Gracias, muchas gracias, buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Merlo; Mónica, recuerdo cuando éramos compañeras, en la Cámara de Diputados de la Nación, y nos encontrábamos, muchas veces, con los sueños, con las ideas, con las convicciones de poder construir una Argentina mejor.

Hace unos instantes, fuimos al Centro Cultural de los Jóvenes, más de 1.500 chicos y chicas, en disciplinas como la guitarra, como la danza, la escultura, la pintura, la fotografía, tareas de promoción social que, tal vez, si el Estado no estuviera allí, en forma presencial, en forma concreta, tal vez, no podrían acceder a esos bienes de la cultura.

Yo recién le escuchaba al Intendente hablar de sus compromisos juveniles, de la necesidad de ocuparnos de los jóvenes, de la necesidad de tener un país mejor, y dijo algo que me impresionó porque me vinculó con una Presidenta que siempre estaba al lado del pueblo. Y la verdad que cuando él decía eso, yo pensaba que algún día si me tienen que recordar, ni siquiera me recuerden como Presidente, sino como una mujer que siempre estuvo ahí, al lado de los sectores más postergados, luchando por una Argentina más justa, más equitativa en la distribución del ingreso. (APLAUSOS).

Para eso se requiere no solamente un buen Gobierno, se requiere además una buena sociedad, y buena dirigencia, no solamente de la que tiene responsabilidades en el Gobierno por el voto popular, sino también de aquella dirigencia que sin haber logrado las mayorías necesarias, tienen también el inmenso rol de ser oposición. Ser oposición no significa ser obstrucción, representar como dirigente social o económico a un sector no debe ser un instrumento para desgastar a los Gobiernos, como uno escucha o lee por ahí.

Porque, a ver, los que creen que desgastan a un Gobierno, en realidad, están destruyendo las posibilidades de un país. Porque a mí me toca estar 4 años nada más como Presidenta de todos los argentinos.

Pero dentro de dos años van a cumplir 200 años este maravilloso Nación y necesita del esfuerzo y de la grandeza de todos: de los que hemos sido honrados con el voto popular para gobernar y de los que también han sido honrados por el voto popular para ser oposición o para ser dirigentes sectoriales. Hay que tener una inmensa responsabilidad para construir el país, una inmensa grandeza.

Cuando, en estos días, que corren en la República Argentina, nuestro país, nuestro querido país, hemos tomado la decisión, una vez más, en esta Argentina en la cual se daban instrumentos sin ninguna consulta al Parlamento argentino para bajar jubilaciones, para reducir sueldos, para privatizar el patrimonio del Estado nada de eso se consultaba. Y este Gobierno, que tengo el inmenso honor de encabezar consulta con su Parlamento todas y cada una de las decisiones importantes. (APLAUSOS). Curiosamente, por ahí, no somos comprendidos por aquellos, que nunca hicieron estas cosas. Pero yo tengo la esperanza de que alguna vez... vos sabés que sí, muchos me dicen eso que vos me decís, pero sabes qué. A mi me importa porque cuando vos escuchas una voz, que sabés es una voz de la oposición y que por lo tanto tiene que cumplir ese rol, pero cuando entonces por ahí ofenden o vuelven atrás posiciones, que tenían, tan sólo para oponerse, me da tristeza. Pero no por mí, sino por los demás, por el resto de los argentinos, que merecen mejores dirigentes, mejores acuerdos y poder tener también la grandeza, de aún siendo opositor, si uno ha tenido una posición similar a la que el Gobierno está pretendiendo, hoy, para todos los argentinos, estar al lado del Gobierno. Porque nosotros lo hicimos, en momentos muy difíciles, también, y en eso no especulamos.

Yo siempre me pregunto si otros hubieran hecho lo mismo, con la misma grandeza con que nosotros nos comportamos, en tantas veces, apoyando la democracia, poniéndole el hombro, aún cuando nos tocó ser oposición. Y esa es la Argentina que sueño: una Argentina que tenga más grandeza para reconocer las cosas buenas, para oponerse a lo que hay que oponerse. Porque también tengo el derecho a no estar de acuerdo. Pero es muy difícil que siempre se esté en desacuerdo y que siempre se esté en oposición. No todas las cosas pueden estar mal, como tampoco todas las cosas siempre están del todo bien.

Me parece que lo que tenemos que lograr, entre todos los argentinos, es el equilibrio, el equilibrio de nuestras acciones, de nuestras palabras, de nuestras reacciones. Y cuando, entonces, en estos días, pasan algunas cosas, que nos conmueven, me da la certeza de que estamos en el camino acertado.

Veía,  el otro día, embargos, en países ajenos, sobre fondos de nuestros jubilados, fondos que eran invertidos en acciones de empresas de otro país; se cayeron las acciones y ni siquiera desde ese país, de la libertad del comercio y la libre disponibilidad de todo te quieren devolver los fondos, que le corresponden a los jubilados.

Y también, hoy, me toca leer de repente, que hay una nueva propuesta para reducir comisiones de las AFJP. Y me pregunto: por qué ahora, después de 14 años, qué pasó los que quieren reducir ahora, durante 14 años? Es la gran pregunta que todos los argentinos nos hacemos.

Por eso, son días de certeza, de confirmaciones en el camino de las decisiones tomadas, que no son decisiones para un grupo de argentinos, son decisiones para todos los argentinos.

Miren, si algo ha demostrado este Gobierno, es ocuparnos, Raúl, no solamente de los jóvenes, con los cuales me siento tan identificada por todo lo que fue mi vida política, sino también de nuestros viejos, de nuestros abuelos. (APLAUSOS)

Me siento orgullosa de pertenecer a un proyecto político, a un Gobierno que ha dado 13 aumentos a los jubilados, que ha incorporado 1.500.000 argentinos y argentinas que habían quedado afuera que, además, fija una jubilación mínima de 690 pesos para todos los argentinos y que además, por si todo esto fuera poco, concurre en auxilio de ese otro sistema privatizado completándole la jubilación al 77 por ciento de los jubilados del sistema privado. (APLAUSOS)

¡Cuánta preocupación y ocupación concreta en las cosas que nos deben interesar, en los logros que queremos seguir construyendo junto a todos los argentinos!

Porque como decía el Intendente y como decía Daniel hace unos instantes, es imprescindible, en momentos difíciles del mundo, la unidad de los argentinos, no en torno a un gobierno, no en torno a un sector político partidario, en torno a los intereses de su país, de la Nación.

Como les decía hace unos instantes, yo soy algo circunstancial, como somos todos los que ocupamos la función pública en virtud del voto popular; lo permanente, lo insustituible, lo irremplazable, es la patria y el Estado, el instrumento más fuerte que tenemos para poder lograr equilibrar las inmensas desigualdades que aún subsisten: desigualdades sociales, desigualdades geográficas. 

Mañana, no más, me voy a Misiones, allá en la punta del país, a inaugurar una ruta, a inaugurar escuelas. Un lugar que no ha tenido la suerte de ser igual en toda su extensión, en todo su territorio, de la misma manera que, tal vez, en un distrito, también tenemos problemas de desigualdad y de inequidad, que son también muchas veces los que aumentan y potencian los problemas de inseguridad. No significa esto que solamente la brecha social sea el gran problema de la inseguridad. Alguna vez, en los países en los cuales todos son pobres, los niveles de delincuencia son muy bajos y cuando más se acentúan es cuando mayor brecha social hay, cuando mayor desigualdad hay, porque el que menos tiene siente un cierto grado de resentimiento, tal vez, hacia una sociedad a la que muchas veces entiende como injusta y que no le ha dado las cosas.

No quiero justificar con esto, no se trata de andar justificando ni explicando, se trata de entender, simplemente de eso. Muchas veces no hay ni que justificar ni que saber todo, simplemente entender, porque si entendemos lo que nos pasa, estoy convencida de que vamos a poder encontrar mejores instrumentos para resolver las cosas.

Y una de las cosas que tenemos que seguir haciendo es seguir poniendo mucha obra, mucha infraestructura en esta Provincia, en este Conurbano Bonaerense, en todo el país para seguir generando calidad en los servicios para la gente y, al mismo tiempo, trabajo, sostener el nivel de actividad económica, sostener el empleo que tanto nos costó conseguir a los argentinos. Porque no nos olvidemos que hace apenas 5 años, casi el 25 por ciento de los argentinos estaba sin trabajo.

Estas son las cosas que todos los dirigentes de la República Argentina, oficialistas, opositores, dirigentes sociales, dirigentes sectoriales tienen que defender: la actividad económica que es el bienestar y la construcción del crecimiento argentino. En estas cosas andamos, anduvimos y seguiremos andando, porque es el compromiso de construir trabajo y bienestar para el pueblo.  (APLAUSOS)

Por eso, cuando Raúl hablaba de la necesidad de la unidad, plantear entonces la construcción de un gran esfuerzo nacional en momentos de un mundo muy adverso no puede ser cuestión de partido, sino cuestión nacional y a eso apelo, al grado de patriotismo, de compromiso con nuestra historia y, fundamentalmente, compromiso son sus representados, sean representados oficialistas, sean representados opositores, sean representados de algún sector económico. Porque cuando uno lo que busca solamente es enfrentar al otro y desgastar al otro, termina perjudicando a sus propios representados porque se olvida de representar los intereses de quienes lo eligieron en una asamblea, en una votación, en una asociación para entonces terminar representando otros intereses.

Tenemos algunas muestras muy cercanas de cómo por eso se terminó perjudicando a un sector muy importante que hoy tendría logros importantes de haberse aprobado una política que fue denostada sin ser analizada. ¿Por qué? Porque solo la decía un sector político o el Gobierno.

Tenemos que acostumbrarnos todos los argentinos, absolutamente todos, primero, a pensar cuál es la propuesta y, después, analizar si está bien o si está mal, pero sin importar quién la formuló.

Esta es la Argentina que yo quiero y que estoy absolutamente convencida que quiere la mayoría, no solamente de los que están acá, sino también de los que están en sus casas, en cualquier lugar del país, porque es lo que necesitan las grandes sociedades para seguir creciendo: inteligencia en sus dirigencias y unidad de toda la sociedad junto al país y por la patria. (APLAUSOS)

Quiero también decirles que voy a trabajar fuertemente por el proyecto de la Universidad de Merlo, sé lo que significa tener una universidad, sé lo que significa poder ir a la universidad. Yo le decía recién a Raúl lo que significa que tu hijo pueda llegar a la universidad. (APLAUSOS) 

Ustedes saben que mis padres nunca pudieron llegar a la universidad pero lograron trabajando que sus dos hijas fueran profesionales universitarias. Vivíamos, como ustedes lo saben, en la ciudad de La Plata, en la ciudad de las universidades, y esto te daba la posibilidad del progreso y de la movilidad social. Por eso, el compromiso de trabajar conjuntamente con ustedes y con todos los distritos que se van a ver beneficiados por eso: más de 1 millón de habitantes que podrán ver el acceso de sus hijos a la universidad.

Hace poco tiempo estuve en La Matanza, viendo esa maravillosa Universidad; hace poco también estuve en 3 de Febrero, en San Martín. Tenemos que lograr que todos nuestros pibes puedan perfeccionarse y que llegar a la universidad no solo sea posible por haber nacido en un hogar acomodado, sino darles a todos la oportunidad de poder progresar en la vida. Este es el verdadero compromiso de la política, de los argentinos y el mío personal.

Gracias y mucha fuerza, a seguir trabajando como siempre, con voluntad, con esperanza, con ilusiones y con hechos concretos.

Gracias. (APLAUSOS)