Buenas tardes a todas y a todos.
Una vez más con el anuncio de soluciones de vida, como dije alguna vez, en lo que a planes de vivienda se refiere y, en esta oportunidad, para la región de Cuyo.
Estuvimos hace poco tiempo con el NOA, con el NEA, con Patagonia, en definitiva, como recién decía el señor Gobernador de La Rioja, quien me precedió en el uso de la palabra, un plan absolutamente federal.
Él nos contaba que hay gente en su provincia que hace veinte años que está anotada en un plan de viviendas y que nunca se habían hecho tantas viviendas, salvo las que se hicieron durante la presidencia del general Perón como las que se habían hecho durante la presidencia del doctor Néstor Kirchner.
Debo decir que para nosotros es un gran orgullo, puesto que no puede haber orgullo más grande que dar soluciones a los habitantes, a los ciudadanos, a las ciudadanas y, además, que esa política habitacional, esa política social, porque en definitiva la política habitacional es una política social, sea darle casa a la gente y que la misma se desarrolle a lo largo y a lo ancho del país.
Lo que él decía recién, que es Buenos Aires que llega a la Argentina, está bien, porque desde la Argentina profunda, tanto en el Sur, como a los costados, sobre la Cordillera o recostándose sobre Brasil y Uruguay, el país siempre se ha sentido olvidado por el país central, por el país que por allí tiene más oportunidades, más riqueza y, entonces, creo que no solamente la redistribución del ingreso, como siempre lo digo, se debe dar desde un aspecto social, sino también desde un aspecto territorial. Hay mucha inequidad territorial.
Quien vive en las puntas del país o allá, al fondo, en la Patagonia, no tiene las mismas oportunidades, ni siquiera muchas veces en su calidad de vida o de educación como pueden tener quienes viven en todos los grandes centros urbanos, cerca de la ciudad puerto.
Pero yo creo que con mucho esfuerzo, con mucho trabajo, vamos a ir revirtiendo eso. Este no es un fenómeno que se produce únicamente en nuestro país.
Ustedes saben que durante el fin de semana pasado, es decir, viernes y sábado, estuve participando en el encuentro entre los dos bloques de América latina y la Unión Europea. Ahí me tocó presidir una comisión que, precisamente, trataba sobre pobreza, inequidad, desigualdad e inclusión social. Allí escuchaba a representantes de otros países de nuestra región, de nuestra querida Latinoamérica y, precisamente, una de las demandas más fuertes que tenía toda la región era la necesidad de infraestructura tanto económica como social. Lo daban como uno de los motivos más fuertes en materia de pobreza, de inequidad y de desigualdad, a tal punto que una de las conclusiones incluida en la mesa que me tocó presidir, fue la necesidad de inversión para infraestructura.
Como ustedes verán, entonces, uno de los objetivos que siempre hemos planteado como puntal y como palancamiento del crecimiento y del desarrollo con equidad social, ha sido la infraestructura. Debo decir que esta no es una cuestión que se nos haya ocurrido a nosotros por inteligentes, sino que es una demanda de toda región.
Hoy estamos dando cumplimiento en la región de Cuyo con viviendas que seguramente serán insuficientes porque todavía hay muchas necesidades, muchas demandas, y mucha gente inscripta. Pero lo cierto es que el formidable avance que hemos estado haciendo en los últimos años en materia de infraestructura económica y social, es una punta de lanza para este crecimiento y para siga profundizándose.
Hace unos instantes estuve reunida con la gente de la Cámara de Comercio que vino a verme con motivo del Acuerdo del Bicentenario. Yo creo que una de las metas que tenemos que incluir en ese Acuerdo del Bicentenario, es, precisamente, el Plan de Intervención Territorial que presentamos hace ya un tiempo en donde cada provincia se recorre y se determinan cuáles son las obras para que los gobiernos que vengan, cualquiera sea el partido, cualquiera sea el sector que representen, asuman un compromiso acerca de la necesidad de que la infraestructura social y económica no debe tener color político, no debe tener pertenencia ideológica ni identificación partidaria. Debe ser un objetivo de todos los argentinos cualquiera sea el lugar en que hayan decidido pensar, rezar o vivir, que eso es lo que nos ha distinguido en nuestras mejores épocas: el mancomunar el esfuerzo de todos para poder seguir adelante.
Muchas gracias y tengan todos ustedes muy buenas tardes. (APLAUSOS)