fue uno de los primeros líderes que me llamó cuando asumí como Presidenta de la República Argentina para saludarme y para ofrecerme su colaboración y su amistad.

Aquí estamos para contribuir a profundizar los lazos de amistad y cooperación entre ambos países.

Muchas gracias. (APLAUSOS)