Inauguración del campus de Tenaris University

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE TENARIS UNIVERSITY CAMPUS, EN LA LOCALIDAD DE CAMPANA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires, querido Daniel; señor CEO de Tenaris, querido Paolo Rocca; amigos y amigas: creo que hoy estamos inaugurando algo más que la Tenaris University, algo más que la universidad de una empresa, estamos inaugurando una experiencia inédita en la República Argentina. Que una empresa monte en su propio espacio de trabajo un complejo universitario de esta envergadura, de esta magnitud, donde se capacita no solamente a los profesionales sino a todos sus operarios en línea de base en nuevos métodos de organización y conocimiento, donde se preparan instructores que al mismo tiempo van a dar conocimiento y capacitación a todos los trabajadores de la empresa, es inédito en la República Argentina. Es algo más que una universidad, que un campus universitario en una empresa, es apostar al conocimiento, que es el principal insumo hoy en el desarrollo de las empresas en el mundo.

Tenaris emplea 6.300 trabajadores aquí en la Argentina, pero el grupo madre, Techint, la creadora, la generadora, tiene 60.000 trabajadores en todo el mundo, casi la mitad de ellos aquí en nuestra República Argentina.

Techint y sus vinculadas, Tenaris, Siderca, son un orgullo para los argentinos, es la primera gran multinacional argentina. Yo quiero rescatar esto en un país donde la industria y el desarrollo empresario no han tenido buena prensa durante muchos años, donde tal vez algunos pensaron que podíamos ser un país de servicios o un país exportador de materias primas, como a principios de siglo, en el primer Centenario.

Y qué curioso, Techint, la empresa con mayor volumen en la Argentina, generadora de los caños sin costura famosos en el mundo por su calidad, ha desarrollado toda su actividad donde uno de los insumos materiales más importantes, el hierro, no está en Argentina, lo tiene que importar. ¿Por qué digo esto? Porque es doblemente valioso, porque he descubierto que el principal insumo que puede tener toda empresa o toda industria es fundamentalmente las ganas de trabajar, de emprender de quienes la conducen y de los recursos humanos que forman parte de la empresa. Esa es la raíz de toda actividad industrial, el riesgo del empresario y el admitir que sus trabajadores, el recurso humano, con los conocimientos que estos tengan, son el factor clave de éxito y desarrollo.

Me pregunto entonces qué cosas podríamos hacer los argentinos junto a materias y recursos materiales que nos son propios, si este mismo criterio de la empresa, del riesgo, de la importancia del recurso humano, de la retribución, de la capacitación, se dieran en otras actividades donde los insumos materiales nos sobran; cuántas Tenaris, cuántas Techint podríamos tener con tanta materia prima única e impresionante que tiene la República Argentina. Es un modelo a mirar para desarrollar y para imitar.

Me parece que esto es lo más importante, advertir dónde radica la verdadera fuente generadora de la riqueza: en el riesgo que son capaces de asumir los empresarios, en la capacitación que son capaces de brindar a sus trabajadores y en la armonía que uno percibe cuando ingresa aquí entre los empresarios y los trabajadores.

Muchos creyeron tal vez, tiempos ha, que la rentabilidad de una empresa estaba tal vez en pagar bajos salarios o en que la gente no tuviera gran capacitación. Estos hombres que hoy nos acompañan y que tienen la responsabilidad de conducir esta empresa han advertido que lo importante, que lo verdaderamente movilizador en toda empresa es que quienes la conforman la sientan como propia. Porque cuando los trabajadores, en sus distintos niveles, desde el operario de base hasta el técnico que los dirige, el ingeniero que está sentado en la sala de computación, se sienten parte de la empresa porque saben que si esa empresa crece ellos van a seguir creciendo, es la clave de la grandeza y de la generación de mayor y mejor riqueza.

Por eso hoy estamos haciendo algo más que inaugurar una universidad, estamos haciendo algo más que visitar este fantástico campus universitario donde se van a capacitar jóvenes argentinos y de otros países del mundo cuyo promedio de edad no pasa de los 25 años, operarios como los que recién me toco ver trabajando junto a otros en la capacitación. Estamos haciendo algo más, estamos consolidando una forma de desarrollo industrial, de valor agregado, que es la clave de desarrollo de los países en el mundo. Basta con mirar a nuestro alrededor, a los países centrales, dónde han ubicado el punto nodal de su crecimiento y de la acumulación de riqueza: industria y valor agregado para todas sus materias primas. En este caso para un insumo que muchas veces se tiene que importar.

Imaginemos entonces todos nosotros lo que podemos hacer con este país, en este escenario internacional, si agregamos valor, desarrollamos conocimiento y articulamos entre trabajadores y empresarios sobre nuestras principales materias primas. Estoy segura de que vamos a ser capaces de generar un modelo de país como el que soñó tu padre Paolo, Roberto Rocca, que decía que era la industria la que movilizaba una sociedad, un país y el mundo.
Felicitaciones por no haber bajado los brazos ni aún en los peores momentos; por haber apostado siempre a seguir creciendo; y por seguir teniendo a la República Argentina, pese a ser una multinacional, como la casa de Techint y todas sus vinculadas. Muchas gracias y felicitaciones.