Un día como hoy, pero de 1877, nacía en Buenos Aires Enrique Carlos Alberto Mosconi, un hombre cuya visión y compromiso dejaron huella en la historia argentina. Militar, ingeniero y político, Mosconi no solo se destacó en el ámbito castrense, sino que también fue el pionero en la organización y explotación de los recursos energéticos del país.
Su infancia transcurrió en Europa, pero su regreso a la Argentina fue el inicio de una destacada trayectoria. Se graduó en el Colegio Militar de la Nación y obtuvo el título de Ingeniero Civil en la Universidad de Buenos Aires. Su formación se completó en Alemania, donde realizó estudios de posgrado en la Escuela Técnica de Artillería e Ingenieros de Charlottenburg. Su carrera en el Ejército lo llevó a ocupar importantes cargos, como Subdirector de Arsenales de Guerra y Director del Arsenal Esteban de Luca, donde elaboró la primera estadística industrial militar del país.
Mosconi también fue un ferviente promotor del desarrollo de la aviación militar y civil. En 1920, fue designado Director del Servicio de Aeronáutica del Ejército, donde impulsó la modernización y la capacitación en esta área estratégica. Sin embargo, su hito más importante se dio en el sector energético cuando, en 1922, fue nombrado Director de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Desde esta posición, Mosconi transformó a YPF en un motor de desarrollo para el país, promoviendo la autosuficiencia petrolera.
Entre 1927 y 1928 Mosconi recorrió América Latina informando a las autoridades sobre la experiencia argentina con los combustibles fósiles, promoviendo la integración de esfuerzos en materia de petróleo. Mosconi fue el mayor impulsor de una política nacional que puso los recursos naturales al servicio del desarrollo económico, industrial y social de la Nación. La influencia de esta doctrina tuvo impacto en México, Brasil, Uruguay, Bolivia y Colombia.
Además, con una mirada visionaria, impulsó la formación de técnicos en el extranjero y en la Argentina, estableciendo programas educativos en institutos como el Colegio Industrial de la Nación y la Escuela de Minas de San Juan.
Su trabajo permitió mejorar la competitividad de las regiones periféricas, fortalecer la infraestructura de transporte y garantizar un suministro equitativo de combustibles en todo el territorio.
Mosconi falleció el 4 de junio de 1940. Su legado también perdura en cada localidad, institución, calle, barrio, aeropuerto que lleva su nombre. Su lucha por la soberanía energética y el desarrollo nacional sigue siendo un ejemplo de patriotismo y compromiso con el progreso de la Argentina.