Hoy es un día, quiero contarles, muy especial. Tal vez como pocas veces en un solo día uno pueda sintetizar lo que necesitamos construir los argentinos, y el modelo de país que queremos. Empezamos muy temprano por la mañana inaugurando en forma simultánea escuelas, pero no eran escuelas iguales o similares. Una tenía que ver con la capacitación técnica; otra tenía que ver con los pibes con capacidades especiales; otra era de magisterio y formación docente. Y luego más tarde nos fuimos bastante lejos de aquí a la obra hidroeléctrica más importante que se esté construyendo en estos momentos en la Argentina (APLAUSOS). Y yo pensaba, educación por la mañana, energía, en esa obra que tiene una muralla impresionante, 50 metros más alta que el propio Chocón.
Y ahora aquí, en Pocito, donde hay la culminación de lo que yo denomino el modelo productivo argentino, un modelo federal, productivo con inclusión social, en el cual la industria por una parte y la agroindustria por la otra, tienen que ser los dos pilares básicos con los que los argentinos volvamos a acumular riqueza, generar trabajo, esperanza y futuro para todos nosotros.
Sé también que aquí en Pocito es muy fuerte la producción de ajo, de cebolla, horticultura, vamos a darle fuerte también a eso amigos y amigas (APLAUSOS). Nuestra idea es la de un proyecto productivo federal, porque tenemos una diversidad climatológica, geográfica, que nos permite tener una inmensa diversidad de nuestra producción agrícola. Sé que nuestro flamante Secretario de Agricultura estuvo hoy reunido con los productores locales. La idea es ir provincia por provincia, lugar por lugar, articulando las diversas actividades agrícolas con sus autoridades municipales y provinciales. Porque esto exige una mirada diferente en cada lugar, porque los problemas son diferentes, los tipos de producción también, el tamaño de las producciones también, porque tenemos, afortunadamente, un país que no quiere ser monocultivo, tenemos un país que quiere agregar mucho valor a sus materias primas, a sus recursos, para generar trabajo. Sí, trabajo es la gran palabra (APLAUSOS) Y ahora, además de seguir generando trabajo, tenemos que generar mejor trabajo, trabajo que no esté en negro, trabajo que sea bien remunerado, trabajo donde se respete la dignidad de todas y de cada una de las personas. Ese es también un compromiso. Un compromiso que no solamente tiene que llevarlo adelante un gobierno, lo tienen que llevar también adelante los empresarios. (APLAUSOS)
Necesitamos también profundizar la responsabilidad social de nuestro empresariado, pero no por una cuestión, como siempre digo, de sensibilidad, sino también de inteligencia. ¿Saben por qué? Porque las sociedades desarrolladas, las sociedades que generan más riqueza son aquellas que generan mejor calidad de vida para todos sus habitantes y todos sus trabajadores. Hay que ser, además de sensible, inteligente y poder lograr que el crecimiento económico llegue a todos. (APLAUSOS)
Yo escuchaba recién atentamente al presidente de Maverick, integrante de la familia Di Bella, que contaba la historia de los avatares de su familia y de las cosas que le habían pasado y las cosas que le pasaron a ellos son las cosas que nos pasaron a todos los argentinos, que durante mucho tiempo pensábamos que podíamos ser solamente un país de servicios y no un país de producción y trabajo. Ideas que van viniendo de afuera y que de repente se ponen de moda y que generan, finalmente, todas las frustraciones y los fracasos que vivimos los argentinos.
Por eso, es muy importante que con sensibilidad, con racionalidad, con inteligencia podamos articular esfuerzos en todos los niveles, nacionales, provinciales, municipales, público y privado sabiendo que estamos todos en el mismo barco, que el barco se llama la República Argentina y que tiene que llegar a buen puerto. (APLAUSOS)
Solamente aquellos que no leen ni miran atentamente nuestra propia historia, solamente aquellos no leen ni miran atentamente la historia de los países desarrollados pueden creer que hay salvaciones parciales, especiales. No, pude durar un tiempo, pero, finalmente, cuando a la mayoría le va mal, a todos les termina yendo mal.
Ese es un aprendizaje que hemos hecho y, por eso hoy, estoy muy contenta aquí, en Pocito, en la provincia de San Juan, Gobernador, Intendente, familia Di Bella de poder asistir a la apertura de este galpón, de esta fábrica que se había cerrado, que ahora es ampliada y que tienen proyecto de ampliarla aún más.
Son las motos que luego compran los trabajadores. Quiero contarles que hace poco estuve en Chivilcoy, el lugar donde nació y vive nuestro Ministro del Interior, el ministro Randazzo, estuvimos en una fábrica de zapatillas y veíamos en la playa de estacionamiento de la fábrica, donde trabajan 2.000 pibes aproximadamente, gente muy joven, cientos de motocicletas que son las que se compran los trabajadores una vez que consiguen su trabajo.
Por eso, es todo como una rueda, cada engranaje ayuda al otro y la rueda finalmente desplaza al conjunto. Ese es el modelo de articulación social, productiva, económica y política de esta Argentina nueva que estamos construyendo entre todos.
Yo quiero agradecer a todo el pueblo de San Juan, al que vi hoy en las calles con el afecto y el cariño con que me han tratado, al que está hoy aquí, al que nos ha acompañado en todos y cada uno de los lugares, a los trabajadores, allá de Caracoles, a los maestros y a los alumnos de hoy a la mañana, a este San Juan, cálido y afectivo como su sol y generoso como su vino.
Gracias, San Juan, muchas gracias y los voy a llevar siempre en mi corazón. Gracias.
Gracias, San Juan. (APLAUSOS)