Entrega de becas universitarias para carreras tecnológicas

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ENTREGA DE BECAS UNIVERSITARIAS PARA CARRERAS TECNOLÓGICAS

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Muy buenos días a todos y a todas; señor ministro de Educación; señor ministro de Ciencia y Tecnología; señores decanos; rectores; señores empresarios: realmente muchas cosas en estas dos intervenciones de los señores ministros: modelo económico, educación, patrones culturales también.

Quiero empezar por el tema de modelo económico, porque me parece que es la clave e implica también un modelo social de desarrollo e inclusión.

Decía Lino que estamos creciendo a tasas más que importantes y que eso trae la paradoja de que, como recién decía Juan Carlos, un joven en lugar de proseguir sus estudios tenga la oportunidad de incorporar mayor ingreso a la familia y entonces dejar el estudio, por eso una política de becas.

Pero me parece importante clarificar cuál es el modelo de desarrollo económico, porque puede haber varios desarrollos. Se puede pensar como país, como segmento de la economía internacional, por ejemplo, y colocarse como país con poco valor agregado, modelo exportador, poco generar de empleo, no necesariamente educador; cuando no hay necesidad de empleo, cuando hay necesidad solamente de vincular a la gente con actividades primarias, no se requiere un alto nivel de educación, es más, es conveniente no tener un alto nivel de educación, porque entonces se dan formas de actividad laboral que poco tienen que ver con la dignificación de la persona humana. Está claro que cuando un trabajador se perfecciona agregando mayor valor, también adquiere mayor grado de capacitación, de educación, de cultura y de demanda de más cosas. Esto es clave. Por eso los regímenes que tal vez se enseñorearon en nuestro país y en otros lugares del mundo necesitaban gente que no tuviera un determinado nivel de educación para que no exigieran y demandaran cosas. Esto es clave para entender cómo funciona profundamente ligado un modelo de desarrollo económico con los procesos de inclusión social y de valor agregado.

Por eso todos los países con alto grado de desarrollo, que al mismo tiempo se caracterizan por altísimos niveles educativos en su población, están vinculados precisamente a una economía que agrega mucho valor, que genera mucho trabajo, que genera ingreso y salario que van retroalimentando la cadena social, exigiendo cada vez más y logrando sociedades progresistas. Eso es el progreso.

Muchas veces uno vincula solamente la palabra "progresismo" con aspectos culturales o de esnobismo, pero no, el progreso está directamente vinculado a la calidad de vida de la gente.

Este modelo que estamos impulsando y que ha contribuido a mejorar la calidad de vida de todos los argentinos, tiene esa esencia: agregar valor, industrializar a la Argentina, hacerla cada vez más competitiva y además aprovechar la calidad de sus recursos humanos, producto de la instrucción pública, de la educación pública y gratuita en nuestro país, desde los niveles inferiores hasta los superiores, que nos ha permitido junto a una movilidad social ascendente de gente que comía proteínas y entonces generaba neuronas, recursos humanos, una clase media argentina, que mucha veces se cree solamente producto de su propio esfuerzo, sin advertir que es el producto de un modelo económico que la ha generado como tal. (APLAUSOS)

Creo entonces que es importante charlar estas cosas entre los argentinos para comenzar a vincular cómo son las cosas. Si uno no sabe cómo se produjo algo, no entiende como se llega a determinados resultados. Esto es lo mismo en cualquier ciencia, un investigador investiga por qué se llega a determinado resultado y puede hacerlo. Todos deberíamos analizar en cada uno de nuestros comportamientos, en cada una de nuestras actividades cómo es que hemos empeorado o cómo es que hemos mejorado. Me parece que esta es la clave para poder entendernos nosotros mismos y al mundo que nos circunda.

La otra cuestión que planteaba es la que tiene que ver con los patrones culturales. El problema que tenemos de déficit en cuanto a que los chicos, nuestros chicos, nuestras chicas, incluyo a mi propia familia en esto, absolutamente, es que se inclinan poco a las carreras duras, a las ciencias duras que podrían ser la ingeniería, las matemáticas, la química, la informática, etcétera. Y es producto eso sí de otro patrón cultural.

Florencio Sánchez en "M'hijo el dotor" lo explica espectacularmente bien, hay un imaginario colectivo producto de la inmigración, producto de las propias pautas culturales de vincular determinadas carreras también con el prestigio y el asenso social. Les habla alguien que es abogada, digamos que está vinculado también con una cuestión que nos vino a todos desde muy chicos, y fundamentalmente por no asociar también, producto de viejos modelos económicos, la educación con el desarrollo económico y el ascenso social. El asenso social se daba independientemente del desarrollo económico, o sea que se podía ser abogado aunque el país se cayera a pedazos y se sabía que le iba a ir bien a un médico, pero esto todos sabemos que no es así, que depende de que al país le vaya bien en su conjunto para que todas las profesiones puedan desarrollarse y tener finales felices.

Creo entonces que debemos también comenzar una tarea muy fuerte, y lo estamos haciendo desde este Gobierno, de comenzar a articular el esfuerzo entre la educación y el proceso económico. Esta es la otra clave también de los países desarrollados, vinculan todo el proceso de educación y de capacitación al modelo económico de desarrollo que han logrado. Quiero confesarles que tengo grandes expectativas porque precisamente en la carrera de la informática es uno de los temas donde más nos distinguimos en toda la región, me atrevería a decir, no exenta de cierto orgullo, que realmente somos un caso único en este aspecto. Primero, fue la tasa de natalidad empresaria más importante que hemos tenido, tal cual las barras que nos mostraba recién Lino y que lo dije incansablemente desde siempre. Segundo, nuestros jóvenes capacitados para la informática tienen un rendimiento y una productividad casi milagrosa. El otro día me tocó visitar las oficinas de Google, que como ustedes saben instaló la tercera oficina internacional entre las tres que tiene más importante en el mundo aquí en Argentina, y me hablaban los responsables de que el rendimiento, la productividad de los jóvenes que trabajan allí era casi un 300 por ciento más que en otras casas similares de la misma firma en el mundo. Lo cual nos coloca en una posición de privilegio, pero no de privilegio mal entendido, sino de privilegio por conocimiento, por capacidad, por aptitud.

Y este modelo que estamos planteando de becar a jóvenes, y me encantó ver a los dos jóvenes de La Matanza, de Haedo, que revelan el esfuerzo también de todas nuestras universidades para lograr la incorporación de jóvenes, nos trae otro desafío que me parece que es la otra etapa. No solamente ya la beca universitaria sino trabajar fuertemente en el sistema de becas en las escuelas técnicas que es el nivel medio secundario, donde estamos también necesitando, las empresas lo demandan, jóvenes con capacitaciones porque nos encontramos con cuellos de botella similares a los que decía Lino, también en actividades que están teniendo mucho crecimiento como es por ejemplo la industria automotriz, la industria de autopartes, que hace poco lanzamos y aprobamos en el Congreso un ambicioso plan de promoción de las autopartes que requiere una conjunción muy importante de gente capacitada. Y que además, por si no lo saben, genera mucho más valor agregado y mucho más trabajo que el simple armado de los automóviles por ejemplo, pero el autopartismo requiere un grado de capacitación diferente al de la industria de armado automotriz.

Todos estos desafíos son también grandísimas oportunidades que tenemos hoy en la República Argentina. Está en el esfuerzo de todos, empresarios, funcionarios, estudiantes, profesores y de los argentinos en general, de atrevernos a afrontar los problemas y los desafíos con mucha apertura mental. Y sin olvidar nuestras tradiciones o algún literato como Florencio Sánchez, también pensar que nos merecemos la oportunidad de un modelo diferente de desarrollo económico, de educación y de nuevos patrones culturales, donde vinculemos a la educación con la producción, sin temores ni prejuicios. Porque muchas veces también lo cultural parece siempre alejado de lo económico y todos sabemos que no es así, que no debe ser así, al contrario, hace a la esencia de toda sociedad, de todo país, vincular su desarrollo económico a la posibilidad de defender su propia identidad cultural para insertarse de su propia manera y de acuerdo a sus propios intereses, en un mundo cada vez más globalizado y que cada vez va a exigir mayor competitividad.

Por eso quiero felicitar a ambos ministros por este esfuerzo y al desafío de todos los argentinos de pensar, de atreverse a pensar diferente y a analizar las cosas que nos pasan todos los días, para poder resolver mejor todos nuestros problemas, los pequeños, de la casa, los que son un poquito más grandes, del municipio, los de la provincia y finalmente los de la nación que son los de todos, sabiendo que la solución de mi problema únicamente no va a colaborar a que tengamos una sociedad mejor.

Muchas gracias y muy buenos días a todos. (APLAUSOS)