Gracias. ¡Hola Santa Rosa, Hola La Pampa! ¿Cómo están todos? (APLAUSOS). Muchas gracias, buenos días a todos y a todas. Señor Gobernador; señor Vicegobernador; señor Comisionado Municipal; amigos y amigas: cuando recién escuchaba al Gobernador decir que era un honor que yo estuviera aquí, quiero decirles que el honor es para mí estar hoy aquí junto a ustedes junto a los pampéanos, a las pampeanas, hermanos y hermanas de la Patagonia (APLAUSOS) en algo que tiene que ver con los sueños, con los sueños de tantos.
Venir a inaugurar hoy junto a ustedes casi 500 viviendas, 488 para ser más exactos, es no solamente cumplir los sueños de las familias que recibieron las llaves y que van a tener su casa, quiero contarles que es también cumplir un poco los sueños que abrazamos desde muy jóvenes cuando nos incorporamos a la política y a este partido al que he militado toda mi vida, con la vocación, con la profunda vocación de transformar la realidad social.
Cuando uno decide con apenas 18 años incorporarse a la política, no lo hace porque está buscando un cargo, no lo hace porque está buscando un beneficio personal, más aún, aquella generación que éramos todos hijos de la clase media argentina, en su gran mayoría universitarios, lo que nos movilizaba y aún hoy me sigue movilizando es ese deseo de transformar, ese deseo de ayudar al otro, al que le falta, al que no pudo, a todos, a la industria, al campo, a los trabajadores, a los educadores, a los estudiantes, a los intelectuales, a todos. (APLAUSOS)
¿Saben por qué? Porque todos somos necesarios. Lo lindo de esta Argentina que hoy tenemos y que estamos construyendo con tanto esfuerzo, es haber comprendido que era necesario que todos y cada uno de los habitantes y de los distintos sectores económicos y sociales, teníamos que avanzar en conjunto, porque habíamos visto en otras etapas que esos números de las cifras económicas, solo le llegaban a algunos y que del mientras tanto, todos los días iba cayendo un argentino perdiendo el trabajo. Todos los días, alguien que había trabajado en negro, que no le habían aportado, quedaba fuera del sistema jubilatorio. Todos los días veíamos cuando un comerciante debía cerrar las persianas de su negocio, porque no tenía a quien venderle. Todos los días veíamos cuando nuestros productores del campo ya no tenían para quien producir ni cómo producir o le embargaban los campos, porque no habían podido pagar en los bancos, en el Banco Nación o en los bancos privados. (APLAUSOS)
Vimos lentamente cómo el país se nos escurría todos los días un poquito entre las manos, y entonces ahí hicimos el aprendizaje, que era necesario otro modelo económico social, pero esencialmente ¿saben qué?, cultural, porque advertir que el trabajo, la producción, el valor agregado para generar mayores puestos de trabajo, mejores salarios, no es un modelo económico; es un modelo cultural: trabajar y producir, esforzarse (APLAUSOS); esforzarse para conseguir las cosas que uno quiere; nos viene de nuestros abuelos, muchos bajaron de los barcos; de mis 4 abuelos, 3 bajaron de los barcos de España, traían la cultura de aquella Europa desolada y asolada y venían con esa fuerza del trabajo. Pero para que ese trabajo pudiera fructificar, para que ese trabajo rindiera frutos, era necesario que el país tuviera un modelo de acumulación, un modelo de producción, un modelo de trabajo que ayudara entonces y tornara virtuoso el trabajo de cada uno. ¿Saben qué? Uno puede tener muchas virtudes, uno puede trabajar y levantase temprano todos los días, pero si las políticas que desde el Estado Nacional o Provincial no ayudan a ese trabajo y a ese esfuerzo, todo se viene abajo indefectiblemente. (APLAUSOS)
También aprendimos otra cosa y es bueno el aprender. Yo siempre digo "siempre se aprende, hasta el último día de vida uno está aprendiendo". Aprendimos la necesidad de la presencia del Estado.
¡Sí, vivan los patagónicos también! Yo soy patagónica de corazón. (APLAUSOS)
Nos habían contado un cuentito que muchas veces por esas cosas de la cultura, por esas cosas de los medios de comunicación, creímos que el Estado podía estar ausente, que el Estado no era necesario en la vida de los ciudadanos, que todo lo solucionaba el mercado y que todo se iba a arreglar en ese mercado.
Advertimos que no, que era necesario la presencia de los dos y la articulación de los dos, pero por sobre todas las cosas el rol indelegable del Estado como regulador, como promotor, como articulador y fundamentalmente para hacerse cargo de los sectores más vulnerables de la sociedad que solos no pueden, que necesitan de ese rol redistribuidor que tiene el Estado, que no lo tiene solamente a través del salario, sino que lo tiene a través de obras como las que hoy estamos inaugurando, 500 viviendas, que también la tiene cuando desarrolla un emprendimiento como el acueducto, para poder generar agua, elemento vital para nuestra producción, nuestros productores y todos nosotros, que la tiene hace unos días cuando en Mendoza pudimos acordar entre La Pampa luego de tantos años, y Mendoza, el manejo racional, solidario del río Atuel, que la tiene también cuando en esa misma ceremonia donde se firmó ese acuerdo histórico, pudimos inaugurar un gasoducto que va a inyectar mucho gas al Norte de Mendoza y al Sur de San Juan y así, en todos y cada uno de los lugares del país profundo que fue olvidado durante décadas.
Yo formo parte de ese país profundo; sé de sus angustias, de las ausencias, de los olvidos, del sentimiento que muchas veces a los provincianos nos recorre cuando pareciera que todo el país se remite a la ciudad puerto y que el resto no importa. Esa sensación de abandono, de carencias que tanto sentimos, es la deuda que todavía debemos seguir pagando desde el Estado Nacional a todas y cada una de las provincias argentinas. (APLAUSOS)
Aquí estamos dando hoy parte de esa devolución que los habitantes del país profundo necesitan para, como decía recién Oscar, poder diversificar la producción, poder agregar valor, cuanto mayor valor agreguemos a nuestros productos, a nuestras materias primas, mayor cantidad de trabajo vamos a estar generando, más y mejores salarios para todos los argentinos.
En esto, tenemos la necesidad de comprender el esfuerzo de todos los argentinos en producir un país mejor. Y un país mejor significa también que aquellos que han tenido la suerte de estar un poco mejor por su esfuerzo, por su trabajo, y tal vez porque les ha ido mejor en la vida, tengamos la mirada solidaria para el que no le ha ido tan bien, el que todavía está un poco atrás, al que todavía le falta trabajo o le falta vivienda, o le falta salud, o le falta educación. (APLAUSOS)
¿Y saben por qué? No solamente por una cuestión de sensibilidad o generosidad, que es bueno tenerla porque hace a la sensibilidad de todo ser humano, sino por inteligencia. Porque cuando uno mira las sociedades desarrolladas, los que han generado mucha acumulación de riqueza, observa cómo hay equilibrio social en esas sociedades y no es tan grande la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen. Esa es la clave: el crecimiento armónico y equilibrado de las sociedades, donde todos podamos ir creciendo siempre un pasito para adelante, y sabiendo que para eso necesitamos el esfuerzo de todos y todas las argentinas, sin distinciones. Después cada uno elige, después cada uno decide. Esa es además la verdadera razón de ser de la democracia, que cada uno no solamente pueda expresarse libremente, sino también decidir libremente.
Pero después que se decide, después que una sociedad en ejercicio de la democracia plural, abierta, sin proscripciones, toma una decisión, entonces ahí sí, a respetar esa voluntad popular y todos juntos a construir Patria y a construir Argentina. (APLAUSOS)
Yo quiero decirles pampeanos y pampeanas de mi compromiso con estos ideales, de mis compromisos con la democracia, con el respeto irrestricto a la voluntad popular, tal vez porque formé parte de una Argentina que nació con golpes de Estado, con divisiones entre los argentinos, con "antis",nos hizo mucho daño, nos retrasó décadas.
Por eso quiero contarles que mi compromiso con esta forma de vida que es la democracia, la pluralidad, el aceptar al otro, al diferente, al que no piensa igual, forma parte de un aprendizaje histórico que hice como generación. Siento un gran respeto y un gran orgullo como argentina cuando voy allende a las fronteras y nuestro país es reconocido como un ejemplo en materia de vigencia de los derechos humanos, (APLAUSOS)orgullo que realmente muchas veces, se los digo de corazón, desearíamos no tener a cambio de que no hubieran pasado las cosas que nos pasaron, pero las cosas pasaron, ahí está la historia, no para refregárnosla en la cara, simplemente para no repetirla, y que para los que cometieron esas violaciones tengan las suerte que otros no tuvieron, tener jueces y leyes de la Constitución que los juzguen. (APLAUSOS)
Por eso en este día tan especial quiero agradecerles a todos y cada uno de ustedes el afecto y el cariño, a la UOCRA también, los obreros del casco amarillo (APLAUSOS) como tantísimos otros obreros que volvieron a aparecer en la Argentina. En el año 2003 la UOCRA tenía cerca de 70 mil obreros, hoy tienen medio millón, medio millón de argentinos que han vuelto a trabajar. Uno puede recorrer todas y cada una de las actividades, los textiles, los metalúrgicos, automotrices, trabajo y dignidad para todos los argentinos, eso es lo que queremos seguir construyendo. No es tarea de un gobierno, no es tarea solamente de un partido, tiene que ser una verdadera política de Estado para todos los argentinos en todos los tiempos y con todos los gobiernos: trabajo, producción, valor agregado. (APLAUSOS))
Yo quiero en esta mañana- que me dijeron que iba a ser de mucho frío pero en realidad es una mañana soleada- aquí en La Pampa y muy hermosa, agradecerles a todos el afecto, el cariño, a los jóvenes, a las mujeres, a nuestros jubilados que han vuelto a tener dignidad también en esta República Argentina donde habían sido olvidados; a los profesionales, a los productores, a los comerciantes, a los industriales, a los trabajadores, a todos.
La Argentina la construimos entre todos, que no convenzan a nadie acerca de que es bueno la división o el enfrentamiento. Ya vivimos demasiado sobre eso. Necesitamos mucha fuerza y mucha unidad entre todos los argentinos, para seguir construyendo una sociedad justa, equitativa, libre y democrática. Esos deben ser los objetivos de todos los argentinos.
Gracias La Pampa por esta mañana fantástica, los quiero mucho. Gracias Gobernador, gracias Vicegobernador, gracias Comisionado Municipal, gracias hombres y mujeres, jóvenes, jubilados, comerciantes, productores. ¡Arriba! A seguir trabajando por esta Argentina que va a seguir creciendo.
Gracias.