Cristina Fernández en el acto de entrega de Viviendas

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ENTREGA DE VIVIENDAS, REALIZADO EN LA CASA DE GOBIERNO

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Muy buenos días a todos y a todas, un poco demorado el inicio, porque hemos estado en otros actos.

8.625 soluciones habitacionales para la provincia de Buenos Aires, como parte de un plan de 24.000.

Hace unos instantes también estuve junto a la Asociación Bancaria, un gremio muy importante que acaba de cerrar su negociación salarial con la parte patronal, el instrumento que los trabajadores y los empresarios tienen para discutir salarios, esto es las convenciones colectivas, soluciones que tienen que ver con un relato de una Argentina que, muchas veces no condice con lo que uno escucha o ve tal vez en los grandes medios de comunicación.

Me pasó también hoy a la mañana algo muy importante; recibí la visita del Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, que es el lugar académico, específico donde se forma parte del periodismo argentino.

El motivo de la visita fue una lectura que hice ayer en un único diario, donde salió publicado que fue una resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA donde precisamente se hablaba de cómo se distorsionaba la información o cómo se afectaba la información y la libertad de prensa, cuando únicamente se transmite una única voz y se silencian todas las demás.

Debo decir que en el único diario que lo leí fue uno solo de aquí de la Capital Federal, y hoy los recibí, porque precisamente están demandando la profundización de los instrumentos vigentes. Hay un observatorio de medios que debe funcionar en la órbita del COMFER precisamente contra la discriminación.

Y en estos días que han pasado en la República Argentina, creo que una mirada reflexiva sobre cómo nos informan y nos comunican a los argentinos, se hace imperiosa.

Debo decirles que la conferencia de prensa que dieron también en la Sala de Periodistas, no fue transmitida por ningún medio de comunicación, como normalmente sucede cuando hay conferencias en la Sala de Prensa de Periodistas de la Casa de Gobierno.

Yo creo que los argentinos tenemos que reflexionar esencialmente sobre quiénes son los titulares del derecho de la libertad de información y de la libertad de prensa; si son realmente las grandes empresas de comunicación o es el ciudadano y la ciudadana de a pie -como me gusta decir- que merece que todas las historias y todos los relatos diferentes y plurales que una sociedad tiene acerca de determinados acontecimientos, sean difundidos de la misma manera o por lo menos con la misma intensidad y frecuencia.

Esto no es renegar de la opinión, de la libertad de opinión, de la línea editorial que cada medio tiene derecho a tener como cualquier ciudadano, la visión acerca de la realidad, de lo que sucede, pero lo que es importante es que todos puedan tener la libertad, todos los argentinos y todas las argentinas tengamos la libertad de poder escuchar a todas las voces, a todos los relatos y que, además, lo hagamos en un marco de democratización profunda y de rechazo a toda forma discriminatoria que tenga que ver con el color de piel, con la posición social o con la fe religiosa o con cualquier otro tipo de discriminación. Me parece que esto es hablar de calidad institucional.

Se hablado mucho de calidad institucional en la Argentina, pero tal vez quienes más la reclaman o la editorializan, son los que menos la practican.

Yo he invitado hoy a partir de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, a que todas las universidades públicas del país formen parte de ese Observatorio de Medios de Comunicación contra las prácticas discriminatorias que está dentro de un Plan Nacional que fue aprobado en la República Argentina por decreto de la anterior gestión y que tiene que ver además, con instrumentos que hemos firmado en el marco de Naciones Unidas que invitan a rechazar y a evitar en todos los ámbitos, cuales quieran que estos sean, prácticas de discriminación como la que hemos visto en estos últimos episodios que han ocurrido en la República Argentina.

Yo sinceramente espero que todos los argentinos podamos gozar de la libertad de prensa y de la libertad de información, a toda la información, esencialmente a la que tiene un relato diferente al que quiere instalarse que es el relato de que a los argentinos nos va todo mal.

Hace poco, hace dos días apenas, los argentinos recordamos el día 2 de abril a los Veteranos de Guerra y Caídos en Malvinas. Recuerdo aquellos tiempos en donde desde los medios de comunicación nos decían que todo estaba bien, que todo era maravilloso. Sé que podrá decirse: claro, estaba la dictadura no podían decir otra cosa, pero con qué pasión decían que las cosas iban bien, cómo se esmeraban; realmente no parecía que hubiera habido miedo en la comunicación, sino pasión por contar lo que no era. La misma pasión que siento sinceramente como argentina muchas veces, cuando escucho casi con la misma pasión que nos decían en aquellas oportunidades que todo está bien, hoy que todo está mal, que todo es negativo, todo negativo. Parece ser que hay una prohibición decretada desde algún lugar de que comunicar a los argentinos que las cosas nos van mejor o que también pasan cosas buenas en la República Argentina, fuera algo que está demás o molesta.

Eso no significa que los medios deban describir paraísos, porque lo he dicho en reiteradas oportunidades, los paraísos no existen en la tierra. Pero sí me parece que todos, absolutamente todos, deberíamos hacer un esfuerzo.

Les cuento estas cosas, porque cuando escuchaba a estos miembros de la Academia Argentina, en definitiva no es una opinión de un partido político, de un sector económico, no, al contrario, es de la más alta calidad institucional, es el nivel académico que prepara profesionalmente a quienes van a tener la altísima responsabilidad de ejercer la profesión de periodistas.

Y escucharlos precisamente a ellos, con un alto nivel académico, con un alto nivel de calidad institucional, describir y contar lo que vieron en estos días que se han vivido en la Argentina, cuando los propios docentes de la casa de estudio se apersonaron ante el Decano para pedirle que la Facultad se pronunciara en el nombre de la responsabilidad profesional y académica y pedir una resolución, no de un grupo, una resolución del Consejo Directivo de la Facultad, de una Facultad de nuestra Universidad Nacional de Buenos Aires.

Me parece que más allá de todo un ejercicio de salud institucional de la República, también de responsabilidad institucional, es lo que los argentinos tenemos que exigir, porque tenemos el derecho a hacerlo todos, absolutamente todos, que realmente podamos tener el derecho, la libertad de que todas las voces plurales y democráticas puedan acceder también a todos los medios de comunicación. Es parte de la calidad institucional que necesitamos los argentinos, es parte de la reconstrucción democrática a la que todos estamos obligados a contribuir de la mejor manera posible.

Pero sobre todo aquellos que tienen la inmensa responsabilidad de informar a la opinión pública, son los que también nos deben todavía en la República Argentina, la calidad institucional y democrática que han reclamado desde siempre, por supuesto a los otros, nunca a ellos mismos.

Por eso, quería hoy tener esta pequeña disgresión en este día que realmente es un día importante, una inversión de más de 500 millones de pesos para la provincia de Buenos Aires que van a dar soluciones a hombres y mujeres, un convenio salarial solucionado más entre los tantos que han venido solucionándose.

Fíjense ustedes que otra parte del relato por lo menos previo a mi asunción como Presidenta, durante la campaña y luego de las elecciones, era precisamente el problema que podían acarrear al modelo económico, al funcionamiento de la economía, los reclamos irreflexivos de gremios, sindicatos, y en realidad una vez más, los trabajadores en sus organizaciones sindicales, están dando muestras de una responsabilidad y una madurez, porque han hecho -como siempre digo- el aprendizaje histórico. Sería bueno que de todos los sectores pudieran también realizar el mismo aprendizaje y la misma práctica.

Muchas gracias y tengan todos ustedes muy buenos días. (APLAUSOS)