Buenos días a todos y a todas: este no es un tema nuevo para nosotros, como señalaba Romina; comenzamos a trabajarlo muy fuertemente cuando todavía era senadora por la provincia de Buenos Aires, y conformamos por primera vez un ente que venía a dar cuenta de la falta de articulación entre las distintas jurisdicciones. Ustedes saben que se cruzan jurisdicciones de la ciudad de Buenos Aires, de más de catorce municipios de la provincia de Buenos Aires del Conurbano, de la propia provincia y siempre había como una suerte de deslinde de responsabilidades y en definitiva, no se hacían las cosas, que era lo importante.

A partir de diseñar ese instrumento, pudimos empezar a trabajar fuertemente en esto que significa, como bien señalaba Daniel y Romina, mejorar la calidad de vida de la gente que además, por esas paradojas de las cosas, la basura aumenta cuando las cosas están mejor.

Ustedes saben que uno de los indicadores de crecimiento social es el cúmulo de basura, la basura acumulada -vaya la redundancia-. Lo cierto es que cuanto más basura se produce es porque hay una sociedad que está consumiendo mucho más. En las sociedades que no tienen consumo o un consumo muy residual, muy subsidiario, la basura es poca, de mala calidad. Así que pongámonos contentos por ese lado, siempre digo que a todas las cosas se le puede encontrar un aspecto positivo, en todo caso, el aumento de la basura.

Pero permítanme en esta mañana de basurales concretos, de basurales que están aquí en municipios o en la Cuenca del río Matanza, hablarles de algunos otros basurales que no indican crecimiento ni desarrollo; basurales de la política internacional donde por el contrario, más que indicar crecimiento y desarrollo indican tragicómicamente la involución en el desarrollo y seriedad de las relaciones internacionales.

Miren, con personajes que parecen salidos de películas o de series americanas en las que uno nunca sabe cuanto es verdad y cuanto es mentira pero que finalmente luego con las propias realidades de operativos y operaciones basura, uno puede dar cuenta de cómo algunos conciben a la política internacional y qué tipo de relacionamiento quieren con los países. Más que países amigos quieren países empleados.

Cuando desde esos países a los que se los quiere empleados y subordinados, se da con mucha firmeza, decisión y convicción la de contribuir a revertir una historia que fue letal para los pueblos de Latinoamérica, fue su desunión y muchas veces falta de políticas conjuntas para enfrentar los verdaderos problemas que tiene la región, que son los de la calidad de vida de sus habitantes.

En esta forma de operar muchas veces en la política regional, quiero decirles que no van a tener resultados. Esta Presidenta puede ser mujer, pero no se va a dejar presionar (APLAUSOS). Voy a seguir afirmando nuestra relación de amistad con todos los países latinoamericanos, también con la República Bolivariana de Venezuela. (APLAUSOS). Voy a seguir afirmando la necesidad de profundizar y ampliar el MERCOSUR. Voy a seguir trabajando fuertemente en la construcción e instrumentalidad del Banco del Sur, que nos permita herramientas financieras alternativas a las que sólo han causado dolor y tragedia social en Latinoamérica.

Voy a seguir afirmando la necesidad de que el Gobierno de Colombia y las FARC celebren un acuerdo humanitario para terminar con el calvario de otros hombres y mujeres presos en esa selva y que es necesario abordar sin prejuicios y sin demora que luego resulte que deba ser lamentada, para que nuevamente puedan recuperar su libertad.

Voy a seguir afirmando la necesidad de un mundo multilateral, para hacerlo más seguro, con una paz que llegue a todas partes y que deje de fundamentar en el repudio que todos tenemos y seguiremos teniendo al terrorismo global, que deje de fundamentar en ese temor la violación global de los derechos humanos. (APLAUSOS)

Todas y cada una de estas convicciones y de estas políticas van a ser profundizadas por nosotros, porque la Argentina nunca necesitó que le señalen o que le habiliten quiénes pueden ser sus amigos, como nosotros tampoco decimos quiénes deben ser los amigos de otros países.

Tenemos una profunda convicción en la autodeterminación de los pueblos, que viene desde el fondo de la historia de los argentinos, ni siquiera es originaria de nuestro propio partido; también está fundamentada desde la fundación de otro gran partido argentino, democrático y popular, la autodeterminación de los pueblos. Somos respetuosos de estos principios que han direccionado la política exterior durante todos los gobiernos populares y democráticos de la República Argentina de distintos signos ideológicos.

Por eso, con la misma convicción que tuve el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos y que he tenido toda mi vida acerca de cómo debe resolver un país su autonomía, es que digo que sería bueno además de erradicar basurales como los que estamos viendo en esas fotos, en La Matanza, en Ezeiza, en Avellaneda o en el Riachuelo, algún día la humanidad de una vez por todas, este mundo global, pueda erradicar también la basura de las relaciones internacionales.

Estoy segura que el día que lo logremos podremos vivir en un mundo mejor y más seguro. Muchas gracias y tengan ustedes muy buenos días.