Durante la misma ceremonia, que se realizó en el Teatro Roma del partido de Avellaneda en la provincia de Buenos Aires, la jefa de Estado entregó 1500 netbooks a estudiantes secundarios de escuelas públicas, en el marco del plan "Conectar.Igualdad", y 70 viviendas construidas en un predio ubicado en la calle 12 de Octubre y la Autopista.
La nueva Universidad Nacional de Avellaneda, que se regirá por las leyes Federal de Educación y de Educación Superior, fue pensada con el objetivo de contribuir al desarrollo de la cultura creando carreras que promuevan estudios humanistas, la investigación científica y tecnológica y la creación artística.
Durante su discurso, la mandataria destacó la creación de la Universidad Nacional de Avellaneda al señalar que "es muy importante lograr esta democratización en materia de acceso a la educación universitaria".
La Presidenta señaló que el modelo iniciado en mayo de 2003 permitió "ir derribando prolijamente todos esos dogmas y falsas verdades sacralizadas que nos decían que los argentinos no podíamos ser felices".
"La economía y este modelo se inició en mayo del 2003, cuando decidimos empezar a cambiar una historia que estaba cristalizada, que nos decían que era imposible cambiar", afirmó la jefa de Estado. Y agregó: "Hemos ido derribando prolijamente todos y cada uno de esos dogmas y falsas verdades sacralizadas que nos decían que los argentinos no podíamos ser felices, una mejor sociedad, más justa y equitativa".
También, afirmó que "el logro más importante es dar la batalla cultural sobre nosotros mismos para demostrarnos que somos capaces de hacer cosa diferente y mejor". "Serían imposibles estas obras sino se administran bien los recursos, no es magia, se privilegió el mercado interno para generar trabajo, trabajadores que son usuarios y consumidores y reactivan el mercado interno", destacó la Presidenta.
Además, pidió a los sectores de la oposición que "permitan que se siga gobernando para todos los argentinos" y convocó a un "debate más serio" de ideas y propuestas:"Quiero pedir, como Presidenta de todos los argentinos, que permitan que se siga gobernando para todos los argentinos, con los instrumentos de la Constitución".
En ese sentido, la mandataria señaló que "se escucha únicamente descalificación, agravios, negativas y oposición por la oposición misma", y convocó a "un debate más serio, a un esfuerzo de responsabilidad".
Durante su discurso, afirmó que "seguiremos construyendo y profundizando este modelo porque la tarea es la igualdad y la libertad". "Es importante entender y recordar y comparar con este momento en el cual estamos viviendo un país, con su errores y dificultades, pero con un crecimiento económico como nunca hemos tenido. Apelar a la memoria para no equivocarse nunca más", subrayó la Presidenta.
También, destacó que la Argentina está "en el menor nivel de endeudamiento" desde que el país se incorporó a los organismos internacionales. "Todo parece que fuera una historia contada hace mucho tiempo. Fue apenas en 2006. Fue el magistrado que me precedió en la presidencia. Fue un verdadero punto de inflexión y de aquel endeudamiento crónico hoy estamos en el menor endeudamiento desde que la Argentina decidió ingresar en los organismos financieros", señaló la Presidenta.
Al respecto, Cristina Fernández afirmó: "yo simplemente soy un instrumento de un modelo de país y de una sociedad que soñé desde muy joven, un modelo de país que antes que yo soñaron miles de hombres", y agregó que el "único compromiso que le pido a todos los argentinos, no es con una persona, ni un partido ni un gobierno, sino con un modelo de país, con un modelo de patria".
Cristina Fernández estuvo acompañada por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni; el intendente de Avellaneda, Jorge Ferrarese; el rector organizador de la UNDAV, Jorge Calzoni; y otras autoridades.
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